Dos goles nada más iniciarse cada parte encarrilaron más el pase a semifinales de los de Montella. Sarabia sentenció. El gol de Griezmann, un espejismo
El Sevilla volvió a ganar al Atlético de Madrid en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, como ya hizo en la ida y en un buen partido se mostró muy efectivo y eliminó a un conjunto colchonero que lo intentó hasta el final, pero sin éxito por su falta de claridad y puntería. El Sánchez Pizjuán acogía un duelo de orgullo y honra, de los de 'taquicardia', pues, tras el 1-2 del Sevilla en el Wanda Metropolitano que supuso su resurrección -luego venció por 0-3 al Espanyol- tras 5 partidos sin ganar en Liga-, el Atlético, un equipo de carácter y que nunca se arredra ante las adversidades, tenía que marcar dos goles y no encajar. Por ende, debía de salir a por todas.
Sin embargo, el Sevilla quería olvidarse de la renta de la ida y no especular, y lo demostró pronto con una salida eléctrica que descolocó y le exigió aún más, si cabe, al Atlético ya que a los 25 segundos, en una jugada vertiginosa, sublime y con varios toques rápidos y precisos, los hispalenses se adelantaron por medio de Sergio Escudero, que hizo el primer gol del encuentro a centro de Sarabia y asestó un golpe psicológico a los colchoneros, que necesitaban ahora dos goles para forzar la prórroga y tres para ganar la eliminatoria. Fue el premio a un comienzo muy fuerte, con mucha concentración e intensidad, del conjunto del italiano Vincenzo Montella, aunque los madrileños, superado el mazazo inicial, fueron capaces de reaccionar rápido y, tras avisar el uruguayo Godín con un cabezazo a los dos minutos que Rico paró en dos tiempos, pronto apareció Griezzmann.
A los 13 minutos, y cuando su equipo ya se había hecho con el mando del medio campo con Gabi, Koke y Saúl Ñíguez escorado a la banda izquierda, el francés aprovechó un robo de balón en la frontal del área local para empatar con un gran gol, de una volea por alto, al ver adelantado a Sergio Rico, poco afortunado en esta acción. Esto animó a los rojiblancos, que siguieron ganándole ligeramente la partida en el centro al dúo Nzonzi-Banega, con Vrsaljko y Saúl muy incisivos como carrileros y la movilidad de Gameiro y Grizzmann, muy suelto e implicado cerca del área, si bien los sevillistas no se descompusieron en un choque vibrante, de gran tensión e intensidad.
Aún así, el Atlético exhibió una mayor peligrosidad y con varias llegadas, sobre todo por las galopadas de Vrsaljko, pudo igualar la eliminatoria en un remate alto de Griezmann, una acción de Gameiro que, en plancha, no llegó de milagro a un pase del croata o un nuevo tiro del francés, solo, que salió alto tras otro centro de Vrsaljko. En la reanudación, no obstante, los de Simeone volvieron a salir despistados y lo pagaron caro. Así, en el primer minuto, una internada por la izquierda del argentino 'Tucu' Correa acabó en penalti al derribarle en el área Saúl y, aunque Moyá se tiró a donde iba el balón, Banega lo convirtió con un tiro ajustado y esto ya deshacía la opción de la prórroga y obligaba a seguir marcando dos goles a un Atlético que se fue con más descaro arriba y acosó con fuerza y fe a los sevillistas, pero sin precisión.
Ángel Correa acarició el empate a los 7 minutos de esta mitad, pero, solo en el área, quiso fusilar a Rico y éste, con un paradón, salvó un gol cantado. Simeone quemó sus naves al dar entrada pronto a Fernando Torres, el belga Yannick Carrasco y el ghanés Thomas Partey, por Gabi, Correa y Giménez, los tres con tarjeta. El Sevilla aguantó bien, se vació y se defendió con orden, aunque el Atlético, totalmente volcado en busca de la épica, tuvo alguna ocasión como en un cabezazo alto de Godín a la hora de juego. Sin embargo, fueron los de Nervión los que sentenciaron con el tercer tanto a once minutos del final al culminar Sarabia una contra, tras recortar a Godín y batir con un tiro ajustado a Moyá. A partir de ahí, el Atlético ya precisaba marcar cuatro goles, lo que ya fue una empresa imposible pese a los intentos postreros de Carrasco y Gameiro.
Sevilla FC: Sergio Rico; Jesús Navas, Mercado, Lenglet, Escudero; Nzonzi, Éver Banega; Sarabia, Franco Vázquez (Pizarro, m.84), Joaquín Correa (Nolito, m.87); Muriel (Ben Yedder, m.73).
Atlético de Madrid: Moyá; Vrsaljko, Giménez (Thomas, m.64), Godín, Lucas; Ángel Correa (Carrasco, m.60), Gabi (Fernando Torres, m.56), Coke, Saúl; Gameiro y Griezmann.
Goles: 1-0, M.1: Escudero. 1-1, M.13: Griezmann. 2-1, M.48: Banega, de penalti. 3-1, M.79: Sarabia.
Árbitro: Juan Martínez Munuera (Comité Valenciano). Expulsó al técnico del Atlético, Diego Simeone (m.81), por protestar al árbitro. Además, amonestó a los locales Banega (m.27), Franco Vázquez (m.54), Jesús Navas (m.63) y Mercado (m.90), y a los visitantes Giménez (m.18), Gabi (m.54) y Ángel Correa (m.57).
Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 40.000 espectadores, entre ellos casi un centenar de seguidores atléticos, que prácticamente llenaron los graderíos. Césped en buen estado
Sangre, sudor y... ¡¡¡ Jaume !!!
Tras caer por 2-1 ante el Alavés, los de Marcelino acceden a las semifinales en el torneo del KO; el portero ché Jaume Domenech paró dos penas máximas
Un acertado Jaume Domenech en la tanda de penaltis metió al Valencia en la semifinales de la Copa del Rey y despertó del sueño al Deportivo Alavés que venció 2-1 en el tiempo reglamentario para igualar la eliminatoria. La primera oportunidad del choque fue para el Valencia a través de un saque de esquina lanzado por Dani Parejo que obligó a Antonio Sivera a meter los puños porque el balón se colaba entre los tres palos. Los valencianistas salieron con la intención de llevar la manija del encuentro e intentaron elaborar sus jugadas, aunque el Alavés, bien situado, pudo robar varios balones y buscar la espalda de un impreciso bloque levantino.
A los 22 minutos, el partido se detuvo por una lesión muscular del central valencianista Gabriel Paulista, que fue retirado en camilla y trastocó los planes de Marcelino García Toral que dio entrada a Ezequiel Garay. El Alavés forzó varios saques de esquina, cuando tras uno de ellos, el público de Mendizorroza pidió penalti por mano del propio Garay en el área, que no señaló el colegiado Javier Álvarez Izquierdo.
Mientras tanto, el Valencia no encontraba la manera de desplegar su juego y se topaba una y otra vez con la zaga albiazul que salía con criterio al ataque con un omnipresente Ibai Gómez, que dejó destellos de calidad en numerosas acciones. Alfonso Pedraza también demostró su potencia con alguna cabalgada por la banda izquierda, pero fue José Luis Gayá en el minuto 39, el que encontró la espalda de Martín Aguirregabiria, que luego recuperó su sitio y molestó lo suficiente al lateral valencianista para impedir que pusiera un centro cómodo.
Tras el paso por vestuarios, los vascos tuvieron la primera ocasión de adelantarse con un remate de Ibai Gómez, el más activo de los locales, que probó a Jaume Domenech con disparo lejano que atrapó el guardameta y después en el minuto 48, Duarte culminó una contra albiazul con otro remate cruzado, pero el portero del Valencia evitó el primer tanto del choque con un gran despeje a saque de esquina.
Los de Abelardo salieron con la portería visitante entre ceja y ceja y una internada de un eléctrico Rubén Sobrino por la banda izquierda acabó con un disparo del alavesista que se marchó por encima de la portería del Valencia. Los vitorianos intentaron aprovechar su buen momento, pero se encontraron de nuevo con un acertado Domenech, que evitó con la punta de los dedos que un disparo de Víctor Laguardia despejado por un defensa, se colara en su portería. En el minuto 57, el colegiado anuló un gol de cabeza de John Guidetti por falta previa del delantero suizo, en una decisión que detuvo el ritmo frenético con el que empezó el Alavés la segunda mitad.
En el minuto 69, el Valencia gozó de dos claras oportunidades, la primera en las botas de Guedes, que envió a córner Sivera y la segunda, más clara aún, de Kondogbia que estrelló un rechace en el larguero de la portería local pero poco después, en el minuto 72, el Alavés recibió el premio a su perseverancia con un testarazo de Munir, recién incorporado, que adelantó a los locales, tras un pase medido de Rodrigo Ely.
Poco duró la alegría en la entregada grada de Mendizorroza ya que un error en el despeje de un balón en el centro del campo, por parte de Ely, dejó con todo el campo por delante a Santi Mina, que acababa de ingresar en el terreno de juego, que no dudó en el mano a mano con Sivera al que superó para igualar el choque y devolver la ventaja de la eliminatoria al Valencia. Los albiazules no desesperaron y volvieron a adelantarse en el 86, 2-1, gracias a un gol de Rubén Sobrino que aprovechó un rechace tras una saque de falta por parte de Munir, y que igualó por completo la eliminatoria. El Valencia se volcó al ataque para evitar la prórroga, pero los albiazules se defendieron con uñas y dientes y su portero logró bloquear un disparo de Simone Zaza para enviar el choque al tiempo extra.
Tras el parón, la prórroga arrancó con los cambios agotados y Abelardo tuvo que recomponer a su equipo y colocar a Rubén Duarte de central ya que retiró a Rodrigo Ely en la segunda mitad para buscar el segundo gol. Con los dos equipos exhaustos tras el derroche de energía de la segunda mitad, el partido bajó el ritmo y ninguna de las escuadras quiso arriesgar. Con esta situación, el Valencia se encontró más cómodo y estuvo cerca de igualar la contienda en el minuto 98 con un remate de Guedes que repelió Antonio Sivera de puños.
Sin lugar para el descanso, comenzó la segunda mitad del tiempo extra en el que varios futbolista notaron el esfuerzo despachado durante todo el envite y a pesar de todo, en el minuto 107 Sivera volvió a estar acertado en un remate de Rodrigo que acabó escupido por el larguero ante el asombro de una entregada afición alavesista. El Valencia acabó más entero y fue Santi Mina el que probó fortuna con un remate de espuela que atrapó el meta del Glorioso, bien colocado bajo palos, que encadenó varias acciones positivas para su equipo en la recta final.
Deportivo Alavés: Sivera, Martín, Laguardia, Ely (Demirovic, min. 84), Duarte; Tomás Pina, Dani Torres; Ibai Gómez (Hernán Pérez, min. 70), Sobrino, Pedraza; y Guidetti (Munir, min. 70).
Valencia CF: Jaume, Montoya, G. Paulista (Garay, min. 22), Rubén Vezo, Gayà; Kondogbia, Parejo, Maksimovic (Mina, min. 76), Guedes; Zaza y Vietto (Rodrigo, min. 58).
Goles: 1-0, m.72: Munir, de cabeza. 1-1, m.77: Santi Mina. 2-1, m.86: Sobrino.
Penaltis: 1-0: Pina, gol. 1-1: Rodrigo, gol. 1-1: Pedraza, paró Jaume. 1-2: Mina, gol. 1-2: Hernán Pérez, paró Jaume. 1-2: Kondogbia, paró Sivera. 2-2: Munir, gol. 2-3: Gayá, gol. 2-3: Sobrino, fuera.
Árbitro: Álvarez Izquierdo (Comité Catalán). Amonestó a los locales Torres (min. 47), Pedraza (min. 65), Munir (min. 79), Pina (min. 95) y Duarte (min. 97) y a los visitantes Maksimovic (min. 49), Vezo (min. 61), Kondogbia (min. 79), Parejo (min. 84), Guedes (min. 92) y Santi Mina (min. 103)
Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio de Mendizorroza ante 19.127 espectadores en unas gradas que contaron con la presencia de unos 50 aficionados levantinos
No vuelan cerdos en el Bernabeu...¡¡¡Vuelan pepinos!!!
El Madrid no se tomó en serio a un extraordinario Leganés y también se queda sin Copa. Suspenso general y bronca al equipo. Los de Garitano hicieron historia
El Leganés alcanzó, con un recital de equipo en el Santiago Bernabéu, las semifinales de la Copa del Rey por primera vez en su historia, remontando la eliminatoria a un Real Madrid a la deriva, sin lucidez, que se dirige al abismo con Zinedine Zidane incapaz de reconducir un equipo perdido. Un equipo con mayúsculas, trabajado de arriba abajo por Asier Garitano, escribió la página más brillante de su existencia con una conquista del Bernabéu histórica. Nunca al Real Madrid le habían remontado en su estadio una eliminatoria copera tras haber vencido en la ida, pero al actual, en plena destrucción sin freno, cualquier rival tiene capacidad para golpearle con dureza e instalarla en la duda.
Lejos de salir con ganas de comerse el mundo para encadenar tres victorias y ver al final la luz al final del túnel, los hombres de Zidane salieron como si nada hubiese en juego. El técnico reforzaba la segunda unidad con Ramos, Isco y Benzema, pero el contraste de ilusión era un golpe de realidad para la grada del Santiago Bernabéu que este curso asiste a un inacabable examen de paciencia y sin nada que perder, el Leganés salió a perseguir un sueño y no cesó en su empeño hasta que marcó. Desde el inicio avisó con sus intenciones, con un disparo de falta al palo de Beauvue. El planteamiento de Asier Garitano dejaba en evidencia a un Real Madrid sin fe, que llegaba tarde a cada balón dividido y con una distancia insalvable entre líneas.
Con Asensio desaparecido, como en Butarque hasta que salvó su partido con un gran gol, fue Isco el que intentó echarse al Real Madrid a sus espaldas. A Benzema se le examina en cada acción. Por milímetros no llegó a un centro que buscaba su cabeza. Lo único de peligro madridista en un primer acto en el que ni tiró a portería rival. En cambio, el Lega se fue creyendo sus opciones. Con el duelo más abierto que en la ida, a su esfuerzo le comenzó a poner llegadas con criterio. Buscando la velocidad de Amrabat, probando a Casilla con un disparo lejano de Brasanac y un testarazo Gabriel, libre de marca en un saque de esquina. Claro síntoma de concentración que se extendió con una jugada desgraciada recién pasada la media hora de juego.
Achraf cedió con duda el balón a Nacho que se escurrió. Eraso robó y con metros para correr para plantarse mano a mano ante Casilla, optó por el disparo lejano, repleto de confianza, y lo colocó en la escuadra. Un golazo que resucitaba la eliminatoria. Un nuevo partido a contracorriente del Real Madrid en el Bernabéu por lo que era obligado el cambio de imagen madridista en la reanudación y no tardó en encontrar el premio en cuanto le puso actitud. A los dos minutos llegaba el reencuentro de Benzema con el gol. Desde el 25 de noviembre no marcaba pero no le temblaba el pulso cuando tras su buen movimiento al espacio, recibía el pase de Lucas Vázquez y picaba con calidad el balón a la salida de Champagne.
Todo debía quedar a favor del Real Madrid superado el susto, pero la falta de autoestima provoca que cada encuentro de local sea una lotería. Su juego era a impulsos de individualidades ante un ejemplo de bloque trabajado, equipo de autor el de Garitano, que volvió a golpear con la potencia del testarazo de Gabriel a un córner de Eraso. Con toda la fe del mundo, como la del Leganés. En el nuevo escenario el Real Madrid estaba obligado a marcar o se despedía de la segunda competición de la temporada tras su debacle liguera. En la mente de todos se presentaba Bale y su estado de gracia actual, al que Zidane dejó en la grada de forma incomprensible.
El milagro debía llegar en los últimos minutos porque Champagne respondía con firmeza en las dos acciones en las que le probaron. Dejó un paradón a Benzema, solo para marcar como si de un penalti se tratase tras pase de Lucas Vázquez. Todo era Lucas y su orgullo en ataque. Otro centro suyo lo remataba Mayoral rozando el palo y un testarazo de Ramos lo sacaba el portero de un Leganés que contó cada segundo del final achicando en su área ante la desesperación de un Real Madrid a la deriva, sin opciones en Liga, eliminado de Copa y jugándose toda la temporada a una carta: el PSG en Liga de Campeones. De tocar el cielo sintiéndose invencible y campeón del mundo, a una crisis sin fin.
Real Madrid: Casilla; Achraf (Carvajal, m.69), Nacho, Sergio Ramos, Theo; Marcos Llorente (Modric, m.69), Kovacic, Isco (Borja Mayoral, m.77); Lucas Vázquez, Marco Asensio y Benzema.
CD Leganés: Champagne; Tito, Siovas (Mantovani, m.58), Bustinza, Diego Rico; Brasanac, Eraso; El Zhar (Naranjo, m.80), Amrabat (Raúl García, m.70), Gabriel; y Beauvue.
Goles: 0-1, m.31: Eraso. 1-1, m.47: Benzema. 1-2, m.55: Gabriel.
Árbitro: Gil Manzano (Comité Extremeño). Amonestó a Ramos (79) por el Real Madrid; Tito (27), Champagne (75) por el Leganés.
Incidencias: Encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 46.400 espectadores
Con Luis y con Leo, no hay sorpresas que valgan
No hay comentarios:
Publicar un comentario