El Athletic no pudo marcar al conjunto manchego en el Carlos Belmonte pese a su dominio. San Mamés decidirá.
Un brioso Albacete con una presión muy
adelantada ha logrado maniatar a los hombres de Marcelo Bielsa, muy
atascados en la creación y fallones en la definición.
De hecho, los rojiblancos salieron al campo con dos centrales, Javi Martínez y Amorebieta,
y viendo el atosigamiento con dos puntas del conjunto manchego, a los
pocos minutos Aurtenetxe pasó a formar parte de la línea de tres
centrales con De Marcos en el lateral izquierdo. Le
costó al equipo vasco entrar en el partido y hacerse con el mando del
mismo, pero a pesar de ello las ocasiones clara brillaban por su
ausencia y las acciones de ataque morían al borde del área local.
Por
su parte, el Albacete seguía dificultando la progresión y presionando
arriba a la espera de una ocasión que nunca se produjo, pues además fue
el Athletic quien dispuso la oportunidad más clara. Iturraspe colocaba
el balón tras la línea defensiva local al desmarque de ruptura de un Iraola, muy activo y participativo pero errático, que estrellaba el balón en la madera.
En la segunda parte, la entrada de Ibai Gómez y San José no
surtió el suficiente efecto puesto que las ocasiones seguían sin
llegar, si bien es cierto que el dominio rojiblanco fue mucho mayor, a
pesar de la gris actuación de Ander Herrera. Al filo del final Íñigo Pérez,
que acababa de entrar por el ex-zaragocista, hacía lucirse al meta
manchego al desviar a córner una falta lateral botada por el zurdo
vasco.
Por tanto, duelo igualado en cuanto a ocasiones, donde la
excelente actuación de Muniain, sobre todo en la segunda parte, no tuvo
su recompensa en forma de victoria y quedará la eliminatoria abierta a
expensas del partido de la semana próxima en San Mamés.
Albacete Balompié: Campos, Alba, Castillo,
Santamaría, Zurdo, Tete, Rocha (Añón, m.79), Candela (Colorado, m.69),
Adriá, David Torres (Núñez, m.60) y Calle.
Athlétic de Bilbao: Iraizoz, Iraola, Javi Martínez,
Amorebieta, Aurtenetxe, Susaeta (San José, m.46), Iturraspe, De Marcos
(Ibai, m.46), Muniaín, Ander Herrera y Toquero.
Árbitro: Mateu Lahoz (Colegio Valenciano). Mostró cartulinas amarillas a los locales Castillo, Rocha y Candela y al visitante Iturraspe.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el Carlos Belmonte ante 12.000 espectadores.
El matagigantes copero reside en Miranda de Ebro
El equipo burgalés acaricia los cuartos de final tras imponerse en la ida a un desastroso Racing. Pablo Infante y Martins, los goleadores.
No se había cumplido el primer minuto de juego cuando
Pablo gozó de una clara ocasión de gol; Martins robó una pelota que tocó
hacia Muneta, el jugador rojillo fue trabado por un rival pero Muñiz
dio la ley de la ventaja antes de que Pablo se internara por la banda
izquierda. Su tiro cruzado se fue fuera por milímetros.
El Mirandés salió con un ritmo trepidante y en la primera
acción dejó claras sus intenciones. El Racing, mientras tanto no dudaba
en jugar en largo. Pero las ocasiones corrían del lado rojillo. Martins
recuperó en la medular, abrió a la derecha para Borrell, su centro
atrás le llegó a Pablo, quien empalmó pero la pelota se marchó muy cerca
del poste izquierdo de la meta de Mario.
Minutos después, el protagonismo fue para el árbitro al
encrespar los ánimos de la hinchada rojilla como consecuencia de varias
faltas (muy claras) que dejó de señalar a favor del Mirandés. Alain se
quejó tras recibir un codazo en el área y hasta Pouso se levantaba del
banquillo en señal de protesta.
Pero los rojillos no iban a permitir que la atención
recabara en el colegiado. Una estupenda jugada entre Pablo y Raúl
García, derivó en un magnífico cambio de orientación del delantero para
que en el otro costado recibiera Borrell, su posterior pase interior a
Muneta no fue recogido por poco por el bilbaíno. Se quedaba solo.
El Racing es el de Primera, pero sobre el césped no se
notaba. El que jugaba y tocaba el cuero era el conjunto local; el
visitante no tenía reparos en despejar a la primera y sin
contemplaciones. El mundo al revés porque el mejor era, otra vez, el
equipo de inferior categoría. No tenía desperdicio ver a un
internacional como Munitis bajar para tapar a Pablo.
En el 29, Edu Bedia sacó una falta y Jairo superó a
Adrián Murcia pero el gol fue anulado por fuera de juego de varios
jugadores cántabros. La reacción no se hizo esperar y una triangulación
entre Pablo, Muneta y Garro concluyó con el disparo del vitoriano.
Fue una premonición porque un minuto después, en el 34,
el Mirandés lograba adelantarse en el electrónico. Un centro desde la
derecha fue rematado entre un defensa y Pablo; el rechace fue al
segundo palo, Alain salvó de cabeza a Mario y Pablo en línea de gol
marcaba el primero de la tarde, lo que provocó el delirio en Anduva.
El grande sobre el rectángulo de juego era el Mirandés.
Tal es así que Adrián, el cancerbero rojillo sólo se había visto
obligado a intervenir en dos ocasiones. Todos los rojillos merecían, y
es algo que se repite durante toda la temporada, el calificativo de
sobresaliente. Cuatro minutos después, un contragolpe llevado por Alain,
también acabó con el chut de Pablo, aunque esta vez se fue ligeramente
desviado.
La oportunidad más clara del cuadro santanderino llegó en
el minuto 44. Diop se hizo con un balón en el centro del campo, avanzó y
su pase a Stuani, no fue aprovechado por el delantero verdiblanco
porque cuando se encontraba sólo frente a Adrián cruzó demasiado. Diop
cayó lesionado en esa jugada.
Pero lo mejor todavía estaba por llegar. Muneta abrió a
la izquierda para que Pablo avanzara por su flanco; el posterior centro
fue rematado por Martins a la red. Apoteósico. El 2-0 reconocía los
méritos contraídos por un Mirandés inmenso. Mejor en todos los capítulos
que su rival.
La segunda parte comenzó como había concluido la primera.
En el 51, Pablo cruzó en exceso. La hinchada rojilla cantaba el
tercero. El Mirandés seguía siendo mejor en todo: en actitud, posición,
rapidez...
Jairo llevó el peligro cántabro en el 59, si bien su
lanzamiento se fue desviado. Poco a poco se fue haciendo con el dominio
del balón. Lógico, el 'Primera' perdía 2-0 y tenía que arriesgar. Ariel
lo intentó pero atrapó Adrián en el primer disparo entre los tres palos
de la escuadra foránea. Era el minuto 66.
Segundos después, Pablo cedió a Mujika, éste centró con
mucha intención pero Lambarri no pudo empalmar. En el 70, centró
Lambarri y Mujika envió por encima del larguero. Estaba más cerca el 3-0
que el 2-1. El Racing sólo lanzaba balones a la olla, Pablo a punto
estuvo de lograr el tercero en una falta y Lambarri en una contra.
Adrián despejó un chut de Luque en el 87. Ahí acabó todo. Anduva sigue
de fiesta con un Mirandés muy grande.
CD Mirandés: Murcia; Garmendia, Corral, Caneda, Raúl García; Borrell (Mújika, min. 52), Garro, Muneta (Aitor Blanco, min. 75), Martins; Pablo Infante y Alaín (Lambarri, min. 64).
Racing de Santander: Fernández; Picón, Osmar, Torrejón, Christian; Munitis (Luque, min. 68), Diop (Tziolis, min. 46), Bedia, Serrano (Nahuelpan, min. 49); Jairo y Stuani.
Goles: 1-0, min. 33: Pablo Infante; 2-0, min. 45: Martins.
Árbitro: Muñiz Fernández (Comité Asturiano). Amonestó a Caneda, Garmendia y Aitor Blanco por parte del Mirandés, y a Osmar, Stuani, Munitis y Picón, del Racing de Santander.
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de los octavos de final de la Copa del Rey celebrado en el estadio municipal de Anduva de Miranda de Ebro ante unos 5.200 espectadores (lleno absoluto).
Alcorconazo a medias
El equipo madrileño toma ventaja en su torneo talismán tras imponerse en la ida al Levante. Marcaron Borja, Nagore y Pallardó.
De nuevo toca remontar. Parece que al Levante le van los retos,
porque el conjunto granota, al igual que en la anterior eliminatoria, no
ha mostrado la actitud y las ganas de las que hace gala en la Liga. En
Alcorcón los azulgrana no fueron superiores en ningún momento a su
rival, se mostraron apáticos y sin ideas y pudieron marcharse de vuelta
con un resultado más amplio del 2-1 que refleja el marcador. La lectura
positiva es que con sólo un gol en el Ciutat el Levante estará
clasificado para los cuartos de final de la Copa del Rey.
Al
Levante le costó entrar en el partido, los granotas no se contraba
cómodos sobre el césped, ya que el Alcorcón dominaba a base de su juego
directo, que los de Juan Ignacio no sabían contrarrestar. Y es que el
entrenador alicantino dio la titularidad a los no habituales, como ya
hiciera en la anterior eliminatoria ante el Deportivo, lo que ha
provocado que el equipo saliera frío.
Con un once en el que las
grandes novedades fueron las de Asier Del Horno, que regresaba tras
estar recuperado de su lesión en tiempo récord y la presencia del
canterano Higón, un extremo puro que resultó decisivo en la remontada en
la anterior ronda, los únicos habituales fueron Javi Venta y Nano, que
está sancionado en Liga.
La falta de rodaje hizo que el juego del
equipo no funcionara. El centro del campo no generaba fútbol y los de
arriba no aparecían. Ni Aranda ni Rubén daban señales de vida, lo que
aprovechó el Alcorcón para atacar. Los madrileños empujaban con
insistencia, y en una de esas llegadas, Borja recogió un balón suelto
para marcar de potente disparo a la escuadra ante el que Keylor Navas
nada pudo hacer.
Sin embargo, sólo un minuto antes de ese gol que
dejó helados a los granotas, Aranda, en el primer balón que tocaba,
falló una ocasión clamorosa, solo ante el portero. De lo que pudo haber
sido el 0-1 se pasó en segundos al 1-0. El tanto dio alas al equipo de
Anquela, que se creyó superior a su rival, pero no concretó ninguna de
sus llegadas.
Y cuando más sufría el Levante, llegó el empate. En
una internada de El Zhar por la derecha, su centro se quedó muerto en el
área y Pallardó fue el más atento para igualar el partido de fuerte
disparo. El tanto dio más confianza a los granotas, que ganaron solidez
hasta el descanso.
Pero tras la reanudación el Alcorcón salió
mucho más enchufado, más metido en el partido. En una de las primeras
acciones, una libre directo lejano no lo supo atrapar Keylor Navas y Del
Horno acudió a despejar, pero el pelotazo golpeó en Nagore, al que le
rebotó el esférico para marcar el 2-1.
Desde ahí hasta el final el
Alcorcón se comió al Levante, que no dio muestras de su potencial.
Incluso Oriol, que encaró a Keylor, estuvo a punto de marcar el tercero,
pero el meta costarricense despejó con una gran parada en el último
momento. También Sergio Mora tuvo el gol, pero su disparo se marchó
alto. El estadio reclamó penalti en una acción de Del Horno, que parece
que derriba a Borja dentro del área, aunque el colegiado no precisó
penalti.
En la recta final, Juan Ignacio trató de ir a por el
empate dando entrada a Koné, Barkero y Rafa Jordá por Rubén, Higón y
Aranda, pero los azulgrana no se hicieron con el control del juego. Ni
Iborra, ni Barkero eran capaces de crear juego, y sólo El Zhar tuvo dos
claras ocasiones para igualar el resultado, pero una la despejó el
portero Raúl y la otra se fue desviada.
El Levante fue la viva
imagen de la apatía y de la falta de intensidad, carencias que deberá
solventar en el partido de vuelta, como ya hizo antes de Navidad contra
el Deportivo. Es la segunda vez que tienta a la suerte y no siempre
toca.
AD Alcorcón: Raúl Moreno; Expósito, Javi Hernández, Rueda (Fernando Sales, m.89), Rubén Anuarbe; Nagore (Miguélez, m.68), Sergio Mora, Abraham (Babin, m.83), Montañés; Oriol Riera y Borja.
Levante U.D.: Keylor Navas; Javi Venta, Gustavo Cabral, Nano, Del Horno; Pallardó, Iborra; El Zhar, Rubén Suárez (Koné, m.70), Higón (Barkero, m.60); y Aranda (Rafa Jordá, m.79).
Goles: 1-0: M.12 Borja; 1-1: M.23 Pallardó; 2-1: M.52 Nagore.
Árbitro: Pérez Montero (Comité Andaluz). Amonestó a Borja Pérez, Expósito, Rueda y Sergio Mora del Alcorcón; y a Nano, Higón, El Zhar, Iborra, Pallardó y Rafa Jordá del Levante.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la ida de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de Santo Domingo (Alcorcón), ante 2.000 espectadores.
Remontada a la vieja usanza para salvar el futuro Clásico
El Madrid perdía 0-2 al descanso y peligraba el posible duelo con el Barcelona en cuartos. Sin embargo, Khedira, Higuaín y Benzema firmaron una remontada de ensueño.
Si no se acabó el mundo en 2012 como alguna profecía indicaba, este martes no tenía por qué dejar pasar la victoria el Real Madrid. En teoría, no habría catástrofe de año nuevo. En casa, ante el hijo de Cristiano Ronaldo e Higuaín –no son marido y mujer pero entre los dos habían marcado al Málaga 18 goles-, el triunfo merengue estaba casi garantizado de antemano. Pero lo lindo de este deporte es que no vive de la teoría ni la estadística.
"No vamos a meternos atrás a buscar el 0-0. Si no logramos pasar,
que sea por méritos del Real Madrid y no por deficiencias nuestras", había avisado Manuel Pellegrini,
quien desde su salida de Concha Espina encajó once goles y no anotó
ninguno en los dos juegos que enfrentó con su equipo a los de la
capital. Hasta hoy. Este martes la cosa pintaba distinta, al menos tras los primeros 45 minutos, en los que el elenco andaluz se fue a los vestuarios con un sorpresivo 0-2 en su favor.
José Mourinho sabía del peligro rival y alineaba el siguiente once: Casillas; Arbeloa, Pepe, Albiol, Marcelo; Lass, Xabi Alonso; Callejón, Kaká, Cristiano Ronaldo e Higuaín. La ausencia de Mesut Ozil pasaría factura
en la etapa inicial, en la que los blancos no encontraron el camino
para la generación del juego. Además de la ineficiencia merengue, más sorpresivo que el 0-2 de la primera parte fue el desempeño de la zaga malaguista. Geniales Mathijsen y Demichelis. El argentino, además, le añadiría un gol a su buen trabajo en el Bernabéu.
La primera fue para el Málaga. Van Nistelrooy, que volvía a pisar el césped de Chamartín, se llevó la marca de los centrales para dejar que Santi Cazorla remate sin obstáculos a las manos de Iker Casillas.
Que el Madrid tuviera la pelota desde el comienzo no interesaba, los
visitantes llegaban primeros. No sólo a la primer jugada de peligro,
sino también para abrir la lata. Córner de Cazorla y cabezazo de Sergio Sánchez para casi enmudecer el feudo blanco tras ganar en el salto a Higuaín (0-1). Si no había enmudecido del todo, el Bernabéu lo hizo cuando cayó el segundo. Otra vez el ex centrocampista del Villarreal poniendo el cuero en el área desde la esquina, y ahora era Demichelis quien acertaba a la red ganándole a Pepe (0-2). Entre Casillas y Cristiano se equivocaban y propiciaban la nueva ventaja de los andaluces.
Peligraba el Clásico de cuartos, pero Mourinho lo cambió todo al descanso. Tres modificaciones para el complemento y a remontar. Salían Khedira, Özil y Benzema por Callejón, Arbeloa y Kaká. El
triplete de sustituciones daría resultado al míster portugués, y no
sólo en el juego sino también en el luminoso. Es que dos de esos tres
apellidos aportarían en la causa blanca.
Higuaín, de floja primera parte, tuvo el
1-2. Monreal salvaba la diana del argentino y enseguida el que lo perdía
era el Málaga por mediación de Sebas Fernández. Caballero decía presente y sobre el 55 evitaba el descuento capitalino. Partido de locos, no daban respiro.
Khedira avisaba marcando un gol en fuera de juego, pero nadie anularía
el que sí subía al marcador. Instantes después de la salida de VanGol con ovación, el alemán se internó a pura potencia y estableció el descuento merengue (1-2).
Un aluvión blanco se avecinaba y empataba Higuaín, que aprovechaba el mal pase hacia atrás de Sergio Sánchez. Eludir a Willy posibilitó al ex River Plate marcar su noveno gol al conjunto malaguista (2-2). La remontada estaba a la vuelta de la esquina, y allí estaría Benzema para, tras genial asistencia de taconazo de Higuaín, poner el 3-2 de la euforia. El 3-2 que acerca los cuartos de final de la Copa del Rey contra Barcelona, pues los culés son los potenciales rivales de Mourinho y companía. El 3-2 que lo dice fuerte y claro: el Málaga no fue catástrofe, sólo un susto de año nuevo.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Raúl Albiol, Pepe, Marcelo; Lass, Xabi Alonso; Callejón, Kaká, Cristiano Ronaldo; e Higuaín.
Málaga CF: Caballero; Gámez, Demichelis, Mathijsen, Monreal; Cazorla (Buonanotte, m.79), Toulalan, Apoño, Isco; Seba Fernández y Van Nistelrooy (Rondón, m.60).
Goles: 0-1, m.10: Sergio Sánchez. 0-2, m.29: Demichelis. 1-2, m.68: Khedira. 2-2, m.69: Higuaín. 3-2, m.78: Benzema.
Árbitro: Teixeira Vitienes (Comité Cantabro). Amonestó a Arbeloa (27), Higuaín (27) y Pepe (75) por el Real Madrid, y a Sergio Sánchez (57), Toulalan (77) y Monreal (80) por el Málaga. Expulsó a Rui Faría, ayudante de Mourinho.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final
de Copa del Rey, disputado en el estadio Santiago Bernabéu, lleno, ante
la presencia de 83.500 espectadores.
La Real encarrila su pase a cuartos ante un inofensivo Mallorca
Muy poco tuvieron que hacer los guipuzcoanos para dejar casi sentenciada la eliminatoria de octavos de Copa del Rey ante un paniaguado Mallorca.
Quince minutos le duró el tímido empuje al equipo de Joaquín Caparros, en los cuales dispuso de dos clarísimas oportunidades, ambas a cargo del israelí Tomer Hemed; había avisado anteriormente Agirretxe y en el minuto 16 Aramburu,
a centro del anterior y completamente solo en un habitual desajuste de
la zaga bermellona, cabeceaba al fondo de la meta defendida por Calatayud, adelantando a los donostiarras y poniéndoles la eliminatoria de cara (1-0).
Se
esperaba la reacción balear pero nada más lejos de la realidad, a
partir de ahí y hasta el final de la primera mitad, monólogo txuri urdin con un par de buenas ocasiones que no concretaron los de Philippe Montanier, una vez por error arbitral y otra por torpeza; mientras tanto, los insulares hacían gala de sus alarmantes carencias.
Ambos
entrenadores habían combinado de inicio a alguno de sus jugadores
titulares con otros suplentes si bien el de Utrera daba más
oportunidades a los poco habituales o, si lo queremos ver así, el
francés Montanier se tomaba más en serio la eliminatoria, de lo cual
estaba recogiendo los frutos.
Movió ficha Caparrós en el descanso, dejando en la caseta a Tejera y dando entrada a N'Sue que pareció revitalizar el mordiente barralet aunque ello no fue más que un espejismo pues en el 54’ entró Aramburu libre de marca por la izquierda, su disparo se estrelló en el larguero y el rechazo lo aprovechó Agirretxe para batir irremisiblemente al cancerbero balear (2-0).
Cualquier
estrategia insular parecía venirse abajo y haciendo lo mínimo
imprescindible, los blanquiazules se paseaban sobre el césped de Anoeta
e iban acumulando goles a favor ante la incapacidad de los mallorquines
de trenzar jugada alguna y que sólo lo intentaban con los lejanos
disparos de Joao Victor.
A falta de poco más de
un cuarto de hora para el final, Caparrós dio entrada a Tissone, uno de
sus lugartenientes, para tratar de controlar el centro del terreno de
juego y crear alguna jugada de ataque; el italoargentino sustituyó a
Martí y al menos aportó algo de criterio y posesión a los suyos. Hasta
el final se sucederían los cambios, brillando el fútbol por su ausencia y
sin peligro real en ninguna de las porterías.
Dentro de una
semana deberán refrendar el resultado los guipuzcoanos y mucho tendrán
que cambiar los bermellones si quieren remontar la eliminatoria.
Real Sociedad: Zubikarai; Estrada,
Demidov, Mikel González, De la Bella; Elustondo, Aranburu (Mariga, min.
81), Griezmann (Vela, min. 72), Prieto, Zurutuza; Agirretxe (Llorente,
min. 77).
RCD Mallorca: Calatayud; Cendrós, Martí Crespí, Ramis, Pablo Cáceres; Alfaro, Joao Víctor, Pep Martí (Tissoné, min. 72), Tejera (Nsue, min. 46), Heméd (Abdón, min. 82); Alvaro.
Goles: 1-0, min.17: Aranburu. 2-0, min.55: Agirretxe.
Arbitro: Paradas Romero (Colegio Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a De la Bella, Demidov, Zurutuza, Tejera, Pablo Cáceres, Pep Martí, Nsue y Crespí.
Incidencias: 23.000 espectadores en Anoeta para presenciar la ida de los octavos de final de la Copa del Rey.
RCD Mallorca: Calatayud; Cendrós, Martí Crespí, Ramis, Pablo Cáceres; Alfaro, Joao Víctor, Pep Martí (Tissoné, min. 72), Tejera (Nsue, min. 46), Heméd (Abdón, min. 82); Alvaro.
Goles: 1-0, min.17: Aranburu. 2-0, min.55: Agirretxe.
Arbitro: Paradas Romero (Colegio Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a De la Bella, Demidov, Zurutuza, Tejera, Pablo Cáceres, Pep Martí, Nsue y Crespí.
Incidencias: 23.000 espectadores en Anoeta para presenciar la ida de los octavos de final de la Copa del Rey.
Messi remata lo que Fàbregas encarrila
Leo tenía gripe, pero entró para sentenciar al Osasuna. Fábregas marcó los primeros dos, y el argentino remató la faena. El equipo de Pep Guardiola, con pie y medio en cuartos.
Dos goles de Cesc en la primera parte y
dos de Leo Messi en la segunda sentencian casi la eliminatoria de los
Octavos de Copa del Rey entre Barça y Osasuna.
El partido se presentaba controvertido y con una presión abrumadora
por parte de los rojillos que, extasiados por el interesante inicio del
Málaga en el Bernabéu se proponían al efecto dar el reventón en los
primeros minutos del partido.
El FC Barcelona sin Iniesta ni Valdés además de las bajas ya
conocidas de Afellay y Villa si contaba sorpresivamente con Leo Messi en
el banquillo a pesar del comunicado médico que anunciaba una gripe
severa, que no le permitiría disputar este partido.
En ese aspecto, Pep Guardiola parecía guardarse finalmente la bala
argentina en la recámara por lo que pueda pasar. Los de Mendilíbar por
su parte, salían con una única opción. La de dar guerra y goles, muy
importantes para la vuelta en el Reyno.
Fueron momentos difíciles para el Barça que vio como los de
Mendilíbar metían las líneas muy adelantas, incomodando en exceso la
salida de balón culé. En tal caso, se podría decir que el partido del
Real Madrid ante el Málaga dejaba los deberes casi hechos a un
Guardiola, que no quiso arriesgar a que el Osasuna le sacara los
colores.
En esas el técnico blaugrana corrige su
planteamiento ante la inesperada presión rojilla y envía a Isaac Cuenca a
su lado contrario,la izquierda, para situar a Pedro centrado con Cesc
Fàbregas. El carril ya estaba preparado para que Alves avanzase hasta el
puesto de falso extremo.
Es mismamente el brasileño el que mejor entiende la “restructuración”
del equipo. El lateral coge la directa y se la cede a Xavi al borde del
área, que habilita majestuosamente a Cesc que llega desde atrás lanza
de primeras directo a gol.
La historia se vuelve conocida entonces. El Barça se crece como en
tantas otras veces en detrimento de un Osasuna que tuvo sus minutos pero
sin beneficio alguno. Tan solo tres minutos si que llega de nuevo el
premio para el Barça que pone el dos en el marcador.
El Ex del Arsenal repite con nuevo tanto. Cesc Fàbregas es fabuloso
en este tipo de jugadas. Otro pase prodigioso de Xavi Hernández para el
de Arenys la pica por encima de Riesgo como si estuviera en una
pachanguita de playa.
Si algo ha demostrado Pep Guardiola en esta temporada más que nunca,
es la habilidad para dominar los tiempos, y decidir sobre la marcha que
es peor o mejor para salir adelante, al menos en la mayoría de
partidos.
Tras el cambio de posiciones, Alves se mostró como una de las piezas
claves en el ataque y en el pase por banda culé. Ataque que casi
propicia el tercero al final de la primera parte con una vaselina que no
entra gracias a la manopla de Riesgo.
Ya en la segunda, el partido parece templado y es precisamente Asier
Riesgo uno de los llamados a protagonizar muchas de las jugadas de
ataque del FC Barcelona en brillantes intervenciones que impiden que los
goles del Barça vayan entrando uno de tras de otro.
Mucha culpa tuvo la actitud derrotista de Osasuna, que se encerraba
en el área para ver como el FC Barcelona llegaba hasta la portería
propia. Los del Mendilíbar ni querían ni podían avanzar merced a un
Barça que ya estaba más que en su salsa.
Se come un penalti criminal sin embargo,
Fernández Borbalán en el minuto 53 que considera que un derribo en el
área de Damià a Isaac Cuenca no es motivo de penalti. Un error arbitral
que podría haber sentenciado el partido y quien sabe si la eliminatoria.
Lo que nunca falla en un partido del Barça no obstante, estaba por
llegar. Porque Leo Messi entraba en el campo finalmente sustituyendo a
Pedro. Seguramente Pep Guardiola no quiso especular con un resultado más
que importante para la próxima visita del equipo al Reyno de Navarra.
Los cambios de Keita por Cesc, protagonista del partido con dos goles
y de Alexis por Isaac Cuenca justificaron ya del todo el interés del
Barça en no sucumbir en un empate inesperado, ante un Osasuna que
espabilaba a mediados de la segunda parte.
No hubo opción rojilla a pesar de todo. Si entra Messi, entran los
goles. Dos para ser más exactos. Tras el primero del argentino en el 72
el Barça se relaja y juega a placer, en un partido que finalizaría con
la eliminatoria sentenciada casi en su totalidad.
Leo Messi marcaba el cuarto ya en el descuento. Tiro cruzado
ajustadito a la derecha del portero y directo a la red. Sin duda la
presencia del rosarino marca la diferencia en cualquier momento del
partido.
FC Barcelona: Pinto; Alves, Mascherano, Piqué, Puyol, Sergio Busquets, Xavi, Thiago; Cuenca (Alexis Sánchez, min.74), Cesc (Keita, min.87) y Pedro (Messi, min.59).
Atlético Osasuna: Riesgo; Damià, Lolo, Sergio, Raitala, Timor, Nekounam, Cejudo (Lamah, min.68), Annunziata (Ibrahima, min.84, Lekic y Roberto Torres (Puñal, min.71).
Goles: 1-0: Cesc, min. 14 2-0: Cesc, min.18. 3-0: Messi, min.72. 4-0: Messi, min.91.
Árbitro: Fernández Borbalán (Colegio Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Cesc (min. 17), Nekounam (min. 27), Cuenca (min. 30) y Sergio (min. 44).
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou ante 64.124 espectadores.
El Córdoba se apunta a la rebelión copera de los modestos
El equipo perico comenzó poniédonse por delante y parando un penalti, aunque no aguantó tanto tiempo con 10 hombres tras la expulsión de Casilla por roja directa.
Extraño resultado del Espanyol en Córdoba en
un partido en el que los pericos terminaron perdiendo después del
penalti y expulsión de Casilla, aunque Cristian Álvarez saltó al terreno
de juego y detuvo la pena máxima, pero los pericos no aguantaron y
terminaron perdiendo una ventaja magnífica para resolver en el partido
de vuelta en Barcelona.
El partido comenzó igualado, con un gran
ambiente en las gradas de un Arcángel que esperaba festejar en la noche
de Reyes. Ambos equipos se dividían el balón, aunque las jugadas no
terminaban con claridad en ninguna de las porterías.
El empate lo terminó rompiendo Sergio García,
que se aprovechó de un rechace para anotar el primer gol del partido,
el de la victoria temporal para el Espanyol en este partido de ida de
los octavos de final de la Copa del Rey.
Así todo, los pericos
terminarían sufriendo y perdiendo, ya que Casilla cometió penalti y fue
expulsado, por lo que tuvo que entrar al terreno de juego un Cristian
Álvarez que detuvo la pena máxima a Pepe Díaz, aunque esto no evitó la
derrota final.
El Espanyol continuó sufriendo los últimos quince minutos de juego y finalmente no aguantó. Dos grandes goles de Borja y Caballero
dieron la vuelta al marcador en un margen muy corto de tiempo, algo que
supuso un duro golpe para los pericos, que deben ponerse las pilas para
el partido de vuelta en Barcelona. La eliminatoria está abierta.
Córdoba CF: Carlos Arias, Fernández, David Prieto, Tena (Balsas, min. 78), Fuentes; Borja García, Taira (Fede Vico, min. 58), Alberto Aguilar, Quero; Caballero; Pepe Díaz
RCD Espanyol: Kiko Casilla; Galán, Raúl Rodríguez, Héctor
Moreno, Dídac; Forlín, Romaric (Cristian Gómez, min. 65); Sergio García,
Verdú, Thievy (Cristian Alfonso, min. 81); Álvaro (Cristian Álvarez,
min. 53).
Goles: 0-1, min. 38: Sergio García; 1-1, min. 80: Borja García; 2-1, min. 84: Carlos Caballero.
Arbitro: Undiano Mallenco (Colegio Navarro). Expulsó con roja
directa en el min. 52 a Kiko Casilla y amonestó al cordobesista Alberto
Aguilar.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey, disputado en El Arcángel ante más de 19.311 espectadores, casi lleno.
Escaso botín para la final de Nervión
Se llevó el primer duelo y el próximo miércoles, a partir de las 22, irá a matar la eliminatoria en el Ramón Sánchez Pizjuán. Jonas marcó para los de Emery, que tuvieron varias.
Un partidazo de Copa del Rey cerraba la ida de los octavos de final. Valencia y Sevilla comenzaban a disputarse un lugar en los cuartos ante la mirada de toda España y, por supuesto, la de Vicente Del Bosque. El seleccionador de la Roja está siguiendo de cerca a Álvaro Negredo y Roberto Soldado, pues son algunas de las posibilidades que baraja el míster para suplir la probable baja de David Villa en la Eurocopa 2012.
El equipo de Unai Emery se iría a los vestuarios ganando con claridad ante un Sevilla que contó con escasísimas situaciones de gol. Los Ché presionaron bien arriba y recuperaron el cuero cerca de la portería rival. El mejor jugador de esos primeros 45 minutos fue Jonas,
quien además de ser movedizo, incisivo y atrevido, marcó el único gol
de ese período. El brasileño aprovechó el desconcierto de la zaga
rojiblanca (esta noche roja al completo) y recortó a Cáceres para batir a Palop (1-0). Ni el uruguayo ni Medel ni Fazio habían podido despejar un balón que no parecía traer problemas.
Tras abrir la lata sobre los 33, el Valencia justificó todavía más
esa ventaja parcial. El Sevilla perdía todas las pelotas divididas y los
de Mestalla se crecían. El mejor juego comenzó a verse en los pies del
propio Jonas, que comenzó a asociarse con Banega y Pablo Hernández. Soldado aún no tenía ninguna, y su oficio de goleador lo echó de menos Mathieu cuando se plantó ante Palop y desvió una clara oportunidad.
¿El Sevilla? Poco. Apenas una volea de Negredo que se perdía cerca de la escuadra izquierda de Diego Alves, y otra del ariete que tenía el gol de cara, pero interceptó Víctor Ruíz salvando a los suyos tras desborde de Manu del Moral.
La pregunta, visto el gran desempeño del conjunto local, aparecía cada
vez con más fuerza: ¿podría el Valencia hacerles sombra a Real Madrid y Barcelona? Sin la necesidad de una respuesta inmediata, se jugó el segundo tiempo.
El paréntesis del descanso no tenía por qué cambiar la historia. Y no
lo hizo. Más allá de un cabezazo en la cruceta de Manu del Moral, a
centro de un Navas mejorado, y algún otro envío del campeón del
mundo que complicó a la zaga local, el Valencia siguió siendo amo y
señor del encuentro. Jordi Alba se topó dos veces con Palop, una más
clara que la otra.
El duelo Negredo-Soldado se jugaba pero ninguno tenía situaciones
clarísimas. El del Sevilla tuvo un cabezazo recto a las manos de Diego Alves, mientras que el ariete ché merecía irse a las duchas antes de tiempo. Es que simuló en el área estando ya amonestado. Si de expulsiones se trata, Medel había tenido que irse a la calle en el primer tiempo también por doble amarilla.
El Valencia se llevó el primer duelo y el próximo miércoles, a partir
de las 22:00, irá a matar la eliminatoria en el Ramón Sánchez Pizjuán. Tal
vez lamente las ocasiones perdidas este jueves, pero eso ya es
historia.
Valencia CF: Diego Alves, Miguel, Rami, Víctor Ruiz, Mathieu (Piatti, m.76), Albelda, Banega, Pablo (Feghouli, m.79), Jonas (Parejo, m.89), Jordi Alba y Soldado.
Sevilla FC: Palop, Martín Cáceres, Spahic, Fazio, Fernando Navarro, Medel, Trochowski, Jesús Navas, Rakitic (Luna, m.63), Manu del Moral y Negredo (Luis Alberto, m.81).
Gol: 1-0, m.33: Jonas.
Árbitro: Turienzo Álvarez (Colegio Castellano-Leonés). Amonestó por el Valencia a Víctor Ruiz, Feghouli, Albelda y Soldado y por el Sevilla a Spahic, Medel, Martín Cáceres, Jesús Navas, Luis Alberto y Trochowski.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el campo de Mestalla ante 38.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.
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