lunes, 14 de mayo de 2012

ANÁLISIS DE LA ÚLTIMA JORNADA DE LA LIGA BBVA


Griezmann endulza el adiós de Aranburu

En un partido sin ningún interés común, se despedía de su afición Mikel Aranburu, el capitán de la Real Sociedad. Emery se despedía también del Valencia en su ciudad natal.

 

 

Llegaban ambos conjuntos sin ninguna necesidad a esta última jornada. La Real Sociedad ya salvada, jugaba en casa un partido intrascendente pero con el único aliciente de la marcha de su capitán tras trece temporadas vistiendo la camiseta del equipo donostiarra. También parece ser este el último partido de Carlos Vela, el hombre revelación de la segunda vuelta, que parece tiene su futuro en Inglaterra y no en España. No solo estos dos hombres han dicho adiós a la Real, sino que parece que su entrenador Montanier podría tener las horas contadas en el club pese a tener un año más de contrato, y es que este hombre no cae demasiado bien en la parroquia donostiarra.

 

En el Valencia, mientras tanto, podíamos ver un cuadro de bajas bastante importante en la que podíamos leer nombres como el del aspirante a la selección Roberto Soldado, Guaita, Albelda, Topal, Miguel y Mathieu (este último por lesión). Aun así, Unai nos sorprendía incluyendo a Bernat, canterano, en el once titular. Emery se ha despedido de su club por tanto, dejándole en una meritoria 3ª plaza muy peleada, demostrando que pese a los contratiempos sufridos a lo largo de la temporada con dos de sus hombres claves lesionados, como son Banega y Canales, ha conseguido volver a incluir al club valenciano entre los 4 afortunados que disputarán la Champions League. Criticado por su estadio, al igual que el técnico local, Emery dejará atrás un ciclo en el que ha logrado grandes resultados pese a la constante venta de sus principales jugadores.

El partido comenzaba sin mucha emoción, una falta lanzada por Tino Costa a la barrera en el primer minuto del encuentro y un mal remate de Aduriz de cabeza a un centro colgado por el lateral Jordi Alba (el cual podría estar diciendo adiós al conjunto che) en el minuto 2 hacían tomar la iniciativa del encuentro al equipo de Unai.

Pasaban los minutos sin que ninguno de los dos equipos decidiese intentar llegar a la portería contraria, Bernat desbordaba a los defensas de la Real con una cierta facilidad, aunque sus jugadas nunca fueron terminadas. Griezmann era el único jugador de la Real que parecía tener hambre de gol en este encuentro y lo intentaba con tímidas llegadas y algún que otro pase en profundidad a los que Carlos Vela no conseguía llegar gracias en parte al acierto del portero valencianista a la salida al cruce a por el balón.

Terminaba la primera parte con otro acercamiento del Valencia, Aduriz rompía a De la Bella en una jugada que intentó finalizar con una vaselina sobre la portería de Claudio Bravo que se iría fuera por poco. Hasta el momento el Valencia tenía el dominio del balón pero sin inquietar en exceso la portería local.

Tras el descanso en el que no se realizó ningún cambio, todo continuaba igual. El Valencia seguía con el balón pero no generaba peligro, mientras que la Real no se sentía incomoda encerrada atrás. Fue por fin la reacción del técnico local que decidió dar entrada a Xabi Prieto, al que muchos aficionados definen como el relevo generacional de Aranburu. La salida del interior diestro dió lugar a la resurrección de la Real Sociedad, que consiguió inquietar la portería de Dielgo Alves en varias ocasiones. Esta vez la suerte sonreiría a la Real Sociedad cuando entre Zurutuza y Xabi Prieto hicieron una jugada de combinaciones que finalmente, con asistencia de Xabi Prieto, dejarían a Griezmann rematar a placer y anotar el 1-0 en el marcador. El partido tras este gol perdió el ya poco encanto que tenía, puesto que el Valencia no parecía tener hambre de gol y a la Real le valía el resultado.

Con esto llegábamos al momento más importante del partido, Mikel Aranburu decía adiós a la que ha sido su casa durante tantos años. Con Anoeta aplaudiendo como pocas veces se le recuerda, decía adiós el capitán del club y daba entrada a Rubén Pardo, el joven riojano que aspira a grandes metas como jugador de la Real Sociedad.

También llegaba la despedida de Carlos Vela que fue sustituido por Joseba Llorente, parece que el delantero mexicano dirá adiós a la Real, que aunque intentará volver a contar con él, no puede hacer frente a sus altas pretensiones económicas.

Y así llegaríamos al final de este encuentro sin más historia que la despedida de Aranburu y Vela por parte de la Real Sociedad y la de vasco Unai Emery por parte del Valencia. Como anécdota, se puede destacar el manteo que realizaron los jugadores a Aranburu. Más fría ha sido sobre el campo la despedida del técnico del Valencia, que invitará hoy a cenar a sus jugadores para despedirse de ellos.

Llega así el fin de esta liga a Anoeta, así que solo queda desear mucha suerte a ambos conjuntos de cara a la próxima temporada, al nuevo técnico del equipo valencionista Mauricio Pellegrino, y al técnico de la Real Sociedad, que salvo sorpresa parece que no será Montanier.
 

 

Real Sociedad: Bravo; Estrada, González, Ansotegi, De la Bella; Aranburu (Rubén Pardo, min. 75), Illarramendi, Zurutuza, Griezmann, Vela (Llorente, min. 86); Agirretxe (Prieto, min. 56).

Valencia CF: Diego Alves; Dealbert, Bruno, Tino Costa, Ricardo Costa; Maduro, Jordi Alba, Bernat, (Piatti, min. 60), Feghouli (Jonás. min. 60); Pablo Hernández (Alcacer, min. 78), Adúriz.

Gol: 1-0. M. 63. Griezmann remata un centro de Xabi Prieto.

Árbitro: Pérez Montero. (Colegio Andaluz). Tarjetas amarillas a Estrada y Vela.

Incidencias. 27.000 espectadores en el estadio de Anoeta. La afición se entregó en su apoyo al capitán Mikel Aranburu en su despedida sobre todo cuando fue sustituido por el joven Rubén Pardo.

 


Keita salva la despedida liguera de Pep

El cuadro sevillano estuvo a punto de poner fin a la era del de Santpedor con una derrota, pero el mediocampista de Malí salvó el punto al minuto 92. Messi y Valdés, a pesar de los dos goles encajados, aseguran el Pichichi y Zamora respectivamente.

 

 

En el último encuentro de Pep Guardiola en la Liga como técnico del Barcelona, el Benito Villamarín recibió a una escuadra blaugrana que por varios momentos pareció cansada y desganada.

Con apenas 8 minutos de iniciado el encuentro, fue Sergio Busquets el que abrió el marcador en una jugada a balón parado, tras un córner de Xavi Hernández, que remató con la cabeza y la portería de Casto recibió el gol que parecía ser el inicio del calvario andaluz. 

 

Pero al Barcelona le costó trabajo acomodarse en la cancha, Lionel Messi durante la primera parte buscó el balón y tuvo algunas oportunidades, pero en defnitiva no fue el Leo que acostumbra brillar. El buen marcaje de los béticos también frenó el paso del astro argentino que esta noche se fue sin anotar gol y se queda con su registro de 50 tantos en la competicón local.

Sergio Busquets en la medular dio un gran partido, con centros acertados y pases que pudieron ser aprovechados como jugadas de gol, pero fueron desaprovechados en especial por Dani Alves que varias veces perdió el control del balón. Esta en definitiva no fue la noche del brasileño que tras dos tarjetas amarillas salió expulsado al minuto 7 de la segunda parte tras una jugada peligrosa y a decir verdad, es que Alves se autoexpulsó de una manera que no era necesaria.

Tras el descanso y con el marcador a favor de los blaugranas, el equipo de Pepe Mel inició la segunda parte apretando en la parte alta y fue Rubén Castro el que empezó a representar el principal peligro para Víctor Valdés que durante la primera parte se había podido relajar. Y fue Castro quien en el minuto 71 con un buen gol se encargó de igual el marcador (1-1) y la afición bética vibró, mientras que Pep Guardiola mostró claramente en su rostro los signos de la tristeza.

Pero Rubén Castro se volvió imparable y tres minutos después le daba la vuelta al partido, anotando el segundo gol que ponía en ventaja a los andaluces (2-1). La gran temporada del conjunto sevillano brillaba en la cancha del Villamarín y la afición llegó a su máxima alegría.

El Barcelona aceleró los cambios, incluyendo a Cristian Tello que entró para sustituir a Pedro y Martín Montoya reemplazó a Ibrahim Afellay. Pero los esfuerzos parecían no ser suficientes y cada vez era más complicado atacar la portería de Casto. Entró también Andrés Iniesta apenas unos 8 minutos antes de terminar el encuentro, como si el manchego fuera la última esperanza de Pep y Tito Vilanova que veían con desesperación cómo se les iba el partido de las manos.

Pero el héroe blaugrana fue Seydou Keita, que en el descuento (90+2) anotó el gol que empataba el partido (2-2) y aunque la cara no cambió a Guardiola, sin duda fue un alivio despedirse con un empate y no con una derrota, aunque ya poco importaba cuando ya no se jugaban puntos.

Pero el gran héroe fue Rubén Castro, que puso en alto el nombre del Real Betis y demostró por qué este equipo no sólo llegó a la primera división del fútbol español, sino también por qué el equipo de la capital andaluza firmó una gran temporada, con altibajos pero siempre con la frente en alto.

La era Guardiola termina con un dato curioso: nunca pudo ganar en Villamarín, al cosechar sólo un empate y dos derrotas en casa del Betis.

 


Real Betis Balompié: Casto; Chica (Isidoro, m.72), Paulao, Dorado, Nacho; Beñat, Cañas; Jonathan Pereira, Pozuelo (Nono, m.64), Jefferson Montero (Santa Cruz, m.57); y Rubén Castro.

FC Barcelona: Valdés, Alves, Piqué, Mascherano, Adriano; Busquets, Xavi (Iniesta, m.82) , Keita, Pedro (Tello, m.77), Messi y Afellay (Montoya, m.52).

Goles: 0-1. m.8, Busquets. 1-1. M.70, Ruben Castro, 2-1. m.73, Rubén Castro. 2-2: m.91+ Keita.

Arbitro: Ayza Gámez (c. valenciano). Expulsó, por doble tarjeta amarilla a Alves (m.32 y m.52), y amonesto a Beñat (m.80.), Cañas (m.88)

Incidencias: Partido disputado en el estadio Benito Villamarín en tarde noche de auténtico verano, ante más de 45.000 espectadores. Terreno de juego en perfectas condiciones. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Pachón, ex jugador de los años 60, y de Manuel Morales, ex directivo.


Real Zaragoza, la culminación de un gran milagro

El gol de Apoño de penalti más el de Hélder Postiga en el 92' mantienen en Primera a los de Manolo Jiménez en un partido que acabó jugándose 8 contra 10 en el Coliseum Alfonso Pérez

 

 

No sé si será por la Pilarica o por la fé de los de Manolo Jiménez, pero lo que si es cierto es que Zaragoza es de Primera un año más. Y lo es por su casta, por el orgullo de sus colores y por una afición de diez que se desplazó en masa a Getafe para apoyar a los suyos. No tenían muy complicado obrar el milagro, puesto que dependían de sí mismos y una victoria les salvava. Y así fue.

 

La primera mitad comenzó con arreón de los maños, que poco a poco se fueron haciendo dueños del encuentro. Los de Luís García no se jugaban nada deportivamente, salvo el dinero del traspaso de Uche y los posibles maletines. Se fue notando con el transcurrir de los minutos y las ocasiones iban llegando del lado blanquiazul. El podería iba a ser aún más incesante cuando el Getafe se quedó con uno menos por la expulsión de Sarabia por doble amarilla. Pocas ocasiones claras tuvieron los visitantes, salvo un disparo desviado de Álvarez al filo del descanso. El Zaragoza estaba en segunda división y debía reaccionar.

La charla del descanso de Manolo Jiménez dió resultado, puesto que el cambio de actitud en los visitante fue notorio. Empujaron con más ahínco a la meta de Moyá, tanto que provocaron un penalti por manos de Miguel Torres, que también fue expulsado por doble amarilla. El Zaragoza lo tenía a huevo, penalti a favor y con dos hombres más. No falló Apoño, que la mandó a la red y celebró con rabia la salvación momentánea de los blanquillos. La grada del Coliseum Alfonso Pérez pareció hoy la de La Romareda y al grito de "Zaragoza nunca se rinde" espoleó a los suyos. Estaban ante un panorama deseado, puesto que no debían buscar el gol.

El partido se fue apagando, ya que ambos bajaron la intensidad a falta de sobresaltos en los otros campos de Primera. Se podría decir que firmaron un pacto de no agresión, aunque el Getafe se lo intentó saltar en alguna que otra ocasión, aunque Güiza perdonó solo delante de la meta de Roberto. A pesar de no ser un partido bronco, el Zaragoza también iba a perder un jugador, esta vez por una entrada a destiempo de Dujmovic. A Teixeira Vitienes se le fue un poco la mano, puesto que dos minutos después dejó con ocho jugadores a los locales por una durísima entrada de Miku a Álvarez.

El Zaragoza buscó el gol de la tranquilidad y lo consiguió, con un espectacular tanto de Hélder Postiga desde fuera del área. El portugués lo celebró con un júbilo digno de un equipo que al grito de "¡Sí, se puede!" batalló por su vida hasta que lo consiguió. Increíble hazaña del cuadro maño que permanecerá un año más en la mejor Liga del mundo.  

 


Getafe CF: Moyá; Arroyo (Pedro Ríos, m.73), Rafa, Torres, Valera; Pedro León (Álex Pérez, m.59), Lacen, Casquero (Güiza, m.78), Sarabia; Barrada y Miku

Real Zaragoza: Roberto; Álvarez, Da Silva, Paredes, Abraham; Edu Oriol (Dujmovic, m.65), Rubén Micael, Apoño, Zuculini (Luis García, m.45), Lafita (Barrera, m.89) y Hélder Postiga

Goles: 0-1: m. 57, Apoño, de penalti. 0-2: m.91, Helder Postiga

Árbitro: Jose Antonio Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Mostró cartulina amarilla a Paredes (m.5), Lacen (m.78) y Postiga (m.92). Además expulsó por doble amarilla a Sarabia (m.25) y a Torres (m.13 y m.56) y por roja directa a Dujmovic (m.83) y a Miku (m.87).

Incidencias: Partido correspondiente a la última jornada de Liga disputado en el Coliseum Alfonso Pérez ante 17.000 espectadores.


Levante UD, un sueño hecho realidad llamado Europa

El Levante se clasifica por primera vez en su historia en una competición europea. Los goles de Ghezzal, por partida doble, y Farinós amansaron a los leones.

 

 

El último tren con destino a Europa pasaban por la estación de Orriols donde el Levante recibía a un Athletic de Bilbao golpeado por la final de Bucarest. Era cuestión de ganar al conjunto de Bielsa y esperar que el Mallorca o el Atlético de Madrid tropiecen en sus respectivos emparejamientos.

 

Un Ciutat de València colmado en su plenitud por aficionados granotas que querían ser testigos de la mayor hazaña de la historia del club: jugar en Europa.

Bielsa, sin objetivos por conseguir más que la reconstrucción moral de su equipo de cara a la final de la Copa del Rey, no iba a dejarle las cosas fácil al Levante. Con Fernando Llorente y Javi Martínez en el banquillo, el 'Loco' apostaba con casi todo su arsenal. Sin embargo, Juan Ignacio Martínez, iba a darle pelea en busca del merecido puesto continental. Con Valdo y Barkero tejiendo las jugadas de peligro, una solidez defensiva instalada por el eterno capitán Sergio Ballesteros y con un omnipresente Iborra el Levante avanzaba en busca del gol más anhelado de sus 102 años de historia. Sólo un escurridizo Munian sembraba un peligro minúsculo en terreno rival. Ibai tendría la primera ocasión rojiblanca con un remate a colocar que controlaba Keylor Navas cuando transcurrían un cuarto de hora. Cinco minutos más tarde, Munian probaría sin fortuna con un disparo a distancia.

El equipo local controlaba el partido pero carecía de profundidad, algo que los de Bielsa conseguían con humildes pinceladas individuales de Munian e Ibai. A la media hora de partido, Botelho protagonizaría un contragolpe que se duerme en los pies de Ghezzal, desaparecido hasta ese momento. Toquero respondía con una volea desde la medialuna que se marchaba por encima del larguero.

La figura de Barkero parecía facilitar la organización del equipo de JIM. El ex Numancia apronechó una falta para ejecutar un balón al corazón del área que Ghezzal conectaba de cabeza y se marchaba afuera.

Iborra aportaba su cuota defensiva para robarle un balón al rapidísimo Munian y asistir a Barkero que se pierde un mano a mano inmejorable. El de Moncada se hacía dueño y señor del centro del campo. Llegaría el turno de Botelho que robaba una pelota en campo ajeno y probaba desde la frontal con un zurdazo que rozaba el poste zurdo de Iraizoz. Sin embargo, Ghezzal iba a impartir justicia con un delicioso remate por encima del guardameta rojiblanco que hacía explotar de euforia a todo el estadio. Gol del Levante en el último suspiro de la primera mitad.

Tras el descanso, Bielsa hacía saltar al campo a Llorente y Javi Martínez por Toquero e Iturraspe. La calidad de las modificaciones bilbaínas quedó en evidencia cuando Llorente conectó su primer remate de cabeza que Keylor Navas descolgaba de la escuadra. Magnífica la respuesta del portero costarricense. El técnico argentino agotaba su último cambio con el ingreso de Gabilondo por Ander Herrera, de flojo partido. Sin embargo el conjunto levantinista mantenía su orden sin complicaciones. Llegaría la segunda alegría en Orriols con una centro de Barkero que, en una baldosa, agrupó a la defensa rival y cedió el balón a Ghezzal para que el franco-argelino convirtiera la segunda diana de la noche y certificar el billete europeo.

El Levante dominaba y crecía en confianza. Barkero, de enorme partido, regaló una última cabalgada para rematar sin éxito. Valdo también tuvo el tercero en sus botas pero no pudo aprovechar el mano a mano ante Iraizoz.

Pero la guinda del partido la pondría Farinós, recientemente ingresado al terreno por Barkero, desde el punto de penalti para marcar el 3-0 y sentenciar el encuentro. Sobre el final, Juanlu saltó al campo por el héroe de la noche, Ghezzal en un cambio donde ambos fueron ovacionados.

Final del partido. Los aficionados saltan al terreno de juego para abrazar a los jugadores porque el Levante se mete, por primera vez en sus 102 años de historia, en la Europa League. Heroico. Orriols se prepara para jugar en la segunda competición continental.
 

 


Levante UD: Keylor Navas; Pedro López, Ballesteros, Cabral, Juanfran, Iborra, Xavi Torres, Valdo, Barkero (Farinós, m.76), Botelho (David Navarro, m.89) y Ghezzal (Juanlu, m.80).

Athletic de Bilbao: Iraizoz, Iraola, Ekiza, Amorebieta, De Marcos, Susaeta, Iturraspe (Javi Martínez, m.46), Ander Herrera (Gabilondo, m.64), Muniaín, Ibai Gómez y Toquero (Llorente, m.46).

Goles: 1-0, m.44: Ghezzal. 2-0, m.68: Ghezzal. 3-0, m.88: Farinós, de penalti.

Árbitro: Clos Gómez (Colegio Aragonés). Amonestó por el Levante a Ghezzal y por el Athletic a Amorebieta.

Incidencias: Partido disputado en el estadio Ciutat de València ante 23.142 espectadores que completaron la mejor entrada de la temporada. Terreno de juego en buenas condiciones.


Un Campeón Centenario

Con dos goles espectaculares, el alemán dio el triunfo a los merengues, que rompieron el récord de puntos en una temporada (100 puntos de 114 posibles). Cristiano y Benzema se sumaron a la fiesta del Bernabeu

 

 

El Real Madrid es, por lo menos por números, el equipo más poderoso que jamás haya jugado la Liga española. Los 100 puntos conseguidos no tienen precedente en la competición y, con los 10 puntos que obtuvo el equipo merengue de ventaja sobre el Barcelona, no hay nadie que se pueda atrever a disputarle el merecimiento de haber terminado en la cima.

 

Ese era el interés del partido de hoy para los blancos, y por ello José Mourinho salió a la cancha con un equipo ofensivo y poderoso, que incluía a Ronaldo, Benzema, Higuaín y Özil, un poker atacante que no tiene comparación en la liga. Y esos cuatro nombres dieron como resultado cuatro goles y una gran celebración.


El primero en marcar fue Cristiano. El portugués tenía su propio reto para esta noche, marcar cinco goles para empatar a Lionel Messi en la lucha por el Pichichi. Una misión casi imposible que, de pronto, no lo parecía tanto cuando abrió el marcador al ’18 y sus compañeros no bajaron el ritmo, intentando que su número 7 consiguiera una remontada histórica.

El Mallorca, que luchaba por estar en Europa, no pudo ni siquiera meter las manos ante el vendaval blanco. Sin embargo, no fue Ronaldo quien asumió el protagonismo, sino sus igualmente notables compañeros. Una combinación entre Higuaín y Benzema concluyó con el segundo tanto cuatro minutos después, y la goleada ya estaba en el área.

Así llegó el descanso, pero la reanudación mantuvo la misma historia. El Madrid asfixiando a los bermellones y creando opciones de gol a racimos. Y así fue como apareció el otro integrante del cuarteto ofensivo merengue. Mezut Özil coronó su extraordinaria temporada con dos goles de antología. El primero fue una delicada vaselina por encima de la cabeza de Aouate al 48’, el segundo, una hermosa definición de volea de primera intención seis minutos después.

Entretanto, Gonzalo Castro marcó el descuento para los bermellones, cuyo esfuerzo no alcanzó para más. De cualquier modo, el trabajo de Joaquín Caparrós es de resaltarse. El técnico sevillano tomó a un equipo con problemas económicos y que esperaba pelear contra el descenso, y lo llevó a las puertas de Europa y una tranquilidad muy poco común en las últimas jornada del torneo.

El Madrid, por su parte, cerró una temporada llena de récords y alegrías. Queda la asignatura pendiente de la Champions League, pero fuera del tropiezo europeo, no hay nada qué reprochar a José Mourinho y sus muchachos que no fueron de 10, sino de 100.  

 


Real Madrid: Casillas; Arbeloa (Raúl Albiol, m.43), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo (Coentrao, m.); Khedira, Xabi Alonso, Özil; Higuaín (Di María, m.66), Cristiano Ronaldo y Benzema.

RCD Mallorca: Aouate (Calatayud, m.81); Cendrós, Chico, Ramis, Cáceres; Pereira (Alfaro, m.46), Martí, Pina, Bigas (Tissone, m.53), 'Chory' Castro; y Víctor.

Goles: 1-0, m.19: Cristiano Ronaldo. 2-0, m.22: Benzema. 3-0, m.49: Özil. 3-1, m.52: 'Chory' Castro. 4-1, m.58: Özil.

Árbitro: González González (Colegio Castellano-Leonés). Amonestó a Castro (63).

Incidencias: Último encuentro de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu, lleno, ante la presencia de 83.000 espectadores. A la conclusión del partido el Real Madrid recibió la copa de campeón de Liga que entregó Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).


Un Tamudazo que vale una salvación agónica

El año que viene la barriada humilde de Vallecas estará en Primera División después de un gol del catalán en el descuento. Ambos equipos salieron contentos y aliviados tras una dura temporada y se mantendrán en la élite

 

 

Rayo Vallecano y Granada jugarán la próxima temporada en Primera División. Raúl Tamudo hizo lo que mejor sabe hacer y, en los últimos instantes del partido, marcó el gol más importante en la historia reciente del conjunto de José Ramón Sandoval. Un gol que deja a los vallecanos en la categoría cuando habían estado durante media hora acompañando a Sporting y a Racing en Segunda.

 

Este partido fue un calco del final de temporada del Rayo. Y es que, al final, el equipo se atenazó. Le faltó cabeza y le sobró corazón. La temporada acabó con latidos taquicárdicos, tanto en la grada como en el césped. Pero la realidad es que los de Sandoval sólo se acercaron a la portería de Julio César a balón parado. Tamudo se incorporó desde el banquillo para dejar al Rayo en primera y para que Vallecas se convirtiese en una auténtica fiesta a la que también se unió el Granada, que estará un año más en la máxima categoría.

Apostaría a que más de la mitad del aforo del estadio no se enteró de cómo marcó el catalán este gol tan importante. El caso es que lo marcó, en melé dentro del área, en medio de la confusión y con el consentimiento de un conjunto andaluz que se sabía salvado después del despiste del Villarreal en los últimos minutos de su partido en El Madrigal ante el Atlético de Madrid.

El nerviosismo fue muy palpable en Vallecas en los últimos treinta minutos. Ya que hubo un largo rato en el que el descendido sí debía de salir de este partido. Rayo y Granada jugaron, sentían la necesidad de marcar pero el devenir de los últimos minutos y el gol de Falcao dejó a los andaluces en Primera… y quizá eso tuvo algo que ver con que el Rayo también esté en la categoría el año que viene.

Tras el descanso, la situación había sido tan tranquila… que el nerviosismo en Vallecas empezaba a multiplicarse. La falta de goles en Primera División lo estaba dejando todo igual. La caja de los truenos no tenía más que abrirse y, rondando el cuarto de hora de la segunda mitad, se abrió y en Vallecas vieron el primer relámpago del descenso con media hora muy larga por delante. La afición franjirroja reaccionó al gol de Zaragoza animando como nunca a los suyos pero estos parece que no lo notaron demasiado.

La primera parte había tenido ritmo, intensidad, nerviosismo y alguna que otra ocasión, aunque más bien aislada. Habían faltado la necesidad y las prisas, además del gol, como en los campos donde estaban en juego las posiciones de descenso. La ausencia de nerviosismo transmitida desde Getafe, Málaga y Villarreal se palpó en el terreno de juego. La lata la pudo abrir al comienzo Ighalo, siempre presente en las grandes ocasiones, pero David Cobeño le dejó claro que este no iba a ser un partido donde marcar fuera algo sencillo.

Tampoco consiguió abrir el marcador Piti. Constante, siempre atento. Un disparo lejano desde media distancia salió por poco, más corazón que cabeza. Aunque a quien le faltó cabeza fue al ovetense Michu, que en vez de hacer las cosas fáciles, falló lo que no se puede fallar. No aprovechó el error de Borja Gómez en defensa, que le dejaba solo ante Julio César, y envió el balón al lateral de la red.

Franco Jara tuvo la puntilla para mandar a los madrileños a Segunda y dar la alegría a los suyos, pero el incisivo jugador no acertó a batir a Cobeño y envió el balón al fondo sin grada del Estadio de Vallecas. Después, ¿qué quiere usted leer?, querido lector. José Ramón Sandoval y Abel Resino lloraron juntos porque sus respectivos equipos se quedaron en la categoría en un final de infarto.

 


Rayo Vallecano: Cobeño; Tito, Arribas (Tamudo, m.76), Labaka, Casado; Movilla (Trashorras, m.58), Javi Fuego; Piti, Michu, Armenteros (Lass, m.73); y Diego Costa.

Granada CF: Julio César, Nyom, David Cortés, Íñigo López, Borja Gómez, Mikel Rico, Lucena, Martins, Uche (Abel Gómez, m.87), Franco Jara e Ighalo.

Goles: 1-0: M.92 Tamudo.

Árbitro: Undiano Malleco (Comité Navarro). Amonestó a Casado (m.18), Tito (m.85), del Rayo, y a Iñigo López (m.31), Borja Gómez (m.57), David Cortés (m.91), del Granada.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésimo octava jornada y última de la Liga de Primera División, disputado ante 14.800 espectadores, en el Estadio de Vallecas (Madrid). Lleno. Al termino del partido hubo una masiva invasión de aficionados sobre el césped


Sin pena ni gloria

El Sevilla puso fin a su peor temporada de los últimos años con empate ante un Espanyol que tampoco se jugaba nada, algo que se notó en la intensidad

 

 

Qué poca gracia tiene el fútbol cuando ninguno de los dos equipos se juegan nada. Qué insulso es. No hay emoción, no hay ganas. Espanyol y Sevilla dieron buen ejemplo de ello. Fue un partido sin alma, sin ganas. Era el día del juicio por parte de la afición a una temporada de nuevo desilusionante. Y la condena fue de las duras. Fueron muchas las veces a que los aficionados corearon aquello de "directiva, dimisión". Pero quizás lo más llamativo fue la originalidad de los aficionados más fieles a la hora de mostrar sus sentimientos.

 

A los diez minutos de partido, mientras dentro del terreno no pasaba realmente nada, aparecieron una serie de pancartas en las que se podía leer cosas como "el club del día de la marmota". No hay mejor manera de describir el sentimiento de una afición que de nuevo vuelve a ver como su equipo, que durante muchas jornadas ligueras ha estado con posibilidades de meterse en Europa, se ha desinflado en los momentos decisivos. Van dos años consecutivos que a los de Pochettino les sucede los mismo. En cuanto al juego, más bien poco. Alguna internada de Coutinho y pequeños detalles de Weiss (ambos jugando ya su último partido como pericos), pero poco más. Ni el Espanyol ni el Sevilla pusieron la intensidad (¿necesaria?) para jugar un partido de fútbol. El único que puso un poco por su parte fue Negredo, que tras caer varias veces en fuera de juego (que por cierto, todos acabaron en gol) fue en último minuto del primer tiempo cuando por fin logró marcar y abrir el marcador.

En el segundo tiempo, y a medida que iban avanzando los minutos, el Sevilla se fue cerrando cada vez más y fue el Espanyol quien decidió ir al ataque. Ya que era el último partido, al menos que no fuera una derrota. Poco a poco fueron cercando la portería de Palop hasta que Coutinho (!cuanto te van a echar de menos¡) , tras un gran pase de Verdú, logró el empate a falta de diez minutos para el final. Buen broche final a una gran media temporada del brasileño. A partir de ahí ya fueron los últimos coletazos a un partido flojo que ponía fin a una temporada floja. Eso si, la afición tuvo tiempo de corear el nombre de Raúl Tamudo tras saber que su tanto salvaba al Rayo.

A partir de ahora ya toca pensar en la temporada que viene que, visto la situación económica del club, no será tampoco nada fácil de manejar.


RCD Espanyol: Cristian Álvarez; Raúl Rodríguez (Baena, min.34), Forlín, Héctor Moreno, Dídac Vilà; Javi López, Víctor Sánchez; Weiss (Pandiani, min.61), Verdú, Coutinho y Álvaro (Uche, min.76).

Sevilla FC: Palop; Coke, Fazio, Cala, Fernando Navarro; Rakitic, Deivid (Guarente, min.83); Navas, Reyes (Kanouté, min.71), Perotti (Manu del Moral, min.65) y Negredo.

Goles: 0-1, min.45: Negredo; 1-1, min.76: Coutinho.

Árbitro: Muñiz Fernández (Comité Asturiano). Amonestó a Víctor Sánchez (min.15), Deivid (min.16), Coke (min.25), Verdú (min.54), Javi López (min.82), Pandiani (min.87).

Incidencias: Partido correspondiente a la última jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio de Cornellá-El Prat ante 16.627 espectadores.


La Galaxia del Sur conquista el planeta Champions

Superioridad malaguista ante un rival que no recibió más goles gracias a la gran actuación del meta Juan Pablo. Los asturianos descienden a Segunda División y el ambicioso proyecto del jeque Al-Thani culmina su objetivo europeo con la Champions.

 

 

No hubo sorpresa y el Málaga hizo lo que tenía que hacer: ganar al Sporting  y despreocuparse de los demás resultados. La victoria (1-0) significa el mayor hito en la historia del fútbol malagueño. Cuartos en la tabla y clasificación para la Champions League. Algo increíble para un club que siempre ha estado luchando por evitar el descenso en jornadas agónicas. 

 

El partido fue de total dominio del Málaga y el resultado quedó corto gracias a la sensacional actuación del meta Juan Pablo, que salvó a los suyos de una goleada. Desde el primer minuto se vio la intensidad que planteaba el conjunto malaguista y a lo que venía el Sporting, a aguantar el 0-0 y buscar una contra o una jugada a balón parado.

Poco bagaje para un equipo que pretendía ganar y esperar otras combinaciones para salvarse.


Con el paso de los minutos comenzaron a sumarse ocasiones de gol, pero entre el meta visitante y la madera no llegaba el gol. Así hay que anotar disparos de Eliseu, Joaquín, Isco, Rondón (cabezazo del venezolano al palo en el minuto 26) y Demichelis. Pero no llegaba el tanto y la incertidumbre seguía en el ambiente.

Tras el descanso el Málaga intensificó su dominio y en los primeros cuatro minutos llegaron cuatro oportunidades de gol y a la cuarta cayó el tanto. En el minuto 49 un córner lanzado por Joaquín que cabeceó Rondón picado  a la red tras ganar la posición en el salto. Fue el décimo gol del venezolano en la temporada y que pasará a la historia por ser el decisivo que dio la clasificación para la Champions League.

A partir de ese momento el Sporting se partió por dos en el campo y el choque se convirtió en un monólogo local donde Juan Pablo fue la estrella y evitó que llegara la sentencia en alguna de las muchas ocasiones que dispuso el equipo de Pellegrini.  Lo más triste llegó en el minuto 89 cuando fue expulsado Isco por una segunda tarjeta amarilla muy rigurosa.

Esto coincidió con el gol del Atlético de Madrid en Villarreal, lo que dejó incertidumbre en el ambiente que disipó tras los dos minutos extras de añadido.

Ahí explotó el estadio y se desbordó la euforia contenida de una ciudad que nunca había vivido algo así. Hasta el jeque Al Thani bajó al centro del campo para ser aclamado por la grada junto a los jugadores. El Málaga es de Champions y, por contra, el Sporting es de Segunda. Los asturianos se vieron apoyados por unos 200 seguidores, una cifra ínfima ante los 30.000 que abarrotaron La Rosaleda.  

 


Málaga CF: Kameni; Gámez, Mathijsen, Demichelis, Monreal; Joaquín (Sergio Sánchez, m. 86), Cazorla, Camacho, Eliseu (Duda, m. 69); Isco y Rondón (Van Nistelrooy, m. 75).

Sporting de Gijón: Juan Pablo; Damián Suárez (Orfila, m. 46), Gregory, Botía, Alex Menéndez; Lora, Gálvez, Trejo (Nacho Cases, m. 65), Ayoze (Colunga, m. 46); De las Cuevas y Sangoy.

Gol: 1-0, M. 49: Rondón.

Árbitro: Delgado Ferreiro (Colegio Vasco). Expulsó, por doble amarilla, a Isco (m.70 y m.88), y además amonestó a los malaguistas Camacho (m. 28) y Cazorla (m. 33), y a los jugadores del Sporting Damián Suárez (m. 24), Alex Menéndez (m. 34), Lora (m. 52) y Botía(m. 71).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo octava jornada de Liga de Primera División diputado en el estadio de La Rosaleda ante 30.000 espectadores.


Lotina hunde al Submarino Amarillo

El Submarino Amarillo pierde la categoría por culpa de un gol del ariete colombiano sobre el final del partido y el gol de Tamudo en el descuento. Adiós a la élite tras 12 temporadas en Primera en un año convulso con tres entrenadores

 

 

Como si sólo quedaran 5 minutos de liga, el partido partió de ida y vuelta con los dos equipos buscando el gol. Pero la sensación de correcalles se esfumó. Básicamente, porque no era la ocasión para exponerse al contragolpe del rival. Rápidamente, las miradas comenzaron a dirigirse al centro del campo donde el balón rodaba de un extremo a otro dominado por la tensión de los jugadores, que nunca se atrevieron a arriesgarlo en demasía.

 

El Atlético salió seguro, con la seguridad que proporciona la historia escrita hace tres días. Al ritmo de Diego Ribas, comenzó a dominar la pelota con escasa profundidad. Sólo algún disparo lejano que nunca llegó a portería, y las internadas por banda de Filipe Luis y sobre todo de Salvio consiguieron inquietar algo a la defensa amarilla. Un disparo del argentino en el 35 supuso el único tiro a la portería de Diego López en toda la primera mitad.

La tensión latía como nunca lo hizo en el otro bando. El Villarreal se decidió a contener la posesión atlética con el trabajo de su poblado centro del campo. Jugando con el resultado de otros campos, donde todavía no se movía el marcador, Lotina confío en el contragolpe de los suyos y en los balones en profundidad hacia Marco Ruben, que nunca llegó a contactar con él a la carrera.

Pese a no contar con el control del esférico fue el Villarreal quien generó las ocasiones, aunque fuera del plan previsto. El submarino sólo veía puerta cuando elegía la combinación como el medio adecuado para encontrar a sus delanteros. Primero fue Hernán Pérez al séptimo minuto, desde la frontal, donde recogió el rechace de la defensa atlética tras un centro de Bruno. Más tarde fue Marco Ruben, quien mandó su disparo fuera tras revolverse ante Godín en la frontal. Después, Marcos Senna no encontró portería con un disparo desde 30 metros. Y por último, Marchena remató fuera un corner sacado a la perfección por Borja Valero.

Aunque las ocasiones hicieron presagiarlo, nunca se vio a un Villarreal decidido a marcar un gol. Era el Atlético quien marcaba los tiempos del partido ante un equipo que jugaba más con los resultados de otros campos, una especulación que lo llevó a la Segunda División.

La segunda parte continuó con el mismo guión y un único cambio: El Atlético sí llegaba a portería. Buscando la meta con más insistencia, los colchoneros salieron decididos a exigir la victoria al Málaga para conseguir la Champions. Mientras el Villarreal esperaba una bajada de brazos con un gol malaguista, sucedió todo lo contrario. El gol de Rondón estimuló a los de Simeone para convertir en una tragedia el Madrigal.

En sólo cinco minutos, el Atlético pudo sentenciar el partido. En el 62, un precioso centro de Juanfran a la espalda de la defensa encontró la volea de Filipe Luis, que repelió el larguero, por el momento cómplice con el Villarreal. Y a continuación Salvio supo revolverse ante Zapata para obligar a la estirada a Diego López.

La ofensiva atlética no tuvo resultado, creyendo el Villarreal que el drama debía finalizar. Intentaron los de Lotina buscar el área de Courtois con el corazón, pero no era el día. Los nervios atenazaron a los jugadores en todo momento, sin ver nunca la manera de hincarle el diente a los colchoneros. Una falta de Marcos Senna al palo del portero repelida por Courtois fue la única ocasión en la que pareció que el submarino podía emerger desde las profundidades donde se manejó durante toda la temporada.

Cuando todas las almas del Madrigal miraban el reloj como el fiel amigo que les diera la tregua deseada, Falcao avivó el temblor del Villarreal. El héroe de Bucarest, ausente durante toda la contienda, cabeceó como acostumbra un corner, dejando para la foto los intentos de Diego López de rechazar el balón. En ese instante, el terror se apoderó del estadio, que sólo tenía las miras puestas en un lugar: Vallecas. El gol de Tamudo en el 91 confirmó la decepción de ver como un equipo construido para cotas mayores acariciaba la Segunda División.

Y ya no había tiempo para más. Sólo Marco Ruben trató de evitar el descenso con un cabezazo a pase de Nilmar que rozó el palo derecho de Courtois. El pitido final de Estrada Fernández consumó la tragedia de un equipo, que nunca supo cómo encarar las circunstancias de la temporada, creando un problema de viabilidad en el proyecto del Villarreal, ése al que un penalti lo separó de la final de la Champions League en 2006.  

 


Villarreal CF: Diego López, Mario, Zapata, Musacchio, Jaume Costa; Senna, Marchena (Ángel, m.67), Bruno Valero, Borja Valero; Hérnán Pérez (Wakaso, m.84) y Marco Ruben.

Atlético de Madrid: Courtois, Juanfran (Mario, m.75), Godín, Miranda, Filipe Luis; Salvio, Gabi (Koke, m.58), Diego, Tiago; Adrián y Falcao (Domínguez, m.90).

Goles: 0-1, m.88: Falcao.

Árbitro: Estrada Fernández (Colegio Catalán). Amonestó por el Villarreal a Jaume Costa y Marchena, y por el Atlético a Salvio y Tiago.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 38 de Primera División disputado en el campo de El Madrigal, ante 23.000 espectadores.


Con la miel en los labios

El Racing tendrá que disputar la Liga Adelante tras una segunda vuelta sin victorias y el Osasuna se queda sin su premio europeo a la gran temporada que ha dirigido Mendilibar

 

 

El Osasuna viajaba a Santander con el objetivo de sacar los tres puntos para poder disputar competición europea. Los de Mendilibar se jugaban su futuro ante un equipo sin aspiraciones ya que había descendido hace dos jornadas.

El Racing salió con Mario, en portería, línea de cuatro en defensa con Francis, Álvaro, Torrejón y Picón. En el medio con Gullon y Rivero como doble pivote y una línea de tres por delante formada por Acosta, Jairo y Luque. El jugador más adelantado, Stuani.

 

El once de Osasuna estaba formado por Andrés Fernández, Bertrán, Flano, Rubén y Damiá en defensa. Nekouman, Timor, García, Cejudo y Nino en el medio campo y arriba Ibrahima.

La primera parte comenzó muy bien el Racing, con muchas ganas. Fruto de ello fue el gol de Stuani en el minuto 2. Centra Jairo y Stuani bate a Andrés Fernández. El partido se ponía de cara para los de Álvaro, pero los rojillos comenzaron a coger las riendas del partido con Raúl García y Nekouman en el medio campo. La banda derecha fue durante la primera parte una autovía para los de Mendilibar. Las paredes entre Bertrán y Cejudo descolocaron a la defensa racinguista. Se acabó la primera parte con una ocasión para Nino con la cabeza.

La segunda parte comenzó como acabó la primera, los rojillos presionando y teniendo el control del balón. Avisó Ibrahima a la primera pero el árbitro decretó fuera de juego. Pero en el minuto 53 el delantero rojillo establecía el empate de cabeza en el Sardinero. Ponía la situación más favorable para el objetivo de los de Mendilibar. El partido fue un monólogo de Osasuna, se notaba que el Racing ya pertenecía a la Liga Adelante. Raúl García probó suerte varias veces desde fuera del área pero ninguno cogió portería. En el minuto 68 Álvaro Cejudo establecía la remontada con un disparo con la izquierda desde el interior del área.  Se sucedían las ocasiones y el Racing sacó su orgullo y dispuso de disparos de fuera del área de los pies de Kennedy. En el minuto 70 un penalty transformado por Raúl García en el rechace ponía el tercero en la cuenta de los de Mendilibar. El partido se abría y el Racing se venía arriba. En el minuto 82´ Jairo recogía el balón en la frontal del área, se perfilo y colocó el balón en la escuadra sin que Andrés pudiera hacer nada. Parecía que iba acabar así,cuando en un córner sacado por Raúl García, Roversio remató con la cabeza al fondo de las redes en el minuto 91.

El árbitro pitó el final y Osasuna se queda sin su puesto en la Champions debido a las victorias del Atlético y del Levante. La gran temporada de Mendilibar con el club pamplonica es contraria a la mala temporada del Racing cambiando dos veces de entrenador.
 

 


Racing de Santander: Mario; Francis, Álvaro, Torrejón (Osmar, min 16), Picón (Adrián, min 78); Gullón, Rivero; Luque (Kennedy, min 58), Acosta, Jairo; y Stuani.

Atlético Osasuna: Andrés Fernández; Marc Bertrán, Rubén (Roversion, min 72), Flaño, Damiá; Timor, Nekounam; Cejudo, Raúl García, Ibrahima (Lekic, min 68); y Nino (Calleja, min 82).

Goles: 1-0, min 1. Stuani. 1-1, Ibrahima. 1-2, min 66. Cejudo. 1-3, min 70. Raúl García. 2-3. min 80. Jairo 2-4, min 89. Roversio.

Árbitro: Alfonso Javier Álvarez Izquierdo (Comité Catalán). Mostró cartulinas amarillas a Damiá por Osasuna.

Incidencias: Partido de la trigésimo octava jornada de la Liga de Primera División, disputado en los Campos de Sport de El Sardinero ante 6.818 espectadores.

CLASIFICACIÓN DE LA LIGA BBVA TEMPORADA 2011-2012

 

Posición
Equipo
Puntos
Jugados
Ganados
Empatados
Perdidos
GF
GC
1
REAL MADRID
100
38
32
4
2
121
32
2
FC BARCELONA
91
38
28
7
3
114
29
3
VALENCIA CF
61
38
17
10
11
59
44
4
MÁLAGA CF
58
38
17
7
14
54
53
5
ATLÉTICO DE MADRID
56
38
15
11
12
53
46
6
LEVANTE UD
55
38
16
7
15
54
50
7
ATLÉTICO OSASUNA
54
38
13
15
10
44
61
8
RCD MALLORCA
52
38
14
10
14
42
46
9
SEVILLA FC
50
38
13
11
14
48
47
10
ATHLETIC DE BILBAO
49
38
12
13
13
49
52
11
GETAFE CF
47
38
12
11
15
40
51
12
REAL SOCIEDAD
47
38
12
11
15
46
52
13
REAL BETIS BALOMPIÉ
47
38
13
8
17
47
56
14
RCD ESPANYOL
46
38
12
10
16
46
56
15
RAYO VALLECANO
43
38
13
4
21
53
73
16
REAL ZARAGOZA
43
38
12
7
19
36
61
17
GRANADA CF
42
38
12
6
20
35
56
18
VILLARREAL CF
41
38
9
14
15
39
53
19
SPORTING DE GIJÓN
37
38
10
7
21
42
69
20
RACING DE SANTANDER
27
38
4
15
19
28
63

 

Campeón de Liga 2011-2012: Real Madrid

 

UEFA Champions League (Fase de Grupos): Real Madrid, FC Barcelona, Valencia CF

 

UEFA Champions League (Fase previa): Málaga CF

 

UEFA Europa League: Atlético de Madrid (Campeón), Levante UD, Athletic de Bilbao (Finalista de Copa)

 

Descenso a la Liga Adelante: Villarreal CF, Sporting de Gijón, Racing de Santander

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