lunes, 5 de mayo de 2014

ANÁLISIS DE LA JORNADA 36 DE LA LIGA BBVA


Txingurri, saca la Gabarra que la Champions nos espera

El equipo de Valverde golea a domicilio y se asegura la cuarta plaza, por lo que jugará el torneo continental, esquivo desde 1998. San José, De Marcos y Ander Herrera, las dianas

 

 

El Athletic de Bilbao visitaba a un Rayo de fiesta, tras la permanencia conseguida la jornada pasada, con el objetivo de amarrar cuantos antes el cuarto puesto que da derecho a jugar la próxima edición de la Champions League. Tres puntos es la distancia que separaba a los leones de asegurarse ese objetivo antes del pitido inicial. El partido comenzó con más de quince minutos de retraso por el continuo lanzamiento de papeles por parte de los seguidores rayistas. 

 

Los primeros minutos carecían de la intensidad propia de un partido a estas alturas de la temporada. Era latente que los dos equipos casi habían cumplido con sus objetivos y nadie se hacía con el mando del partido. Las ocasiones brillaban por su ausencia y hubo que esperar hasta el minuto quince para ver la primera. Un remate a placer de Mikel Rico tras un córner lo desvió de forma providencial Zé Castro. El saque de esquina posterior lo cabeceó fuera por muy poco Aduriz.

Avisaban los leones desde la esquina y así llegó el primer gol del encuentro. Esta vez fue Susaeta quien botó el córner y San José, de forma acrobática y con la inestimable ayuda de Rubén que midió muy mal la salida, colocaba el primer tanto en el luminoso. No tardaría mucho en llegar el segundo de los leones y lo haría de la misma manera. Otra vez el envió desde la esquina de Susaeta le quedó franco tras varios rechaces a De Marcos, que remata algo centrado pero de nuevo Rubén no acierta a atraparla.

0-2 en la primera mitad y la clasificación para la previa de la Liga de Campeones prácticamente en el bolsillo. Claramente superior el conjunto de Valverde a un Rayo que no era capaz de poner en aprietos a Gorka Iraizoz. Tal era el partido de los rayistas que Paco Jémez decidió hacer un cambio antes del descanso. Quitó a Rochina y dio entrada en su lugar a Embarba.

La segunda parte no cambió nada el rumbo del partido y pasaban los minutos sin que sucediese nada destacable sobre el césped de Vallecas. Los locales gozaron de una buena doble ocasión pero ni Iago Falque ni Trashorras estuvieron acertados de cara a puerta. Se hacían notar los primeros bostezos en Vallecas cuando Rubén decidió poner en pie a todos. Un malentendido en el saque de puerta con Saúl lo aprovechó De Marcos, que andaba al acecho, para robar y perdonar la sentencia.

La segunda parte se hizo muy larga para ambos. El Athletic se dedicó a controlar su renta mientras que los locales apretaban sin generar peligro aparente. Los bilbaínos disfrutaban con el partido bajo control sin hacer un esfuerzo excelso. Con el partido agonizando, Ander Herrara decidió sentenciarlo con un magistral lanzamiento de falta por el exterior de la barrera, inalcanzable para Rubén. De aquí hasta el final no paso nada más. Los leones volverán a disputar la máxima competición continental más de quince años después. Lo celebraron por todo lo alto los jugadores con los miles de aficionados rojiblancos presentes en Vallecas.



Rayo Vallecano: Rubén; Arbilla, Zé Castro, Gálvez (Seba Fernández, m.67), Nacho; Trashorras, Saúl; Rochina (Embarba, m.38), Bueno, Iago Falque; y Larrivey.

Athletic de Bilbao: Iraizoz; Iraola, San José, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Mikel Rico; De Marcos, Ander Herrera (Erik Morán, m.82), Susaeta (Guillermo, m.88); y Aduriz (Toquero, m.84).

Goles: 0-1: M.20 San José; 0-2: M.30 De Marcos; 0-3: M.74 Ander Herrera.

Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz). Amonestó a Larrivey (m.45), Saúl (47), Arbilla (49) y Zé Castro (73), del Rayo; y a Aduriz (76), del Athletic.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésima sexta jornada de la Liga BBVA disputado en el Estadio de Vallecas ante unos 14.000 espectadores. El partido comenzó con quince minutos de retraso debido al lanzamiento y posterior recogida de papeles en uno de los fondos del estadio. A los 30 minutos de juego, el encuentro se interrumpió al caerse una valla de la tribuna lateral baja del estadio por una avalancha de aficionados bilbaínos al celebrar el segundo gol de su equipo.


Lafita cierra el telón liguero en Can Barça

El atacante azulón hizo un doblete en el Camp Nou y destruye por completo las opciones de los hombres de Gerardo Martino al título de Liga; Messi y Alexis marcaron para el conjunto azulgrana

 

 

Veintidós minutos. El Barça comenzó el partido como si se tratase de un rondo ininterrumpido en el que el Getafe tenía poco que decir, más allá de correr persiguiendo un balón que nunca llegaba a tocar. La situación duró veintidós minutos, los que tardó Dani Alves en darse cuenta de que los centros por alto que estaba mandando desde la banda derecha no encontraban rematador y que, si los mandaba rasos, sería más fácil que conectaran con un compañero.

Así fue. El brasileño se marchó solo por banda derecha y puso hacia atrás un centro por bajo que   Messi, llegando con potencia, se limitó a rematar con un seco disparo al fondo de las mallas.  El tanto, sin embargo, pareció ayudar más al Getafe que al Barcelona. Como si se acabaran de despertar de la siesta, los de Cosmin Contra empezaron a aprovechar los errores barcelonistas en el control del balón para irse al contragolpe. Aunque estos nunca culminaban en disparos, los azulones conseguían sacar faltas en la frontal que se convertían en su mejor argumento para igualar el marcador.   No les hizo falta mucha práctica para lograr su objetivo.

En el minuto treinta y seis, Manu Sarabia ponía una falta con una pronunciadísima parábola que controlaba Lafita antes de rematar, a la media vuelta un balón cruzado que Pinto no podía atajar. El gol getafense aún tuvo su miga, pues el asistente de Fernández Borbalán agitó su banderín para indicar que Lafita había cometido falta previa a su disparo. En cambio, el colegiado no lo entendió así y el tanto subió al marcador. Tras el empate, el ritmo de la primera parte descendió notablemente, con múltiples interrupciones en todos los rincones del campo, hasta que se llegó al descanso.  

La segunda parte comenzó con un Barcelona completamente distinto al que se había visto en la primera. Mucho más ofensivo y volcado sobre el área defendida por Júlio César, las ocasiones se sucedieron durante los primeros minutos, ante un Getafe incapaz de detener la avalancha que se le venía encima. Pedro, Alexis, Iniesta o Messi bombardeaban la portería de un Júlio César sólido hasta el minuto 68, cuando Cesc sacaba el enésimo centro desde la banda derecha que intentaban los culés y Pedro remataba mal. Alexis, sin embargo, no desprovechaba la oportunidad de   resarcirse por sus errores anteriores y anotaba el segundo tanto que volvía a poner por   delante a los locales. 

El Barça no se relajó en un primer momento pero, según avanzaban los minutos, comenzó a ver que podía ser una buena opción retrasar posiciones y dejarle el balón a un Getafe que no parecía demasiado peligroso. Fue el error que le costó la victoria. Aunque los madrileños se mostraban imprecisos en campo contrario, Sarabia tuvo opción en el 80 de igualar el partido. Pero el destino tenía reservado un detalle más cruel para los del Tata Martino.

Cuando el partido se consumía, ya en el tiempo de descuento y con un Barcelona mandado a recoger, llegaría un centro desde la banda izquierda de Gavilán que Lafita no dudaba en convertir en la igualada de cabeza, firmando un doblete que da oxígeno a los xatafíes en la lucha por el descenso. Este resultado, por el contrario, deja al Barcelona aún más lejos de la pugna por el título de liga.

 


FC Barcelona: Pinto; Alves, Bartra, Mascherano (Fàbregas, 66’), Adriano; Xavi (Song, 87’), Busquets, Iniesta; Alexis, Messi, Pedro (Tello, 90’+1’)

Getafe CF: Júlio César; Valera, Alexis, Rafa, Escudero; Lafita, Lacen (Míchel, 86’), Rodríguez, Sammir (Mosquera, 68’); Sarabia y Colunga (Gavilán, 45’+2’)

Goles: 1-0, Messi (23’); 1-1, Lafita (37’); 2-1, Alexis (67’); 2-2, Lafita (90’+3’)

Árbitro: Jose Antonio Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Mostró cartulina amarilla a Mascherano (m.36), Alves (m.38), Lafita (m.42), Gavilán (m.66) y a Adriano (m.90).

Incidencias: Asistieron al encuentro 70.110 espectadores en partido disputado en el Camp Nou de la trigésimo sexta jornada de Primera División. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Tito Vilanova y se desplegó una pancarta gigante con el lema ‘Tito, per sempre etern’.

 


Un mísil lleno de oxígeno

El Elche marcó en el minuto 10 y supo aguantar el resto del partido las acometidas del Málaga. El central visitante Botía fue expulsado.

 

 

El Elche se reencontró con la victoria como visitante en liga, no lo hacía desde el 20 de octubre   ante el Betis, y sumó tres puntos de oro en su lucha por su salvación al imponerse 0-1 al Málaga. A los once minutos Rodrigues aprovechó un error en la entrega de Samu para lanzar un potente disparo desde fuera del área para marcar su primer gol en La Liga.   Consciente de lo mucho que tenía en juego saltó el Elche al terreno de juego de La Rosaleda aunque en el tramo inicial el balón correspondió al Málaga. El equipo ilicitano trataba de hacerse con él pero no lo lograba y apenas tenía presencia cerca del área de Caballero.  

El conjunto local, sin dar gran sensación de peligro, movía más el esférico y cortaba en   mediocampo las acciones de su rival.  Pero el choque dio un vuelco en el minuto 11 cuando el Elche abrir el marcador. Dos errores   en la entrega del esférico consecutivo le pasaron factura a los de Schuster. El primero fue   solo un aviso, con disparo de Boakye que repelió Caballero hacia Coro pero varios defensas se   cruzaron para evitar el disparo. Tuvo menos suerte el Málaga a continuación. Rodrigues no se   lo pensó dos veces y desde lejos batió al exportero del Elche. Tercer gol desde fuera del área   del conjunto ilicitano en esta liga.  No tardó en reaccionar el Málaga que tuvo el empate poco después en un sensacional pase de   Camacho ante Santa Cruz que no pudo batir a Herrera, quien realizó una buena intervención.  

El equipo de Schuster buscaba soluciones para tratar de cambiar el guión del encuentro pero   sin éxito. En el minuto 35 pudo llegar el segundo del Elche en un disparo raso de Márquez   desde fuera del área que se estrelló en el palo.   El inicio de la segunda mitad se cargó de interrupciones, primero por la lesión de Boakye que   tuvo que dejar su sitio a Cristian Herrera, y después de Javi Márquez y Jesús Gámez. Este   último también tuvo que retirarse y entró Eliseu, que disputaba su encuentro 150 con el   Málaga en Primera. Antes se había ido también Camacho, que estaba siendo el mejor de su   equipo, y Schuster metió en su lugar a un delantero, Juanmi.  

El partido se enrareció con continuas faltas y pérdidas de tiempo. Toño, portero suplente   del Eche que estaba en el banquillo, fue expulsado tras lanzar el balón lejos del alcance de   Antunes cuando éste iba a recogerlo y encararse con Duda. Esta situación beneficiaba a los de   Escribá que seguían mandando en el marcador. Pero Estrada Fernández se cansó y lo acabó   pagando el que menos culpa tenía. En el minuto 82 los visitantes se quedaban con uno menos.   Botía llegaba a despejar un balón con tan mala suerte que golpeó en el pie de su compañero   Carles Gil y dio en la cara de Iakovenko que estaba en el suelo.  

El Elche aguantó los minutos finales con uno menos, y con Manu Herrra lesionado, y certificó   un importante triunfo que le deja con seis puntos sobre el descenso cuando restan dos   jornadas para el final. Una derrota de Almería y Valladolid dejaría a los de Escribá un poco más cerca de la salvación aunque los pucelanos aún tienen pendiente su partido aplazado ante el  Real Madrid.

 


Málaga CF: Caballero; Gámez (Eliseu, m.61), Weligton, Flavio Ferreira, Antunes; Iakovenko, Darder, Camacho (Juanmi, m.53), Samuel (Pablo Pérez, m.46); Duda y Santa Cruz.

Elche CF: Manu Herrera; Damián Suárez, Botía, Pelegrín, Cisma; Rodrigues, Carlos Sánchez, Rubén Pérez, Corominas (Carles Gil, m.74); Javi Márquez (Lombán, m.83), Boakye (Cristian Herrera, m. 52).

Gol: 0-1, M.11: Rodrigues.

Arbitro: Estrada Fernández (Colegio Catalán). Expulsó con roja directa, por parte del Elche, al guardameta suplente Toño (m.68) y a Botía (m.82). Además, mostró tarjeta amarilla al malaguista Duda (m.68) y a los ilicitanos Carlos Sánchez (m.18), Damián Suárez (m.25), Javi Márquez (m. 51) y Manu Herrera (m.90).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima sexta jornada de la Liga BBVA diputado en el estadio de La Rosaleda ante 28.000 espectadores.

 


Nolito mete el miedo en el cuerpo rojillo

Los vigueses hunden a un conjunto navarro que se complica la vida y que no pudo levantarse de los goles fabricados por el andaluz Nolito y el chileno Orellana

 

 

Es la idiosincrasia de Osasuna. Es una experiencia que se repite una temporada sí y otra también. Los navarros se acogen a su estadio, a El Sadar, para hacerse fuerte y salvar la categoría. Especialidad de la que es experto y de la que no se cansa en jugar con fuego. Hasta que se queme. Es por eso que para los optimistas, el pensamiento es que siempre quedará el partido de la última jornada contra el Betis. Los pesimistas pensarán no solo que el resultado ante el Celta es un varapalo (0-2) sino que también que se acumula una racha de seis partidos sin ganar (cuatro derrotas) en su propio estadio. Una dinámica que, por cierto, no sucedía desde la temporada 2006/07.

En el día de hoy, la diferencia la marcaron Nolito con sus goles y Orellana con sus asistencias. Los dos extremos vigueses se encuentran y se asocian como si jugasen juntos en el campo. En el dibujo del esquema táctico les separan 40 metros, en la realidad tan solo un pase. En el minuto 19, el chileno fotografió un pase entre líneas magnífico por el centro sobre el desmarque del andaluz que, en posición correcta, batió de cuchara a Andrés. Apenas un cuarto de hora después, el sudamericano, esta vez por la derecha, conectaba un centro al segundo palo donde el de Sanlúcar de Barrameda, tranquilo, con parsimonia, de primeras y sin dejarla botar, cruzaba con el interior encarrilando la contienda.

14 tantos contemplan al ex de Écija, Barcelona, Benfica y Granada en esta temporada en Primera División. Once de ellos marcados en esta segunda vuelta de campeonato. Los nueve últimos, de hecho, han sido en los últimos siete partidos que los vigueses han podido marcar en liga. Los últimos seis en forma de tres dobletes seguidos. Cuatro de los últimos cinco a pase de Orellana. Y si no que se lo digan a Sevilla, Real Sociedad, Almería, Valladolid y ahora a Osasuna. Un dúo que está haciendo estragos, que solían sustituirse el uno por el otro y que desde que Luis Enrique apostó por él desde el 8 de marzo en aquel partido en Balaídos frente al Atlético de Madrid no han parado de participar en los tantos olívicos. Han sido protagonistas en 13 de los últimos 14 goles olívicos.

El Sadar intentó crear un infierno, pero su equipo salió con excesivo respeto. Reaccionó tras el primer tanto encajado, sobre todo en una doble ocasión que salvó milagrosamente Sergio Álvarez, primero a remate de cabeza de Oriol Riera y después sobre la línea cuando Miguel De las Cuevas solo tenía que empujar. Un cancerbero gallego que fue una de las principales novedades de las rotaciones, sobre todo en parcela defensiva, que Luis Enrique metió en Pamplona con la permanencia en el bolsillo. El meta de Vilagarcía de Arousa falló en un corner al principio del partido en un gol olímpico de Roberto Torres que Jonny al segundo palo evitó. Antes del descanso, y ya con 0-2, Alejandro Arribas falló de cabeza una gran asistencia a balón parado, la principal arma osasunista, una asistencia de Patxi Puñal.

El eterno capitán, que no aparecía en casa desde el pasado 9 de febrero en la victoria por 2-0 ante el Getafe, fue titular indiscutible para salvar a su equipo como ya ocurriera la temporada pasada frente al Sevilla. En esta ocasión, su presencia no fue suficiente para paliar el triunfo celtista que se confirmó en la segunda mitad. En este periodo, el protagonista fue Sergio Álvarez para que el resultado no se moviera y los gallegos ganaran en confianza. El joven cancerbero detuvo los lanzamientos lejanos de los correosos Acuña y Cejudo, que saltaron al césped buscando más movilidad, y sobre todo, tiró de reflejos en dos remates cercanos de Oriol Riera que no tuvo su tarde.

Por lo demás, el encuentro seguía en su misma tesitura; con el Osasuna botando corners (12), no ha habido partido en Pamplona con más saques de esquina para los rojillos esta temporada, y con un Celta que terminó dominando y que no sentenció antes, porque Krohn-Delhi o Nolito apuntaron mal a la escuadra, o porque Santi Mina no aprovechó un revuelo dentro del área. Todo ello en un El Sadar irreconocible (hasta en el número de tarjetas, 1) que acabó silbando a su equipo y muy preocupado por su equipo, Osasuna, que si mañana ganara el Almería al Betis caería a puestos de descenso, al abismo.

 


Atlético Osasuna: Andrés; Marc Bertrán, Flaño, Arribas, Damiá; Silva, Puñal; Roberto Torres (Cejudo m. 74), Armenteros (Lobato m. 70), De las Cuevas (Acuña m.46); Oriol Riera.

RC Celta de Vigo: Sergio; Jonny, Iñigo López, Fontás (Goldar m.76), Aurtenetxe; Krohn-Dehli, Oubiña, Augusto (Madinda m.73); Orellana, Bermejo (Santi Mina m.70) y Nolito.

Goles: 0-1. m. 20, Nolito: 0-2. m. 34, Nolito

Arbitro: Jesús Gil Manzano (Colegio Extremeño). Enseñó tarjeta amarilla a Jonny (minuto 74).

Incidencias: Partido de la trigésima sexta jornada de liga en Primera División disputado en el estadio Reyno de Navarra de Pamplona ante 18.299 espectadores.

 

 

¡¡ Resiste Pucela, resiste !!

Un zapatazo de Rukavina desde fuera del área otorga una victoria crucial a los blanquivioletas, igualando en la clasificación, aunque siguen en descenso, a Osasuna.

 

 

El Valladolid, equipo que suma más empates en esta Liga (14), demuestra que también sabe ganar y se impone por la mínima a un inofensivo pero peligroso Espanyol. Empatar es mejor que perder –gracias Vujadin– pero insuficiente para lograr objetivos al final de temporada. Nunca entrarás en Europa y, por supuesto, lo vas a pasar mal si eres el equipo que más empata en una determinada competición. Pero esta dinámica se rompió ante el Espanyol con el derechazo del impetuoso y estajanovista lateral serbio del Valladolid.

Pase lo que pase en esta Liga, hay que admirar a entrenadores como Juan Ignacio Martínez. Siempre humildes y con la motivación por bandera. Ajeno a los debates elitistas vividos en las semifinales de la Champions –que si posesión por allá, que si defensivismo por acá–, el preparador alicantino supo cincelar la respuesta de su equipo en estas agónicas últimas jornadas mediante uno de los mejores, y más antiguos, recursos de la humanidad. El esfuerzo.

Cuando te juegas la permanencia, cuando tu próximo rival es un Real Madrid que se jugará la Liga, cuando ya no hay opción para el error, solo queda apretar los dientes y mirar hacia delante. Y eso lo que hicieron los hombres de JIM ante el siempre correoso Espanyol de Javier Aguirre. Con sus mejores futbolistas en ataque, Manucho, Javi Guerra y, sobre todo, Óscar, el técnico blanquiovioleta quiso hacer daño a los pericos mediante su fútbol directo y aguerrido.

Pero el equipo que indagó más en área rival siempre fue el Espanyol. La tranquilidad de la permanencia ya lograda es una ventaja en este tipo de partidos y, además, con jugadores vertiginosos y dinámicos en ataque como los que propuso Javier Aguirre en Pucela –Pizzi, Sergio García y Simao–, los espanyolistas comenzaron a hacer daño en el área pucelana. Pero enfrente se situó el joven guardameta Jaime, que supo repeler una y otra vez los ataques visitantes.

Así, y en una jugada aparentemente inofensiva, el Valladolid golpeó primero. Un saque de banda sacado al corazón del área buscando tesoro en una segunda jugada lo encontró y de qué manera. Antonio Rukavina, un lateral serbió que se crió en el frío balcánico, creció en la también fría Bundesliga alemana, y que llegó a un equipo con una tradición histórica de buenos laterales derechos, la pegó con el corazón desde fuera del área tras un rechazo de un saque de banda.

En la segunda parte, entre las continuas faltas y los continuos cambios apenas se enlazaron jugadas de mérito por parte de ninguno de los dos equipos. El Espanyol siguió a lo suyo, intentando hacer daño con Sergio García y el recién entrado John Córdoba, pero siempre se impuso una férrea zaga blanquivioleta comandada por un Stefan Mitrovic que es lo más parecido que se ha visto en esta Liga a Nemanja Vidic.

Cada vez quedaba menos para la finalización y Pizzi hizo una de las suyas y con una mano innecesaria dejó a su equipo con un jugador menos cuando quedaban más de quince minutos para la finalización del encuentro. La frustración fue la nota predominante del segundo acto y en ese déficit ofensivo se movió mucho mejor el conjunto de Juan Ignacio Martínez, mucho más concentrado. Quizá porque sabían los pupilos del exentrenador del Levante aún tendrían que lidiar con esa casi siempre última oportunidad del equipo rival.

Y vaya que si la tuvo. Hasta se escucharon los suspiros de la siempre fiel parroquia blanquivioleta cuando un inesperado Manu Lanzarote se sacó una parábola con su elegante pie izquierdo que salió silbando el poste derecho de la portería tan bien defendida en el encuentro de Jaime. Al final, los tres puntos se quedaron en Pucela y el próximo miércoles el conjunto de Juan Ignacio Martínez luchará por el más difícil todavía. Ganar al Real Madrid.

 


Real Valladolid: Jaime; Rukavina, Valiente, Mitrovic, Peña; Larsson, Víctor Pérez (Baraja, min. 89), Rossi (Rueda, min. 71), Óscar; Javi Guerra y Manucho (Jeffren, min. 68).

RCD Espanyol: Kiko Casilla; Raúl Rodríguez, Colotto, Héctor Moreno, Fuentes; David López, Víctor Sánchez, Álex Fernández (Jhon Córdoba, min. 60); Simao (Lanzarote, min. 66), Sergio García y Pizzi.

Gol: 1-0, min. 20, Rukavina.

Árbitro: Muñiz Fernández (Comité Asturiano). Amonestó a Rossi, Héctor Moreno, Mitrovic, Javi Guerra. Expulsó a Pizzi por doble amonestación.

Incidencias: Partido correspondiente a la 36ª jornada de la Liga disputado en el estadio Nuevo Zorrilla de Valladolid con una asistencia de 15.667 espectadores.


Del funeral al extasis en un cuarto de hora frenético

Un agónico tanto de Azeez da la victoria a los rojiblancos en un partido que se complicó tras la expulsión de Suso. La mala suerte se volvió a cebar con los verdiblancos

 

 

El Almería necesitaba los 3 puntos ante un ya descendido Betis para salir de los puestos de descenso. Los rojiblancos salieron con más responsabilidad y comenzaron teniendo las oportunidades más claras en botas de Óscar Díaz, que obligó a Adán a realizar una gran parada en el minuto 9, y Aleix Vidal, cuyo disparo tras una bonita pared con Corona salió rozando el palo izquierdo de Adán en el 17.

Pasado el primer cuarto de hora, el Betis comenzó a soltarse y a jugar mejor. Los béticos a puntos estuvieron de marcar en tres llegadas casi consecutivas pero ni el disparo de Matilla ni una volea de Jorge Molina consiguieron superar coger portería. Al filo de la media hora de juego, el Almería volvía a retomar el mando y Óscar Díaz tuvo el primer tanto almeriense en sus botas con dos oportunidades clarísimas. Su primer remate de tacón con Adán ya batido rechazó en su propio pie de apoyo, mientras que en el segundo no acertó a marcar en un mano mano con el portero bético.

A partir de ahí y hasta el descanso el Betis se hizo con el mando del juego, y aunque intentó batir a Esteban sobre todo con lanzamientos lejanos, y algún cabezazo de Braian Rodríguez, su acoso no obtuvo los frutos deseados.

En la reanudación el Almería parecía reaccionar sabiendo lo que se jugaba y en una gran jugada por banda derecha en el minuto 52, Óscar Díaz encontró el gol tras empujar a las mallas un perfecto centro raso de Aleix Vidal, que apuró hasta la línea de fondo. A acto seguido, Suso se excedió en la presión y cometió una dura entrada sobre Perquis que le costó la tarjeta roja directa.

Apenas tardaron 6 minutos en aprovechar su superioridad los béticos para establecer el empate en una jugada parecida a la del primer gol del partido. En esta ocasión Juan Carlos fue el que metió un gran centro desde la izquierda para que Braian Rodríguez solo tuviese que rematar a puerta vacía para poner el empate. El Almería no asimiló la expulsión y el Betis se apoderó del dominio y puso el 1-2 en el minuto 71. Un remate fallido de Braian Rodríguez se convirtió en una gran asistencia para Salva Sevilla, que desde la media luna del área depositó el esférico en la portería con un remate sutil.

El Almería parecía estar K.O, pero en un último buen cuarto de hora de orgullo, consiguió ponerle emoción al encuentro con un tanto de Aleix Vidal en el minuto 77, que finalizó con suspense una gran arrancada de Jonathan Zongo. Con un hombre menos, al Almería le costaba llegar a la portería contraria, pero cuando todo parecía perdido Azeez cabeceó libre de marca un perfecto centro de Soriano para marcar el 3-2 en el descuento. El partido acabó con invasión de campo y enfrentamientos entre los jugadores de ambos equipos, que no llegaron a mayores. El agónico gol del Almería le mantiene en la lucha por la permanencia, que de empatar ante el colista se le hubiese puesto muy complicada.

 


UD Almería: Esteban; Rafita, Fran Vélez, Torsiglieri, Mané; Verza, Corona (Ramón Azeez, m.73); Aleix Vidal, Suso, Óscar Díaz (Jonathan Zongo, m.61); Rodri (Soriano, m.73).

Real Betis Balompié: Adán; Juanfran (Chica, m.82), Perquis, Jordi Figueras, Juan Carlos; Lolo Reyes, N'Diaye (Salva Sevilla, m.61), Matilla; Rubén Castro, Jorge Molina, Braian Rodríguez (Leo Baptistao, m.73).

Goles: 1-0, M.52: Óscar Díaz. 1-1, M.60: Braian Rodríguez. 1-2, M.70: Salva Sevilla. 2-2, M.76: Aleix Vidal. 3-2, M.93: Azeez.

Árbitro: Ignacio Iglesias Villanueva (Comité Gallego). Expulsó con roja directa al local Suso (m.53), por una dura entrada sobre Perquis. Además, amonestó por el Almería a Aleix Vidal (m.46) y Rodri (m.58), y a los béticos N'Diaye (m.27), Perquis (m.58) y Matilla (m.91).

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada trigésimo sexta de la Liga BBVA, disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante 9.446 espectadores. Terreno de juego en buen estado.

 


A Simeone ya no le quedan balas en el cargador

El líder de la Liga cae en Valencia y abre opciones a los colosos de España. Filipe -p.p- y Barral firmaron los goles, mientras que el portero granota fue un verdadero muro

 

 

Muchos aficionados colchoneros ya levantaban los brazos cuando su equipo venció en Mestalla por 0-1 el pasado fin de semana creyendo que, de sus dos visitas a Valencia, la que tenía que rendir a Orriols sería la más sencilla. Lo que no sabía es que se medía a la horma de su zapato, a una media de posesión del 37,1%, y a una de las mejores defensas y porteros de la liga (Keylor Navas es el que más para con un promedio del 78,03%).. Cualidades perfectamente aplicables a un Atlético de Madrid, que tenía que saber de sobra que le tocaba llevar la iniciativa, aparte de superar multitud de vicisitudes.

No fue suficiente su estilo, su ritmo, con concentración, garra y mucha pelea no exenta de calidad. No lo fue ni siquiera su paciencia para gozar esa oportunidad que le adelantaba en el marcador dejando en jaque mate los partidos. Y menos si tenemos en cuenta que Filipe Luis, en el minuto 7, se marcaba un autogol en un saque de esquina mal botado por Pape Diop al primer palo que nadie supo despejar. Así de fácil lo hace el Levante, un equipo con una gran efectividad de cara a puerta sin grandes argumentos ofensivos. Así de sencillo perforaba la meta de un Courtois que encadenaba hasta entonces nueve partidos habiendo encajado un solo gol. Tocaba remar junto a los 9000 desplazados a la Capital del Turia.

El partido se le ponía como más le gustaba a los granotas, a un Joaquín Caparrós que es una de las “Bestias Negras” de los rojiblancos desde el “añito en el infierno”, desde cuando dijo que una de las plazas de ascenso estaba asegurada al Atlético de Madrid porque sí. El hombre repudiado a orillas del Manzanares, tan Bilardista como lo es el Cholo Simeone, lo tuvo claro. Parar a Diego Costa, el jugador más golpeado de la liga (X faltas) recibió x infracciones, con sus respectivos más y sus menos (Sissoko o Keylor Navas los tuvieron). Replegados en dos líneas muy juntas esperó y no le importó perder el balón pronto, por su parte, el líder de la liga sesteó de forma horizontal y bombeó de modo vertical.

Y así las ocasiones llegarían. Especialmente en una doble obra de Raúl García primero y de David Villa después. El ex de Osasuna se topó con los reflejos felinos de Keylor Navas y, en el rechace, el Guaje la mandó a las nubes. Corría en el minuto 18. Fue la mejor aproximación de toda la primera mitad, aunque también disfrutó de las suyas el propio asturiano a la salida de un corner y Toby en un disparo escorado y duro que se encontró con la siempre excelente respuesta del cancerbero centroamericano levantinista.

No se alió tampoco con el Atlético de Madrid un González González muy permisivo, que solo sancionó con cinco amarillas un total de 40 faltas. El conjunto granota se escudó a un partido físico y a defender lo que hiciera falta. Porque el equipo del Cholo Simeone las tuvo de todas las colores tras el paso por los vestuarios. Las primeras ocasiones tuvieron el denominador común de que los centrales levantinistas se cruzaban providencialmente. En dos ocasiones era Juanfran, también lo hacía David Navarro y, por supuesto, Vyntra bajo palos en un remate desde la frontal de Filipe Luis.

Porque todos los jugadores rojiblancos tuvieron su cota de protagonismo. Arda Turan disfrutó de dos oportunidades consecutivas nada más salir al césped (porque el Cholo Simeone ya había agotado todos sus cambios a la hora de juego). Incluso Toby lo probó por segunda vez apuntando la escuadra probando de nuevo la agilidad de Keylor Navas. Ni tan siquiera Diego Costa no pudo conectar al segundo palo un envío envenenado de Diego Ribas. Sin embargo, sí acertaría David Barral, con tan solo un metro de distancia sobre Godín, al aprovechar una gran asistencia de Víctor Casadesús. Era el séptimo tanto del asturiano en liga que igualaba los registros de Obafemi Martins de la temporada pasada.

Faltaban 20 minutos y, por el tremendo esfuerzo realizado y porque se notó el cansancio en Stamford Bridge, el agobio atlético dio lugar a la desesperación. El Levante ganó en confianza y pasó menos apuros de los previstos a pesar de que los colchoneros lo siguieron intentando. Adrián se topó contra el poste cuando faltaba cuarto de hora, Tiago lo intentó con raza y disparó desviado. Y Diego Ribas remató en el descuento buscando la heroica o el gol del honor. Pero el Levante es así. Se les atraganta a todos y es por eso por lo que su gran portero, Keylor Navas, es el jugador de la liga con la portería más veces imbatida (10).

En definitiva, sorpresa y tropiezo del conjunto del Cholo Simeone que vuelve a ser víctima de los goles en propia meta y de los tantos recibidos a las primeras de cambio, y que, si no fallan los grandes, no podrá celebrar su posible triunfo liguero ante sus aficionados. Por lo que se abre la veda de las sospechas sobre qué hará el Barcelona la última jornada, si cederle la victoria a su directo rival, el Atlético de Madrid, o al eterno, el Real Madrid.
 

 


Levante UD: Navas; Pedro López, Vyntra, Navarro, Juanfran; Rubén (Sergio, 71’), Diop, Simao, Sissoko (Ivanschitz, 59’); Casadesús y Barral (Ángel, 81’).

Atlético de Madrid: Courtois; Alderweireld, Miranda, Godín, Filipe; Raúl García (Arda, 46’), Gabi, Tiago, Koke (Diego Ribas, 62’); Villa (Adrián, 46’) y Costa.

Goles: 1-0. M. 7: Filipe Luis, en propia puerta. 2-0. M. 69: Barral.

Árbitro: González González (Colegio Castellano-leonés). Mostró tarjeta amarilla a Tiago (54’), Barral (60’), Simao (72’) y Godín (76’).

Incidencias: Partido de la antepenúltima jornada de Liga disputado en el estadio Ciutat de Valencia. ante 22.200 espectadores. El equipo Levante-Dominicos-Maristas de fútbol-sala fue homenajeado antes del partido por su ascenso a División de Honor. Casi lleno y 9.000 hinchas rojiblancos en el recinto granota.

 


Un punto para alargar la euforía

Ambos equipos se reparten un punto en un partido en el que los de Marcelino fueron mejores. Los de Emery también pudieron ganar a pesar de pagar el esfuerzo del jueves

 

 

El Ramón Sánchez Pizjuán acogía el duelo entre Sevilla y Villarreal en un ambiente festivo para los hispalenses tras su histórica clasificación en Mestalla para la final de la Europa League que se disputará el próximo 14 de mayo en Turín. Con el trabajo hecho en la liga, los andaluces afrontan estas tres últimas jornadas con la intención de amarrar el quinto puesto. Para ello primero debían superar a un Villarreal, que está a un paso de certificar su presencia en Europa la próxima temporada.

El partido empezó muy abierto y con ocasiones de gol en ambos bandos. Avisó primero el Sevilla con un lanzamiento potente de Vitolo que detuvo en dos tiempos Asenjo. Respondió prácticamente en la siguiente jugada el conjunto de Marcelino. Giovani enganchó una volea en la frontal ante la que Javi Vara sólo pudo seguir con la mirada.  No tardó mucho en responder el Sevilla, que tuvo  el gol en las botas del héroe de Mestalla. Mbia se sacó un zapatazo desde la frontal que salió besando el poste.

A partir de aquí el partido se relajó y perdió en intensidad. El Sevilla le empezaba a pasar factura el esfuerzo del jueves y el Villarreal combinada con precisión para llegar a la meta de Varas. Eso sí, hubo que esperar hasta el minuto 28 para volver a disfrutar de una ocasión de peligro. Una jugada de tiralíneas de los jugadores amarillos que finalizó de zurda Giovani, obligando a trabajar a Varas.

Está acción pareció espabilar a los de Emery, que pudieron adelantarse minutos después de no ser por una buena mano de Asenjo a un disparo con la zurda de Vitolo. Alberto Moreno pudo abrir el marcador pero su remate se marchó demasiado cruzado. El balón no quería entrar y el marcador no se movió en una primera mitad en la que se repartido los dos conjuntos los minutos de dominio.

La segunda mitad se reanudó con el Villarreal más incisivo. Los de Marcelino no querían dejar escapar la ocasión de amarrar su puesto de Europa League y salieron en busca de la victoria. Dio el primer aviso Giovani con un remate ajustado que obligó a estirarse a Varas. Seguido la tuvo Moi Gómez con una gran volea, tras una jugada ensayada, que no encontró portería por centímetros. El partido se decantaba más para los locales, a los que sólo les faltaba estar finos de cara a portería.

Seguía llegando con más criterio el conjunto amarillo a las inmediaciones del área de Varas aunque le faltaba crear ocasiones claras de gol. Y cuando lo consiguió Musacchio no supo aprovecharla. Jugada ensayada y el central argentino manda el balón fuera con todo a favor para marcar. La más clara con diferencia. El Sevilla apretó al final pero tampoco encontró el tanto. Los andaluces se aseguran al menor el sexto puesto mientras que los castellonenses tendrán que esperar a lo que haga el Valencia para asegurar su puesto en la próxima edición de la Europa League.

 


Sevilla FC: Javi Varas; Coke, Nico Pareja, Carriço, Alberto Moreno; M'Bia (Fernando Navarro, m.86), Rakitic; Jairo (Bacca, m.66), Marko Marin, Vitolo (Reyes, m.46); y Gameiro.

Villarreal CF: Asenjo, Mario, Musacchio, Gabriel, Jokic; Bruno; Moi Gómez (Aquino, m.76), Cani, Óliver (Jaume, m.69); Jonathan Pereira (Uche, m.62) y Giovani Dos Santos.

Árbitro: Eduardo Prieto Iglesias (Comité Navarro). Sin amonestados.

Incidencias: Partido de la trigésimo sexta jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 33.000 espectadores. Césped en perfectas condiciones. Tarde calurosa.



Y el Madrid se une al kilombo ¡¡ Vaya fin de semana !!

Los blancos fallan en su cita ante el valiente equipo de Pizzi y devuelve la vida al Atlético de Madrid y al Barcelona. El gol del empate lo logró Cristiano Ronaldo en el último suspiro

 

 

Tras el incendio de la Liga provocado ante el líder por las hordas de Joaquín Caparrós en el Ciutat de València, el Real Madrid disponía de la oportunidad de arrimarse al primer puesto ante el alicaído Valencia de Juan Antonio Pizzi. Carlo Ancelotti, que se ha visto en estas en innumerables ocasiones y en numerosas y diferentes ligas, ha sabido transmitir a su equipo que ganando todos sus partidos, el título de Liga será madridista. La confianza es uno de los ingredientes preferidos del técnico italiano.

Y así, el Real Madrid salió como un maremoto ante el conjunto valencianista, con un Cristiano Ronaldo que aparecía más por banda derecha pero siempre acompañado de sus mejores socios, Karim Benzema y Gareth Bale. Porque la famosa y periodística BBC es algo más que gol. Es colocar a tres colegas en punta de ataque y ofrecerles la oportunidad de pasarlo bien. Otro de los aciertos de Ancelotti, que ha recogido el testigo en forma de cordura que dejó don Vicente del Bosque en el club de Concha Espina.

Hasta tres ocasiones claras creó el conjunto madridista en los primeros diez minutos de partido y todas ellas horneadas por la nuclear tripla blanca. Primero avisó Cristiano Ronaldo, que falló el gol más cantado desde que juega en el equipo que más Copas de Europa ha ganado –la afición prepara ya sus alegatos para la final de Lisboa– y no acertó en el mano a mano ante Diego Alves. Después Ramos, el bombero de Múnich, estrelló con violencia un remate en un rival cuando se marchaba a las redes valencianistas. Y, por último, Karim Benzema que no acertó a cabecear correctamente un perfecto servicio de Gareth Bale en una de sus ya famosas escapadas velocistas hasta línea de fondo.

Tras el tsunami blanco, llegó la calma al césped de un Bernabéu que luce la típica sonrisa adolescente del primer amor. Ni el testarazo a bocajarro de Dani Parejo que se estrelló con el larguero tras rozar ligeramente Diego López alertó a la parroquia madridista, cuya única duda residía en saber cómo iba a ser el primer gol del partido, si desde fuera del área, si tras una estética pared o con algún certero cabezazo como en el apagón de Múnich. Y así fue, con un cabezazo a bocajarro pero con un protagonista diferente a los esperados, el internacional francés Jérémy Mathieu.

Tras el descanso, Carlo Ancelotti reaccionó y dio entrada a esa anguila con botas de futbolista llamada Ángel Di María en sustitución de un apagado Asier Illarramendi. De esta manera, el Madrid volcó todos sus esfuerzos por la banda izquierda del argentino y por ese flanco hizo mucho daño tanto a Joao Pereira como al Valencia. Y así llegó el tanto de la igualada, gracias a una argucia de Cristiano Ronaldo ante su compatriota y compañero en la selección lusa, que le ganó la partida en un balón por arriba y asistió de cabeza para la llegada de Sergio Ramos, el bombero de Múnich y jugador destinado a marcar goles importantes esta temporada.

Pero la alegría duró poco en Concha Espina. Demasiado poco. En la siguiente jugada, Sofiane Feghouli, ese interior que se mueve como un zorro por el Atlas Sahariano, indagó por la banda derecha y su posterior centro al área lo recogió Dani Parejo para colocar el segundo tanto y, ahora sí, poner nervioso al respetable. El centrocampista cosladeño, que está volviendo a ser ese jugador que tan buenos detalles dejó en su etapa en el Getafe, no lo celebró debido a su pasado madridista.

Entonces, con el 1-2 el nerviosisimo entró en escena y el Real Madrid dejó de pensar y se movió mucho más a impulsos futbolísticos que a través de sus aciertos. Y es que entre Diego Alves –Scolari, sigue haciéndote el ciego– y la precipitación madridista, los minutos fueron pasando y se comenzó a escuchar por primera vez esta temporada en el Bernabéu la incredulidad sufrida por una dolorosa y cruel derrota.

Hasta que apreció el de siempre, Cristiano Ronaldo, un jugador que es capaz de ganar el solo partidos, la misma Liga y hasta la NBA si le dejan, quien con un remate tan inverosímil como plástico incendió el Bernabéu y mantiene al Real Madrid en la lucha por el título.

 


Real Madrid: Diego López; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Illarramendi, Xabi Alonso, Isco (Casemiro, min. 71); Bale, Benzema (Morata, min. 83) y Cristiano.

Valencia CF: Diego Alves; Joao Pereira, Ricardo Costa, Mathieu, Bernat; Javi Fuego, Keita; Feghouli, Parejo (Vezo, min. 89); Vargas y Paco Alcácer (Jonas, min. 66).

Goles: 0-1, min. 44: Mathieu; 1-1, min. 58: Sergio Ramos; 1-2, min. 65: Parejo; 2-2, min. 90: Cristiano.

Árbitro: Clos Gómez (Comité Aragonés). Mostró cartulina amarilla a Di María (min. 50) por parte del Real Madrid y a Keita (min. 70) y Feghouli (min. 91) por parte del Valencia.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo sexta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 81.044 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Eliseo Carvajal, abuelo del futbolista del Real Madrid Dani Carvajal.


Quien tiene un Ighalo en Granada, tiene un tesoro

Un gol de Vela adelantó a los vascos pero el delantero granadino apareció in extremis para salvar un punto para los andaluces

 

 

Reparto de puntos entre Real Sociedad y Granada en un partido entretenido que estuvo abierto de principio a fin. La insistencia granadina, que supo sobreponerse al gol en el 78 de Carlos Vela, dio sus frutos cuando Ighalo empató con el partido agonizando. Los de Alcaraz respiran pero tienen aún los deberes por hacer. La Real, que ha perdonado demasiadas ocasiones, se condena a jugar una previa de Europa League que cada vez ven más cerca.

Tras unos primeros veinte minutos de asedio realista, bajaron el ritmo los de Arrasarte y lo aprovechó el Granada para engancharse al partido. Hasta el momento no había dado ninguna señal de vida, pero poco a poco comenzó a soltarse el equipo andaluz. Desde la organización y una presión algo más adelantada, comenzaban a llegar ocasiones para los de Alcaraz.

Pese a gozar de alguna clara como un remate de Fran Rico que rozó el poste u otro de Recio que salvó Mikel cuando se cantaba gol, tampoco estaría acertado el Granada para inaugurar el marcador. Bonito duelo el que se vivió por el callejón derecho de la Real Sociedad, monopolizado por Carlos Martínez y sus continuas subidas que hicieron mucho daño a Brayan Angulo. Sufrió el colombiano para frenar las combinaciones de Vela y el lateral de la Real. Las mismas combinaciones que desgastaron a un Iturra que no daba abasto como cortafuegos del recreo futbolístico ‘txuri-urdin’.

Volvieron a aparecer las ocasiones para el equipo de Arrasate. Seferovic dispuso de las más claras, destacando un error cuando se encontraba sólo ante Karnezis para controlar, pensárselo y marcar y decidió golpear de primeras obteniendo un nefasto disparo a las manos del guardameta griego.

Tras la reanudación, el Granada saltó al terreno de juego muy enchufado, conscientes de la importancia de la primera fase del segundo acto. No encajar gol era primordial, y no cometer tonterías, más aún. Pero Recio hizo caso omiso a lo segundo, y en apenas cinco minutos vio dos amarillas, la segunda por pedir una inexistente mano de Íñigo Martínez dentro del área.

Se esfumaba el partido para los de Alcaraz, pero en la siguiente jugada Teixeira Vitienes equilibró la balanza mandando a los vestuarios a Mikel González, que realizó una entrada fea y a destiempo sobre el incombustible Iturra. Acto seguido El-Arabi salvaba al Granada, desviando bajo palos un remate de cabeza de Griezmann. El francés, que está acabando la temporada algo desfondado, fue el primer cambio de Arrasate. Entró en su lugar Gonzalo Castro, y el uruguayo participó en el gol realista, esperando la internada de Alberto de la Bella para que este cediera el balón a Vela, que logró su gol número 15 en Liga esta temporada.

Echados por tierra los planes de no encajar de Lucas Alcaraz, el técnico andaluz introdujo acto seguido un doble cambio que a la postre daría sus frutos. Foulquier e Ighalo ingresaban en el terreno de juego, y ambos fueron protagonistas en una jugada crucial del encuentro. En el gol del Granada, obra de Ighalo tras un contragolpe dirigido por Piti y en el que participaron también Foulquier y Murillo, con un mal control que se convirtió en una asistencia para el delantero nigeriano. Refuerzo de moral para el Granada de cara a afrontar sus dos finales particulares, en las que se jugará la salvación ante rivales directos como el Almería y el Valladolid.

 


Real Sociedad: Bravo; C.Martínez, Mikel González, Iñigo, De la Bella; Bergara, Pardo (Elustondo min 83); Vela, Canales, Griezmann (Agirretxe min 74); Seferovic (Chory Castro min 68).

Granada CF: Karnezis; Nyom (Ighalo min 83), Tiago Ilori, Murillo, Brayan Angulo; Iturra (Foulquier min 83), Fran Rico, Recio; Piti, Riki (Buonanotte in 73), El Arabi.

Goles: 1-0, Vela, min 78; 1-1, Ighalo, min 90+3.

Árbitro: Fernando Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Amonestó a Seferovic (min.30) por parte de la Real Sociedad y a Riki (min.43), Murillo (min.59) e Ighalo (min.95) por parte del Granada. Expulsó a Recio (min.48 y 54) por doble amarilla y a Mikel González por roja directa (min.52).

Incidencias: Partido de la trigesimo sexta jornada de Primera División disputado en el estadio de Anoeta con una asistencia de 13.813 espectadores.

CLASIFICACIÓN PROVISIONAL DE LA LIGA BBVA

Posición
Equipo
Puntos
Jugados
Ganados
Empatados
Perdidos
GF
GC
1
ATLÉTICO DE MADRID
88
3628447524
2
FC BARCELONA
85
3627459932
3
REAL MADRID
83
35265410034
4
ATHLETIC DE BILBAO
68
3620886538
5
SEVILLA FC
60
36179106650
6
REAL SOCIEDAD
58
361610106052
7
VILLARREAL CF
53
36158135443
8
VALENCIA CF
46
361210144950
9
RC CELTA DE VIGO
46
36137164652
10
LEVANTE UD
45
361112133342
11
RAYO VALLECANO
43
36134194574
12
RCD ESPANYOL
41
36118173947
13
MÁLAGA CF
41
36118173745
14
ELCHE CF
39
36912152947
15
GRANADA CF
38
36115203154
16
UD ALMERÍA
36
36106204171
17
GETAFE CF
36
3699183253
18
ATLÉTICO OSASUNA
35
3698192960
19
REAL VALLADOLID
35
35714143454
20
REAL BETIS BALOMPIÉ
22
3657243173

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