viernes, 30 de junio de 2017

COPA CONFEDERACIONES 2017 Segunda Semifinal


ALEMANIA [4-1] MÉXICO

La nueva generación del rodillo teutón, sin piedad y en la final

 

Goretzka fue determinante con un doblete en los minutos iniciales, Werner y Younes, más tarde, acabaron con el sueño de México y llevar a Alemania con paso firme a la final

 


Sin Portugal en el camino y con el favoritismo de ser la campeona del mundo, Alemania llegaba a la semifinal con todo de cara para tener un camino de rosas. México, con el conocimiento de que tenían un hueso duro de roer, plantaron cara aunque no desde el principio. En el fútbol no siempre ganan los favoritos, ni los buenos. En ocasiones, ocurren sorpresas aunque en la segunda semifinal de la Copa Confederaciones no se iban a dar. Los buenos fueron muy buenos y ejercieron su papel de favoritos.

Alemania no quiso sorpresas. Con las ideas claras y un equipo convencido, el rodillo comenzó a funcionar desde el pitido inicial . A los de Löw les sobró con siete minutos para mandar a México a casa. Los hombres de Osorio merecieron más a partir de los dos goles iniciales. Los mexicanos despertaron tarde pero lo hicieron. Alemania después de encarrilar el partido se olvidó de jugar y se dedicó a defender.

Goretzka apareció para llevar a su selección directa a la final y dos minutos para acabar con un sueño. Dos minutos para demostrar que en el fútbol al igual que en la vida hay que aprovechar las oportunidades. El ‘8’ batió a Ochoa con un disparo raso desde fuera del área. Mientras suspiraba el portero mexicano por la desventaja inicial, llegó la sentencia. Werner vio el desmarque de Goretzka y a éste no le tembló el pulso.

México, aturdida, lo intentaba con Chicharito y los hermanos Dos Santos como actores principales. El gran problema no era el resultado sino que enfrente había un equipo joven con mucha hambre de títulos. La excelencia, sino aburre, lleva al éxito absoluto a quien la posee. Esto le ocurrió a Alemania. Después de diez minutos de excelencia, los jugadores lo vieron hecho. México dominaba la posesión, el número de tiros pero les faltaba lo más importante: dominar el marcador.

G. Dos Santos quiso recomponer el desastre pero se topó con Ter Stegen. Chicharito insistía con una vaselina pero volvía a encontrarse con Ter Stegen. El portero azulgrana estuvo imperial. Dio una clase magistral de paradas y de juego con los pies. Conforme avanzaba el partido, México seguía insistiendo. El gol, injusto con los mexicanos, mereció llegar en la primera parte para recortar distancia.

Tras tanto aviso mexicano, Werner no hizo el tercero por centímetros. Sería el primer aviso del jugador alemán pero no el último. Desmarque del delantero, carrera en largo  y disparo cruzado. Mientras que Alemania seguía en su excelencia, México se encontraba envuelta en una paradoja sin salida. Un quiero pero no puedo constante. Siempre el mismo nombre, Ter Stegen.

La similitud entre perfección y Alemania en algunos tramos del partido fue real. Draxler sacó la varita para mandar el balón a Héctor y éste para Werner que se encargó de hacer el tercero. Sin miramientos y con mucha decisión, el rodillo aplastó a los mexicanos que no consiguieron materializar ninguna ocasión.

Una fiesta que emborronó la pillería y la tensión. Los jugadores mexicanos, desbordados por el nivel del portero rival, perdieron los papeles y dejaron de pensar. Cuando Alemania se aprovechaba de la situación para dormir el partido a base de pases sencillos, saltó la sorpresa. Raúl Jiménez estrelló el balón con el larguero y confirmó que la suerte acompañaba al campeón. 

Tras el aviso de Jiménez, Fabián reventó el balón desde fuera del área para inaugurar el marcador mexicano. Una recompensa al esfuerzo realizado durante todo el partido. La alegría les duró unos segundos ya que Younes redondeó el marcador haciendo el cuarto. Una recta final en la que México lo dio todo hasta el último minuto. Meritorio partido mexicano que tuvo la mala fortuna de encontrarse con una Alemania intocable.

Alemania arrolló a México que se marcha a casa con la sensación de no haberse guardado nada. Los de Osorio se toparon con un excelente Ter Stegen y con un equipo muy ordenado. Los de Löw volverán a verse las caras con la selección campeona de América dos veces consecutivas. El empate en la fase de grupos fue un anticipo de lo que sucederá el domingo. Si la excelencia aparece, Chile no tendrá nada que hacer ante un generación de jóvenes con mucho talento.



 

Alemania: Ter Stegen; Kimmich, Ginter, Ruediger, Henrichs; Hector, Rudi, Goretzka (Emre Can, min. 67), Draxler (Younes, min. 81); Werner y Stindl (Brandt, min. 78).

México: Ochoa; Layún, Araujo, Alanis, Moreno; Jonathan Dos Santos (Márquez, min. 66), Herrera, Giovani dos Santos: Aquino (Lozano, min. 46), Jiménez y Hernández.

Goles: 1-0, min.5: Goretzka. 2-0, min. 7: Goretzka. 3-0, min. 57: Werner. 3-1, min. 89: Fabián. 4-1, min. 91: Younes.
 

Árbitro: Néstor Pitana (Argentina). Amonestó a Jiménez (min. 54) y a Emre Can (min. 72).

Incidencias: Partido correspondiente a las semifinales de la Copa Confederaciones, disputado en el estadio Olímpico Fisht de Sochi ante casi 38.000 espectadores (prácticamente aforo completo).

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