miércoles, 6 de abril de 2016

BARÇA Y ATLETI FACE TO FACE EN LA CHAMPIONS Cuartos de Final Partido de Ida



FC BARCELONA [2-1] ATLÉTICO DE MADRID
 
La medicina para un flojo Barça, el de negro ¿Hacía falta?
 

Los azulgranas remontan en una segunda parte trepidante el tanto inicial de Torres, que fue expulsado de manera rigurosa. El Calderón dictará sentencia el próximo miércoles

 

 

Si la temporada pasada, el Atlético ganó 0-0 en la ida de los cuartos de final ante el Real Madrid, en esta, el conjunto rojiblanco ha vuelto a ganar pese a caer derrotado por 2-1. Casi una hora en inferioridad numérica en el Camp Nou son muchos más que minutos. Es un infierno. Enfrente no estaba un equipo cualquiera sino el Barcelona, un equipo que hasta hace muy poco sabía cómo empezaban todos sus partidos y también cómo terminaban. Con victoria.

Son más que dos estilos diferentes. La noche y el día sobre un campo de césped. Dos maneras de entender el fútbol y, por ende, la vida. Un yin y el yan futbolístico en toda regla. Ese fagocitador de títulos que es el Barcelona de Luis Enrique ante el indómito Atlético de Diego Pablo Simeone. Posiblemente, la mejor defensa del mundo ante el que seguramente sea el mejor ataque de la historia. No era un partido cualquiera. Tampoco era un clásico. Es un Barça-Atlético, otra historia.

Contaba César Luis Menotti que los italianos no defendían bien sino que defendían con muchos jugadores. Este Atlético del Cholo no defiende con muchos jugadores. Defiende con el alma. La apuesta del técnico bonaerense para el Camp Nou fue optar por Yannick Carrasco en detrimento de Augusto Fernández para fortalecer las bandas y así evitar las subidas de Dani Alves y Jordi Alba. Por el centro el Atlético es infranqueable. También por las bandas. Había que inventar algo.

La odontología ha cambiado mucho pero el dolor de muelas del Barça sigue llamándose Fernando Torres. El Niño se dio a conocer al mundo por partidos extraordinarios ante el conjunto azulgrana –la cintura de Frank de Boer puede dar fe– y en este duelo, en el que posiblemente pueda ser uno de sus últimos grandes partidos con el Atlético, no iba a ser menos. Lo que nadie podía imaginarse es que Torres iba a ser dolor de muelas e ibuprofeno al mismo tiempo.

Ninguno de los dos equipos comenzó el partido cómodo. Al Barça le costaba un mundo fabricar ocasiones claras, o casi, de gol. Al Atlético, conectar tres pases seguidos. Aún así, el Barcelona cuenta con tanta dinamita arriba que con agitar la varita ligeramente crea situaciones de gol. Así, en el minuto 18, un centro templadito made in Dani Alves no lo aprovechó un Neymar que entraba completamente solo al segundo palo pero sui testarazo se marchó ligeramente alto.

Fue la antesala del momento álgido del primer tiempo. Del dolor de muelas. Koke se aprovechó de una defensa azulgrana demasiado contemplativa y filtró un pase al corazón del área para que Fernando Torres, al primer toque y sin compasión, se estrenara con la rojiblanca en la máxima competición continental. Una hazaña más en el haber del de Fuenlabrada, que es tan grande y humilde que celebra igual un gol en la Intertoto que en la Champions League.

Pero rápidamente el dolor de muelas en que se había convertido el partido se calmó con el ibuprofeno de la expulsión de Fernando Torres. Tras una cartulina amarilla merecida por zancadillear a Neymar, el de Fuenlabrada tropezó de manera inverosímil ante Sergio Busquets en el centro del campo y el colegiado Felix Brych, que es doctor por algo, le enseñó sin pestañear. La historia se repetía en el Camp Nou. Una eternidad por delante y con un jugador menos.

En la segunda parte, el Barça arrolló al diezmado Atlético. Sobre todo gracias a un Neymar que volvió a ser el Neymar de dibujos animados de esta temporada. Primero avisó con un trallazo que hizo temblar además del larguero de la portería de Jan Oblak, el Vicente Calderón y hasta La Peineta. Casi a renglón seguido, otro disparo diabólico del astro brasileño salió silbando la cepa del poste rojiblanco. Quedaba poco para el ansiado empate.

No fue Neymar. Tampoco Messi, que se sacó de su chistera una maravilla en forma de chilena que tampoco quiso entrar. Fue Luis Suárez. El uruguayo, anulado por su compatriota y amigo Diego Godín  hasta ese momento, apareció en el momento más oportuno y con lo que mejor saber hacer. Marcar goles. El primero de auténtico cazagoles, al enviar sobre la misma línea de gol una volea en semifallo de Jordi Alba. Y casi a continuación al rematar de soberbio testarazo un sutil envío de Dani Alves desde banda derecha.

 
   

FC Barcelona: Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets (Sergi Roberto, min.80), Rakitic (Rafinha, min.64), Iniesta (Arda Turán, min.83), Messi, Suárez y Neymar.

Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Lucas, Godín, Filipe Luis; Saúl Ñíguez (Correa, min. 90), Koke, Gabi, Carrasco (Augusto, min.53); Griezmann (Thomas, min.76) y Torres.

Goles: 0-1, min.25: Torres. 1-1, min. 63: Suárez. 2-1, m.74: Suárez.

Árbitro: Felix Brych (Alemania). Mostró cartulina amarilla a Torres (min.29) y la segunda en el 35, por lo que fue expulsado. También vieron cartulina amarilla Koke (min.33), Busquets (min.48), Filipe Luis (min. 61), Suárez (min.70), Griezmann (min.73), Lucas (min.78), Oblak (min.79), Mascherano (min.82) y Augusto (min.86).

Incidencias: Asistieron al encuentro 88.534 espectadores en este partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou.

 

BAYERN DE MUNICH [1-0] SL BENFICA
 
Mucha posesión pero poco gol
 

Un gol a los dos minutos del chileno Arturo Vidal concede al equipo de Guardiola una ventaja mínima ante un Benfica trabajador y apenas inquietado. El pase a semifinales se decidirá en Lisboa

 

 

Con ventaja pero sin opción de relajarse. El Bayern de Pep Guardiola se marcha del Allianz Arena con un resultado a favor gracias al solitario tanto en el minuto dos de Arturo Vidal. El Benfica fue de menos a más y estuvo a punto de lograr un milagroso empate gracias a dos ocasiones de Jonas que no subieron al marcador. La peor noticia para los portugueses es que jugarán el partido de vuelta sin el brasileño, sancionado por acumulación de tarjetas amarillas.

El cartel de favorito continúa siendo para el Bayern de Múnich que busca alcanzar por quinta vez consecutiva las semifinales de la competición. Los de Pep Guardiola no quieren otro susto como el ocurrido hace un año en la misma ronda donde  se vieron obligados a dar la vuelta a una eliminatoria que se les complicó en la ida frente a otro equipo luso, el Oporto. En esta ocasión recibía al Benfica, líder de la liga portuguesa y que solo hasta hoy, solo había perdido un partido en este 2016.

Asustó la salida de un imponente  Bayern durante los primeros minutos. La primera llegada al área lusa bastó para que el equipo de Pep Guardiola abriese el marcador en el minuto 2. Temprano gol de Arturo Vidal en una jugada por la izquierda, centró al área Juan Bernat y el chileno remató de cabeza ganando el duelo aéreo a Eliseu. A partir de ese momento, las ocasiones para el conjunto bávaro llegaban una tras otra pero ninguna de ellas supuso el segundo.  El primer remate entre los tres palos de los lusos no llegó hasta el minuto 20 con un disparo de Mitroglou desde la frontal, síntomas de la presión a la que estaban siendo sometidos. Con el trascurso de los minutos la intensidad del Bayern bajó y permitió a los de Rui Vitória salir de su campo.

 Al borde de la media hora tuvo lugar la jugada más polémica del encuentro en la que los visitantes reclamaron penalti por una mano de Lahm dentro del área cuando intentaba cortar un centro de Gaitán y que el colegiado no señaló. A continuación, y con el paso por los vestuarios muy cerca Arturo Vidal avisó de nuevo con otro espectacular cabezazo que acarició el travesaño y que provocó los suspiros de la grada. El chileno fue otra vez protagonista en el tiempo de añadido tras cruzarse para despejar un potentísimo lanzamiento de Nico Gaitán.

El Benfica fue de menos a más durante el choque y en el primer tramo del segundo acto, contó con las dos mejores ocasiones del partido, ambas de Jonas, uno de los jugadores más en forma del cuadro luso y que se perderá la vuelta por acumulación de tarjetas. El delantero se encontró con un Neuer providencial en el mano a mano en su primer aviso y en el segundo, en una doble ocasión, su disparo se estrelló en el cuerpo de Javi Martínez y tras el rechace, el brasileño envió a las nubes el balón. El Benfica estaba obligado a buscar el empate pero no podía dejar espacios atrás, espacios que eran aprovechados por Ribery desbordando con su velocidad cada vez que tenía el cuero en sus dominios.

El Bayern se adelantó muy rápido pero fue incapaz de poner tierra de por medio, seguramente pensando en no encajar ningún gol de cara al encuentro de vuelta. Partido que decidirá el equipo que alcanza las semifinales de la competición algo que el Benfica no consigue desde hace 25 años. Sueña el equipo de Rui Vitória ante el todopoderoso conjunto alemán.

 
  

Bayern de Munich: Neuer; Lahm, Kimmich (Javi Martínez, 60), Alaba, Bernat; Vidal; Costa (Coman, 70), Müller (Götze, 85), Thiago, Ribery; y Lewandowski.

SL Benfica: Ederson; André Almeida, Lindelöf, Jardel, Eliseu; Fejsa, Renato Sanches, Pizzi (Samaris, 90), Nico Gaitán; Jonas (Eduardo Salvio, 83) y Kostas Mitroglou (Jiménez, 70).

Gol: 1-0, m.2: Vidal.

Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia). Amonestó a Ribery, Bernat, Jonas y Lindelöf.

Incidencias: Partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en la Allianz Arena de Múnich ante unos 70.000 espectadores.

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