Incidencias:
Partido correspondiente a la jornada decimoquinta de la liga BBVA,
disputado en el estadio Reyno de Navarra ante 13.849 espectadores. Los
jugadores navarros saltaron al campo portando una camiseta de apoyo a su
compañero lesionado Sisi, con el lema "Ánimo Sisi".
El Levante se transforma en huracán
Un partido igualado fue roto por la velocidad de Martins para dar
paso a un eléctrico segundo tiempo donde los granotas maltrataron a los
bermellones
El Levante, que toma su nombre del viento que
llega a Valencia desde el este, ha devastado a su rival con un
huracanado arranque de segundo tiempo gracias a sus dos acciones
favoritas: el juego rápido y el balón parado. Los granotas agravan la
crisis del Mallorca de Joaquín Caparrós que no vencen desde el 23 de
septiembre, en el triunfo que se produjo en Palma ante el Valencia.
El
Real Club Deportivo Mallorca se agarraba a sus buenos números como
visitante en el Ciutat de València, sólo una derrota de sus últimas ocho
visitas al estadio granota, para olvidar las horribles estadísticas que
arrastra la institución en los últimos meses, no ha sumado ninguna
victoria desde el encuentro ante los chés, un choque disputado también
en horario matinal.
A pesar de la hora, ambos conjuntos saltaron
despiertos y con ganas de gustar. Los bermellones tocaban con
tranqulidad y pausa sin estar aparentemente condicionados por la mala
racha. Mientras el Levante, se dedicaba a ese juego directo y vertical
que tan buen resultado está dando a los hombres de JIM.
Los
mallorquinistas no encontraban el camino en el ataque. Los cuatro
hombres más ofensivos, a pesar de la creatividad que atesoran,
solventaban las situaciones con individualidades o elecciones erróneas.
En el mediocentro, era Tomás Pina el jugador que daba sentido a todas
las acciones defensivas de los visitantes con una colosal capacidad de
anticipación y colocación que incomodaba el juego menos elaborado de los
levantinistas.
Barkero para los valencianos y Javi Márquez en el
lado balear, firmaron las oportunidades más peligrosas. Una acción para
cada equipo que volvía a demostrar el equilibrio reinante en este
primer tiempo. Posteriormente, Aouate se lanzaba valientemente para
atrapar un balón incontrolado que se había paseado por el área en un
saque de esquina. Era el preludio de la locura que se avecinaba.
En
un balón en largo, a la espalda de los centrales bermellones, el
Levante volvía a ponerse por delante en un encuentro en esta temporada.
Ximo, libre en el centro del campo, colocaba el cuero a la carrera de
Martins que pugnaba y robaba la cartera a Geromel para subir el primero
al electrónico. Se cumplía el guión deportivo de una película muchas
veces vista por el público del Ciutat.
El segundo acto tenía el
plantemiento deseado por los granotas. En el primer saque de esquina, la
pizarra y la habilidad de los azulgranas para sacar provecho del balón
parado volvía a aparecer para que David Navarro llegara solo, previa
pantalla de Juanfran, y mandara el esférico a las mallas. Un segundo gol
que castigaba el cambio ofensivo que había preparado Caparrós para
estos 45 minutos donde el viento de Levante pasaba a ser un huracán.
El
daño era leve comprarado con la herida que provocaban en el 55' Martins
y Rubén, que se juntaban a base de paredes para que el canterano
cruzara ante la salida de Aouate y sentenciara con el tercero de la
mañana. Tres minutos después, la hemorragia manaba sangre cuando Iborra
culminaba otra acción desde el córner con un esférico que se había
quedado sin dueño y que Martins peleó para que el '10' granota anotara.
El Mallorca estaba herido de muerte.
Tras la tempestad provocada
por los azulgranas llegó una tensa calma al encuentro, tensa por la
situación delicada en la que se han embarcado los baleares y que alarga
su agonía. Mientras que el Levante, continúa sumando puntos en otra
histórica temporada, sexto en la tabla, que lleva con viento a favor a
esta nave que ha preparado JIM y que puede abordar cualquier objetivo.
Levante UD: Munúa, Lell, Ballesteros, David Navarro
(Héctor Rodas, m.77), Juanfran, Iborra, Barkero, El Zhar (Roger, m.70),
Míchel (Pallardó, m.76), Rubén y Martins.
RCD Mallorca: Aouate, Ximo (Arizmendi, m.46), Nunes,
Geromel, Bigas, Pina (Martí, m.61), Javi Márquez, Nsue, Giovani Dos
Santos, Hemed y Víctor Casadesús (Alfaro, m.61).
Goles: 1-0, m.42: Martins. 2-0, m.48: David Navarro. 3-0, m.55: Rubén. 4-0, m.57: Iborra.
Árbitro: Delgado Ferreiro (Comité Vasco). Amonestó
al visitante Nunes.
Incidencias: Partido disputado en el estadio Ciutat
de València ante 12.600 espectadores
Con Aduriz nadie se acuerda de Llorente
El equipo de Marcelo Bielsa logra romper la racha negativa ante un Celta muy bien posicionado
El Athletic logra una importante victoria por
la mínima ante un Celta muy bien posicionado y que no le puso las cosas
fáciles a los rojiblancos.
Los pupilos del técnico rosarino
tardaron en coger la iniciativa en el terreno de juego pero el gol de
Aduriz, el único del encuentro, y el buen papel de Gorka Iraizoz en los
últimos minutos del encuentro fueron cruciales para que los tres puntos
se quedaran en casa.
Los rojiblancos saltaron al terreno de juego
de San Mames con intensidad y llevando la iniciativa en el juego durante
los primeros minutos. Pero el encuentro dio un giro a favor del equipo
de Herrera, que fue el primero en crear una ocasión para abrir el
marcador. El goleador del equipo gallego, Iago Aspas, mandó el esférico
cerca del palo derecho de Iraizoz tras realizar un bonito caño a
Amorebieta. El Celta comenzó a acomodarse en su juego y eso creo peligro
en los rojiblancos. En el minuto 12, una falta al ras del área de
Amorebieta sobre el nueve gallego se fue fuera por mínima.
Con
el paso de los minutos el Celta se fue creciendo y comenzó a ser el
claro dominador del encuentro, haciendo bien los deberes, cerrando los
espacios y esperando a crear peligro en los bilbaínos a través de los
contrataques. Por su parte, el Athletic comenzó a llegar al área de Javi
Varas pero sin crear peligro, salvo un disparo desviado de Herrera
desde la frontal. Los de Marcelo Bielsa pasaron varios apuros en el área
rojiblanca, la rapidez de Aspas y el juego de Augusto por la banda
acompañado de Bermejo creo un gran peligro que en algunas ocasiones fue
acompañado por los errores defensivos del Athletic. Y cuando los
rojiblancos peor estaban en el encuentro, en el minuto 33 llego el 1-0
al marcador de La Catedral.
Tras una jugada comandad desde
medio campo, De Marcos pasa el esférico a Ibai y este realiza un buen
centro al área chica del equipo gallego que Aritz Aduriz remata batiendo
a Varas, dando el gol para los bilbaínos. Con el gol de los
rojiblancos el encuentro se volvió más activo, con un Athletic que
demostraba más iniciativa con el cuero y un Celta que buscaba en las
contras crear peligro en el área del guardameta Iraizoz. El partido
llego al descanso con un 1-0 en el marcador, aunque el resultado más
justo viendo el juego en estos primeros minutos sería un empate.
El
segundo acto en San Mames, comenzó con un Athletic que seguía
manteniendo la iniciativa en su juego, empujando para conseguir el
segundo gol y así jugar con más tranquilidad. Mientras que el equipo
gallego aguantaba el tirón rojiblanco. Los rojiblancos se hicieron
dueños del balón y metieron en apuros al guardameta Varas, en el 62,
Teixeira anuló bien un gol a Aduriz que habría dado una buena ventaja al
equipo local, pero el nueve estaba adelantado en la jugada. El
encuentro comenzó a animarse y las ocasiones empezaron a ser continuas
por parte de los del técnico rosarino, en el 69 Ibai volvió a crear
peligro pero tras un mal control de Susaeta, el balón le cae a
Amorebieta y la defensa gallega saca bajo palos. El Celta reacciono
con un mano a mano entre De Lucas e Iraizoz que el guardameta
rojiblanco salvo sin problemas. Los últimos minutos en La Catedral, el
equipo gallego presiono bien, buscando por todos los medio el gol que
diera un reparto de puntos. Pero la buena actuación del guardameta local
salvo que el empate llegara a La Catedral.
Finalmente el
encuentro terminó con la victoria rojiblanca por 1-0 , que da respiro al
equipo de Marcelo Bielsa, que acabo el encuentro pidiendo la hora ante
un Celta agobiante en los últimos minutos.
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