El Mirandés llegó a ponerse 0-2 en el marcador, pero en los últimos minutos de juego los pericos terminaron dando la vuelta al resultado.
No salieron con la intensidad propia del
partido los de Pochettino. Cierto que el rival no era de los grandes,
pero viendo la trayectoria del Mirandés en la competición, mejor
hubiese sido empezar mas fuertes. Los de Pouso plantearon un partido a
la contra, defendiendo bien y buscando alguna jugada esporádica para
hacer daño. El dominio del balón era blanquiazul pero el equipo no
llegaba con peligro, no cuajaban bien las piezas. La baja de última
hora de Sergio García perjudicó en exceso a los de Pochettino.
Y la jugada les salió bien a los visitantes. En el minuto 27 Alain
logró adelantar a los suyos. Gol de manual: saca el portero, prolonga
el media-punta y marca el delantero. Cornellà se quedó mudo viendo como un Segunda-B estaba ganando a los suyos. Y
si ya el desconcierto era latente, la lesión de Álvaro en el 37 no
ayudó a revertir los ánimos de la aficición. El delantero se rompió al
hacer un sprint para salvar una pelota. Entró Albín pero al Espanyol le
faltaba gol. Weiss, Thievy, Verdú y Albín intercambiaban
constantemente las posiciones. Tanto es así que ni ellos mismos sabían
donde estaban.
El caos continuó en el segundo tiempo. A los dos minutos de la
reanudación Romaric envión el balón al poste. Parecía que el equipo
había reaccionado tras la charla de Pochettino en el descanso pero fue
un espejismo. Los locales se volcaron al ataque dejando muchos huecos
en defensa que por poco no los aprovechó el Mirandés. Pablo Infante dio
una lección de desborde y control ante la pasiva defensa blanquiazul.
Cada vez que la tocaba creaba algo.
Y ese algo se convirtió en un golazo. Amat comete un error
de infantil y le deja la pelota franca para un uno contra uno ante el
portero que Infante define con una sutil vaselina al más puro estilo
Raúl. “El banquero”, Pichici de la competición, silenció a
Cornellà. La eliminatoria se ponía muy difícil para los de Pochettino
que intentaron a la desesperada lograr al menos un gol. Pero no fue
uno, ni dos, sino tres. Y en cinco minutos. El Espanyol lograba darle
la vuelta al marcador gracias a los goles de Weiss, Rui Fonte y Verdú.
Se desató la euforia en Cornellà que enloqueció tras ver como su equipo
remontaba en apenas cinco minutos tras un mal partido. Toca rematar la
faena en el Anduva, que visto lo visto no será nada fácil.
RCD Espanyol: Kiko Casilla; Javi López, Jordi Amat, Héctor Moreno, Dídac Vilà (Rui Fonte, min.68); Forlín (Baena, min.76), Romaric; Weiss, Verdú, Thievy y Álvaro (Albín, min.39).
CD Mirandés: Nauzet; Garmendia, Caneda, Álvaro Corral, Raúl García; Mikel Martins, Mújika (Lambarri, min.68); Iribas, Muneta (Garro, min.64), Pablo Infante y Alain Arroyo (Aitor, min.76).
Goles: 0-1, min.28: Alain Arroyo; 0-2, min.78: Pablo Infante; 1-2, min.84: Weiss; 2-2, min.87: Rui Fonte; 3-2, min.90: Verdú.
Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó a Mikel Martins (min.40) y Forlín (min.71).
Incidencias: Partido de ida de cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de Cornellá-El Prat ante 18.408 espectadores.
Los Leones de Bielsa ponen rumbo a semis a pesar de Caparrós
Los de Bielsa le pusieron más ganas y fueron a por un partido que ganaron con firmeza. Ahora esperan manejar este resultado para la vuelta.
Hablar de la Copa es como pulsar un interruptor en San Mamés. De
inmediato se conectan la plantilla y la grada. Juntos en una misión.
Así, conjurado al estilo Bielsa, ha salido el Athletic en el partido de
ida de cuartos de final ante el Mallorca. Conectado, sobre todo, por la
banda derecha, donde la electricidad ha sido cosa de De Marcos.
Incansable y certero. De sus piernas ha nacido el pase del 1-0 (obra de
Llorente) y el inicio del 2-0 (Muniain, tras un espectacular control de
espuela de Susaeta). Con esos dos goles de ventaja acudirá el Athletic
la próxima semana a Mallorca. La semifinal está más cerca. Lo han
anunciado los coros de la grada que han despedido el partido
San
Mamés estaba lleno, de gente y de ilusión por sentirse a dos pasos de
una meta habitual en la historia del Athletic: la final de Copa. Queda
el segundo capítulo de la eliminatoria ante el Mallorca y la semifinal
(Espanyol o Mirandés). Paso a paso. Primero, el Mallorca de Joaquín
Caparrós, el técnico al que ha relevado Marcelo Bielsa en el banquillo
rojiblanco. Dos estilos. Reconocibles. Y esta noche los dos han sido
fieles a su estilo. El Athletic ha salido intenso, guerrillero, con
mando en el juego. Sin concender un palmo. Y volcado hacia la banda
derecha, la de Susaeta, Iraola y, especialmente, De Marcos. Tres pares
de piernas dispuestas a poner el balón en la cabeza de Llorente.
Pero
antes han sido necesarias las manos de Iraizoz, otra vez salvador. Si
este Athletic es ya el de Bielsa, el Mallorca es el equipo de Caparrós.
Férreo. Acorazado atrás y con Castro, Pereira y Víctor trenzando
contraataques. Sonaban a peligro. El hábil Castro a punto ha estado de
romper el marcador en el minuto 7. Iraizoz lo ha evitado. Igual ha hecho
con un disparo cruzado de Pereira en el minuto 31.
Con Muniain enredado por la banza izquierda, el Athletic ha recurrido
a la derecha. De Marcos ha puesto la velocidad y los huecos. En el
minuto 34, Herrera le ha visto de reojo. Le ha regalado un balón. Y De
Marcos lo ha puesto manso en la cabeza de Llorente, anclado al área
pequeña. Llorente ha ajusticiado a Calatayud, el meta balear. El 1-0 ha
premiado el dominio local en la primera mitad (casi el 70% de la
posesión ha sido rojiblanca).
En la segunda, Íñigo Pérez ha
sustituido a Iraola, ya que el lateral de Usurbil sufre un proceso
gripal. De Marcos se ha colocado de lateral en su banda. Y la ha
convertido en una línea de tren. El AVE De Marcos. Por ahí y por su
cabeza ha partido la jugada del 2-0. Susaeta la ha continuado con un
control acrobático, ha mirado y ha visto a Muniain entrando en el área.
El menudo delantero navarro, de cabeza, ha acercado al Athletic a las
semifinales. Con el 2-0 (min.59) y un Mallorca que casi no ha tenido
respuesta, el equipo rojiblanco ha podido zanjar el cruce: Susaeta ha
anotado un gol, totalmente legal, que el juez de línea y el árbitro han
anulado por un fuera de juego que no ha sido. Ni eso ha evitado que San
Mamés haya terminado el partido con cánticos de fiesta. De los que
anuncian la cercanía de algo grande.
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