viernes, 3 de julio de 2015

UNA FINAL INÉDITA Y APASIONANTE


Chile y Argentina se verán las caras en la final de la Copa América el próximo sábado a las 22:00 (17:00 en Chile). El torneo deja a unos finalistas no tan inesperados. La Roja intentará dar una gran alegría a su pueblo y ante su gente en base a la calidad de sus estrellas más emergentes como Claudio Bravo, Arturo Vidal y Alexis Sánchez, mientras que la Albiceleste se planta en la última ronda con el objetivo de acabar con 22 años de maleficio en esta competición (no vence desde 1993) y en el caso del mejor futbolista del planeta llamado Lionel Messi, desquitarse del mal sabor de boca que quedó tras perder la final del pasado Mundial ante Alemania y conquistar su primer título importante con la selección absoluta, redondeando un 2015 de ensueño en su primera mitad. La canarinha, otro año más, ha sido la gran decepción de esta edición y vuelve a decir adiós antes de tiempo. La Copa América disfrutará de una final inédita y de alto voltaje, pero traerá un nuevo reinado que puede ser la alegría del pueblo o el resugir de las cenizas del combinado argentino.


Chile es un equipo complicado, capaz de mirar cara a cara a cualquiera. Fue lo último que faltaba para terminar de ratificar un proceso que comenzó Marcelo Bielsa y mantuvo otro argentino, Jorge Sampaoli. La Roja entendió que la Copa América 2015 es su gran oportunidad. Con su gente y con una camada de jugadores extraordinaria, es el momento y el sábado, tendrá la gran oportunidad cuando se mida ante Argentina, en la final. Aunque hubo algunas modificaciones tácticas y estratégicas, la selección chilena conservó los ideales de la época de Bielsa ya que Chile es un equipo que dejó de lado el complejo de chico y va al frente contra cualquiera ya que es una identidad que no se negocia. Nunca ganó la Copa América, una motivación extra para los jugadores que, en el interior, reconocen que es la gran oportunidad. Con una generación tan talentosa, las expectativas son muy grandes, aunque la presión no parece tan alta como lo fue para Brasil en el Mundial. Ese sentido de tranquilidad es una ventaja para la Roja.


Argentina llegó a la Copa América de Chile 2015 con una certeza: tiene que ganar el título. Cualquier otro resultado dejará disconforme a la gran mayoría de los futboleros en su país pero tiene buenos motivos para ilusionarse. Lionel Messi es el comienzo y el final de cualquier discusión. Es el jugador más determinante del fútbol moderno y uno de los pocos que puede caminar alrededor de la cancha 88 minutos antes de definirlo con un golazo o una asistencia mágica. Por más de que la Copa esté lleno de cracks, ninguno se ha demostrado que pueda ser tan decisivo como Leo. Argentina es el máximo campeón de la Copa, con 14 títulos y se sabe que en los momentos de definición, tiene lo que hace falta para ganar. y además, cuenta con un historial positivo contra todos, menos contra Brasil. Ya son 22 de años desde la última vez que Argentina ganó un título y esta generación de jugadores exitosos en sus clubes, en juveniles a nivel de selecciones y hasta en los Juegos Olímpicos, necesita sacarse la espina para lograr asentar la idolatría de varios, en especial de Lionel Messi.

Esta Copa América ha sido atípica, con falta de goles, muchas polémicas arbitrales y eternas promesas que no terminaban de explotar su potencial. Brasil y la actual campeona Uruguay se fueron antes de tiempo, Bolivia volvió a jugar unos cuartos de final dejando en la cuneta a México y Perú volvió a sorprender al continente metiendose en semifinales por segunda edición consecutiva. ¡¡¡ Qué gane el mejor !!!

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