ESPAÑA [1-1] RUSIA
Crónica de un fracaso anunciado
Los penaltis echaron a una España horizontal y ultraconservadora. Rusia sobrevivió siendo muy inferior. El VAR obvió un agarrón a Ramos. Akinfeev acabó en héroe
La maleta de España comenzó vacía y olvidada en el hotel. Conforme pasaban los minutos se iba llenando. Metieron primero las ganas, luego el sacrificio… y por último, cuando ya apenas cerraba, el sueño mundialista. España no pudo con Rusia. La selección española se marchaba a casa tras la polémica inicial de Lopetegui y Rubiales. Lo tenían todo para triunfar pero los egos y el poder pudieron más que la coherencia. Ahora toca levantarse y volver. Volver a jugar y volver a ganar.
Los nervios a flor de piel. Todo calculado a la perfección. La estrategia de los cambios y las jugadas ensayadas repasadas y estudiadas de principio a fin. Rusia a la contra, España con el balón. Algo estaba ocurriendo en el Estadio Luzhniki. Unos octavos de final de un Mundial se estaban jugando. ¿Nervios? En cada pase. La sonrisa irónica de Samedov en el minuto 9 de partido tras reclamar un saque de banda revelaba que algo no iba bien. España se gustaba, los hombres de Hierro se veían capaces.
Sergio Ramos no se puede olvidar que tiene que llamar a alguien. Ese fue su gesto a la cámara tras marcar el 1-0. Conexión Real Madrid para empezar a hacer la maleta rusa. Asensio, titular por primera vez en el Mundial, colocó el balón tras una falta a Nacho. Todo esto sucedía en la banda derecha mientras el capitán merodeaba el área. El centro fue medido al segundo palo, Ramos e Ignashevich lucharon por llegar al balón y finalmente cayéndose dentro del área, el ruso se marcó en propia puerta. El 1-0 había subido al marcador.
Rusia desapareció de su propia casa durante unos instantes. Lejos de su mejor versión, quedaron petrificados ante los controles de Isco y los cambios de orientación de Koke. La anfitriona no encontraba recursos para crispar el juego rival. Golovin pudo empatar con un disparo colocado en la recta final. Sin embargo, quien sí lo hizo fue Dzyuba de penalti. Piqué toco el balón con la mano dentro del área tras un centro desde la derecha y el árbitro no dudó. Dzyuba engañaba por completo a De Gea y el 1-1 subía al marcador.
El ritmo del partido se diluyó con el paso de los minutos. España, de más a menos, perdió la chispa y los hombres de Cherchesov ganaban comodidad con el juego español. Rusia insistía a base de disparos lejanos mientras los de Hierro se mareaban en un laberinto creado por ellos mismos. Un lugar desolado por la falta de movimientos y la ambición de no jugar a nada. La diferencia se encuentra en los pequeños detalles. Por ejemplo en los cambios. La anfitriona había realizado sus tres cambios en el minuto 60 de partido. España tardó más. Mucho más. Iniesta fue el primer revulsivo de Hierro en el 67′. Luego Carvajal por Nacho, que se marchó cojeando y tuvo que ponerse hielo tras sentarse en el banquillo. Por último Iago Aspas sustituyó a Diego Costa. España no encontraba nada nuevo. La monotonía había consumido las brillantes ideas de Isco y compañía.
La emoción volvió en el minuto 85 tras una buena jugada de España. Aspas asistió con el pecho a Iniesta y este reventó el balón desde fuera del área. En el trayecto Akinfeev apareció para acabar con el peligro. El tiempo se acababa y la prórroga asomaba a lo lejos para convertirse en realidad. Ganar un partido sin querer hacer gol es difícil de conseguir. España y Rusia se habían propuesto marcar sin disparar. Por ciencia infusa. La primera prórroga del Mundial la protagonizaron dos selecciones que se olvidaron del gol. El juego se volvió un continúo atasco en el centro del campo. Una operación salida de vacaciones en medio de un campo de fútbol.
Salvo un disparo lejano de Koke y una gran jugada de Rodrigo, la prórroga fue un trámite para llegar a los penaltis. Rusia se encerró en su campo desechando cualquier posibilidad de poner nervioso a De Gea. España tocó y tocó. El final, el mismo de siempre; despeje de la defensa y vuelta e empezar. La polémica llegó con dos posibles penaltis a favor de los españoles en la misma jugada. El VAR fue consultado y el partido continuó. La tanda de penaltis eran un hecho. España no había conseguido desempatar.
Akinfeev y De Gea tenían poco que perder y mucho que ganar. Rusia marcó cuatro, España tres. Koke y Aspas fallaron o se lo pararon. La cuestión es que ya de nada vale todo lo anterior. Iniesta, Piqué y Ramos cumplieron con sus penaltis pero no bastó. No fue suficiente. Ahora tendrán que buscar la ilusión y completar la regeneración que comenzó Lopetegui mientra Rusia avanza a cuartos
España: De Gea; Nacho (Carvajal, m.70), Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Koke; Isco, Silva (Iniesta, m.66), Marco Asensio (Rodrigo, m.104); y Diego Costa (Iago Aspas, m.80).
Rusia: Akinféev; Mario Fernandes, Kutépov, Kudriashov, Ignashévich, Zhirkov (Granat, m.46); Zobnin, Kuziáev (Erokhin, m.97); Samédov (Chéryshev, m.61), Golovín y Dzyuba (Smolov, m.65).
Goles: 1-0, m.11: Ignashévich en propia puerta. 1-1, m.41: Dzyuba.
Tanda de penaltis: 1-0: Iniesta. 1-1: Smolov. 2-1: Piqué. 2-2: Ignashévich. 2-2: Koke falla. 2-3: Golovin. 3-3: Ramos. 3-4: Chéryshev. 3-4: Aspas falla.
Árbitro: Bjorn Kuipers (Holanda). Amonestó a Piqué (40) por España; y a Kutépov (54), Zobnin (71) por Rusia.
Incidencias: Encuentro de octavos de final del Mundial 2018, disputado en el estadio Luzhnikí lleno, con 78.011 espectadores, 3.000 de ellos españoles. El rey Felipe VI y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, encabezaron la relación de autoridades del palco de honor.
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