FINLANDIA
[0-2] ESPAÑA
A Brasil, por inercia
Dos tantos de Alba y Negredo acercan a una gris selección al Mundial tras aprovechar el empate a cero goles de Francia en Georgia
Irreconocible, en una versión apócrifa de su historia reciente, España obtuvo ante Finlandia un botín muy por encima de lo mostrado sobre el campo en uno de los partidos más grises de la historia reciente de la campeona del Mundo y de Europa. Acaricia el equipo de Del Bosque el Mundial, ayudado por el empate en Georgia de Francia, a la que aventaja en dos puntos con sendos partidos por jugar. Un gol de Jordi Alba tras un precioso servicio de Cesc Fábregas iluminó un encuentro gris y tedioso, en el que España careció de dinamismo, profundidad y también de solidez, pues la selección nórdica se asomó a la cornisa del área de Casillas, que prevaleció ante Valdés, con una facilidad inusitada, granjeando una sensación de peligro inconcebible para una selección que en este lustro se ha caracterizado por su fútbol cartesiano y su defensa inexpugnable.
Llegaba España a Helsinki prevenida tras el
empate cosechado en la ida, otro de los borrones de los últimos tiempos,
y la selección no pudo corregir los errores del partido de primavera en
Gijón. De hecho, y pese a conseguir un resultado mejor, fue peor en
casi todos los parámetros. Tuvo más ocasiones la débil Finlandia, que
con un par de trucos desnudó a una retaguardia caótica, completamente
desmadejada. Formó Del Bosque con Koke, un mediocentro, como lateral
derecho, y la solución, más que ayuda, se convirtió en una
extravagancia. Fuera de sitio, Finlandia buscó las cosquillas al jugador
del Atlético, que es el que menos culpa tiene del desaguisado que fue
España.
Ya en el primer fogonazo avisó Finlandia y antes de
completarse diez minutos Casillas se había visto obligado a tapar un gol
cantado con una buena intervención con la pierna. Ambas jugadas
vinieron por la banda derecha de España y encontraron a Pukki, que él
sólo se bastó para llevar al límite a Albiol y Sergio Ramos. Pukki,
autor del gol en el partido de ida, fue un tormento para España y una
suerte para Finlandia, que elaboró un programa tan rústico como práctico
para poner en peligro al campeón del mundo. Fue el discurrir del
partido el encargado de manifestar la grotesca cara de España y el
envalentonamiento local. Empezó apostada frente a su portero la
selección nórdica y durante la segunda parte, incluso discutió la
posesión y monopolizó las llegadas, aprovechando todas las carencias de
España. Quietud, lentitud, ausencia de sorpresa, muchas cuadras entre
todas las líneas.
Solo la calidad en una jugada puntual resolvió
un tormento para España. Cesc Fábregas, omnipresente y lúcido en los
pocos momentos decentes de la selección, se inventó un pase interpretado
por el alma de delantero de Alba, ejecutado gracias a la precisión del
primero y a la velocidad sideral del segundo. Liberado en el carril del
ocho, Fábregas, como un golfista, realizó un aproach al corazón del
área, un balón picado que eliminó a toda la defensa finesa que pinchó
Alba antes de definir sutilmente con la derecha.
En poco se
alteró el discurrir del partido. España fue menguando progresivamente y
Finlandia a cada momento fue más respondona. Durante casi toda la
segunda mitad, cada llegada de los nórdicos sembró el tembleque en la
defensa española. Desajustada y desguarnecida, la defensa quedó expuesta
ante el descosimiento de un equipo que se alargó demasiado y no fue
capaz de atar el balón. Apenas tuvo el control del partido España en
ningún momento y durante demasiado tiempo, quedó a expensas de cualquier
accidente, que en este caso, hubiera respondido más a los méritos de
cada uno que a los caprichos del fútbol. No encontró la recompensa
Finlandia y Álvaro Negredo, que había entrado en la segunda mitad, cerró
un partido que junto a la clasificación virtual para la Copa del Mundo,
dejó muchas dudas sobre el estado de esta selección.
Finlandia: Maenpaa; Toivio, Moisander, Pasanen,
Arkivuo; Ring (Riski, m. 69), Tainio (Hmlinen, m. 69), Halsti, Schuller;
Eremenko; y Pukki (Zeneli, m. 80).
España: Casillas; Koke, Albiol, Ramos, Jordi Alba;
Xavi, Mario Suárez, Iniesta; Pedro (Cazorla, m. 80), Cesc (Negredo, m.
70) y Villa (Navas, m. 55).
Goles: 0-1. M. 19. Jordi Alba. 0-2. M. 86. Negredo.
Árbitro: Ivan Bebek (Croacia). Amonestó a Mario Suárez.
Incidencias: Partido de clasificación para el Mundial 2014 (Grupo I) disputado en el estadio Olímpico de Helsinki con una asistencia de 40.000 espectadores.
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