sábado, 3 de septiembre de 2011

Amistoso Internacional LA ROJA EN SUIZA ANTE LA OTRA ROJA

ESPAÑA [3-2] CHILE

Demostración de lucha y poderío de España ante Chile

Ganaba Chile 0-2 al término de los primeros 45 minutos. Hubiese sido suficiente para llevarse el partido. No si tu rival es la campeona del mundo.

 

 

Ante España, no hay ventaja a favor que valga; los campeones del mundo pelearán hasta el final y acabarán irremediablemente ganando el partido.

Así se podría haber leído en una bitácora de la selección de Chile, tras el partido amistoso que el equipo que entrena Claudio Borghi disputó en el estadio AFG Arena de la localidad suiza de St Gallen ante el combinado nacional español.

Y es que la campeona del mundo volvió a realizar una sensacional demostración de lucha y de calidad y se impuso 3-2 a un efectivo equipo chileno, en un partido que ganaban los sudamericanos 0-2 al término de los primeros 45 minutos. Contra España no valen las diferencias. Las incorporaciones de Iniesta y Cesc revolucionaron el partido y los campeones del mundo consiguieron tres goles en apenas media hora para terminar llevándose la victoria.

Desde los primeros compases del partido, ambas escuadras se afanaron en demostrar que este encuentro no era un amistoso convencional, de esos en los que el balón trascurre con pereza por el campo hasta que el gol llega de casualidad. No. Españoles y chilenos saltaron al césped de Suiza convencidos en demostrar ante sus rivales que aquello que sucedió en el pasado Mundial fue o bien un error, o bien una confirmación del acierto, dependiendo de quien esgrimiese los argumentos.  

 

Lo que sí dejó patente el equipo de Claudio Borghi desde el pitido inicial es que sobre todas las cosas es un combinado que sabe jugar pero que muy bien al fútbol. Los chilenos, a lo largo de toda la primera parte, se empeñaron en salir con endiablada velocidad por las alas e impusieron rapidez y calidad en la salida a acciones ofensivas.

Cuando apenas se disputaban los primeros compases del encuentro, llegó el primer mazazo chileno. Un extraordinario pase de 40 metros de Jara lo recoge Mauricio Isla en la banda, y el extremo se saca un excepcional disparo imposible para Casillas. 0-1 y Chile daba su primer golpe.

España se resintió del topetazo moral recibido y buscó recurrir a su tremenda calidad y a su exquisito toque de balón para resolver el entuerto. Un recurso que nunca falla, como se demostraría más adelante.

Sin embargo, Chile no dio respiro a los españoles en esta primera parte. Un nuevo balón robado en el centro del campo y una nueva transición chilena, y los de Borghi daban el segundo zarpazo. Vargas se inventa un jugadón y supera en velocidad a una dormida defensa española. El joven jugador chileno regatea a Casillas y coloca, para sorpresas de propios y extraños, el 0-2 en el electrónico.

A partir de ese momento, Chile replegó un tanto sus líneas y se quedó esperando a poder usar la que estaba siendo su más terrorífica arma en este viernes: la contra. Los chilenos cedieron completamente el control de la bola a España y los campeones del mundo, inflexibles en el desaliento, se dedicaron a tocar y a tocar tratando así romper el orden de la zaga sudamericana. 

 

Aún así, las ocasiones claras no llegaban para los españoles, a excepción de un supuesto penalti no pitado en el minuto 42 en el área chilena. Todo lo contrario que los pupilos de Borghi, que cada vez que subían en contraataque, ponían en apuros a la defensa de excepción de España. El nuevo jugador del Barcelona, Alexis Sánchez ya avisó en el minuto 40 y a punto estuvo de poner el 0-3, pero el delantero se atoró de balón. 

 

Nuevo periodo y completamente nuevo panorama. ¿El responsable? Andrés Iniesta. En la segunda parte, y con los cambios tras el descanso, Chile renunció completamente al juego, y España se erigió en dueño y señor del partido. Al clarísimo dominio español contribuyó de forma indudable la entrada de Andrés Iniesta, que alegró el juego de creación nacional, ya que el de Fuentealbilla imprimió una mayor velocidad en las transiciones, con lo que las llegadas al área que defendía Claudio Bravo se hacían más y más evidentes. Iniesta realizó una auténtica maestría de juego ofensivo en el día de hoy, y cuando el genio saca su magia, sólo hay un resultado posible.

Y es que regalarle al balón a la campeona del mundo, que fue lo que hizo Chile, no es más que sentenciarte a ir llevando más y más cántaros a la fuente. Y al final, el cántaro se rompió, en el minuto 55. Apenas 10 minutos llevaba sobre el terreno de juego el Genio de Fuentealbilla cuando completó su poción mágica,  se sacó un estratosférico disparo de fuera del área y lo colocó lejano al alcance de Claudio Bravo. España ponía el 1-2, gracias a Iniesta.

Entonces, a partir de ese momento, llegó el completo asedio español. La Roja, dueña absoluta del partido, sometió a Chile a un auténtico baño de fútbol de ataque y el equipo chileno apenas podía más que despejar las acometidas rivales, que se hacían más y más contínuas.

No podía ser de otra forma, y cualquier otro devenir hubiese sido injusto. En una de las enésimas llegadas de España, una desbordada Chile vio como La Roja del Mundo conseguía el empate. Cesc Fábregas, que como Iniesta también salió del banquillo, constató su excelente momento de forma y demostró una de sus principales cualidades: la llegada. En una internada por sorpresa, el jugador del Barcelona se coló entre la defensa rival y batió a Bravo, poniendo así el 2-2 en el marcador.  

 

Sólo había un equipo en el terreno de juego, los que vestían la roja esta noche. Y los de blanco, los chilenos, lo único que podía hacer ante el claro dominio español era despejar y dar patadas. La expulsión de Contreras por una dura entrada no fue más que la representación de la impotencia chilena.

Cuando el partido llegaba a su final, el colegiado pitó un  penalti en el área sudamericana. Cesc Fábregas tomó la responsabilidad de lanzarlo. El disparo del catalán fue detenido en primera instancia por Bravo, pero el rechace fue aprovechado con mucha fortuna por el nuevo jugador del Barcelona para poner el que sería el definitivo 3-2.

El partido estaba finalizado ya y la rabia chilena por la evidente superioridad española se constató en una tangana causada por las faltas de los jugadores de Borghi, que afearon un partido que había sido espectacular hasta ese momento. De todas formas, esta fea acción no fue más que una leve mancha en la extraordinaria demostración de La Roja, que se impuso 3-2 ante un más que meritorio rival, que ante otro equipo se hubiese llevado el triunfo. Pero España es la campeona del mundo y eso hoy quedó patente, una vez más. 

 

España: Casillas (Reina, m.46); Sergio Ramos, Raúl Albiol, Javi Martínez, Arbeloa; Busquets, Xabi Alonso (Iniesta, m. 46), Xavi (Cesc, m. 64); Silva (cazorla, m. 79), Villa (Pedro, m. 46) y Negredo (Fernando Torres, m. 64).

Chile: Claudio Bravo; Arturo Vidal, Pablo Contreras, Jara; Mauricio Isla (Meneses, m. 83), Medel (Estrada, m. 88), Carmona, Beausejour (Felipe Gutiérrez, m. 79), Jorge Valdivia (Orellana, m.86); Alexis Sánchez y Eduardo Vargas (Felipe Seymour, m. 58).

Goles: 0-1, m. 10: Isla. 0-2, m. 20: Vargas. 1-2, m. 55: Iniesta. 2-2, m. 70: Cesc. 3-2, m. 90: Cesc.

Árbitro: Jerome Laperriere (Suiza). Amonestó a Silva (26) por España y a Alexis (70) y Vidal (73) por Chile. Expulsó por roja directa a Conteras en el minuto 82 y a Valdivia en el minuto 90 cuando ya estaba en el banquillo.

Incidencias: Encuentro amistoso disputado en el AFG Arena de Sankt Gallen ante la presencia de 14.605 espectadores.

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