¡¡¡ Que bueno que paraste, canchero !!!
La selección albiceleste peleará por el título de campeona del mundo tras superar a Holanda en la tanda de penaltis. Sergio Romero atajó los disparos de Vlaar y Sneijder. Los 120 minutos anteriores de semifinal fueron un velatorio del fútbol
Como si fuera una moneda, con sus dos lados, las semifinales de esta
Copa del Mundo tuvieron ayer la cara -con un choque vivo, espectacular e
histórico- que ha vivido hoy su cruz con este duelo entre Argentina y Holanda marcado por el miedo, el escaso riesgo y el rigor táctico que ha necesitado de la tanda de penaltis para decidir el finalista.
Con
la imagen del gran Alfredo Di Stéfano en el marcador del estadio
Corinthians arrancó la segunda semifinal del Mundial de Brasil. Los
últimos aplausos del público a la 'Saeta Rubia' supusieron el arranque
de un partido en el que Argentina tuvo más presencia en el área
contraria, a pesar de no tener la posesión ni las oportunidades. Leo
Messi dispuso de la única acción relevante del primer acto con un libre
directo bien atajado por Cillessen.
Poco más ofrecieron ambos
equipos en estos 45 minutos, quienes se medían en exceso, tratando de no
errar y no exponer el balón ante su contrincante, con la cautela por
bandera. Todo ello provocó que el espectáculo fuera inferior al
previsto, con la tensión y emociones propias de la antesala de una final
mundialista y sin la brillantez acorde a los jugadores que había en el
césped.
El guión se sucedió en el segundo acto con los mismo
ingredientes, bajo una lección de sencillez y efectividad a cargo de
Mascherano -amo y señor de la medular- que rivalizaban con el sentido
del criterio y el orden en el lado naranja, cortesía de Louis Van Gaal, a
quien se le complicaba el partido que se jugaba en su cabeza con la
prematura salida de De Jong de la cancha.
El último tramo del
segundo tiempo devolvió brevemente el protagonismo a los responsables de
llevar a sus equipos a la gloria. La media chilena de Van Persie fue
replicada con un vivo disparo de Higuaín al lateral de la red. Un leve
destello de esperanza que se apagó de nuevo, ante la superioridad de las
defensas sobre los delanteros.
El 0-0 condujo a la prórroga,
como en la cita de 1978, un tiempo extra donde el estado físico pudo
adquirir vital importancia, con la velocidad de los recién incorporados,
cuyos rendimientos apenas fueron explotados en un par de ocasiones,
como el cabezazo que Palacio tuvo para desnivelar el electrónico y la
semivolea de Maxi Rodríguez que atrapó Cillessen con aparente comodidad.
La tanda de penaltis, con el especialista Krul de mero
espectador, rescató la pasión olvidada en los 120 minutos de juego.
Vlaar, después de su gran partido, cedió el cuero para que Romero se
luciera. Messi y Robben mostraron galones en sus ejecuciones, mientras
que Garay optó por la contundencia. Sneijder se encontró de nuevo con
Romero. Agüero y Kuyt dejaron los honores para que Maxi Rodríguez
concediera el pase a la final del Mundial, como en 1990.
Holanda: Jasper Cillessen; Bruno Martins Indi (Daryl Janmaat, m.46), Stefan De Vrij, Ron Vlaar; Dirk Kuyt, Daley Blind; Georginio Wijnaldum, Nigel de Jong (Jordy Clasie, m.62), Wesley Sneijder; Arjen Robben y Robin Van Persie (Jan-Klaas Huntelaar, m.96).
Argentina: Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Martín Demichelis, Ezequiel Garay,
Marcos Rojo; Enzo Pérez (Rodrigo Palacio, m.82), Lucas Biglia, Javier
Mascherano, Ezequiel Lavezzi (Maxi Rodríguez, m.101); Lionel Messi y
Gonzalo Higuaín ('Kun' Agüero, m.82).
Árbitro: Cuneyt Cakir (Turquía). Amonestó a Martins Indi (44), a Huntelaar (105) por Holanda y a Demichelis (49) por Argentina
Tanda de penaltis:
0-0: Vlaar, para Sergio Romero. 0-1: Leo Messi. 1-1: Arjen Robben. 1-2:
Ezequiel Garay. 1-2: Wesley Sneijder, para Sergio Romero. 1-3: Sergio
Argüero. 2-3: Kuyt. 2-4: Maxi Rodríguez.
Incidencias: Segunda semifinal del Mundial de Brasil disputada en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo ante 63.287 espectadores.
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