domingo, 8 de enero de 2012

ANÁLISIS DE LA JORNADA 18 DE LA LIGA BBVA

 
Manolo Jímenez sigue buscando el antidepresivo maño

Un gol de Bernardo al filo del descanso fue suficiente para otorgar los tres puntos al conjunto cántabro, que empieza el año con un resultado positivo. El Zaragoza, más colista.

 

 

Duelo de necesitados en El Sardinero. Los dos peores equipos de la Liga esta temporada se veían las caras dispuestos a cambiar sus dinámicas en el arranque del nuevo año para dejar atrás los fantasmas en el debut como técnico de Manolo Jiménez al frente del Zaragoza.

El partido comenzó con poco ritmo aunque el Racing mostró muy pronto su predisposición por tener el dominio de la pelota. A pesar de que ambos equipos hacían pocos méritos para llegar a la potería contraria, lo cierto es que los cántabros intentaban encontrar el gol con más insistencia.

Mientras, el Zaragoza se dedicó a peregrinar en el desierto. Los maños no eran capaces de conectar entre ellos debido al dominio en la medular de Colsa y Diop, que llevaban el peso del partido, mientras la distancia entre líneas era excesiva para canalizar juego. Solo Luis García, siempre voluntarioso, generó algún amago de peligro para su equipo.

Pese a que el Racing se acercaba a la portería de Roberto, los de Juanjo González no consiguieron adelantarse en el marcador hasta el final de la primera parte. Los avisos de Colsa o Stuani, que remató de tacón un balón que despejó bajo palos Pinter sobre la línea, fueron el preludio del primer gol de partido.

A falta de escasos segundos para el final de la primera parte, y tras un saque de esquina botado por Diop, el ex sevillista Bernardo, que había subido para buscar el remate, conectó un testarazo cruzado ante el que nada pudo hacer el portero. El Racing se adelantaba en el marcador justo antes del descanso.

En la segunda mitad, el guión cambió. Rubén Micael entró en el terreno de juego para intentar poner orden en la medular del Zaragoza y el conjunto blanquillo recuperó el sosiego para reencontrarse a sí mismo en el partido. Los de Manolo Jiménez adelantaron sus líneas e intensificaros su presión para recuperar el balón cerca de la portería de Toño.

A pesar de que el cancerbero del Racing no tuvo demasiado trabajo para detener disparos, lo cierto es que los visitantes daban una mayor sensación de peligro gracias a las incorporaciones de Luis García, Fernando Meira o el propio Micael, aunque ninguno acertó con la portería. La mejoría era evidente pero también insuficiente para los aragoneses, que echaron de menos otro delantero...

Mientras el Racing no perdía la cara al partido e hipotecaba sus opciones del contragolpe. A pesar de que los cántabros tuvieron que retroceder ante el empuje del Zaragoza, que buscaba la remontada, los de Juanjo González generaron mucho peligro gracias a futbolistas como Arana o Acosta, que tuvieron mucha movilidad en la zona delantera.

Los visitantes agobiaron hasta el final, e incluso Edu Oriol estrelló un lanzamiento en el larguero cuando solo faltaban tres minutos para el final del choque. No habría tiempo suficiente para un equipo que tardó demasiado en reaccionar.

Con este resultado, el Zaragoza se queda en el fondo de la clasificación y se aleja todavía más de la salvación, mientras que el Racing de Santander consigue tres puntos importantes para obtener oxígeno en la lucha por evitar el descenso y despegarse de un rival directo en la tabla clasificatoria.



Racing de Santander: Toño; Álvaro, Torrejón, Bernardo, Cisma; Colsa, Diop (Tziolis, min 74); Arana, Adrián (Jairo, min 66), Acosta (Munitis, min 82); y Stuani.

Real Zaragoza: Roberto; Juárez, Da Silva, Pinter, Paredes; Meira, Antonio Tomás (Barrera, min 58); Juan Carlos (Micael, min 46), Luis García, Lafita (Oriol, min 83); y Postiga.

Goles: 1-0, min 45. Bernardo.

Árbitro: Paradas Romero (Comité Andaluz). Mostró cartulinas amarillas a Paredes, Meira y Antonio Tomás por el Zaragoza y a Diop y Arana por el Racing.

Incidencias: Partido de la decimoctava jornada de la Liga de Primera División, disputado en los Campos de Sport de El Sardinero ante unos 10.000 espectadores. Se brindó un minuto de aplausos en homenaje a Emeterio Somonte, "Terio", utillero del Racing hasta la década de los 80, fallecido esta semana.

 

 
Empate soporífero para abrir el 2012 en Orriols

Bonito partido en el Ciutat de Valencia, sin demasiadas ocasiones pero con buenas intenciones. Munúa fue el mejor, parándolo todo. Cuarto empate a domicilio del Mallorca.

 

 

Lo peor, y lo más injusto de todo, ha sido el resultado. El 0-0 suele llevar sabor amargo en el fútbol, pero en este caso el empate ha sido un premio para los dos equipos, que no se merecían marcharse con las manos vacías del Ciutat de Valencia.

En especial el Mallorca, que venía de hacer un partido "horrible" (Caparrós dixit) en la derrota 2-0 ante la Real Sociedad por la Copa. El míster les metió caña en la semana y, por lo visto, la arenga ha dado resultado. Los baleares bien pudieron haber ganado hoy en casa del Levante, dónde sólo había puntuado el Valencia en esta Liga.

Aún sin ocasiones claras de gol, ni siquiera remates francos, el partido tenía buena pinta al inicio. Destacaba el trabajo de los medios locales, en especial Xavi Torres, pero el Mallorca lograría equiparar la lucha por la posesión gracias al tremendo trabajo de Fernando Tissone. Fue el mejor de los visitantes, el argentino.

Mientras tanto, avisaba el Levante con un disparo alto de Barkero (m.14) y respondía el Mallorca con un centro de Pereira que salvó en el área Del Horno (m.16). El extremo galo trajo muchos problemas a Juanfran en la banda zurda local.

Delante, el Mallorca también picaba, y por poco N'Sue no anota el 0-1 a los 22 minutos. Lo evitó Munúa con la primera de una serie de grandes intervenciones. El portero uruguayo ya demostraba quién era el amo en su área.

Sin ocasiones claras se llegó al descanso, pero el segundo tiempo ganaría en emociones. A poco de reiniciarse, N'Sue tuvo una clarísima, tras centro de Pereira (m.46), pero Emilio remató alto; Al 51, lo intentó Cendrós, encontrando la gran respuesta de Munúa, y al 53 respondió Rubén Suárez lanzando cerca un libre directo. El zurdo no hizo un buen partido y fue sustituido por Aranda.

El partido iba a más. A puro ritmo, Tissone, que se comía la cancha, dejó de cara al gol a Víctor en una contra, pero el punta dio mucho a tiempo a Munúa, que le atoró muy bien (m.61). Al 64, casi llega el gol granota, con un disparo de Juanfran que se fue lamiendo el larguero. El gol, parecía, podría caer en cualquier momento.

 

Pudo estar al minuto 65, pero a Arouna Koné le anularon un gol tras rematar en fuera de juego -por los pelos- un centro-chut de Barkero; al 69, Munúa realizó la mejor parada de la tarde sacando una mano imposible ante un libre directo de Pep Martí que se le metía en la escuadra.

Allí sí que bajaron, al fin, un poco el pistón los dos equipos. Tanto buscar sin recompensa hace que en determinado momento se piense en lo que se tiene -el empate- antes que la nada. Y por mucho que lo intentó JIM sacando a Vicente Iborra para los útimos minutos, el marcador no se modificó. El propio Iborra tuvo el último uhhhh, lanzando desviado de zurda (m.87).

El empate se ajusta perfectamente a lo que pasó en la cancha. El Levante suma su primera igualdad de todo el torneo en casa -antes, seis victorias y una derrota-, y el Mallorca se confirma como un buen sumador a domicilio, pues amarró su cuarto empate fuera, además de una victoria. Está bien que los dos hayan sumado. Nadie merecía perder.
 

 


Levante UD: Munúa, Pedro López, Del Horno, Ballesteros, Juanfran; Xavi Torres (Iborra, m.85), Farinós, Rubén (Aranda, m.63), El Zhar (Higón, m.78); Barkero y Koné.

RCD Mallorca: Aouate, Pau Cendros, Chico Flores, Ramis, Bigas; Pina (Martí, m.59), Tissone, Chori Castro (Alfaro, m.46), Casadesus (Nunés, m.90); Nsue y Pereira.

Árbitro: Undiano Mallenco (Colegio Navarro). Amonestó por el Levante a Pedro López y Farinós, y por el Mallorca a Pina y Pau Cendrós.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 18 disputado en el estadio Ciutat de Valencia ante 10.560 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Emilio Estrelles, responsable de relaciones externas del comité de árbitros de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana, y de Ramón Pardo Ruiz, padre de Andrés Pardo, subdirector de las categorías inferiores del Levante.


La Real se estrella con el muro rojillo

Ambos equipos dispusieron de buenas ocasiones para marcar, pero ninguno lo logró, en parte gracias a la gran actuación de Andrés Fernández.

 


El fútbol está en deuda con la Real. Su arbitrariedad le privó de una victoria merecida ante Osasuna en otra tarde mágica. El equipo se marchó entre aplausos, reflejo de su buen hacer sobre el mojado césped de Anoeta. Sólo faltó el gol, porque todos los demás ingredientes estaban sobre la mesa. Una lástima no haber ajusticiado a un rival directo que hoy saborea las mieles europeas y que decepcionó con su planteamiento subterráneo.

La Real va a más y ayer confirmó las sensaciones positivas de las últimas semanas. El parón navideño no ha frenado su ímpetu. Lo ha multiplicado, para ser más exactos. Únicamente la falta de puntería y los guantes de Andrés Fernández -nuevo héroe rojillo- evitaron un triunfo lógico. Por desgracia, los designios de este juego no se rigen por el sentido común.

Con una despliegue físico impresionante, la Real apabulló a su vecino navarro en un primer tiempo para enmarcar. El balón circulaba con precisión y velocidad por todas las zonas del campo y llegaba con facilidad a los dominios del meta osasunista. Hasta media docena de ocasiones claras se contabilizaron en este periodo, con Griezmann, Vela y Agirretxe como protagonistas. Formaron un tridente ofensivo que hizo gala de su dinamismo y calidad, complicando el trabajo de destrucción de la zaga. 

Pero el fútbol de la Real nacía más abajo, en la medular. Aranburu, Zurutuza y un Elustondo en plan estelar maniataron a los centrocampistas enemigos con marcajes estrechos y una presión asfixiante en campo contrario.

Osasuna no sabía cómo superar el entramado defensivo urdido por Montanier y sufrió la avalancha blanquiazul durante los 45 minutos más largos que recordarán. No les duraba el balón veinte segundos en las botas y ya volvía al control de la Real. Zurutuza probó fortuna con un centro chut al que Andrés respondió no sin dificultades. Agirretxe lo intentó desde la frontal. Y Vela llevaba el uy a las gradas con un lanzamiento de falta que se marchó rozando el lateral de la red.

Hubo más y mejores oportunidades antes del descanso. Cadamuro recogió un envío largo en el segundo palo y estrelló su volea en el cuerpo de Andrés. Y Griezmann se sacó de la chistera un derechazo lejano que a punto estuvo de sorprender al portero visitante. Con una sonrisa en los labios y la conciencia tranquila por el deber cumplido, la Real se fue a vestuarios sin poder evitar esa sensación agridulce por lo que pudo ser y no fue.

Las fuerzas se igualaron en la reanudación. El cansancio empezó a hacer mella en las piernas de los futbolistas y Osasuna comenzó a asomarse con regularidad a la parcela protegida por Bravo, espectador de excepción hasta entonces gracias al esfuerzo y colocación de sus compañeros.

Timor recuperó un balón en zona de tres cuartos y testó los reflejos del chileno. Fue un espejismo, pues la Real no se rindió en ningún momento y siguió percutiendo la retaguardia osasunista.

Griezmann dibujó un eslalon que estremeció los cimientos de Anoeta. Y Agirretxe, tras un rebote, obligó a Andrés a intervenir por enésima vez. El 0-0 parecía inamovible, como así se confirmó tras el pitido del árbitro, pero los txuri urdin estaban dispuestos a regatear al cruel destino que les tenía preparado el fútbol.

Montanier metió a Xabi Prieto e Ifrán con la esperanza de que la balanza se desnivelara en cualquier instante. Con el diez en acción el equipo perdió movilidad y todo resultó más fácil para Sergio, Flaño, Damiá y compañía, más pendientes a esas alturas de proteger el botín conquistado a base de sudor y patadas que de lanzarse con convicción a por el premio gordo.

El partido languidecía según se acercaba la hora y la Real se dedicó a colgar balones al área, sin éxito. La estatura media de los defensores rojillos abortó el más mínimo indicio de peligro por alto. Aún tuvo tiempo Griezmann de cruzar en exceso un servicio medido de Aranburu e Ifrán cerró las hostilidades con un disparo que, como no podía ser de otra manera, se topó con Andrés en su camino hacia el gol.

Osasuna se escapó vivo de Anoeta, pero la grada reconoció la entrega de los suyos y saludó con estruendo el empate definitivo. No siempre el rival va a tener tanta suerte ni los finalizadores tan desviado el punto de mira. Si el mismo encuentro se celebrase otras cien veces, noventa y nueve acabarían con victoria realista.

El problema es que el punto, sin ser malo, no ayuda a clarificar el panorama clasificatorio. La Real continua inmersa en la lucha por escapar de los puestos de descenso, batalla en la que abundan los equipos sin gran cosa que llevarse a la boca. Es precisamente ésa certeza la que ha de impulsar las ilusiones de una plantilla que aprende sobre la marcha cómo se les gastan en Primera División.

Lo más positivo de la velada fue comprobar que el estilo Montanier ha calado en la caseta. Tras unas semanas de dudas y titubeos, la Real ha retomado la senda del toque para hacer un guiño al fútbol, aunque éste no siempre se dé por aludido. Quizás prefiera repartir los puntos con simulacros de equipo como Osasuna, cuya propuesta antediluviana exasperaría al más forofo. O conceder galones a colegiados como Teixeira Vitienes, quien en su afán por dejar jugar olvidó castigar las continuas ilegalidades visitantes. Si ahonda en esta vía, igual algún día se descubre a sí mismo solo, sin nadie que le quiera.

Las cuentas están claras: el fútbol le debe una a la Real. Y bien gorda. Porque si ayer hubo un equipo en el verde que buscó la gloria, ése fue el que vestía de azul y blanco.

 

Año nuevo en el Madrid, la pegada sigue siendo la misma

Festival de goles en el Bernabéu después de un inicio dubitativo por parte de los de Mourinho. El Granada aguantó en la primera media hora pero después se deshizo sobre el césped.

 

 

El Real Madrid debía reciclarse después de la basura esparcida en la primera parte en el partido ante el Málaga, y lo hizo a base de goles ante el Granada. No a base de fútbol, pero sí de una nueva e inapelable goleada. Y es que tres goles llegados en momentos clave del partido le permitió a los blancos vivir de las rentas durante una insulsa segunda parte y poner suficiente tierra de por medio frente a un Granada animoso y descarado que llegó a ponerse con empate a uno, y que no bajó los brazos en ningún momento del partido. Especialmente durante una vistosa primera parte donde ambos equipos compartieron posesión y ocasiones de gol. Esta vez a los pupilos de Mourinho no les hizo falta pisar a fondo el acelerador, bastó su efectividad goleadora para mantener el liderato en Liga una jornada más. Y de paso, guardar fuerzas de cara a lo que se presume una batalla en La Rosaleda.

Como muestra, el hecho de que la primera parte fuera una oda contra el fútbol mecanizado. Acostumbrado el aficionado madridista a ver partidos de su equipo en los que saca la apisonadora y poco a poco le va restando terreno al rival hasta aplastarle literalmente, esta vez resultó una primera mitad bella en su imperfección. Unos cuarenta y cinco minutos iniciales en los que el Real Madrid se mostró en ocasiones excesivamente condescenciente en defensa y poco certero en ataque, y con un Granada que se propuso disfrutar de la visita al Bernabéu quitándose del cuello el yugo del miedo escénico y practicando su fútbol alegre sin complejos. Así, sumando el talento local al descaro visitante, se vivió una primera mitad con una veintena de ocasiones de gol, con alternativas en las dos porterías, y hasta con tres goles.


En ella volvió a destacar nuevamente Karim Benzema. El francés está de dulce, y el otrora apático y errante delantero es hoy uno de los mejores canalizadores del caudal ofensivo del Real Madrid. Con un Ozil que antes fue faro y hoy no llega a linterna, en ocasiones excesivamente dormido, y un Ronaldo ahogado en sus propias obsesiones y filigranas, el francés fue nuevamente ante el Granada el guía madridista, y a la postre uno de los mejores en el equipo merengue, marcando además dos goles. Y precisamente, si por algo no fue perfecta la noche para el madridismo, fue porque el ‘9’ local tuvo que dejar el terreno de juego lesionado a los cincuenta minutos.

En ese partido de ida y vuelta que se convirtió la primera mitad, de hecho fue el francés el que abrió el marcador aprovechando una pared fallida entre Ronaldo y Ozil para marcar a placer desde dentro del área pequeña a los veinte minutos. Hasta entonces el Real Madrid había asediado la portería de Roberto y el gol que abriera una inevitable goleada parecía cuestión de tiempo. Sin embargo, conseguido el 1-0, el Granada puso sus cartas sobre la mesa dos minutos después. Mikel Rico cabeceó a gol un centro lateral que reafirmó la idea de que con ese fútbol despreocupado –que no desangelado- podía rascar algo del Bernabéu. 

 

Y no rascaría los tres puntos, pero sí logró que el cuadro blanco zozobrara hasta que marcara el segundo tanto, mirarle a los ojos al Real Madrid durante lo que restaba de primera mitad, cercar la portería de Casillas en dos clarísimas ocasiones en los pies de Mikel Rico y Siqueira, y lo que para muchos es un intangible inservible pero muy valioso para la moral del grupo, salir con la cabeza alta del coliseo blanco. Porque sí salieron derrotados, pero no vapuleados. En parte por su buen hacer, y en otra buena medida, porque el Real Madrid no terminó nunca de pisar el acelerador a fondo.

Su talento, y sobre todo esta noche, su efectividad goleadora, le bastaron para llevarse la victoria. Y es que a la media hora de partido, y justo cuando más se lo creía el cuadro rojiblanco, Ramos marcaría el gol de la tranquilidad al cabecear a gol un córner. Un tanto que encauzaría una victoria sellada nada más regresar de los vestuarios. Y es que en apenas cuatro minutos, los goles de Higuaín y Benzema pusieron la puntilla al encuentro. 


El argentino marcaría desde dentro del área aprovechando una jugada embarullada, y la fortuna de que su disparo fuera desviado por un defensor. Y el francés lo haría con un bello tiro cruzado desde el pico del área después de un buen recorte a su marcador. Dos tantos para meterse la victoria en el bolsillo, y de paso, romper de golpe esa bella incertidumbre sembrada en la primera mitad. Y es que de ahí en adelante, y ya con el 4-1 en el marcador, el partido se tornó en un simple y burdo paso de minutos.

Callejón –alentado curiosamente tanto por la afición local como visitante-, Kaká y Altintop tuvieron sus minutos. También Fran Rico, capitán del Castilla la temporada pasada además de una de las mejores perlas que ha dado La Fábrica merengue en los últimos años, y que curiosamente debutó en Liga en el Bernabéu con la camiseta del Granada, que no la del Real Madrid. Pero sólo Ronaldo puso la nota de color a una gris e insulsa segunda mitad al cerrar la manita cuando el encuentro ya expiraba con uno de sus potentes tomahawk, aunque no fuera literalmente a balón parado. La guinda a una efectiva victoria lograda a medio gas que reafirma la moral merengue a los pocos días de jugarse el pase a los cuartos de final en Málaga.

 


Real Madrid: Casillas; Lass, Ramos, Varane, Marcelo; Xabi Alonso, Khedira; Özil (Kaká, m.67), Benzema (Callejón, m.53), Cristiano Ronaldo e Higuaín (Altintop, m.83).

Granada CF: Roberto; Nyom, Íñigo López, Diakhaté, Siqueira; Mikel Rico, Yebda (Fran Rico, m.62), Martins (Abel Gómez, m.77); Uche, Dani Benítez e Ighalo (Alex Geijo, m.66).

Goles: 1-0, m.20: Benzemá. 1-1, m.22: Mikel Rico. 2-1, m.34: Sergio Ramos. 3-1, m.46: Higuaín; 4-1, m.51: Benzema; 5-1, m.90: Cristiano Ronaldo.

Árbitro: César Muñiz Fernández (Comité Asturiano). Mostró tarjeta amarilla a Roberto (m.24), a Higuaín (m.60)

Incidencias: Encuentro de la decimoctava jornada de Liga disputado en el estadio Santiago Bernabeu ante unos 78.000 espectadores.

 

Simeone logra el mal menor en su debut colchonero

Los dos equipos tuvieron algunas situaciones de gol, pero no lograron abrir el marcador. El debut de Cholo Simeone como entrenador colchonero tiene cosas positivas.

 

 

Málaga y Atlético de Madrid necesitaban la victoria para afianzarse en sus objetivos europeos y al final el choque deLa Rosaleda terminó en tablas, el resultado que menos convenía a ambos. Aunque los locales tuvieron el controldel balón, con más claridad en la primera mitad, le faltó acierto en el remate. Y en el fútbol para ganar hay que marcar goles.

Pellegrini hizo cambios en todas las líneas y buscó que la conexión de los "jugones"( Carzola, Buonanotte e Isco) surtierade balones a Rondón en ataque. Y a fe que en los primeros 45 minutos el Málaga mereció más ante un Atlético que nocambió en demasía su imagen, pese a la llegada de Simeone al banquillo.La primera gran ocasión la tuvo Buonanotte, a los 6´, pero Courtois acertó a despejar con el brazo. Una declaración deintenciones de ir por el partido en los locales. Con esta tónica siguió el juego.

En el minuto 17 llegó la mejor oportunidadde la noche. Saque de esquina de Cazorla y fenomenal cabezado de Rondón a la escuadra que salvó el meta belga a córner.El Málaga tenía el balón y el Atlético a verlas venir. Pero curiosamente la primera y única ocasión rojiblanca en este períodoestuvo a punto de terminar en gol. Fue en el minuto 29 cuando un disparo de Salvio rebota en Weligton y se va al larguero.Pese al susto el control era de los locales y los visitantes endurecieron el choque en los últimos minutos. Un disparo alto deCazorla( 32´) y una falta lanzada por el que no acertó a rematar Toulalan( 41´) cerraron el tiempo donde el Málaga mereció más.

Tras el descanso pareció reaccionar el Atleti, con gol anulado incluido a Falcao a los 48´por falta a Willy Caballero en el áreapequeño, pero se diluyó enseguida. Diego no conectaba con el colombiano, que estuvo negado toda la noche y que hastadebió ser expulsado a los 65 minutos por una patada al tobillo de Monreal en el centro del campo.Recuperó el Málaga el balón, pero se encontró con un rival muy retrasado y bien posicionado en defensa. Las líneas estabanmuy juntas y el Málaga no encontraba los huecos para llevar peligro a Courtois. Pellegrini recurrió a Van Gol y Duda pero otravez los cochoneros tuvieron su oportunidad a balón parado. Fue en el minuto 70 cuando un cabezazo de Godin, tras un corner,lo sacó con el pecho junto al poste Cazorla.

Conforme avanzaba el reloj se veía con más cansancio a los jugadores y hasta con una sensación de conformismo con el empate.Y en esas, a los 86´, un chut colocado de Diego desde el borde del área pasó rozando el poste. Está claro que hoy solo elequipo de Simeone solo podía marcar en una acción individual. Pero todo terminó con el 0-0 inicial que mantiene la distancia decinco puntos para los costasoleños, que provisionalmente duermen en zona europea aunque dejaron escapar una buena oportunidadante el Atlético. Bien la defensa y el trabajo de sus centrocampistas.

En los de Simeone, que tiene mucho trabajo por delante, a destacar los impulsos de Diego, alguna acción de Tiago y la escasa aportación de dos de sus grandes fichajes, Falcao y Arda Turan. Como visitante los del Manzanares suman 2 de 24 puntos posibles. Preocupante si sueñan con Europa.



Málaga CF: Caballero; Gámez, Demichelis, Weligton, Monreal; Juanmi (Van Nistelrooy, m. 69), Toulalan, Cazorla (Apoño, m. 86) Buonanotte (Duda, m. 73); Isco y Rondón.

Atlético de Madrid: Courtois; Perea, Godín, Domínguez, Filipe Luis; Juanfran, Tiago, Gabi, Salvio (Arda, m. 69); Diego y Falcao (Adrián, m. 89).

Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Mostró tarjetas amarillas a los malaguistas Demichelis (m. 57), Sergio Sánchez (m. 61) y Apoño (m.90), y a los jugadores del Atlético de Madrid Domínguez (m. 21), Filipe Luis (m. 27), Tiago (m. 59), Falcao (m. 65) y Perea (m. 90).

Incidencias: Partido correspondiente a la decimoctava jornada de Liga de Primera División diputado en el estadio de La Rosaleda ante 30.000 espectadores.


Vallecas amarga el regreso de Reyes

Tercera derrota consecutiva en Liga para los hombres de Marcelino, que ofrecieron una imagen gris ante un rival que, con ilusión y buen juego, se llevó los tres puntos.

 

 

Una vez más, y van seis, los aficionados del Rayo Vallecano desayunaron partido de fútbol en el estadio de Vallecas. Habría que buscar en los anales de la historia del balompié para encontrar la última vez en la que el Sevilla madrugaba tanto para jugar al fútbol. Quizá en algún partido de categoría inferior, aunque seguro que ya ha llovido desde que ocurriese aquello. De todas formas, y a pesar del atragante, la ocasión lo merecía, pues José Antonio Reyes volvía a enfundarse la hispalense después de algunos meses convulsos en el Atlético de Madrid. Su felicidad reflejada en el juego del equipo. Sus aptitudes, por tanto, que aportaban al ataque del conjunto sevillista.

Un equipo, el de Marcelino, que durante el primer tiempo llevó la iniciativa en Vallecas pero que se fue perdiendo al descanso por un error en la última acción del periodo. Anotadas claras ocasiones visitantes para el canterano Luna en la banda zurda, con un tiro que no se marchó lejos de la portería de Dani, y otra más en la que el debutante Reyes no acertó a controlar el balón dentro del área pequeña cuando lo tenía todo de cara para anotar en la portería madrileña.

Como protagonista del choque, Federico Fazio, al que se le anuló un gol por dudoso fuera de juego con apenas cuarto de hora de partido. Más tarde, al borde del descanso, el argentino volvería a ser protagonista, quizá antagonista esta vez, ya que su movimiento fue contrario a los intereses de su equipo. En la última jugada de la primera parte, tras una falta botada desde lejos por Roberto Trashorras, el espigado defensor estorbaba a Javi Varas en su salida, escapándosele al portero el balón de las manos y dejándoselo franco a Michu, que de cabeza, con la caña preparada, lo enviaba por encima de todo el mundo al fondo de la red.

Le tocaba responder al Sevilla en el inicio del segundo tiempo. Pero a pesar de que en los primeros cinco minutos sí pareció que los andaluces irían a por todo, fue el conjunto de Sandoval quien dejaba muy claro que no iba a poner las cosas sencillas y quien volvía a adelantarse en el marcador aprovechando un error en la defensa sevillista. Carrera de Piti por la zurda, desmarque de Tamudo y fusilamiento sin opción a Javi Varas para encarrilar el choque.

Diez después, el Sevilla que se rehacía de los golpes encajados y Escudé, en el rechace de un córner, que introducía el balón en la portería de Dani. Partido roto el que se quedaba en Vallecas, pues el Rayo Vallecano estaba dejando de mostrar en defensa la zaga franjirroja. Simples sensaciones atrás, intento de contundencia en defensa y balones largos en ataque para que Lass y Michu intentasen colar alguna.

Si Trashorras hacía estirarse a Varas, era Negredo quien hacía lucirse a Dani. En el caso de que Lass se quedase solo delante de la portería, Rakitic centraba para que de nuevo, el ex rayista Negredo metiese el miedo en el cuerpo a los aficionados locales que veían el partido desde la grada. Si Trashorras lanzaba una falta peligrosa, volvía a ser el delantero Álvaro Negredo quien respondía con un zapatazo tremendo al larguero.

Intercambio de golpes en el césped y partidazo apetecible para el espectador durante el segundo tiempo. Fútbol del bueno en Vallecas. A los puntos, el Sevilla mejor, con ideas más claras en ataque.

A la victoria, el Rayo se defendió como gato panza arriba, arañando y con trabajo laborioso de otro debutante, el canterano Pape Maly Diamanka, a la hora de sacar el esférico de los dominios de Dani Giménez.

Los de Marcelino, que al final no pudieron empatar a pesar de intentarlo hasta el último momento. Victoria importantísima para comenzar el año después de cuatro derrotas consecutivas y cinco partidos sin ganar. Este tipo de partidos son los que todo el mundo esperaba que el Rayo ganase en casa y aquí están las recompensas. Diecinueve puntos en el más emocionante partido de lo que llevamos de temporada para el Rayo Vallecano.

 


Rayo Vallecano: Dani; Tito, Arribas, Jordi Figueras, Casado; Movilla (Diamanka, m.57), Javi Fuego; Trashorras, Michu, Piti (Rayco, m.69); y Tamudo (Lass, m.55).

Sevilla FC: Javi Varas; Coke, Fazio (Medel, m.53), Spahic, Fernando Navarro; Escudé; Luna (Kanouté, m.54), Rakitic, Perotti; Reyes (Trochowsky, m.76) y Álvaro Negredo.

Goles: 1-0: M.45 Michu; 2-0: M.50 Tamudo; 2-1: M.61 Escudé.

Árbitro: González González (Comité Castellano-Manchego). Amonestó a Casado, Arribas y Diamanka del Rayo, y a Fazio, Escudé, Fernando Navarro y Negredo del Sevilla.

Incidencias: 10.146 espectadores en el Estadio de Vallecas. Partido correspondiente a la decimoctava jornada de la Liga BBVA


El Athletic sigue negado en su conquista del Coliseum

Los dos equipos disputaron un bonito partido y suman un empate justo en el Coliseum. Susaeta y Miku pudieron marcar, pero estrellaron sus remates en el palo.

 

 

Getafe y Athletic no defraudaron con su planteamiento de fútbol en el Coliseum Alfonso Pérez. Dos de los equipos empeñados en jugar a ras de césped en la Liga BBVA se encontraban frente a frente para comenzar el nuevo año con las buenas sensaciones con las que acabaron el pasado.

Salió el Getafe a presionar muy arriba el balón desde el primer minuto, con más descaro del previsible antes de que arrancase el encuentro, y por momentos el Athletic no tuvo más remedio que conceder la posesión al conjunto azulón. Luis García era consciente de que imprimir ritmo al partido era imprescindible para exigir tensión a los Leones, que con el paso de los minutos fueron encontrándose cada vez más a gusto en el campo.

El fútbol directo se hizo dueño de un choque que sin embargo no reportó demasiadas ocasiones en la primera parte. Ambos conjuntos buscaban sin complejos la portería saltándose un centro del campo que fue espectador de excepción del choque: ni Michel por el bando azulón ni tampoco Ander Herrera por el rojiblanco contactaron con el cuero en el primer período.

El intercambio de golpes ofreció un partido bonito y con alternativas, donde las incursiones por la banda representaban la mejor forma de hacer daño al rival. Pedro Ríos estuvo hiperactivo por el carril diestro junto a Valera, mientras que Muniain e Iraola eran los encargados de llevar peligro a la portería de Moyá, que sin embargo no tuvo demasiado trabajo.

Antes del descanso, solo un remate demasiado alto de Casquero y un centro chut de Iraola hicieron que se disparasen los decibelios en el Coliseum: a falta de ocasiones claras, ambos equipos protagonizaron un primer tiempo entretenido y con alternativas.

En la segunda mitad, el Getafe salió con mucha más mordiente dispuesto a buscar los tres puntos. El cuadro azulón siguió presionando arriba, y a pesar de que el juego se trabó más tras el descanso, los de Luis García empezaron a generar peligro una y otra vez.

Rafa tuvo una de las ocasiones más claras del partido en el minuto 54, cuando el central se encontró con una pelota franca dentro del área tras un pase de Valera, aunque su disparo a bocajarro se marchó demasiado alto. No se lo creía Iraizoz, que también tuvo que intervenir en algunas acciones aisladas.

Pese al dominio de su rival, el Athletic no descartaba la victoria. Los de Bielsa se parapetaron en defensa y tuvieron dos ocasiones muy claras en la recta final del encuentro. El colegiado invalidó un gol al conjunto rojiblanco por fuera de juego de Javi Martínez, y escasos minutos después Susaeta estrelló un remate, prácticamente sin ángulo, en el larguero y en el poste.

Tampoco había dicho su última palabra Miku, que a falta de pocos minutos para el final del choque apareció en un despiste de la zaga del Athletic para lanzar un testarazo magistral al larguero que no obtuvo de milagro el premio del gol. Además, Iraizoz también hizo de las suyas cuando el encuentro estaba totalmente roto gracias a una buena parada ante Abdel.

Con este resultado, ambos equipos suman un punto importante y ofrecen buenas sensaciones en el primer partido del año. Además, el Athletic tuvo una buena noticia ya que Muniain, a sus diecinueve años, cumplió su partido número cien en Liga.  

 


Getafe CF: Moyá; Varela, "Cata" Díaz, Rafa, Masilela; Pedro Ríos (Gavilán, min. 71), Míchel, Casquero (Lacen, min. 76), Barrada; Güiza (Diego Castro, min. 82) y Miku.

Athletic de Bilbao: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe; Susaeta, De Marcos (San José, min. 54), Iturraspe, Muniain (Ibai, min. 83); Ander Herrera y Toquero (Llorente, min. 65).

Árbitro: Álvarez Izquierdo (Comité Catalán). Amonestó a Güiza (min.27), Rafa (min. 54) y Míchel (min.57), por parte local, y a Aurtenetxe (min. 70).

Incidencias: Partido correspondiente a la decimoctava jornada del campeonato nacional de Liga disputado en el Coliseum Alfonso Pérez ante unos 11.000 espectadores.


Aduriz amarga el bautizo de Molina en El Madrigal

El Submarino ganaba con goles de Marco Ruben y Gonzalo, pero no lo aguantó en el derbi. Los Ché descontaron por Feghouli y en el final, tras grave error de Zapata, empató Aduriz.

 

 

Valencia y Villarreal brindaron un espectáculo a la altura de lo que son los dos clubes más grandes de la Comunitat Valenciana, siempre con permiso del Levante. El Valencia CF no fue mejor, pero demostró que tiene más fondo de armario. Y una de esas piezas que visten más que las que tiene en su banquillo el Villarreal es Artiz Aduriz.

El donostiarra tuvo su oportunidad y la aprovechó para salir al rescate de los suyos cuando más lo necesitaba el equipo y sentar las tablas en El Madrigal.

Le sentó bien el cambio de motor al submarino con Molina como nuevo inquilino del banquillo. Dos goles y cuatro cartulinas amarillas sólo en la primera parte. Dos datos que resumen a la perfección la intensidad y las mayores ganas de los locales de llevarse el clásico autonómico.

El Villarreal se tomó más en serio el partido desde el inicio. Un mayor despliegue físico y futbolístico de los locales que acabó en la primera parte con 2-1. Un mal menor para el Valencia visto lo visto.

El primer aviso lo dio Marco Ruben por alto. Flojeó la zaga del Valencia a balón parado y especialmente en su espacio aéreo. Por allí llegarían las ocasiones más claras de los de Molina en el primer acto.

Los tres minutos fatídicos para el Valencia se dieron entre el 14 y el 17. Aquí llegaron los dos goles. En el primero se buscaron y se encontraron de primeras Nilmar y Marco Ruben ante dos descolocados Víctor Ruiz y Rami. El ex de River definió con gran calidad ante la media salida de Alves.

Casi sin tiempo para digerir el palo llegó otro jarro de agua fría. Falta escorada que botó de manera magistral Borja Valero. Topal siguió al balón en vez de a su marca y Gonzalo cabeceó sin apenas oposición.

Tras los dos goles parecía que no daba síntomas de reacción el Valencia CF, pero al filo de la primera parte Miguel puso de primeras un sorpresivo centro que cogió a todos desprevenidos menos a Feghouli. El francés recortó diferencias con un cabezazo.

La segunda parte se convirtió en un correcalles. Réplicas y contraréplicas de unos y otros. Si Cani rozaba el gol desde el centro del campo, a Soldado le anulaban un tanto; si Borja Valero chutaba con poco angulo, Soldado rozaba el empate con un chutazo desde la frontal.

Y así se fue consumiendo el encuentro que entró en una fase de juego tosco. Los cambios no revitalizaron al Valencia CF, pero seguía habiendo mucha calidad arriba por parte de los de Emery, frente a los debutantes Lejeune y Castellani por parte del Villarreal (ninguno de los dos desentonó). Así, un balón colgado hacia la frontal lo bajó Aduriz y lo recogió él mismo para alojar el cuero donde Diego López no podía llegar. Ahí murió el choque, con el Valencia CF sacando petróleo de El Madrigal.

 


Villarreal CF: Diego López, Ángel, Gonzalo (Lejeune, m.77), Zapata, Joan Oriol; Senna, Bruno, Cani (Castellani, m.70), Borja Valero; Nilmar (Camuñas, m.86) y Marco Ruben.

Valencia CF: Diego Alves, Miguel, Rami, Víctor Ruiz, Alba; Topal, Banega (Tino Costa, m.72), Mathieu (Pablo, m.66), Feghouli (Aduriz, m.76); Jonas y Soldado.

Goles: 1-0, m.14: Marco Ruben. 2-0, m.18: Gonzalo. 2-1, m.41: Feghouli. 2-2, m.87: Aduriz.

Árbitro: Fernández Borbalán (Colegio Andaluz). Amonestó por el Villarreal a Bruno, Cani, Zapata, Joan Oriol y Marco Ruben, y por el Valencia a Jonas, Banega, Miguel y Soldado.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 18 de la Liga BBVA disputado en El Madrigal ante 18.000 espectadores.


El Betis recupera la senda ganadora a costa del Sporting

El Betis termina de noquear al Sporting y Preciado tras ganarle 2-0 en un partido que fue una noria durante muchos tramos del encuentro pero que se decantó por los andaluces.

 

 

La primera mitad fue para los locales. El Betis empezó más serio, más ambicioso y con más ganas de ganar el partido mientras el Sporting miraba y aguantaba. Pepe mel dispuso dos delanteros para clavar la defensa visitante a sabiendas de que el Sporting iba a colocar las líneas en área contraria y así lo hizo Preciado pero sin mucha intensidad en la recuperación del balón. El paso de los minutos no hacía sino agrandar la superioridad del Betis que tuvo en Santa Cruz a su protagonista cuando en el min. 23 de partido un pase de Beñat al espacio aprovecha el delantero que controla y dispara para colocar por delante a los locales.

A partir de ahí el Sporting aterrizó en el encuentro y por medio de Barral y De las Cuevas que pusieron a prueba a Casto que sacó varias ocasiones claras de los visitantes. El Sporting dio un paso adelante pero sus ataques carecían de plan y  andaban sobrados de intención. Lora pecó de intensidad y recibió dos amarillas en pocos minutos, la segunda muy discutible, que dejaba a su equipo con 10 para toda la segunda mitad. Preciado debía buscar un plan y Gregory entraba en la segunda mitad para recomponer la defensa.

En la segunda mitad Preciado recolocó a la defensa y liberó a Barral en ataque que dispuso de las mejores ocasiones de los visitantes. Esta segunda mitad fue menos intensa que la primera con más pausa por parte de los dos equipos. Molina y Castro muy activos en la delantera verdiblanca gozaron de las mejores ocasiones para sentenciar el partido pero Juan Pablo estuvo muy acertado en sus paradas y evitó ocasiones muy claras de los locales hasta que al final del encuentro Molina supo resolver un mano a mano para sentenciar definitivamente el choque, marcar el segundo gol y el partido que desde un principio pareció más decantado para los locales.

El Betis se queda 10º con 22 puntos mientras que el conjunto de Preciado se queda penúltimo con 15 puntos y en una situación muy complicada para la salvación.

 


Real Betis Balompié: Casto; Isidoro, Mario, Dorado, Nacho; Juanma (Jonathan Pereira, m.69), Beñat, Iriney, Jefferson Montero (Cañas, m.76); Rubén Castro y Santa Cruz (Jorge Molina, m.60).

Sporting de Gijón: Juan Pablo; Lora, Botia, Iván Hernández, Canella; Rivera (Luis Morán, m.72), André Castro (Carmelo, m.60), Óscar Trejo, Nacho Novo (Gregory, m.46); De las Cuevas y David Barral.

Goles: 1-0, M.23: Santa Cruz. 2-0, M.92: Jorge Molina.

Árbitro: Javier Estrada Fernández (Comité Catalán). Expulsó por doble amonestación a los sportinguistas Lora (m.39 y 43) y Carmelo (m.70 y 94). Enseñó tarjeta amarilla a los visitantes Botia (m.79) y Luis Morán (m.84).

Incidencias: Partido disputado en el estadio Benito Villamarín ante unos 35.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.


Álvaro Vázquez, la reencarnación del Tamudazo

El Barcelona se adelantó por mediación de Cesc en el primer tiempo. Sobre el final empató Álvaro para el Espanyol. Turienzo no pitó un claro penalti al 93 en favor de los de Pep por unas mano de Raúl Rodríguez.

 

 

El partido empezó muy intenso. A diferencia del año pasado, el Espanyol decidió esperar atrás al Barcelona buscando un contra. Guardiola apostó por una defensa de tres para poder tocar mejor en la media, pero la jugada no le salió bien. Al Barcelona le costaba mucho crear juego. A los cinco minutos del inicio, Valdés salvó a los suyos gracias a una espectacular parada tras un remate de Verdú que se colaba por la escuadra. Cornellà rugía viendo como los culés no lograban hacer su juego pero, tras un gol anulado a Messi por mano después de un fallo del guardameta Cristian, Cesc Fábregas adelantaba a los visitantes con un testarazo.   

 

A partir del gol el partido cambió. La intensidad inicial dejó paso a un sinfín de fallos por partes de los dos equipos. Cada jugada acababa siendo una contra. El Espanyol tuvo tres ocasiones claras para lograr el empate, pero en cada una de ellas los locales no estuvieron finos. Por su parte, el Barcelona no encontraba la manera de perforar la defensa local y las únicas ocasiones fueron debido a los fallos de la media perica.  En los últimos minutos del primer tiempo el Espanyol se creció y acabó encerrando a los visitantes en su área pero no tuvieron acierto de cara a puerta.

De cara al segundo tiempo, Pochettino decidió retirar a Weiss y dar entrada a Javi López para formar un trivote con Romaric y Forlín. Con el cambio los de Pochettino lograron igualar la posesión de balón. Eso sí, las ocasiones brillaban por su ausencia por parte de los dos equipos. Viendo como el partido estaba ciertamente atascado, Pochettino decidió darle una oportunidad a Álvaro que sustituyó a Romaric. Fue entonces cuando Guardiola ordenó a los suyos formar con una defensa de cuatro y dar entrada a Pedro por Alexis. El partido creció en intensidad y a punto estuvo Messi, desaparecido durante todo el partido, de lograr el segundo. A falta de diez minutos para el final del partido, Cristian Álvarez tuvo que ser sustituido tras lesionarse en un despeje. Entró el guardameta suplente Kiko Casilla. Vaya partido para debutar en Liga.

Los minutos iban pasando pero el partido seguía muy abierto, con un Barcelona intentando dominar pero sin lograrlo. Entonces Guardiola dio entrada a Keita a cambio de Fábregas buscando más músculo en la media. Pero llegó tarde. Justo cuando faltaban cinco minutos para el final, Álvaro lograba el empate gracias a un gran cabezazo dentro del área. Merecido empate de los locales tras un gris segundo tiempo blaugrana. La tuvo al final Piqué que envió el balón al larguero, y el rechace lo cogió Pedrito. El canario pegaba su remate en las manos de Raúl, pero Turienzo no pitó el claro penalti. Ya era tarde. Empate en Cornellà y el Barcelona a cinco del Madrid.


RCD Espanyol: Cristian Álvarez (Kiko Casilla, min.81), Raúl Rodríguez, Amat, Héctor Moreno, Dídac, Romaric (Álvaro Vázquez, min.64), Forlín, Weiss (Javi López, min.46), Thievy, Verdú y Sergio García.

FC Barcelona: Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal, Sergio Busquets, Xavi, Iniesta, Messi, Cesc (Keita, min.85) y Alexis (Pedro, min.71).

Goles: 0-1: Cesc, min.15. 1-1: Álvaro Vázquez, min.86.

Árbitro: Turienzo Álvarez (Colegio Castellano-Leonés). Mostró tarjeta amarilla a Messi (min.13), Romaric (min.45), Raúl Rodríguez (mi.70), Álvaro Vázquez (min.76), Amat (min.90) y Forlín (min.90+1).

Incidencias: Partido de la decimoctava jornada disputado en el estadio de Cornellà-El Prata ante 35.122 espectadores. Antes del encuentro se guardó un minuto por el doctor Salvador Oliveras, quien fuera médico del Espanyol durante más de treinta años y que ha fallecido recientemente.

CLASIFICACIÓN PROVISIONAL DE LA LIGA BBVA

Posición
Equipo
Puntos
Jugados
Ganados
Empatados
Perdidos
GF
GC
1
REAL MADRID
43
17 14 1 2 61 16
2
FC BARCELONA
38
17 11 5 1 51 9
3
VALENCIA CF
34
17 10 4 3 28 18
4
LEVANTE UD
30
17 9 3 5 25 19
5
ATLÉTICO OSASUNA
26
17 6 8 3 21 28
6
MÁLAGA FC
25
17 7 4 6 20 22
7
SEVILLA FC
24
17 6 6 5 19 19
8
RCD ESPANYOL
24
17 7 3 7 18 21
9
ATHLETIC DE BILBAO
23
17 5 8 4 23 19
10
REAL BETIS BALOMPIÉ
22
17 7 1 9 19 22
11
ATLÉTICO DE MADRID
20
17 5 5 7 23 27
12
GETAFE CF
20
17 5 5 7 17 23
13
RAYO VALLECANO
19
17 5 4 8 19 26
14
RCD MALLORCA
19
17 4 7 6 15 22
15
GRANADA CF
19
17 5 4 8 11 21
16
REAL SOCIEDAD
18
17 4 6 7 16 23
17
RACING DE SANTANDER
17
17 3 8 6 12 21
18
VILLARREAL CF
16
17 3 7 7 15 25
19
SPORTING DE GIJÓN
15
17 4 3 10 16 29
20
REAL ZARAGOZA
10
17 2 4 11 13 32

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