REAL MADRID [2-0] BORUSSIA DORTMUND
Gana el Madrid, pierde Mou
Los blancos perdieron 70 minutos donde, sin fuerzas, se diluyeron también las ideas. Benzema y Sergio Ramos en los últimos ocho minutos pusieron la final al alcance. Gran Borussia
El Real Madrid dice adiós a la Champions League por tercera vez consecutiva estando a las puertas de la final. Había llamado a la épica para la remontada, y después de estar setenta minutos sin ni siquiera oler la Décima de cerca, a punto estuvo de lograr la machada con los postreros goles de Karim Benzema y Sergio Ramos. Quizás si hubieran hecho un partido similar al primer y último cuarto de hora en el Bernabéu, o si hubiera marcado antes, la historia hubiera sido otra. Porque lo cierto es que durante todo el resto del encuentro no hubo ninguna sensación de poder alcanzar la remontada ante un Borussia que supo contener la eliminatoria a las mil maravillas tras atajar un primer cuarto de hora ante un Madrid furioso. Se apagaron el ardor y las fuerzas blancas y el Borussia pudo incluso ganar el partido de no ser por Diego López. Lo que hubiera sido la guinda al ya de por sí repaso global que dio a un Real Madrid impotente que nunca mereció una plaza en la final de Wembley a excepción de por esos últimos diez minutos de infinito corazón. No llegó con eso, no llegó la final. Lo mereció el Borussia Dortmund.
Y eso que, ya desde el primer momento, el
Real Madrid saltó al Santiago Bernabéu con toda la rabia que le faltó en
el Westfalenstadion. Alentado por un coliseo blanco lleno, y por miles
de personas que les jalearon ya a su llegada en el autobús, el equipo
merengue quiso devolver tanto apoyo, intentando enmendar desde el primer
minuto el desaguisado de la ida, saliendo en tromba a por Weidenfeller.
Pero, a diferencia de lo que sucediera el año anterior ante el Bayern
de Múnich, nadie fue capaz de perforar la portería. Y no sería por
ocasiones. Pues tanto Higuaín como Ronaldo como Ozil tuvieron sendos
mano a mano con Weidenfeller en los trece primeros minutos. Pero el
portero germano abortó milagrosamente los dos primeros, con el ‘10’
lanzando fuera su disparo.
El madridismo no se creía lo que
estaba sucediendo sobre el campo. El espíritu de Juanito parecía haber
salido a relucir, pero sin goles no había remontada alguna. Y poco a
poco, las fuerzas, o los ánimos, empezaron a fallarle a los blancos
tanto en la presión como en los ataques lanzados, dando cada vez más
terreno a un Borussia al que le hacía falta bien poco para plantarse
frente a Diego López. Lo hizo Lewandowski, que mantuvo una pelea brutal
durante todo el partido con Sergio Ramos. Y lo hizo también Kuba a cinco
minutos del descanso, tras un contraataque magistral. Llevando en ambos
casos la congoja al equipo blanco. Que dio paso a la zozobra cuando
llegó el momento de encarar los vestuarios sin haber podido marcar un
gol siquiera.
La machada para la segunda parte era doble para el Real Madrid,
que parecía haber ido diluyéndose con el paso del tiempo después de una
entrada fulgurante. Y Lewandowski lo pondría de manifiesto, con dos
claras oportunidades dentro del área merengue en los cinco primeros
minutos tras la reanudación. Un disparo lo mandó alto, y al siguiente
afinó un poco más, pero se estrelló en el larguero. Lo que motivó que
Mourinho acabara moviendo el banquillo, dando entrada a Kaká y Benzema,
por Coentrao y un Higuaín que se marcharía con leves pitos del
respetable. Al igual que ante el Olympique de Lyon en 2010, el Pipita
tuvo el gol en sus botas y lo desperdició. Algunos no lo han olvidado
todavía. Y Mourinho, que sabía cómo terminó aquello, decidió disponer
una defensa de tres, con Ronaldo como segundo delantero. Ozil, por
cierto, de nuevo recluido en banda.
Un galimatías que no
terminaría como deseaba el de Setúbal, pues el Real Madrid no terminaría
de reaccionar. Al contrario, al contraataque ante las imprecisiones
merengues en la medular, todavía un cabezazo de Lewandowski se marcharía
lamiendo el poste a la hora de partido, cuando un minuto antes Diego
López había hecho la parada de su vida a Gundogan. Como aquella de
Casillas a Perotti. Para entonces, se había acabado ya todo conato de
que apareciera Juanito, su espíritu, ni nada por el estilo. Sin fuerzas,
y sin ideas, el partido en lugar de hacérsele largo al Borussia
Dortmund, se le estaba haciendo largo al Real Madrid y sus aficionados,
que veían cómo todavía perderían también el partido de vuelta.
Sólo
en los minutos finales, la esperanza llenaría los corazones merengues.
Benzema, al minuto 82, marcaría el 1-0 en una ocasión aislada. El
Bernabéu se vino arriba, también el equipo blanco. Y más todavía cuando
Sergio Ramos marcaba el segundo a dos minutos del noventa. Sonaba la
Danza de las Valkyrias en el Santiago Bernabéu, pero sería simplemente
nadar para morir en la orilla. Los goles de consolación a una
eliminatoria globalmente nefasta, un quiero y no puedo, un pequeño
lavado de cara a lo que ya se puede decir que será una temporada
incompleta para el Real Madrid sin la Décima.
Real Madrid: Diego López; Essien, Varane, Sergio Ramos, Coentrao (Kaká, m.57); Xabi Alonso (Khedira, m.68), Modric; Di María, Özil, Cristiano Ronaldo; e Higuaín (Benzema, m.57).
Borussia Dortmund: Weidenfeller; Piszczek, Subotic,
Hummels, Schmelzer; Bender, Gündogan; Blaszczykowski (Santana, m.90),
Götze (Grosskreutz, m.14), Reus; y Lewandowski (Kehl, m.87).
Goles: 1-0, m.82: Benzema. 2-0, m.89: Sergio Ramos.
Árbitro: Howard Webb (Inglaterra). Amonestó a Coentrao
(26), Higuaín (42), Ramos (79), Khedira (81) por el Real Madrid; y a
Gundogan (43), Bender (45) por el Dortmund.
Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de
Liga de Campeones, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos
83.500 espectadores (lleno), 8.000 de ellos seguidores del Borussia
Dortmund.
No hay comentarios:
Publicar un comentario