domingo, 25 de septiembre de 2011

ANÁLISIS DE LA JORNADA 6 DE LA LIGA BBVA


La garra y el corazón acabaron con la falta de ambición

Era uno de los partidazos del fin de semana en el fútbol español y en lo referente a espectáculo no dejó a nadie insatisfecho. El Sevilla, con nueve, se llevó la victoria con un gol del eterno Kanouté

 

 

Se esperaba una gran tarde de fútbol en el Ramón Sánchez Pizjuán entre dos de los conjuntos llamados a ofrecer grandes cosas en la Liga BBVA esta temporada. Se esperaba un buen espectáculo en la capital hispalense entre uno de los aspirantes claros a romper la bipolaridad frente al que hasta entonces era uno de los dos conjuntos imbatidos del campeonato regular español.

Volvían las sorpresas, los caprichos de Unai Emery en el once valencianista. Hay cosas difíciles, complicadas de adivinar, imprevisibles, y acertar un once del conjunto de Mestalla desde la llegada del técnico vasco es una de ellas.

Contratodo pronóstico Roberto Soldado comenzaba el encuentro desde el banquillo. En su lugar entraba Aduriz. Sin embargo, no era la única novedad, ya que tras la sorprendente titularidad de Sergio Canales el pasado miércoles frente al Barcelona volvía al banquillo dejando su puesto a Pablo Piatti.

Novedades en el once que no íban con Marcelino, quien puso su mejor once y el dominio sevillista en el primer tiempo fue total.

Desde el comienzo los locales buscaban una y otra vez la portería defendida por Vicente Guaita. El juego por banda con jugadores como Jesús Navas y Perotti hacían mucho daño a una defensa valencianista que daba síntomas de desconcentración, de poca competividad.

El gran partido de Mathieu el pasado miércoles frente al Barcelona se vió relegado a un segundo plano ante un rival como Jesús Navas, quien hizo literalmente lo que quiso en la banda derecha del conjunto sevillista.

Muy permisivos los de la capital del Turia. Unai Emery se desquiciaba al ver como sus jugadores parecían fuera del encuentro. Así, tras anular el colegiado un gol legal a Kanouté tras un estético remate de chilena de Álvaro Negredo, sería el delantero malí quien adelantaría a su equipo en el marcador haciendo justícia en el luminoso del Ramón Sánchez Pizjuán tras lo visto sobre el caluroso césped del coliseo sevillista.

Muy superior el Sevilla ante un Valencia irreconocible viendo la dinámica de esta temporada. Los de Marcelino García Toral mostraron su mejor versión y marchaban al descanso con la ventaja de un gol justa. 

La reanudación supuso que el Valencia intentara buscar con más insistencia la portería defendida por Javi Varas, pero sin mayor peligro que la estirada del portero sevillista.

Jugada clave. Minuto 57 de encuentro y Trochowski era expulsado en el conjunto de Nervión por doble amarilla, lo que dejaba con diez a los locales y Marcelino debía modificar el esquema para evitar desajustes mayores.

Pasaban los minutos y entre el cansancio y la inferioridad numérica, sumado a una leve mejora del Valencia, hizo que el Sevilla no presionara tanto en el ataque y el peso del encuentro se equilibrara, otorgando al conjunto de Unai Emery ocasiones para lograr las tablas en el marcador.

Momentos de locura, de poco fútbol, a partir de la expulsión de Escudé tras hacer un claro penalti. El Valencia tenía ante él la oportunidad de empatar el partido ante un rival con nueve jugadores y veinte minutos por delante. Pero tan solo fue un mero espejismo, ya que Éver Banega lo lanzaba al palo e instantes después Aduriz caía en el juego sucio y las provocaciones de los jugadores sevillistas y era expulsado por pisar a Spahic.

El encuentro se planteaba entonces con tres expulsados, un Sevilla con nueve y un Valencia con diez que ganaría el más listo, el que más concentración pusiera sobre el césped y el que mayor suerte corriera.

Poco fútbol en los instantes posteriores. Mucho balón aéreo que no acababa de ser para ninguno de los dos conjuntos. Sin embargo, el que menos tenía que perder era el Sevilla, ya que con dos jugadores menos y con el 1-0 en el marcador era el Valencia quien debía arriesgar para sacar al menos un punto que no rompiese su gran racha de resultados positivos de la presente temporada.

Un encuentro loco, con expulsiones, juego de tú a tú y que los parones y las expulsiones devaluaron el ritmo de un choque que finalmente supo sacar adelante el Sevilla ante las serias adversidades.

Primera derrota del Valencia de la temporada que hace que los de Unai Emery sumen el segundo encuentro consecutivo sin ganar, lo que les descuelga de la lucha por la primera plaza por el momento y ahora deben centrarse en la visita del Chelsea el próximo miércoles. El Sevilla sigue sin perder y suma una más que meritoria, trabajada y sufrida victoria ante un rival directo de los puestos europeos.


Sevilla FC: Javi Varas; Martín Cáceres, Spahic, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Medel, Trochowski, Perotti (Coke, m.70); Kanouté (Rakitic, m.58) y Negredo (Del Moral, m.80).

Valencia CF: Guaita; Bruno (Barragán, m.46), Rami, Maduro, Víctor Ruiz (Soldado, m.71), Mathieu; Tino Costa, Éver Banega, Jonas; Piatti (Canales, m.63) y Aduriz.

Gol: 1-0, M.18: Kanouté.

Árbitro: César Muñiz Fernández (Comité Asturiano). Expulsó por doble tarjeta amarilla al sevillista Trochowski, quien las vio las vio en los minutos 47 y 56, y con roja directa a Escudé en el minuto 67 por hacer penalti siendo el último defensor. También se fue expulsado el valencianista Aduriz en el 71 por agredir a un contrario. Además, amonestó a los visitantes Tino Costa (m.24), Adúriz (m.60) y Rami (m.95) y a los locales Spahic (m.71) y Rakitic (m.85).

Incidencias: Partido disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 35.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.



La mejora del Athletic no encontró el premio del triunfo

La visita del Villarreal a San Mamés terminó con un empate a uno que hizo justicia con el buen juego desplegado por ambos conjuntos durante todo el encuentro 

 

 

El partido comenzó con un submarino amarillo maniatado merced de la buena presión del Athletic Club y muy arriba, controlando el juego en muchos momentos del partido debido a la gran cantidad de robos realizados gracias a esa presión tan adelantada así como de la amplitud de campo que generaba con el balón en los pies, aprovechando los espacios interiores con jugadores como Muniain y Javi Martínez, que volvía al eje del centro del campo.

El árbitro estuvo mal por tener un doble rasero tanto a la hora de señalar las faltas como a la de mostrar las cartulinas amarillas. Sirva como muestra un agarrón de Muniain que mereció la tarjeta y la vio, mientras Catalá hacía lo propio yéndose de rositas. También se dejó de señalar un penalti clamoroso en el área bien defendida por Diego López por un agarrón del cuello clarísimo a Amorebieta por parte de Musacchio.

A pesar del dominio de los leones durante la primera parte fue Borja Valero el primero en tener una ocasión clara que se fue desviada por poco. El equipo de Marcelo Bielsa no cejó en su empeño de ir a por el partido y encontró premio al borde del descanso. Una falta a la altura tres cuartos de campo fue sacad con rapidez y tras una triangulación al primer toque el balón llegó al lateral del área donde estaba Susaeta, que puso un centro al que Gabilondo llegó anticipándose al defensa amarillo alojando el cuero en el fondo de las mallas visitantes.

Se las prometían felices los leones cuando en el minuto 8 del segundo tiempo Nilmar empataba el partido. Pase en profundidad de Borja Valero a Rossi que medio cayéndose y empotrándose contra la valla publicitaria (por lo que tuvo que ser sustituido más adelante por Marco Ruben) ponía un balón raso al área pequeña que pasó por delante de un Iraizoz que atacó el balón y tras despejar en semi fallo Amorebieta casi bajo el larguero rebotaba el balón en el brasileño.

De ahí al final de encuentro se sucedieron las llegadas a ambas áreas sin llegar a desequilibrar el partido, si bien Ekiza tuvo que enfilar el túnel de vestuarios tras ver la segunda tarjeta amarilla al no permitir la internada de Nilmar en el área.

 


Athletic de Bilbao: Iraizoz; Gurpegui, Ekiza, Amorebieta; Iraola, Javi Martínez, Aurtenetxe; Susaeta (Iturraspe, min.82), Muniain (David López, min.88), Gabilondo (Toquero, min.66); y Llorente.

Villarreal CF: Diego López; Zapata, Gonzalo, Musacchio, Catalá; Marcos Senna, Bruno, Cani (Camuñas, min.86), Borja Valero (De Guzmán, min.74); Nilmar y Rossi (Marco Ruben, min.59). Goles: 1-0, min.43: Gabilondo. 1-1, min.52: Nilmar.

Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité Gallego). Expulsó a Ekiza, en el minuto 80, por doble tarjeta amarilla. Además, mostró tarjeta amarilla a los locales Susaeta, Javi Martínez, Muniain, y a los visitantes Musacchio.

Incidencias: Unos 36.000 espectadores en San Mamés. Tarde con temperatura agradable y terreno de juego en buenas condiciones. Sexta jornada de Liga.


Goleada balsámica para Mou

Los merengues dieron un recital de pegada para remontar un tanto inicial de Michu que disparó las alarmas en el Bernabéu. Cristiano, con un hat-trick, olvida su "crisis".

 

 
El Real Madrid consiguió la victoria ante un atrevido Rayo después de dos tropiezos consecutivos, con goleada incluida. Triunfo que puede que haya borrado la sonrisa de algunos, como dijo Mourinho, pero que paradójicamente y a pesar de los goles, ha vuelto a evidenciar los problemas de fútbol e ideas que ha venido demostrando el Madrid en estas últimas dos semanas. Y es que el Rayo se adelantó a los 18 segundos, y con media hora de juego, Mourinho tuvo que tirar de Ozil para dar un vuelco a la situación. Con el germano sobre el campo, el Real Madrid sí tomó entonces las riendas del partido y los goles fueron cayendo. 

El comienzo del partido supuso un jarro de agua fría para el madridismo además de un serio toque de atención de lo que podía acontecer después.. Y es que eso fue lo que tardó el Rayo Vallecano en marcar gol. Lass, el de blanco, falló en el centro del campo, Tamudo fusiló a Casillas desde lejos, cuyo rechace fue recogido por Michu para que remachara a gol con la portería vacía y con los centrales madridistas pensando aún qué estaba pasando.

Y lo que estaba pasando es que el conjunto franjirrojo le estaba dando una lección táctica al mismísimo Real Madrid de Mourinho. Pues el Rayo no sólo se adelantó en el marcador, sino que durante la primera media hora estuvo compartiendo posesión e incluso ocasiones con un cuadro merengue donde se evidenció aún un poco más la falta de fútbol, o mejor dicho, de creadores de fútbol. Con presión arriba, entre Movilla, Javi Fuego y Michu ataron muy en corto a Xabi, y sin el tolosarra como faro y con Ozil en el banquillo, al cuadro blanco le cuesta encontrar la luz. Y si a eso se añade que en los primeros compases Varane demostró andar en formación aún, que Marcelo estuvo hoy despistadísimo más allá de dos filigranas y dos subidas con peligro, que Di María y Ronaldo estuvieron tan desaparecidos como desconcentrados, y que Kaká no ha terminado de encontrar su sitio en el césped en los dos años y poco que lleva en Concha Espina, el resultado fue que el Bernabéu acabó pitando a los suyos y que Mourinho reculó en su idea inicial.

Y es que Ozil empezó a calentar cuando apenas se llevaba cuarto de hora de partido, y saltó al campo por Lass cuando apenas se llevaba media hora del mismo. El caso es que el Real Madrid recuperó el tono habitual. Con un 4-1-4-1, los mediocentros del atrevido y descarado Rayo tuvieron que recular un poco, y con ello se acabaron los sustos de Tamudo, las internadas de Lass B por la banda derecha del Rayo y las recuperaciones de Movilla. El Real Madrid tomó entonces el control del partido, y poco a poco fueron llegando las ocasiones incluso.

Así, hasta que rondando el minuto cuarenta el cuadro merengue consiguió la igualada. Y fue en la jugada más desafortunada posible para los visitantes, pues nació de un saque de banda en la línea de tres cuartos del campo merengue. A Tito se le escapó el balón de las manos, Ozil lo recogió y lo cedió a Kaká, que lanzó el contraataque con un pase a Ronaldo, el luso se internó en el área y su disparo se coló entre las piernas de Dani Giménez.

El tanto dio alas a un Real Madrid que hasta entonces había estado muy aletargado. Y en las inmediaciones del descanso, remontó para ponerse con dos goles por delante. El segundo gol blanco llegó en el minuto 45, en una de las pocas faltas que Ronaldo deja botar a otro que no es a sí mismo. Xabi centró, Ramos partiendo de una posición dudosa cabeceó sin oposición mientras la defensa rayista guardaba la línea adelantada esperando al árbitro, e Higuaín remachó a puerta vacía. Y el tercer tanto llegó de las botas de Ronaldo de nuevo al lanzar un penalti cometido por Movilla sobre Kaká, nuevamente en un contraataque. No había deslumbrado con su fútbol, pero en dos contras y una jugada a balón parado el Real Madrid ya había dado la vuelta al partido en un margen de apenas diez minutos, veinte desde que entrara Ozil al verde.

Durante cuarenta minutos, el Rayo había estado por delante del Real Madrid en la clasificación liguera, pero una vez se consumó la remontada, esa situación no volvió a darse ya. Seis minutos después del tanto de Ronaldo, Michu recortó distancias en el marcador ‘pecando’ de listo en un córner al remachar un balón peinado en el segundo palo sin marca. Casillas sacó el balón sin que éste tocara las mallas, pero Paradas Romero dio por válido el tanto. Y el mismo Paradas Romero poco después expulsaría a Di María con una segunda tarjeta amarilla por manos. Expulsión tan infantil y boba como justa, que servía para redondear la noche horribilis del Fideo.

En esta nueva tesitura y con media hora por delante aún, Mourinho decidió sacar a Khedira y Benzema por Kaká e Higuaín, y situar a sus jugadores cuatro pasos por detrás de lo que lo venían haciendo, esperando al Rayo en el centro del campo sin rubor alguno. Y a pesar de la inferioridad numérica, funcionó a la perfección. Pues no sólo mantuvo los tres puntos, sino que aumentó la distancia en el marcador hasta la goleada, y sin pasar tantos apuros como pudiera parecer tras el gol de Michu y la expulsión de Di María.

Varane se estrenaría como goleador blanco rondando el minuto 65 al rematar con la espuela a gol en un córner. Benzema marcaría su golito diez minutos después al cerrar un nuevo contraataque lanzado por Ozil con pase atrás tras una recuperación en el centro del campo. Y Ronaldo marcaría el tercero en su cuenta particular al transformar un penalti cometido por Dani sobre él mismo en otra nueva contra guiada por Ozil con pase en profundidad. Tres goles que suponían la mejor inyección de estímulo posible tras ‘una semana mala’, y que demostrò nuevamente la tremenda pegada que tiene el equipo blanco


Real Madrid: Casillas; Ramos, Varane, Albiol, Marcelo; Alonso, Lass (Ozil, m.29); Di María, Kaká (Khedira, m.60), Ronaldo; Higuaín (Benzema, m.60).

Rayo Vallecano: Dani Giménez, Tito, Arribas, Jordi, Casado, Movilla, Javi Fuego, Michu (Trashorras, m.69), Piti (Dani Pacheco, m.67), Lass y Tamudo (Delibasic, m.55).

Goles: 0-1, m.1: Michu; 1-1, m.39: Ronaldo; 2-1, m.45: Higuaín; 3-1, m.51: Ronaldo, de penalti. 3-2, m.55: Michu; 4-2, m.67: Varane; 5-2, m.73: Benzema. 6-2, m.84: Ronaldo, de penalti.

Árbitro: Jose Luis Paradas Romero (Comité Andaluz) Expulsó a Di María, por doble amarilla (m.56), y amonestó a Arribas (m.45), Movilla (m.50), Lass (m.65) y Dani Giménez, del Rayo.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la sexta jornada de Liga disputado en el Santiago Bernabeu ante unos 72.000 espectadores. Antes del partido, el ganador de la Vuelta Ciclista a España, Juan José Cobo, hizo el saque de honor.


Messi destroza de nuevo al Atleti

El equipo de Guardiola se fue al descanso 3-0 por tantos de Villa, Miranda en propia meta y Leo Messi, que en el segundo tiempo completó la faena con dos goles más. 

 

Lionel Messi celebra en el Barcelona-Atlético de Madrid de la Liga BBVA

El FC Barcelona esperaba prudente la llegada de un Atlético de Madrid muy ambientado, ciertamente crecido con los resultados de los dos últimos partidos y con su nuevo ídolo Radamel Falcao en la cabeza de la expedición dispuesto a destrozar el planteamiento culé de todas todas.

Los de Manzano enfocaban el partido con una linea atacante con Reyes, Diego y el Tigre Falcao dispuestos a romper el falso 3-4-3 del Barça con Sergio Busquets por delante de los centrales.

El Atlético sale revolucionado y en el minuto cuatro la primera oportunidad se marcha al larguero. Gran jugada del Atlético, Falcao descarga para Diego, el brasileño abre para Reyes, que espera la llegada de Tiago, se la pone y el disparo del portugués desde la frontal pega en el larguero.

Espejismo colchonero que veía como en el minuto nueve el Barça se adelantaba dejando sus ilusiones por los suelos. Villa controla, recorta sobre Miranda y bate por bajo a Courtois para que el FC Barcelona se adelante en el Camp Nou.

El Atlético de Madrid se pone nerviosos y el Barç se crece y es al borde del cuarto de hora cuando el segundo chiharro sube al marcador. Un desconcierto total para los rojiblancos que veían como tras el error defensivo de Godín ra finalmente era Miranda el que se marcaba el gol en propia puerta tras un paradón de Courtois.

Una historia que no se esperaba el equipo de Manzano que veía como su fantástico inicio de Liga se veía frustrado por el mejor equipo del mundo.

El dominio culé ya era una realidad y el esperado Radamel Falcao no había aparecido todavía en los tres cuartos de la primera parte. En el minuto 26 Messi aparece y de verdad. Messi la lía y en diversos regate se marcha primero de Reyes para lurego dejar sentados a Godín y Mario para finalmente colocarla por el palo de dentro, algo que no esperaba el joven portero del Atlético de Madrid.

Tres goles en la primera parte a un Atlético que no esperaba la avanzadilla de un Barça muy motivado ante ele equipo de Radamel Falcao, el llamado a se el terror culé en este derbi. La segunda parte comenzaba con el mismo empujen por parte del equipo de Pep Guardiola que con una buen renta en el bolsillo se dedicó a poner todo su empeño en incrementar el valor de la goleada aderezado con el buen juego al que tiene acostumbrado el cuado blaugrana.

En los inicios de esa segunda parte era el Atlético el que ponía todo de su parte para comenzar la remontada pero no hubo suerte ya que la oportunidad de los atléticos se veía una vez más frustrada.

Gerard Piqué era uno de los cambios esperados en la segunda parte y con su salida por Busquets, Guardiola buscó la contencin que pudiera permitirle marcar algún gol más. Gol que finalmente llegaba poco después de la media hora cuando Messi por fin logra marcar tras varias jugadas individuales dignas de lo que es, el mejor jugador del mundo.

Dominio en incremento desde entonces por parte del Barça que puso en ridículo a un Atlético en racha y que se consolidó finalmente con el hat trick de Leo Messi que batía en el cuarenta y cinco por tercera vez la portería de Courtois.

El Barça se reivindica y el argentino se coloca como Pichichi con ocho goles, para demostrar que su juego no decrece y que en esta Liga que parece que no será cosa de dos, son ellos los que siguen mandando en busca de liderato.


FC Barcelona: Valdés; Alves, Mascherano, Abidal (Maxwell, min.81), Sergio Busquets (Piqué, min.53), Xavi, Cesc (Keita, min.72), Thiago, Pedro, Villa y Messi.

Atlético de Madrid: Courtois; Perea, Godín, Miranda, Antonio López, Mario Suárez (Arda Turan, mi.46), Tiago (Adrián, min.79), Gabi, Reyes (Salvio, min.46), Diego y Falcao.

Goles: 1-0: Villa, min.9. 2-0: Miranda (p.p), min.15. 3-0: Messi, min.26. 4-0: Messi, min.78. 5-0: Messi, min.90.

Árbitro: Delgado Ferreiro (Colegio Vasco). Mostró tarjeta amarilla a Piqué (min.71) y Perea (min.72).

Incidencias: Partido de la sexta jornada de Liga disputado en el Camp Nou ante 83.154 espectadores. Los jugadores del Barça saltaron al terreno de juego con una camiseta de ánimo a su compañero Ibrahim Afellay, que estará seis meses de baja por una grave lesión de rodilla.


Laudrup respira a costa de una desafortunada Real

El Mallorca empezó perdiendo, pero remontó gracias a los goles de Víctor y Castro. Además, aprovechó la mala suerte de la Real Sociedad, que mandó hasta tres remates a la madera.

 

 

Salieron más ambiciosos y metidos en el encuentro los guipuzcoanos aunque las dos primeras aproximaciones a la meta contraria fueran de los anfitriones. A partir del minuto 9 se fue fraguando el primer gol txuri urdin ya que los de Montanier se habían hecho dueños del esférico y las embestidas de Xabi Prieto por su banda eran de enorme peligro. Por esa banda pero a pase de Carlos Martínez, llego, en el 14’, el golazo de Agirretxe, quien se aprovechó de la ausencia de Chico, que era atendido en la banda, para deleitarnos con una preciosa y precisa vaselina y poner el 0 a 1 en el luminoso.

Se revolvieron los bermellones, resurgieron de sus cenizas y empezaron a demostrar que les corre sangre por las venas hasta que en el minuto 19, tras un buen contraataque armado por Alfaro, conducido por Nsue y rematado, tras revolverse, por el algaidí Víctor Casadesús, las tablas volvían al marcador.

Se rehicieron los vascos al tiempo que el partido se ensuciaba con constantes faltas, los blanquiazules volvían a manejar el balón y el encuentro, no con la misma peligrosidad del principio pero controlando el tempo. Los problemas se multiplicaban para los de Laudrup al caer lesionado Cáceres, entrando en su lugar Tejera (37’) y situándose como lateral izquierdo el capitán Pep Lluis Martí, que volvía tras una lesión y que enfrente tenía, ni más ni menos, al incisivo y siempre peligroso Xabi Prieto.

Pero lo que son las cosas, los últimos 5 minutos fueron de total ofensiva insular, con una extraña ocasión protagonizada por el Chory Castro, un disparo de Víctor que dio en un defensa y una buena internada de Zuiverloon que por poco no finalizó en gol.
Tras la reanudación, salieron dormidos los bermellones dejando avanzar sin apenas oposición a Agirretxe para terminar la jugada en falta que lanzó Vela  para que Aouate se exhibiese espectacularmente y el inmediato rechace, a cargo de Xabi Prieto, se estrellara en el palo. Volvían a avisar los easonenses.

Pero hoy tocaba victoria local y tras un córner botado por la izquierda, Pina cedió el esférico atrás para que el Chory Castro lanzase un espectacular trallazo al que no pudo responder el meta Bravo (min. 50, 2-1).

De  nuevo se repetía la historia y el equipo de Montanier, ante el repliegue balear, tomaba la iniciativa; entraron Griezmann, Pereira e Ifrán por Vela, Gonzalo Castro y Mariga y nada cambió a excepción de algún contraataque mallorquín que, una vez más, demostraba que es capaz de tocar bien el esférico pero que nadie está dispuesto a conducirlo y que el miedo les atenaza.

La suerte se alió por enésima vez con los Anfitriones cuando en el min. 82 y con la inexplicable colaboración de Ramis, Agirretxe volvió a estrellar el balón en el palo y el rechace de Griezmann salió excesivamente cruzado.

Los mallorquines estaban embotellados y se mostraban impotentes; los últimos minutos se dedicaron a despejar balones sin ton ni son aunque a punto estuvieron de logar el tercer tanto.

Respira la afición bermellona, no creemos que lo haga Michael Laudrup, centro de las iras de Serra Ferrer y sus adláteres periodistas; no obstante, tienen que mejorar mucho y creerse de lo que son capaces. La Real Sociedad fue un digno rival que mereció más por su dominio y claridad de ideas aunque hoy sólo afinaran la puntería con las maderas.

 


RCD Mallorca: Aouate; Zuiverloon, Chico, Ramis, Cáceres (Tejera, min. 42); Nsue, Martí, Pina, Castro (Pereira, min. 65); Alfaro (Tissone, min. 80) y Víctor Casadesús.

Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez (Estrada, min. 82) ,Demidov, Iñigo Martínez, De la Bella; Illarramendi, Mariga (Ifrán, min. 71), Vela (Griezmann, min. 58) Prieto; Zurutuza y Agirretxe.

Goles: 0-1, m.14: Agirretxe. 1-1, m.19: Casadesús. 2-1, m.49: Castro.

Árbitro: Ayza Gámez (Comité Valenciano). Amonestó a Cáceres.

Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada del campeonato de Liga disputado en el Iberostar Estadi ante unos 11.856 espectadores.


El Levante pone el broche de oro a su Semana Fantástica

El Levante se alza como una de las revelaciones del campeonato. Dos penaltis y una expulsión pusieron todo de cara para los locales en este encuentro.

 

 

El entrenador del Levante decía que todo le costaba mucho a su equipo, que nadie les regalaba nada. Asi salió el Levante al partido, mostrando que el merito es de ellos. Juan Ignacio Martínez salió con su alineación de gala, con su defensa titular incluido Javi Venta, su doble pivote fundamental con X. Torres e Iborra y las bandas con Valdo y Juanlu. Su única variación fue R.Suarez por Barkero acompañando a Kone en el ataque. 

 
El Levante salió como siempre, solidario, fuerte, agresivo y como un conjunto fuerte. Su punto fuerte es la defensa y cada vez lo tienen más claro. Por su parte Pochettino salió sin muchos cambios salvo Rui Fonte en la delantera. Verdú se recuperó para el partido después de un golpe en el último partido y Thievy como la gran esperanza perica de este año.

Los primeros minutos eran del conjunto granota, no le hace falta jugar un futbol estiloso, aunque cuando quiere juega sin perder el balón, esa es la clave la adaptación, al Levante le hace falta saber cuál es su virtud y saber que tiene gente arriba que puede resolver. Kone se ofrecía, Valdo desbordaba y acompañaba y así llego el minuto 13 de partido en el que el Espanyol cometió un penalti claro sobre el Levante. El sustituto de Barkero, R. Suarez se encargó de lanzarlo y marcó. El Levante se adelantaba en el marcador, al Espanyol no le valía si no quería descolgarse.

El Espanyol reaccionó y se hizo fuerte con su estilo, con el estilo que ha imprimido Pochettino en sus 100 partidos. Ha creado filosofía, la filosofía es tener el balón, mover la pelota y mascar la jugada. El Espanyol mejoró y puso en aprietos al Levante después del gol, pero no lo suficiente ya que no materializó su superioridad. Se echa de menos a Osvaldo. Al término de la primera mitad las estadísticas eran favorables al Espanyol tanto en posesión como en tiros pero la posesión se creaba de mitad de campo hacia atrás y en horizontal. No es suficiente para el Espanyol si lo es para el Levante que le valía el resultado.

La segunda mitad comenzó con un cambio necesario en el Espanyol, salía Álvaro Vázquez por Rui Fonte. El Levante no necesitaba mucho, un balón a Kone y la aguantaba. En los primeros minutos no pasaba nada, ni para un lado ni para el otro. El Espanyol no era superior ni a balón parado. Pasaban los minutos y el tiempo favorecía al Levante. Ya lo decíamos, con muy poco le hacia falta al Levante y así llegó el min 56, otro penalti de Amat. Penalti y expulsión claro que cortaba ocasión de gol. Marca R.Suarez otra vez, 2-0 y el partido se ponía muy favorable para los granota. Pochettino busco solución rápida dando entrada a Javi Márquez y Pandiani buscando un juego más directo e intentar igualar el encuentro. JIM dio entrada a Barkero por R. Suarez sabiendo que un balón parado podía sentenciar el partido.

Verdú era la luz en el Espanyol que seguía dominando pero no era suficiente hasta que el Levante se relajó y un balón parado supuso el gol de Héctor Moreno en el min 71. El Levante dejó que el Espanyol se enchufara al partido. Kone fue sustituido por Aranda. De nada sirvió la ilusión de los periquitos, Barkero agarró un balón en el min 75 y se saco un golazo de zurda que bien daba la razón a JIM. El gol deshizo las ilusiones del Espanyol, el resultado no era justo en cuanto a estadísticas pero si justo en cuanto a Fútbol. Pandiani se convirtió en villano, se equivocó y fue expulsado en el min 80 por roja directa por un cabezazo claro a Nano. El Espanyol se quedaba con 9 y con bajas considerables para la visita del Real Madrid. El partido cayó después de la expulsión.

El Levante enseñó que no es casualidad lo de esta semana, amargó el centenario de Pochettino, ganó a todo un Madrid y al Rayo en Vallecas. Iguala a puntos al Barcelona supera al Valencia y al Real Madrid y se coloca en puestos de Champions en la jornada 5. Su próximo partido es frente a la otra revelación de la liga, el Betis. El objetivo es seguir sumando puntos y sacar puntos de ventaja sobre sus rivales directos. Un Levante que ahora mismo no tiene nada que envidiar a nadie.


Levante UD: Munúa, Javi Venta, Ballesteros, Nano, Juanfran, Xavi Torres, Iborra, Valdo, Rubén (Barkero, m.66), Juanlu (Pallardó, m.76) y Koné (Aranda, m.75).

RCD Espanyol: Cristian Álvarez, Javi López, Amat, Héctor Moreno, Didac, Rui Fonte, Forlín, Romaric (Javi Márquez, m.63), Verdú, Thievy (Pandiani, m.63) y Sergio García.

Goles: 1-0, m.14: Rubén, de penalti. 2-0, m.58: Rubén, de penalti. 2-1,m. 72: Héctor Moreno. 3-1, m.76: Barkero.

Árbitro: Pérez Lasa (Comité Vasco). Amonestó por el Levante a Juanlu y por el Espanyol a Rui Fonte, Forlín y Marquz. Expulsó con roja directa a los espanyolistas Amat (m.57) en la jugada del segundo penalti y a Pandiani (m.80). Expulsó al fisio del Espanyol, Manuel González (m.86).

Incidencias: Partido disputado en el estadio Ciutat de València ante 10.400 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Los equipajes de ambos equipos, demasiado parecidos entre ellos, se confundían desde la grada.


El Granada salva un punto con ayuda incluida

Los nazaríes, algo desordenados pero valientes en el planteamiento, encajaron el gol de Raúl García y salvaron un empate con el 1-1 de Fran Rico. El punto sirve a los dos.

 

 

Este duelo, que a final de temporada seguramente habrá valido su peso en oro en la lucha por la permanencia, enfrentaba a dos equipos llenos de urgencias, necesitados de puntos y condicionados por el duro comienzo de temporada que han tenido. En especial Osasuna, que salió bastante bien parado de los choques ante Atlético de Madrid y Sevilla, aunque acabó escaldado en el Camp Nou por el prodigioso Barcelona.

El Granada, a su vez, había perdido tres de sus cuatro partidos, pero su técnico, Fabri, había advertido que no debieron haber perdido en Anoeta, y que el ánimo de la plantilla era bueno pese a aquella derrota por la mínima. Eso se ha notado este domingo, porque su equipo salió a por todas.

Con limitaciones, es cierto, y también con la imposibilidad de contar de inicio con Geijo porque el punta no está a tope en lo físico. Pero el Granada plantó cara, fue valiente en el planteamiento y contó con un Dani Benítez inspiradísimo, como de costumbre. El balear es el buque insignia rojiblanco y hoy jugó un partido consagratorio, principalmente por las dificiltades de todo tipo con las que se ha encontrado.

Tras una primera ocasión del Granada con remate de Siqueira que paró muy atento Andrés Fernández, Osasuna comenzó a coger huecos a espaldas de los laterales locales y, muy en especial, supo ver la fragilidad de Moisés Hurtado en la medular. Puñal y Raúl García atoraron siempre al ex Espanyol, y sus pérdidas de balón generaron varias jugadas con el Granada partido al medio. Raúl García y Lamah se encangarían de convertirlas en ocasiones.

A los 18 minutos, el que salvó los muebles navarros fue Miguel Flaño, barriendo un centro peligroso del impetuoso Nyom desde la derecha, pero allí se agotó el empuje inicial del Granada. Creció el juego de Osasuna, lo confirmó Kike Sola perdonando un claro mano a mano frente a Roberto (m.24), y a los 28 llegó lo que se veía venir: el gol del 0-1.

Tras un centro de Lamah que parecía no traer demasiado peligro, Diakhaté se confió en demasía y el balón se le escurrió espantosamente por debajo de la suela. Sorprendido, Roberto dio rebote y Raúl García, que esperaba el error, tocó suave a la red. Era el primer gol del navarro en su regreso al club rojillo. Y la confirmación de que el Granada estaba en serios problemas.

Para colmo, poco después Fabri tuvo que sacrificar dos cambios antes del descanso, por lesión de Siqueira (reemplazado por Jaime Pacheco) y también por la de Carlos Martins, que dejó su puesto a Geijo, muy aplaudido. Era arriesgado este último cambio del míster, pero la apuesta dio resultado porque mandó un mensaje positivo a su equipo. Al descanso, el Granada se marchó sin nuevas ocasiones claras a su favor, pero daba la sensación de que Osasuna ya no estaba tan cómodo como antes.

 

Fabri, además, decidió dejar en la caseta a Moisés Hurtado, dio alas a Fran Rico y el jugador fichado al Real Madrid acabaría siendo clave en esta historia. También Dani Benítez, que comenzó a alternar en varios puestos, como lateral (en lugar de Siqueira), como interior, como mediapunta y hasta como extremo. Lo mismo daba con tal de poder aprovechar la confusión técnica de un Osasuna que no se atrevió a matar el partido.

El choque, entonces, ya era de ida y vuelta. Raúl García remató alto lo que pudo haber sido el 1-2 (m.49), pero Benítez respondió con una clarísima (m.59), disparando un metros fuera de la meta visitante. A la próxima que tuvo el Granada, ya no la desaprovechó.

Al minuto 63, el argentino Jara caracoleó por la banda diestra, se deshizo de un Damiá desconcentrado y centró al medio del área, donde Fran Rico tenía su cita con el gol. Remató de zurda, potente y a la escuadra, y el empate premiaba el coraje y el amor propio del once nazarí (1-1).

La victoria estaba al alcance de cualquiera de los dos, porque Mendilibar despertó a tiempo y comenzó a mover la banca. Algo tarde, posiblemente, porque primero metió a Calleja y demoró demasiado en sacar luego a Ibrahima. Geijo, mientras tanto, estuvo demasiado atolondrado en un par de contras que tendría que haber finalizado de otro modo, y en el último minuto llegaron dos jugadas importantes.

Una, fallada por Ibrahima al minuto 89, y la otra, con mucha polémica, porque Teixeira Vitienes anuló injustamente un gol del propio ex punta del Atlético que sí debió haber subido al marcador (m.92). No estaba adelantado cuando tocó a la red un centro de Nino, pero el árbitro lo anuló a instancias de su colaborador.

Habría sido un injusto castigo para el Granada, en cualquier caso, porque el empate era el resultado que más se ajustaba a la realidad por lo ocurrido en Los Cármenes. Estuvo bien que ambos hayan sumado. Lo merecían los dos.

 

 

Granada CF: Roberto; Nyom, Siqueira (Jaime, m.35), Mainz, Diakhaté; Moisés (Fran Rico, m.46), Yebda, Martins (Geijo, m.39), Franco Jara; Dani Benítez y Uche.

 

Atlético Osasuna: Andrés; Marc Bertrán, Damiá, Rubén, Flaño; Raúl García (Nekounam, m.78), Puñal, Lamah (Ibra, m.80), Cejudo (Calleja, m.67); Kike Sola y Nino.

Goles: 0-1, M.28: Raúl García. 1-1, M.64: Fran Rico.

Árbitro: Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Mostró cartulina amarilla a los locales Yebda, Moisés y Fran Rico y a los visitantes Rubén, Lamah y Sola.

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada de Liga en Primera División disputado en Los Cármenes ante 21.000 espectadores.


La ansiedad por ganar priva al Sporting de su primer triunfo

Los rojiblancos hicieron un buen partido pero no encontraron el premio del gol ante un rival que apostó todas sus opciones al contragolpe. El resultado deja dudas en ambos.

 

 

Sporting y Racing de Santander se daban cita en El Molinón sin la sospecha del controvertido Pacto de Llanes de por medio dispuestos a poner todo de su parte para dejar atrás el dubitativo inicio de campeonato liguero que ambos conjuntos había realizado hasta la fecha y recuperar las buenas sensaciones que dejaron la temporada pasada.

El encuentro comenzó trabado y con cierto nerviosismo en ambos conjuntos. Preciado sacó un once para apostar por el talento en la medular sacrificando uno de los pivotes defensivos por André Castro, que retrasó su posición para dar más fluidez al juego. Con varios cambios respecto al once que el cántabro presentó en el Vicente Calderón, los rojiblancos apostaron por almacenar posesión y ocasiones.

Muy diferente era el planteamiento de Cúper: el técnico del Racing, consciente de las dudas trasladas por su rival en defensa en anteriores compromisos, elaboró un entramado defensivo para llenar de minas la medular y apostar por el juego aéreo y de contragolpe.

El Sporting comenzó el partido con demasiados nervios, iniciando su juego desde atrás pero sin criterio y abusando del balón largo en múltiples ocasiones. El cuero no encontraba dueño claro en los primeros minutos y la pelota viajaba de un campo a otro sin que se dieran más de cinco pases seguidos por parte de ambos conjuntos.

Sin embargo, poco a poco los de Preciado se fueron entonando y volcaron su juego por la banda izquierda, donde Ayoze y Canella asumieron el mayor protagonismo. Los rojiblancos empezaron a explotar el carril zurdo pero las ocasiones no llegaban, mientras el Racing optimizaba los despistes del cuadro local para acercarse con cierta intención a las inmediaciones del área defendida por Juan Pablo.

La primera gran ocasión del partido llegaría en un centro desde la banda derecha del ataque del Sporting, gracias a un cabezazo de Botía que consiguió atrapar Toño después de que Nahuelpan descuidase su marca. El Racing también contestaría con una buena jugada de Munitis por el carril diestro pocos minutos después, pero ningún delantero del equipo de Cúper remató el servicio del veterano centrocampista.

 

El partido siguió su curso aunque tuvo dos bajas sensibles, una por cada bando: Lautaro Acosta y Nacho Novo tuvieron que dejar el campo por lesiones musculares en un encuentro que, sin embargo, era de guante blanco por parte de ambos conjuntos a pesar de la intensidad con la que se peleaba por el cuero en el centro del campo.

La primera parte del partido pondría su broche con una buena ocasión del Sporting: Trejo, que había sido el hombre elegido por Preciado para salir al campo como primer cambio, metió un buen balón a la derecha para Miguel de las Cuevas que centró el cuero y Ayoze, prácticamente solo y sin marca, disparó desviado cuando ya se cantaba el primero del cuadro local. Así se ponía punto y aparte al partido.

Tras visitar vestuarios, el Sporting salió dispuesto a adelantarse en el marcador. Con un Racing poco metido en el encuentro, quizá sin la concentración defensiva mostrada hasta ese momento, el equipo rojiblanco puso en apuros a Toño gracias a un disparo de Trejo que no encontró portería  y un lanzamiento de André Castro que rebotó en Bernardo y fue despejado por el guardameta alicantino.

 

Mientras, el Racing consagraba su peligro en ataque a algún contragolpe aislado. Los de Cúper, sin demasiada posesión, esperaban agazapados un error para buscar la grieta que les diera la victoria, y a punto estuvieron de encontrarla tras un balón largo que persiguió Stuani. El delantero uruguayo superó a Juan Pablo en una salida muy desafortunada del portero, pero no pudo rematar gracias a una gran intervención de Rivera, que sacó el balón en el último instante.

Preciado fue el primero en meter más oxígeno desde el banquillo cuando ambos conjuntos daban muestras evidentes de cansancio, y la jugada le salió muy bien al técnico rojiblanco: Cases dio empuje al centro del campo y De las Cuevas estuvo a punto de anotar estrellando su disparo al palo tras recibir un buen balón de André Castro.

Y mientras, el Racing se aprovechó de la ansiedad de su rival por lograr los primeros puntos de la temporada enlazando una contra de libro por mediación de Munitis que entregó un balón medido a Arana, que remató a bocajarro y vio con incredulidad cómo Juan Pablo sacaba una mano salvadora para despejar a córner. Pese a los ataques posteriores del Sporting, el marcador no se movió dejando el resultado gafas en el tanteador, ni siquiera cuando Munitis lo intentó por última vez en otro contragolpe.

Con este empate, el Sporting consigue su primer punto esta temporada pero sigue instalado en la zona baja de la tabla, mientras que el Racing también se queda en puestos de peligro a pesar de cosechar su tercer empate.
  

 


Sporting de Gijón: Juan Pablo, Lora, Botía, Iván Herández, Canella, Rivera (Nacho Cases m 71), André Castro, Nacho Novo (Trejo m 31), Ayoze (Sangoy m 71), De las Cuevas y Barral.

Rácing de Santander: Toño, Francis, Álvaro, Bernardo, Christian, Jairo (Arana m 52), Tziolis, Diop, Munitis, Acosta (Stuani m 21) y Ariel (Serrano m 76)

Árbitro: Pérez Montero. Mostró tarjetas amarillas a Diop (m 33), Tziolis (m 62), Ayoze (m 66), André Cstro (m 81), Christian (m 88), Arana (m 90)

Incidencias: Alrededor de 22.000 espectadores en El Molinón.


El Málaga deja pasar el tren del liderato en La Romareda

Un ordenado y aguerrido Zaragoza dejó a los de Sevilla sin la cima de la Liga, propiedad entera del Betis. Con pocas pero grandes paradas, Roberto ha sido el mejor.

 

 

Un partido en el que, por nombres propios, tenía como claro favorito al Málaga. Al SúperMalaga de Manuel Pellegrini, que buscaba un triunfo ante el Zaragoza que le deje dormir líder en la Liga BBVA. Con tres puntos llegaría a los 12 en el campeonato, misma suma que tiene el Betis aunque con un partido menos. El conjunto maño, que venía de caer precisamente ante el primero de la clasificación, no se lo pondría fácil.

La primera mitad sorprendió. Y no para bien, pues apenas si mostraron fútbol sobre el césped de La Romareda. Pellegrini volvía a optar por Ruud Van Nistelrooy y continuaba dejando en el banquillo a la figura de Salomón Rondón, decisión que a medida que pasaban los minutos era cada vez más discutida. Sucede que el holandés, que todavía no se había estrenado en la red desde su regreso a la liga española, fue quien tuvo la única situación de gol en esos 45 minutos iniciales. Y fue clarísima. Pase genial de Joaquín y el ex ariete madridista tiraba al muñeco. El rechace de Roberto le volvía a quedar a Vangol, que de nuevo lo perdía.

Esa jugada sería una gota de agua en el desierto. El Málaga no encontraba los caminos. Cazorla, genio y figura del equipo en el inicio liguero, no la olía. Toulalan, que amagó con tener una primera parte de lujo, había desaparecido. Joaquín no la tocaba y Van Nistelrooy no tendría más ocasiones. El negocio era redondo para el Zaragoza, donde se destacaba el trabajo de Leonardo Ponzio. El argentino, sin dar patadas, se eregía como uno de los grandes valores del primer tiempo a fuerza de robos. Y si Ponzio era el más importante del encuentro, se entenderá entonces porqué esa etapa inicial no entretenía.

No tardó demasiado Pellegrini en sacar a Rondón.
A los once del complemento, el venezolano ya reemplazaba al pobre de Van Nistelrooy. Pobre porque si bien es cierto que no ha convertido en lo que va del campeonato, al ex del Manchester United no se le ha abastecido mucho. También es verdad que tuvo la única ocasión seria de la noche -hasta entonces- y no la había cambiado por gol.

Realmente pasaba poco y nada en el match. Más nada que poco. El Málaga no daba indicios de poder desnivelar por juego asociado, pero en campo tenía apellidos capaces de torcer la historia por calidad individual. Entre tanto, a Postiga le anulaban su diana por presunto y dudoso fuera de juego. Pellegrini sacaba sobre los 77 minutos a Isco, quitando del terreno a Joaquín, de casi nula participación. Ingresaban entonces seis de los 58 kilos que gastó el jeque para esta temporada. Al Zaragoza le comenzaba a encantar el punto y el Málaga, a dejar espacios en su afán por llevarse el triunfo.

El último cambio del míster chileno era el de Sebastián Fernández por el pálido Baptista, otro nombre de los importantes que no cumplía con las expectativas. La velocidad y el descaro del uruguayo tenían sólo ocho minutos para hacerse ver. Sin embargo, nada podría borrar el cero en el luminoso, pues Roberto evitó con un paradón que el cabezazo del charrúa a centro de Isco se convirtiera en el 0-1. Increíble respuesta del meta sobre el 91 para salvar a su equipo en la más peligrosa de la segunda parte.

Al Málaga le faltó juego en equipo y los nombres propios, esta vez, no bastaron para doblegar a su rival. Un ordenado y aguerrido Zaragoza dejó a los de Sevilla sin la cima de la Liga, propiedad entera del Betis.

 


Real Zaragoza: Roberto; Juárez, Da Silva, Mateos (Lanzaro, min.32), Paredes; Meira; Barrera, Luis García (Lafita, min.59), Ponzio (Rúben Micael, min.73), Juan Carlos; y Helder Postiga.

Málaga CF: Caballero; Sergio Sánchez, Demichelis, Mathijsen, Eliseu; Joaquín (Isco, min.78), Toulalan, Duda, Cazorla; Baptista (Seba, min.82) y Van Nistelrooy (Rondón, min.56).

Árbitro: Estrada Fernández (Colegio Catalán). Amonestó con tarjeta amarilla a Meira, por el Zaragoza, y Sergio Sánchez por el Málaga.

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada de liga, disputado en el estadio de La Romareda ante unos 18.000 espectadores.


El Getafe saca al Betis de su pedestal

Los azulones consiguen la primera victoria de la temporada gracias a un gol de Diego Castro. Los béticos conservan el liderato a pesar de que no hicieron buen partido.

 

 

Getafe y Betis se daban cita en el Coliseum Alfonso Pérez con trayectorias antagónicas dispuestos los madrileños a cambiar de forma radical la dinámica negativa que arrastraban en la Liga BBVA y con los sevillanos todavía en una nube siendo conscientes de que ocurriera lo que ocurriese sobre el césped seguirían cerrando la jornada como líderes. 

 

El partido comenzó con un Getafe lanzado dispuesto a no cometer los errores del pasado. Sin un juego excesivamente bonito en el que priorizaba lo práctico, el conjunto de Luis García salió mucho más enchufado con una presión asfixiante que desactivó los mecanismos de salida de balón del Betis.

Los azulones jugaban mejor ante un Betis que no había salido con la intensidad habitual y que tampoco buscaba con fuerza la portería de un Moyá, que no tuvo demasiados apuros a lo largo de la primera parte. Mientras, el Getafe apostaba fuerte con Rubén Pérez en la elaboración y se amparaba en la calidad de Pedro León y Diego Castro, recuperados para la causa tras superar sus dolencias físicas y adquiriendo ritmo de competición junto a un Güiza muy trabajador en la punta de ataque.

Cocinó a fuego lento el Getafe el gol hasta que apareció la ocasión idónea en el filo de la primera media hora, cuando un balón puesto desde la banda derecha por Juan Valera llegó a los pies de Diego Castro: el gallego controló el cuero y fusiló por arriba a Goitia que no pudo hacer nada por evitar el gol.

El partido llegaría al descanso con la victoria parcial del conjunto azulón y malas sensaciones en el Betis, siendo acusado Matilla por Pepe Mel, que lo dejó en el banquillo tras salir de vestuarios El joven cedido por el Villarreal pagaba los platos rotos del conjunto verdiblanco, que acusaba el cansancio tras una semana muy exigente.

Tras el descanso, ambos conjuntos equipararon su nivel de juego, con un Getafe que tenía miedo de sentenciar el partido por no cometer errores y un Betis que seguía sin tomar el pulso al encuentro, acusando quizá el mal endémico de llegar como líder y parecer favorito a priori.

Con la salida de Beñat, sin embargo, el cuadro hispalense empezó a tener más presencia en la medular con el paso de los minutos. Fruto de ese empuje de orgullo del Betis nació la ocasión más clara para el equipo que dirige Pepe Mel, pues Pereira pudo anotar al encontrarse frente a frente con Moyá tras pase del propio Beñat, y el cancerbero del Getafe realizó una gran parada demostrando que es uno de los jugadores más en forma del equipo que dirige Luis García.

Poco a poco, el Betis comenzó a confundir dominio con precipitación, y el Getafe aprovechó esa circunstancia para lanzarse al contragolpe buscando la portería de Goitia con insistencia. Sin embargo, no fue solvente el equipo azulón, que falló varias ocasiones claras para sentenciar el partido.

Y como suele decirse en el mundo del fútbol, el que perdona mucho lo suele acabar pagando. Ese era el pensamiento colectivo cuando Beñat se sacó un gran disparo con el tiempo prácticamente cumplido, pero Moyá estuvo excelente para sacar el cuero y dejar los tres puntos en territorio madrileño.

Con este resultado, el Getafe obtiene su primera victoria y sale de puestos de descenso, mientras que el Betis conserva el liderato a pesar del frenazo que supone su primera derrota en el presente campeonato.


Getafe CF: Moyá; Valera, "Cata" Díaz, Lopo, Mané; Pedro León (Míchel, min. 75), Rubén Pérez, Lacen, Diego Castro; Abdel (Sarabia, min. 68) y Güiza (Miku, min. 64).

Real Betis Balompié: Goitia; Chica, Mario, Dorado, Nacho; Sevilla (Jorge Molina, min. 54), Matilla (Beñat, min. 46) Iriney, Montero (Vadillo, min. 70); Pereira, Santa Cruz.

Goles: 1-0, min. 30: Diego Castro.

Árbitro: Turienzo Álvarez (Comité Castellano-Leonés). Mostró cartulina amarilla a Mario (min. 8), Iriney (min. 45) y Jorge Molina (min. 82) por parte visitante y a Lopo (min. 28), Pedro León (min. 40), Mané (min. 58), Diego Castro (min. 82) y Valera (min. 87) por parte local.

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada de Primera División, disputado en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe ante cerca de 10.000 espectadores.

CLASIFICACIÓN PROVISIONAL DE LA LIGA BBVA

Posición
Equipo
Puntos
Jugados
Ganados
Empatados
Perdidos
GF
GC
1
REAL BETIS BALOMPIÉ
12
5 4 0 1 9 6
2
FC BARCELONA
11
5 3 2 0 22 4
3
LEVANTE UD
11
5 3 2 0 7 3
4
SEVILLA FC
11
5 3 2 0 6 3
5
REAL MADRID
10
5 3 1 1 16 5
6
MÁLAGA CF
10
5 3 1 1 7 2
7
VALENCIA CF
10
5 3 1 1 8 6
8
ATLÉTICO DE MADRID
7
5 2 1 2 8 6
9
REAL SOCIEDAD
7
5 2 1 2 6 6
10
RCD ESPANYOL
6
5 2 0 3 5 7
11
RCD MALLORCA
6
5 2 0 3 3 5
12
ATLÉTICO OSASUNA
6
5 1 3 1 3 10
13
RAYO VALLECANO
5
5 1 2 2 5 9
14
VILLARREAL CF
5
5 1 2 2 5 9
15
REAL ZARAGOZA
5
5 1 2 2 5 11
16
GETAFE CF
4
5 1 1 3 4 7
17
GRANADA CF
4
5 1 1 3 2 7
18
RACING DE SANTANDER
3
5 0 3 2 3 8
19
ATHLETIC DE BILBAO
2
5 0 2 3 5 8
20
SPORTING DE GIJÓN
1
5 0 1 4 2 9

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