Desaparecidos entre teutones
Un gol de Calhanoglu da ventaja a los germanos en la eliminatoria. Los rojiblancos, que acabaron con diez, recibieron de su propia medicina. Tiago y Godín se perderán la vuelta
Llegaba la fase decisiva para el vigente subcampeón, el Atlético de Madrid,
en la Liga de Campeones. Los rojiblancos buscaban repetir la fantástica
actuación de la pasada edición con el objetivo de regresar a Alemania
para disputar de nuevo la final. Eliminados de la Copa del Rey y a siete
puntos de líder en la Liga, la Champions se antojaba como la principal
esperanza de los de Simeone esta temporada. El primer escollo pasaba por
el BayArena visitando al Bayer Leverkusen.
Un conjunto germano que no llegaba a la cita en su mejor momento tras
vencer solo en uno de sus últimos cinco encuentro en la Bundesliga.
La eliminatoria arrancó con mucho ritmo y con el Bayer Leverkusen más
seguro de sí mismo y con una mayor presencia ofensiva. Los de Simeone
se mantenían a la expectativa y con las líneas muy juntas pero apenas se
acercaban a las proximidades de Leno. Tampoco es que los germanos
pusieran en serios aprietos a Moyá pero sí que gozaron de la primera
gran ocasión del partido para adelantarse. Fue tras un córner que no
acertó a despejar Moyá. El disparo final de Spahic salió muy manso lo
que permitió a Mandzukic despejar el balón bajo palos. Se salvaban los
rojiblancos, desorientados por el buen hacer de los locales.
El dominio de los de germanos era absoluto y el Atlético era incapaz
de hilvanar un jugada larga. No concedían una mínima tregua los de Roger
Scmift, que causaban serio peligro a la contra. En una de ellas, en la
que llegaron hasta zona ofensiva con siete jugadores, Bender tomó una
mala decisión en el pase final. La sensaciones no mejoraban para los
rojiblancos y Spahic pudo marcar un auténtico golazo tras un soberbio
disparo lejano que se estrelló en la madera y dejó temblando la meta de
Moyá. Los madrileños intentaban escapar del entramado alemán pero se
topaban con un conjunto que les ganaba en su principal virtud, la
intensidad.
Los enanos le crecían a un Simeone que se desesperaba por momentos.
En apenas diez minutos de diferencia, Siqueira y Saúl tenían que dejar
el campo lesionados para dar entrada a Jesús Gámez y a Raúl García,
respectivamente. El plan del Cholo se desvanecía. Pero, curiosamente,
los cambios coincidieron con los primeros brotes verdes de su equipo.
Griezmann pudo cabecear a la red el primero de la noche pero Leno se
anticipó de forma providencial. Ya en el descuento llegó la ocasión más
clara de los madrileños. La volea de Tiago la desvió con una
intervención felina el meta alemán cuando la numerosa afición colchonera
presente en las gradas cantaba el gol.
Tras el descanso el partido perdió algo de ritmo, o más bien el
Bayer, lo que permitió algo más de tranquilidad para los rojiblancos.
Una tranquilidad muy relativa porque la tregua sobre el tapete era
mínima entre dos conjuntos que se exprimían al máximo. Así se pudo ver
en el minuto 57 cuando el Bayer aprovechó un desbarajuste en la zaga
colchonera para romper la igualada. Bellarabi arrastró a toda la defensa
y la dejó a la derecha para que Calhanoglu fusilara a Moyá. El Bayer
lograba su objetivo y pasaba la presión a los de Simeone.
El tanto no hizo reaccionar a los rojiblancos, evidenciado que no era
su día. Afortunadamente, tampoco era el día de los germanos al
contragolpe. Volvieron a desaprovechar con estrépito un nuevo
contragolpe en superioridad numérica. El balón le quemaba en los pies a
los rojiblancos y la sensación de peligro era mínima. A pesar de ello,
Torres, que había entrado minutos antes, tuvo un buena oportunidad para
empatar pero su remate manso lo atrapó Leno. El 'Niño' sí marcaría
minutos más tarde tras un córner botado por Griezmann, pero el colegiado
lo anuló al interpretar que el balón había superado previamente la
línea de fondo.
Por si no fueran ya pocos los problemas que estaba teniendo el
conjunto rojiblanco, Tiago se precipitó en una entrada y dejó a su
equipo con diez por doble amarilla. Con uno menos el Atlético se
defendió como pudo y Miranda le quitó el segundo Papadopoulos. El Bayer
pareció conformarse con el 1-0 y el marcardor ya no se movería. La buena
noticia para los de Simeone es que llegan vivos al Calderón a pesar de
completar el peor partido que se le recuerda en Champions de la era
Simeone.
Bayer Leverkusen: Leno; Hilbert, Spahic, Papadopoulos, Wendell; Bender (Rolfes, m. 67), Castro, Calhanoglu (Brandt, m. 87), Son, Bellarabi y Drmic (Kiessling, m. 79).
Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Godín, Miranda, Siqueira (Gámez, m. 38); Tiago, Gabi, Saúl (Raúl García, m. 43), Arda Turan; Griezmann y Mandzukic
Goles: 1-0. m. 56: Çalhanoglu.
Árbitro: Pavel. Královec (República Checa). Expulsó por doble amarilla a Tiago, del Atlético de Madrid, en el minuto 76. Amonestó a los locales Papadopoulos (m. 36), Bender (m. 62), Kiessling (m. 89) y Castro (m. 89) y a los visitantes Godín (m. 60) y Torres (m. 89).
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Bay Arena de Leverkusen ante unos 30.000 espectadores.
ARSENAL FC [1-3] AS MÓNACO
Los Gunners caen en la trampa monegasca
El planteamiento del técnico portugués salió a la perfección y los monegascos dieron la sorpresa en el Emirates. El final fue de infarto
Con la obligación por bandera se presentaba la noche de Champions para el Arsenal.
Cuatro años acumulan los gunners sin pasar la ronda de octavos (Bayern
–en dos ocasiones, Milan y Barça lo impidieron anteriormente), por lo
que el partido ante un Mónaco
de a priori una entidad mucho menos se antojaba vital. Con Cazorla
acompañando a Coquelin y con un ataque formado por Özil, Alexis, Welbeck
y Giroud, Arsène Wenger se hacía valiente en el reencuentro con el que
fue el club de su corazón.
El problema es que ese atrevimiento con el que salió el técnico
francés y que demostró el Arsenal en los primeros minutos del encuentro
se fue diluyendo poco a poco conforme la trampa monegasca los iba
engullendo. El ritmo del partido fue bajando, la precisión de los
locales también, y el encuentro fue entrando en la dinámica que seguro
había soñado anoche Leonardo Jardim. Los franceses, tremendamente
ordenados, impidieron que fluyera el siempre vistoso juego del cuadro de
Wenger, y ahí se fue haciendo con el partido.
Las posesiones, cada vez más cortas, las llegadas, inexistentes, y la
desesperación comenzaba a invadir el Emirates. El colmo llegaría con el
gol de Kondogbia. Conducía Moutiho, muy solo ante la leve presión de
Coquelin, aparecía el ex del Sevilla y su disparo lejano tocaría en
Mertesacker para acabar batiendo a Ospina. La sorpresa saltaba en
Londres y el último tramo de la primera parte reflejó la clara
superioridad y el control total del conjunto monegasco.
Pese a que quisieron dar un paso al frente, representado en la figura de Cazorla, los gunner acabaron por llevarse otro golpe recién comenzado el segundo tiempo. Un contragolpe de manual inciado por Fabinho y culminado por Martial para el pase a Berbatov, colocaba el segundo el marcador y dejaba helado al Emirates. Un gol que escocía el doble viniendo de un ex del Tottenham como el búlgaro.
El final del encuentro desató la locura. Oxlade dio esperanzas en el 90 con un sensacional disparo desde la frontal, pero Ferreira-Carrasco heló de nuevo Londres cuando el partido parecía visto para sentencia. Nuevo fracaso del Arsenal a la hora de la verdad. Difíil tarea la que les queda a los gunners si quieren remontar en Mónaco. Se avecina tormenta en el norte de Londres.
Pese a que quisieron dar un paso al frente, representado en la figura de Cazorla, los gunner acabaron por llevarse otro golpe recién comenzado el segundo tiempo. Un contragolpe de manual inciado por Fabinho y culminado por Martial para el pase a Berbatov, colocaba el segundo el marcador y dejaba helado al Emirates. Un gol que escocía el doble viniendo de un ex del Tottenham como el búlgaro.
El final del encuentro desató la locura. Oxlade dio esperanzas en el 90 con un sensacional disparo desde la frontal, pero Ferreira-Carrasco heló de nuevo Londres cuando el partido parecía visto para sentencia. Nuevo fracaso del Arsenal a la hora de la verdad. Difíil tarea la que les queda a los gunners si quieren remontar en Mónaco. Se avecina tormenta en el norte de Londres.
Arsenal FC: Ospina; Bellerín, Mertesacker, Koscielny, Gibbs; Coquelin (Oxlade-Chamberlain, m.68), Cazorla (Rosicky, m.81), Özil; Alexis Sánchez, Welbeck y Giroud (Walcott, m.60).
AS Monaco: Subasic; Touré, Wallace, Abdennour, Elderson; Fabinho, Kondogbia, Joao Moutinho; Dirar (Kurzawa, m.82), Martial (Silva, m.84) y Berbatov (Ferreira-Carrasco, m.75).
Goles: 0-1, m.39: Kondogbia. 0-2, m.53: Berbatov. 1-2, m.90: Oxlade-Chamberlain. 1-3, m.93: Ferreira-Carrasco.
Árbitro: Deniz Aytekin (Alemania). Amonestó a Coquelin (m.41), Bellerín (m.73) y Özil (m.86), del Arsenal; y a Elderson (m.45) y Joao Moutinho (m.90+1), del Mónaco.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Emirates Stadium (Londres), ante 55.000 espectadores.
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