Alemania se ha consagrado como campeona del mundo por cuarta vez en su historia y se acerca al pentacampeonato que tiene Brasil, justamente en esa misma tierra sudamericana. Es el primer europeo que logra ganar en el continente americano después de tantos y tantos mundiales. El equipo formado por Joachim Löw en un largo proceso empezado con Jurgen Klinsmann al mando y el mismo Joachim como segundo, recoge los frutos de un trabajo serio, con visión a largo plazo y con un cambio en el estilo de juego en beneficio de un fútbol más vistoso. Siempre es subjetivo discutir sobre la justicia que puede haber en el fútbol, sin embargo hoy la mayoría de las personas coincidirán en que se alzó con la Copa del Mundo el mejor equipo, al menos las estadísticas muestran eso. Alemania es el flamante campeón del mundo y disfrutará de este privilegio durante los siguientes cuatro años por cuarta ocasión. A continuación detallamos las razones futbolísticas por las que Alemania ha logrado este Mundial
El nuevo estilo de juego
Hoy en día, Alemania es la selección con mejor fútbol indudablemente, basándose en el talento de sus futbolistas, habiendo trabajado a toda una nueva generación a tratar bien el balón, a jugar a partir de éste. Tienen calidad técnica, juegan al toque y siempre hacia adelante. Fútbol ofensivo, fútbol vistoso que además han combinado a su fortaleza física y a su despliegue.
Los matices aportados a este estilo
A pesar de haber encontrado una identidad en este nuevo estilo, los germanos aportan matices a éste. Joachim Löw es un gran estratega y sabe leer los partidos. Su fútbol es ofensivo pero no suicida y cuando la situación lo amerita, arriesgan lo necesario y saben aguantar, como hicieron ante Francia o por momentos hoy ante Argentina, lo que explica en parte, la falta de goles en el encuentro.
El talento individual y la calidad técnica
Durante todo el torneo, a pesar de no tener a una estrella como Argentina a Messi, Brasil a Neymar u Holanda a Robben, los alemanes mostraron ser superiores técnicamente a todos los rivales. Son una constelación de estrellas. Esta generación ha sido trabajada de forma diferente y los futbolistas alemanes ahora se caracterizan por tener gran técnica y trato de balón. Los mejores ejemplos son Kroos, Özil, Götze, Draxler, el lesionado Reus y muchos que vienen por detrás.
La solvencia defensiva encontrada a medio camino
Las dudas del conjunto alemán pasaban por su zaga. La lentitud de sus centrales y la ausencia de laterales hacía dudar a todos sobre la defensa germana, sobre todo después del desastre visto ante Ghana. Sin embargo, la solución se encontró a medio camino, devolviendo a Lahm al lateral, a Boateng al centro de la zaga y retrasando la línea defensiva algunos metros para jugar cerca de un portero/líbero como Neuer y no sufrir ante la velocidad de los atacantes rivales.
La productividad ofensiva
Joachim Löw fue algo cuestionado al llevar en su convocatoria a un sólo atacante de punta, Miroslav Klose. Sin embargo, él dijo que no importaba el número de atacantes sino la forma de atacar. Alemania mostró ser un equipo ofensivo que gracias a la constante movilidad de sus futbolistas y a grandes llegadores como Müller, Khedira y Kroos, marcaron una tremenda cantidad de goles a través de muchos de sus futbolistas. Variedad, calidad y efectividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario