viernes, 15 de enero de 2016

ANÁLISIS DE LOS OCTAVOS DE FINAL DE LA COPA DEL REY (Partidos de vuelta)


Matagigantes de Anduva returns again

El doblete de Provencio y el tanto de Abdón Prats, dejaron sentenciada en la segunda mitad la eliminatoria. Buen partido de los rojillos que demostraron una total superioridad

 

 

Como si de una final se tratase. Así encaró el partido de vuelta de los octavos el Mirandés frente a un Deportivo desdibujado. En la ida, la eliminatoria quedó abierta con el 1-1 y Riazor era el escenario donde se iba a decidir el equipo que alcanzaría la siguiente ronda. El conjunto de burgalés quería repetir la hazaña de 2012, donde llegó a disputar la semifinal de la competición. El primer paso para ello ya lo ha logrado sellando el pase a los cuartos de final por 0-3. Ninguno de los dos equipos quería precipitarse pese a que la eliminatoria estaba en juego. El Mirandés se mostró incómodo para un Deportivo que no encontraba espacios suficientes para llegar arriba. Lo intentó por los costados pero los burgaleses ejercieron una gran presión en el primer tramo. El conjunto visitante quiso llevar la iniciativa del encuentro, llegó con mucho peligro al área deportivista pero no lograban finalizar las jugadas.

Fueron muy pocas ocasiones de gol para ambos equipos en el primer acto. Tanto fue así, que el primer remate del choque vino del lado gallego. No llegó hasta el minuto 20, en un centro al área de Fede Cartabia que remató con la testa Laure. Se marchó por encima del travesaño. El Deportivo seguía atascado sobre el terreno de juego y su rival se plantaba en el área cada vez con más peligro. Tanta insistencia de los “rojillos” debía tener su recompensa y así fue. Restaban apenas tres minutos para el descanso cuando Provencio abría el marcador con un disparo desde fuera del área. La asistencia fue de Sangalli que ganó la partida a Luisinho. Tomaba ventaja el Mirandés de cara a la segunda parte y dejaba en una situación complicadísima al conjunto gallego.

Pese a que tras el paso por los vestuarios Víctor Sánchez del Amo, realizó un doble cambio para dar otro aire al equipo (se incorporaron Luis Alberto y Bergantiños por Dominguez y Cardoso) el segundo del Mirandés no tardó en llegar. Gol a balón parado en un libre directo ejecutado por Abdón Prats en el minuto 55. En ese momento, la eliminatoria se ponía muy cuesta arriba para los locales que depositaron toda su fe en un hombre como Lucas Pérez. Apenas trascurrieron diez minutos de su entrada al terreno de juego cuando las esperanzas del Deportivo se esfumaron con el tercer tanto de los “rojillos”. Gol prácticamente calcado al primero. “Derechazo” de Provencio desde fuera del área que además firmó un doblete, y asistencia de Salinas.

Bergantiños intentó, por orgullo, recortar distancias pero su remate golpeó en el travesaño. No era el partido soñado para los blanquiazules que se despedían con un sabor amargo de la Copa del Rey. La eliminatoria quedó sentenciada para los de Miranda del Ebro, que sin embargo, se mostraron superiores a su rival durante todo el encuentro llevando la iniciativa del juego. Merecido el pase a los cuartos de final para los hombres de Carlos Terrazas que encaran la competición con la ilusión de emular la disputada en 2012 llegando a las semifinales.

 

 
 

RC Deportivo: Manu; Laure, Lopo, Rober, Luisinho; Mosquera, Juan Domínguez (Álex Bergantiños, 46'), Jonás Gutiérrez (Lucas Pérez, 61'); Fede Cartabia, Oriol Riera y Cardoso (luis Alberto, 46').
 

CD Mirandés: Raúl; Carlos Moreno, Álex Ortiz, Cantero; Eguaras (Kijera, 76'), Carlos Lázaro (Rúper, 69'), Provencio, Néstor Salinas (Ion Vélez, 72'); Sangalli, Abdón Prats y Álex García.

Goles: 0-1 (minuto 41). Provencio. 0-2 (minuto 55). Abdón Prats. 0-3 (minuto 71). Provencio.

Árbitro: Hernández Hernández (Comité Canario) Mostró tarjetas amarillas a Lopo y Lucas Pérez.

Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de octavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio municipal de Riazor ante 11.393 espectadores.

 


La tortura interminable

Como en el pasado derbi de la Europa League de hace dos temporadas, el conjunto sevillista vuelve a eliminar al verdiblanco. Marcaron José Antonio Reyes, Adil Rami, Kevin Gameiro y Gaël Kakuta

 


Dijo una vez un sabio que el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes. Pues ganar un derbi es lo único importante de entre las cosas menos importantes. Y el Sevilla ganó. Otra vez. Y ya van unas cuantas en los últimos tiempos. Demasiadas para un equipo, el Real Betis, que tiene la opción de mirarse en el espejo tras esta decepcionante eliminatoria y aprender de su rival. Las prisas nunca son buenas. Y en el fútbol mucho menos. El Sevilla la tuvo y ahora tiene éxito temporada a temporada. Derbi a derbi.

Juan Merino, buen conocedor de la tensión de este tipo de partidos –en su época como jugador solo perdió uno y disputó el histórico 0-3 logrado por los béticos en el Pizjuán en 1996–, puso en liza un once muy Pepe Mel, con una línea de mediapuntas creativa formada por Francisco Portillo, Dani Ceballos y Joaquín Sánchez. Consciente el entrenador interino de que a pesar de ir en contra en la eliminatoria, iba a ser el Sevilla el equipo con mayor predisposición por llevar el ritmo del partido, su propuesta era clara: contragolpear, contragolpear y contragolpear. Todo terminó en el minuto cuatro. José Antonio Reyes, que le gustan más estos derbis que los deportivos –es el único jugador en la historia del derbi sevillano que ha marcado en tres competiciones diferentes–, conectó con Mariano Ferreira y el posterior centro del brasileño terminó en el primer despeje-asistencia de la historia de este encuentro tan especial en Sevilla. Juan Vargas, como si le costara dinero pegarle a la pelota con fuerza, golpeó y el balón le cayó en la misma línea a un Reyes que solamente tuvo que empujar con su frente el esférico a gol.

A raíz del gol, el derbi fue mucho más derbi y comenzó a parecerse al que disputaron ambos conjuntos hace unas semanas en la Liga. El Sevilla dominaba con autoridad y el Betis solo mediante faltas podía frenar las embestidas hispalenses. El conjunto de Juan Merino apenas se asomaba al área sevillista y tuvo que esperar 28 minutos para lograr su primer remate del partido. Joaquín, que era un espectador de lujo del derbi hasta esa jugada, tiró de orgullo verdiblanco y con un eslalon se asomó por primera vez al área rival pero su disparo no trascendió. Todo lo contrario que en la jugada siguiente. Un saque de esquina botado sin mucho peligro por el conjugo de Unai Emery se convirtió, gracias al paupérrimo despeje de Didier Digard, en el segundo tanto del partido. Adil Rami voleaba con su pie izquierdo desde dentro del área el rechazo provocado por el centrocampista francés y lograba de esta manera su primer tanto con la camiseta del Sevilla, un jugador el internacional francés que si recupera su mejor forma a buen seguro optará por defender los colores de la selección gala en la próxima Eurocopa.

Tras el paso por vestuarios, y quién sabe si por el psicólogo, el Real Betis cambió radicalmente. Los oles del Pizjuán durante el final del primer tiempo tocaron la fibra sensible del beticismo y los jugadores salieron dispuestos a, por lo menos, dedicar un gol a los 840 béticos que animaban en el estadio sevillista y a los millones que pululan por el mundo. Así, y en apenas cinco minutos tras la reanudación, los pupilos de Juan Merino realizaron tantos remates –Cristiano Piccini y Rubén Castro– como en toda la primera parte. Eso sí, ninguno de ellos con algo de peligro para la portería defendida por Sergio Rico. Pero algo es algo. Tras unos cuantos acercamientos peligrosos por parte del conjunto bético, al que le dio otro aire Fabián, un chaval que conoce muy bien Juan Merino y al que hizo debutar con el primer equipo ya la temporada pasada en Segunda, el partido quedaría finiquitado con el tercer tanto del partido. Un gol fabricado en exclusiva por el banquillo sevillista. Nada más salir al terreno de juego, Michael Krohn-Delhi se inventó uno de esos pases made in Denmark que dejó completamente solo a Kevin Gameiro, que solo tuvo que superar a Antonio Adán con un potente derechazo por bajo.

Pero el Sevilla quería más. Quería la goleada. Y en la última jugada del partido, Gaël Kakuta se estrenaba con la sevillista tras un pase de Kevin Gameiro ante la indolencia de la zaga verdiblanca. 4-0 y cada equipo a reflexionar sobre sus objetivos. El Sevilla disputará los cuartos de final de una competición como la Copa del Rey que hace unos años que no visita las vitrinas hispalenses. Y el Betis, a pensar sobre su futuro porque mucho tiene que mejorar el equipo si no quiere regresar a la categoría de plata del fútbol español.

 

 

Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Rami, Kolo, Escudero; Iborra, Nzonzi; Reyes (Krohn-Dehli, m. 73) , Banega (Kakuta, m 63), Konoplyanka; y Llorente (Gameiro, m. 73).

Real Betis Balompié: Adán; Molinero, Bruno, Pezzella, Vargas; Digard (Kadir, m. 59), Petros; Joaquín, Dani Ceballos (Fabián, m. 46), Portillo; y Rubén Castro (Jorge Molina, m. 82).

Goles: 1-0, m. 4: Reyes. 2-0, m. 34: Rami. 3-0, m. 73: Gameiro. 4-0: m. 89: Kakuta.

Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonsestó a Rubén Castro e Iborra.

Incidencias: Unos 40.000 espectadores en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Encuentro de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey. Presencia de unos 500 seguidores del Real Betis, que pese al 0-2 de la ida acudieron a Nervión para animar a su equipo. 

 


En Vigo no hay Cheryshev que amargue una buena Copa

El conjunto andaluz no pudo dar la sorpresa y levantar el 0-3 en contra, a pesar del dominio del balón durante gran parte del encuentro

 


Tras la bochornosa eliminación del Real Madrid de la Copa del Rey, el Cádiz veía con buenos ojos sus opciones de pasar de ronda por medio de fútbol. Sin embargo, un partido de ida donde el Celta ganó con superioridad por 0-3, obligaba a los andaluces a realizar un milagro que no pudo ser. Guidetti, con un penalti que no fue, y Drazic sentenciaron al equipo de Claudio Barragán, que mereció marcharse con algún tanto en su haber.

La primera parte fue la viva imagen de un remedio contra el insomnio, a pesar del gol polémico que anotó Guidetti casi al final de los primeros 45 minutos. El Celta buscaba aguantar el resultado y la ventaja de la ida, pero el Cádiz comenzó a dominar el partido. Mantenían el esférico y ponían en peligro el área del conjunto gallego. Rozó el gol en varias ocasiones, la más clara de Román a pase de Andrés desde la línea de fondo. Sin embargo la pelota se marchó rozando la madera.

El tanto de Guidetti llegaría en el minuto 35 de penalti. Sencillo para el delantero, puesto que el guardameta se lanzó al lado contrario y no pudo evitar que el primer gol subiera al marcador. La polémica sería la causa de la pena máxima. El propio delantero se quedó solo dentro del área y Pol se lanzó al mano a mano, pero llegó tarde a la pugna y retiró los brazos. El atacante del Celta se tiró al suelo con un buen ‘piscinazo’ que el colegiado no vio, llegando a pitar penalti a favor del equipo vigués.

Con la eliminatoria prácticamente sentenciada a favor del conjunto gallego, la segunda parte fue más igualada con ocasiones muy claras para los de Berizzo. Guidetti gozó de varias ocasiones para aumentar la ventaja y su cuenta personal, pero no volvió a batir al guardameta del Cádiz antes de su sustitución. Ovación unánime de la afición para su delantero. Los gaditanos rozaron el tanto de la honra en los pies de Jandro de libre directo, pero su remate se marchó golpeando en el lateral de la red.

Drazic, en el minuto 77, sería el autor del segundo tanto del Celta. Un pase entre líneas magnífico de Señé deja totalmente solo al serbio que, con muchísima clase, bate al guardameta del Cádiz con un toquecito suave que supera a Pol por encima. Los minutos finales transcurrirían sin ningún tipo de anécdota, viendo cómo los equipos esperaban el pitido final con una eliminatoria que ya estaba decidida. El Celta pasa a cuartos de final y el Cádiz tendrá que esperar una nueva oportunidad la próxima temporada.

 

 

RC Celta de Vigo: Rubén Blanco; Pape, Sergi Gómez, Alende, Planas; Radoja (Hernández, min.61), Borja Fernández (Borja Iglesias, min.51); Madinda, Señé, Drazic; Guidetti (Jonny, min 68).

Cádiz CF: Pol; Cristian, Servando, Josete, Andrés (Juanfran, min.78); Garrido, Mantecón; Jandro (Pávez, min.66), Quintana, Álvaro García, Román (Vallejo, min 59).

Goles: 1-0 Guidetti (p), min.34; 2-0 Drazic, min.77

Árbitro: Sánchez Martínez (Colegio Murciano). Mostró tarjeta amarilla a Borja Fernández y a Alende por parte del Celta, y a Pol por parte del Cádiz.

Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 5.695 espectadores, según anunció el club gallego.

 


Williams hace naufragar al Submarino

Los Leones sentenciaron la eliminatoria merced a un único tanto de la joven perla de Lezama en un partido muy tenso. El orden defensivo rojiblanco maniató a un Submarino Amarillo que no dió muestras de intentar la remontada

 


El Madrigal se vestía una vez más de gala para presenciar el partido de vuelta de la eliminatoria más ajustada a priori de cuartos en Copa. El Villarreal llegaba después de consolidar su cuarta plaza clasificatoria en Liga pero con el resultado adverso de la ida (3-2), mientras que el Athletic buscaba sellar su pase a la siguiente ronda de su competición favorita. Así como Marcelino reservó a varios titulares en su once titular dando entrada a menos habituales como Nahuel o el jovencísimo Rodri, Valverde salía con casi todo (Aduriz incluido). Esto hizo que los leones salieran más enchufados en el primer tercio del encuentro con una presión asfixiante ante la salida de balón amarilla, lo que ponía en muchos problemas el juego combinativo castellonense.

En la primera ocasión de verdadero peligro Williams no falló ante Barbosa. Laporte se vio sólo en la conducción y puso un balón perfecto a su compañero, que no le tembló el pulso en el mano a mano y ponía el pase muy a favor de los suyos. A pesar de que este gol podía hacer pensar que el conjunto amarillo iba a reaccionar inmediatamente, nada más allá de la realidad. El entramado del plantel vasco era infranqueable para los Baptistao y compañía y Herrerín era un mero espectador más. Ya cumplida la media hora, Samu Castillejo pudo probar al guardameta rojiblanco pero su disparo no encontró la potencia deseada por el malagueño a pesar de llevar buena dirección. Mientras tanto, los visitantes seguían a lo suyo haciendo mucho daño por banda derecha pero no ampliaban la ventaja antes de marcharse a vestuarios.

En la reanudación el juego se endureció , lo que dio protagonismo a un Velasco Carballo que no dejaba contentos ni a unos ni a otros. Mientras, Soldado aparecía en escena por un Samuel que se marchó lesionado, cambio que ilusionó a un Madrigal que se metió de lleno en el encuentro. Bailly, por partida doble, y el propio Soldado parecían querer desquiciar a su rival con feos gestos que el colegiado no vio como expulsables pero el que casi ve el camino a vestuarios antes de tiempo fue Aduriz, que se tomó la venganza por su cuenta después de ser víctima de dos agresiones.

Sobre el terreno de juego los minutos pasaban sin apenas llegadas a las áreas y era Leo Baptistao el que complicaba a su propio portero con un cabezazo que a punto estuvo de finiquitar la eliminatoria casi rozando el último cuarto de hora. El tanto parecía estar más cerca en los visitantes que en los locales a pesar de que el baile en los banquillos parecía presagiar lo contrario, aunque fue Pina el que tuviera la ocasión más clara para equilibrar el partido al menos. Y así, sin pena ni gloria, se llegaba al final con un Athletic que vuelve a demostrar que la Copa del Rey sigue siendo su competición fetiche, mientras que el Villarreal no alcanzó una ronda que incluso superó la temporada pasada y se quedan sin luchar entre los mejores.

 

 

Villarreal CF: Barbosa, Rukavina, Musacchio, Bailly, Adrián Marín; Pina, Rodri (Dos Santos min 67), Castillejo, Nahuel (Denis Suárez min 77; Baptistao, Samu García (Soldado min 56)

Athletic de Bilbao: Herrerín, De Marcos, Etxeita, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Beñat, Susaeta (Lekue min 69), Williams (Boveda min 86); Eraso (San José min 80), Aduriz

Gol: 0-1, min. 20: Williams.

Árbitro: Velasco Carballo (Comité Madrileño). Tarjetas para los locales Bailly, Rukavina y Adrián Marín y los visitantes Etxeita, Aduriz y Williams.

Incidencias: Partido de vuelta del partido de octavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de El Madrigal, con unos 16.000 espectadores en las gradas.

 


Munir remata un derbi descafeinado

La tensión de los anteriores duelos entre el Espanyol y el Barcelona se atenuó, aunque apareció en los minutos finales de un partido que los del Luis Enrique tuvieron controlado en todo momento gracias a los dos goles del canterano Munir 

 


La eliminatoria llegaba muerta de la ida y Munir le dio el tiro de gracia. El Espanyol salió con entusiasmo al comienzo de las dos partes pero no aprovechó las ocasiones que tuvo en sus mejores momentos para meterle miedo al Barça y acabó entregando la cuchara. La vuelta, que casi despertaba más expectación en lo extradeportivo, fue un partido sorprendentemente tranquilo. No faltaron palos de todos los colores en los dos bandos pero la cosa no llegó a calentarse en ningún momento.

El Espanyol puede decir que al menos lo intentó. Sus primeros diez minutos fueron impecables, con una presión asfixiante sobre los culés y un par de acercamientos con peligro al área de Ter Stegen. De haber anotado en este periodo podrían haber animado la eliminatoria pero el Barça sobrevivió a ese tramo de incomodidad para hacerse con el manejo del encuentro.

Y es que con el marcador de la ida en la buchaca, sin el agobio de tener que ganar el partido, los de Luis Enrique empezaron a trazar larguísimas posesiones de cero riesgo. No buscaban dañar ofensivamente a los de Galca si no dejarles sin oler balón el tiempo suficiente para desenchufarles. El movimiento funcionó y cuál hipnotizador, tras los minutos de dormir al contrario comenzó a hacer lo que quería. Las oportunidades comenzaron a caer en la puerta de Bardi con cierta frecuencia y en una de ellas, tras gran jugada más asistencia de Messi, Munir en el mano a mano mató la eliminatoria.

El partido que hasta entonces había sido inesperadamente inmaculado subió un par de puntos de agresividad en la recta final de la primera parte donde el Espanyol se ganó tres tarjetas consecutivas. Una intensidad que mantuvo en el inicio de la segunda parte, con tres faltas en apenas 3 minutos.  Fue el segundo periodo en el partido en el que los periquitos intentaron ir a por el partido con todas y donde volvió a perdonar, con dos ocasiones muy claras marradas por Caicedo.

Tras este nuevo arrebato espanyolista el partido cayó muchísimo, llegando a picos de intensidad realmente bajos, tales que hasta vieron a Messi comenzar a fallar pases realmente fáciles. Lo único que interrumpió la modorra en la que había caído el encuentro fue el intercambio de patadas entre los dos equipos, salpicado con las amarillas del colegiado. Pero fue un intercambio limpio, casi por turnos en el que la cosa no llegó a calentarse en ningún momento.

Cuando parecía que poco más podía pasar, Aleix dio su primera asistencia como blaugrana para que Munir pusiera el 0-2 en el partido y el doblete en su cuenta particular. Una jugada que hará más por la moral de los protagonistas de lo que hizo por el partido, para esas alturas más que resuelto. Pasó el Barça en paz.

 

 

RCD Espanyol: Bardi; Rober Correa, Ciani, Álvaro, Duarte; Jordán, Abraham (Gerard Moreno, m.79); Salva Sevilla (Mamadou, m.68), Marco Asensio, Burgui (Montañés, m.55); y Caicedo

FC Barcelona: Ter Stegen; Dani Alves, Mascherano, Vermaelen (Adriano, m.57), Mathieu; Sergio Roberto (Bartra, m.57), Arda Turan; Rakitic, Aleix Vidal, Messi; y Munir

Goles: 0-1, m.32: Munir; 0-2, m.88: Munir

Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz). Amonestó a Burgui (m.34), Álvaro (m.38), Caicedo (m.42) y Salva Sevilla (m.61), del Espanyol; y a Aleix Vidal (m.71), Rakitic (m.81) y Adriano (m.84), del Barcelona

Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de Cornellá-El Prat ante 20.843 espectadores. En el palco se encontraba el presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, en su primer acto público desde su nombramiento. En las gradas se pudieron ver pancartas con las frases: "Shakira es de todos", "Antonio de la Rúa, contigo empezó todo" y "Pau, tu pie nos marca el camino", entre otras.

 


Pío pío y a cuartos que me río

Los amarillos acaban con el Eibar en una noche en la que Wakaso se ganó la grada del Estadio de Gran Canaria. La Copa vuelve a dejar un episodio mágico y a la espera del sorteo del viernes

 


Las Palmas ahondó en los errores defensivos del Eibar y se clasifica por primera vez en 19 años en los cuartos de final de la Copa del Rey tras vencer por 3-2 en el choque de vuelta. Dos fallos de Xabi Irureta fueron decisivos en la consecución de dos de los tres tantos del conjunto insular. El conjunto armero había hecho lo más difícil después de anular el tanto inicial en propia puerta de Saúl Berjón.

El conjunto insular trató de llevar el peso del partido, pero fue un mero espejismo porque la fuerte presión de los eibarreses provocó que las transiciones locales fueran incómodas. La propia inercia de un Eibar que iba por detrás en la eliminatoria y necesitaba marcar al menos un tanto en terreno canario fue suficiente para que fueran ganando metros, encerrando a los de Setién en su propio terreno de juego.

Al equipo amarillo le costó algo entrar en el partido, pero cuando lo hizo fue llevando gran peligro sobre la meta de Irureta. En apenas dos minutos, William Jose tuvo dos oportunidades muy claras con las que pudo encarrilar aún más el pase para la siguiente ronda del torneo copero. En la primera, el cancerbero visitante se tuvo que emplear a fondo y en la segunda, el brasileño realizó una volea que se estrelló violentamente contra el travesaño del arco eibarrés.

Los de Mendilibar lo intentaron, pero apenas tuvieron presencia ofensiva a lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos y no llegaron a disparar sobre la portería rival. Las Palmas logró inaugurar el marcador instantes antes de la llegada del descanso tras un monumental error del portero visitante. Irureta salió del área para cortar un contragolpe local. Se complica y en lugar de despejar el cuero, lo acaba empujando fuera de banda. Un atento Wakaso saca rápido y pilla totalmente descolocado al guardameta y finalmente David Juncá acaba introduciendo el esférico en su propia portería ante la oposición de un William Jose que trataba de rematar. Un tanto de videos de Primera que dejaba a los canarios con un pie y medio en la siguiente ronda a falta del segundo acto.

Parecía impensable que el equipo visitante tuviera opciones de clasificación, pero le dio la vuelta al marcador nada más comenzar el segundo periodo con goles de Ekiza y Enrich. Le hacían falta tres goles al conjunto armero y logró dos antes de que los insulares se hubieran despertado. No obstante, reaccionaron a tiempo los pupilos de Quique Setién y Momo puso el 2-2 en el simultáneo en un inicio de la segunda parte de locos.

Trepidante fue la eliminatoria, con alternativas para los dos equipos. El conjunto azulgrana seguía necesitando un gol para poder forzar al menos la prórroga y llevó el peso en el último tramo del encuentro. Inui tuvo en sus botas el tanto, pero Lizoian evitó el tanto. En los instantes finales, un nuevo error de Irureta condenó definitivamente a su equipo. El meta armero midió mal en la salida y dejó el balón franco para que David García anotara a placer el definitivo 3-2.

 

 

UD Las Palmas: Raúl Lizoain; David Simón, David García, Garrido (Nili, min. 86), Dani Castellano (Aythami, min. 62); Vicente Gómez (Roque, min. 78), Culio; Momo, Valerón, Wakaso; y Willian José.

SD Eibar: Irureta; Ekiza, Dos Santos, Pantic, Juncá; Eddy Silvestre (Barrenetxea, min. 46), Adrián; Keko Gontán (Inui, min. 46), Verdi, Sául Berjón; y Sergi Enrich (Borja Bastón, min. 72).

Goles: 1-0, min. 43: Juncá, en propia puerta. 1-1, min. 51: Ekiza. 1-2, min. 53: Sergi Enrich. 2-2, min. 59: Momo. 3-2, min. 83: David García.

Árbitro: Pedro Jesús Pérez Montero (Comité Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Wakaso (min. 37) y David Simón (min. 50), y a los visitantes Eddy (min. 36) y Ekiza (min. 42).

Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de la Copa del Rey disputado en el Estadio de Gran Canaria ante 13.588 espectadores

 


A Gary le sientan bien las copas

El técnico inglés no ha ganado todavía en Liga, pero ha vuelto a hacerlo en el torneo del KO; los Che rematan la eliminatoria de octavos (7-0) con goles de Zahibo, Alcácer y Piatti

 

 

El Valencia ha vuelto a ganar en la Copa del Rey de la mano de Gary Neville. En un partido que se presumía como un mero trámite tras el resultado de la ida (4-0) y los onces de tanto uno como otro para éste, el conjunto nazarí quiso ponerle algo. Llegó con un inicio arrollador que tan sólo Ryan y el palo pudo contener cuándo todavía no se había cumplido el ecuador de la primera mitad.

Las sensaciones que buscaba Neville con menos presión de la habitual no llegaban, tanto es así que apenas Negredo intervenía en el juego. El ‘Tiburón de Vallecas’, después de su hat-trick en Mestalla hace una semana, tenía otra oportunidad pero sus compañeros no le seguían en el frente ofensivo y éste se desesperaba.

Mientras, los de Sandoval seguían haciendo daño a su rival con llegadas por la banda (sobre todo por la derecha) pero el gol no llegaba y su K.O de la Copa parecía más cercano a pesar del buen rato que estaban ofreciendo a su afición. Ya cumplida la media hora de encuentro empezó a reaccionar el conjunto ché de las botas de su goleador, que a punto estuvo de hacer el ‘Premio Puskas’ del año próximo con un tiro desde su propio campo que casi sorprende a Kelava.

Fue el propio portero croata el protagonista de que los segundos 45 minutos no tuvieran casi sentido, ya que en un córner genial botado por Piatti salió a destiempo. Zahíbo, que se elevara por encima de sus marcadores también, fue el artífice de la sentencia total e hizo valer la máxima del fútbol por la que no se puede perdonar y además al borde del descanso. En la reanudación Neville ya empezó a pensar en el partido del fin de semana ante el Rayo retirando a uno de los pocos teóricos titulares con los que contaba en su alineación. Así Cancelo se quedó en los vestuarios y Bakkali contaría con una de las primeras oportunidades con el nuevo entrenador.

En el juego, Success y Edgar hacían mucho daño a sus defensores por las bandas pero el resto de sus compañeros había bajado los brazos tras el mazazo anterior. Mientras los chés intentaban bajar el balón al suelo aunque la mayoría de las veces se veían superados por los mediocentros nazaríes.

El baile de los banquillos continuaba y fue precisamente la entrada de Alcácer por Negredo la que propició el segundo. El pichichi valencianista en Liga salió por su homólogo en este torneo del K.O y en el primer balón que tocaba batía por bajo al guardameta balcánico después de un desmarque de ruptura que vio muy bien Danilo.

Esta jugada también tuvo parte de polémica ya que antes de nada pudo haber falta de Zahíbo sobre Rochina que el árbitro no señaló como tal, lo que terminó de encender a una afición granadinista que en minutos anteriores ya habían señalado a dos de los suyos (Kelava y El-Arabi).

Sin nada ya en juego más que el orgullo, las patadas a destiempo se empezaron a suceder por un bando y otro y en una de esas Babin pudo ver la roja directa por una entrada peligrosa sobre Bakkali que el colegiado castigó con amarilla. Fue el propio belga el protagonista de la acción del tercer gol. Robó, se fue de dos defensores rojiblancos y provocó un penalti que protestó tanto todo el equipo rival como su entrenador Sandoval desde la banda. Piatti lo lanzó de forma magistral ante la estirada de Kelava que acertó la dirección pero no pudo llegar.

De ahí al final, Alcácer pudo hacer el cuarto antes de cumplirse los 90 minutos que hacían al Valencia avanzar a los cuartos de final del torneo con un pleno de victorias aquí desde la llegada de Neville. El Granada, por otro lado, podía centrarse en salvar la categoría, el objetivo principal de la temporada.

 

 
 

Granada CF: Kelava; Miguel Lopes (Foulquier, m.78), Babin, Mainz, Neuton; Uche, Fran Rico; Edgar, Rochina, Success (Peñaranda, m.68); y El Arabi (Thievy, m.58).

Valencia CF: Ryan; Vezo, Santos, Mustafi, Orbán; Zahibo, Fran Villalba, Danilo (Diallo, m.70); Cancelo (Bakkali, m.46), Piatti y Negredo (Paco Alcácer, m.62).

Árbitro: Estrada Fernández (Comité Catalán). Mostró cartulina amarilla a los locales Uche y Babin, y al visitante Orban.

Goles: 0-1 (m.42): Zahibo. 0-2, (m.63): Paco Alcácer. 0-3, (m.83): Piatti, de penalti.

Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el Estadio Nuevo Los Cármenes ante 7.000 espectadores aproximadamente.

 

 

Prácticos, algo de suspense y para rematar... ¡¡ Antoine !!

Correa, en la primera mitad, adelantó al Atlético con un trallazo. Griezmann entró en la segunda parte y, con un doblete, remató la eliminatoria.

 


El Atlético de Madrid ha ganado 3-0 al Rayo Vallecano y está en los cuartos de final de la Copa del Rey. En Vallecas la eliminatoria quedó abierta con el empate a uno. En aquel encuentro, tuvo que aparecer Saúl Ñíguez para salvar a un Atlético de Madrid que no tuvo su mejor noche. Hoy apareció Griezmann, el de siempre. Con su doblete en la segunda mitad, tras salir del banquillo, los hombres de Diego Simeone se clasificaron frente a un Rayo que por momentos les complicó el encuentro. Ángel Correa abrió el marcador con un golazo en la primera parte.

Para este partido, Simeone no quiso especular y en su once inicial contó con la presencia de jugadores habituales. En la delantera apostó por el colombiano Jackson Martínez dando descanso así a Griezmann que esperaba en el banquillo por si la cosa se complicaba.Desde los inicios, el encuentro estuvo muy equilibrado, algo mejor el Rayo que era dueño del balón. Las intenciones de Paco Jémez para este choque eran claras, posesión alta para poder salir desde atrás con el balón.

Aún así, el Atlético siempre defiende bien y al conjunto rayista le costaba crear ocasiones. Hasta el minuto 15 no llegó el primer aviso de los visitantes. Fue Embarba, con un remate dentro del área desde la parte derecha que paró con algunas dificultades Moyá. El Rayo estaba trabajando muy duro para mantener el resultado pero Ángel Correa apareció a falta de cuatro minutos para concluir el primer acto con un auténtico “zapatazo” que dejó helado a Yoel. El argentino recibió la asistencia de Yannick Carrasco que se marcó una gran jugada por la izquierda. El belga le puso en bandeja un balón para que el delantero rojiblanco ejecutase con la derecha un potentísimo disparo que pegó primero en el larguero, para aumentar el suspense, y finalizó en el fondo de la red.

La eliminatoria se ponía de cara para el Atlético de Madrid que quiso más antes de encarar el túnel de vestuarios. Una jugada entre Ángel Correa y Jackson Martínez pudo sentenciar el partido pero Quini apareció y evitó que el colombiano finalizase la jugada. La segunda parte comenzó de la peor forma para el conjunto franjirrojo. Una desafortunada acción entre Diego Llorente y su compañero Baena acabó con un fuerte golpe en el tobillo para el primero. Llorente tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado para ser sustituido por Chechu Dorado.

Paco Jémez tuvo que arriesgar y realizó el segunda cambio dando entrada a Manucho para que acompañase en la delantera a Javi Guerra. El Rayo no se daba por vencido, en parte, porque el resultado aún les daba posibilidades y no cesaba en su empeño de igualar el partido. Diego Simeone era consciente de que un gol de su rival complicaría el encuentro y por ello apostó por Griezmann que salió al terreno de juego por Ángel Correa. Simeone era conocedor de que el delantero no le iba a fallar cuando más le necesitaban y sus mejores augurios se cumplieron. Fue en el minuto 80, en una jugada a balón parado, un córner que remató el francés con la izquierda para sentenciar el pase a los cuartos de final. Una vez más apareció el Griezmann salvador, el jugador que siempre resuelve en los momentos decisivos y que fue capaz de cerrar definitivamente el choque con otro tanto. Un mano a mano con Yoel, que se precipita en la salida y provoca que el rojiblanco remate a placer. Gran asistencia de Gabi que salió en el último tramo de partido.

Con este resultado, el Atlético de Madrid opta a ganar todas las competiciones. Su periplo por la Copa del Rey continúa con el pase a los cuartos de final, donde ya espera rival tras la victoria de esta noche.

 

 

Atlético de Madrid: Moyá; Gámez, Savic, Godín, Filipe; Thomas, Kranevitter (Gabi, m. 72), Koke; Carrasco, Jackson Martínez (Óliver, m. 81) y Correa (Griezmann, m. 68).

Rayo Vallecano: Yoel Rodríguez; Quini, Llorente (Dorado, m. 53), Ze Castro, Nacho; Embarba, Trasshorras, Baena, Lass (Bebé, m. 65); Montiel (Manucho, m. 58); y Javi Guerra.

Goles: 1-0, m. 39: Correa, de potente disparo desde fuera del área. 2-0, m. 79: Griezmann, de chilena tras un rechace. 3-0, m. 90: Griezmann regatea a Yoel y marca a puerta vacía.

Árbitro: González González (Comité Castellano-leonés). Amonestó al local Filipe Luis (m. 60) y al visitante Ze Castro (m. 35).

Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 28.000 espectadores.

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