domingo, 12 de julio de 2015

UNA NUEVA ERA SE ABRE EN EL FÚTBOL ESPAÑOL ¡¡ OS ECHAREMOS DE MENOS !!


Iker Casillas y Xavi Hernández, auténticos símbolos durante años de las canteras de Real Madrid y Barça, se han ido al mismo tiempo, el mismo año, pero dejando sensaciones muy diferentes. Iker y Xavi han llevado un camino paralelo en el fútbol, por éxitos y por influencia directa en los mismos, desde que se conocieron en aquel lejano Mundial sub-20 en Ghana. Un campeonato que les unió para siempre y que provocó que la historia moderna del fútbol español no se pueda entender sin ellos.

Xavi se fue del Barça como un héroe porque estuvo en el sitio adecuado en el momento oportuno. El de Terrassa valoró seriamente la opción de marcharse hace un año, tras una temporada sin títulos, con un equipo hundido y sumido en la depresión. De hecho, estaba más fuera que dentro hasta que su amigo Luis Enrique le hizo cambiar de opinión. Sabía que su rol en el equipo ya no iba a ser el mismo, que ayudaría al equipo de forma diferente a como lo había estado haciendo hasta entonces. Y Xavi aceptó el reto y acertó. Y nunca se agradecerá lo suficiente esa decisión, porque consiguió que su despedida, jalonada con el histórico triplete, fuese el adiós soñado con un guión digno de un Oscar.

Y mientras parece que en el Barcelona han aprendido por fin a despedir a sus ídolos, en el Bernabéu no dan con la tecla. Ya sucedió con los dos últimos iconos del madridismo, Raúl y Guti, que fueron despedidos prácticamente a puerta cerrada. Aunque en el caso de Iker Casillas se han superado los límites del esperpento.

La salida de Casillas, El Santo durante tanto tiempo, dista mucho de la protagonizada por su amigo Xavi. Más que por la puerta grande, el de Móstoles parece destinado a salir por el callejón del gato porque así lo han querido desde su club desde que Jose Mourinho emponzoñó el entorno madridista. Y el resultado de todo ello es el sorprendente odio que se ha ido fraguando en una gran parte de los aficionados merengues contra un futbolista que era leyenda intocable del club. Mou fue el origen de todo cuando le dejó en el banquillo afirmando que Adán estaba en mejor forma. Luego llegaron Diego López y los debates en la portería, las acusaciones de chivato del vestuario , tesis sustentada por su relación con la periodista Sara Carbonero, y las recriminaciones de mal capitán por su famosa llamada a Xavi Hernández. El club tampoco parece haber hecho mucho por defender a su emblema durante estos años y al final, tras un tira y afloja en las condiciones económicas, Iker ha puesto punto y final a una etapa de 16 años en el primer equipo. No habrá despedida institucional sino una escueta rueda de prensa, y el club le tributará un homenaje durante el próximo Trofeo Bernabéu, con la grada madridista nuevamente como juez y parte.

Campeones de todo en sus equipos, el capitán y el guardián de un estilo que marcó época se van de la que fue su casa durante tantos años. Iker se marcha al Oporto de tapadillo y Xavi a lo grande a Qatar. Cosas del fútbol.

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