miércoles, 13 de febrero de 2013

EL VALENCIA EN LA CHAMPIONS Octavos de Final Partido de Ida


VALENCIA CF [1-2] PARIS SAINT GERMAIN

Ramí abre la puerta a lo imposible
 

Lavezzi y Pastore habían dejado la eliminatoria casi sentenciada hasta que un gol de Rami ha metido de nuevo a los ché. Ibrahimovic se fue expulsado al final del partido

 

 

El encuentro de ida de octavos de final entre el Valencia y el Paris Saint-Germain ha resultado tan vivo como se esperaba. Un impreciso Valencia ha dado alas al equipo de Carlo Ancelotti, cuya capacidad de generar oportunidades se ha visto incrementada por las facilidades de los chés. Los goles de Lavezzi y Pastore, ambos en el primer tiempo, dejaban la eliminatoria muy cuesta arriba para el conjunto español hasta que Rami acortaba la ventaja con un agónico tanto.

 

El Valencia salió con la intención de tocar el balón con parsimonia para dominar el partido. A pesar de ello, la primera acción clara correspondió a Lucas Moura con un trallazo que golpeaba la madera y que servía de preámbulo al primer tanto por mediación de Lavezzi. El argentino, ex del Nápoles, había aparecido por la derecha, tras una pared con Pastore, para resolver con un latigazo que silenciaba momentáneamente Mestalla. El poder ofensivo de los capitalinos había quedado patente en sólo diez minutos.

El equipo ché respondía con subidas desde la derecha, a cargo de Joao Pereira, y por esporádicas apariciones de Guardado por el otro flanco mientras Jonas y Soldado iban afinando su punto de mira en las escasas ocasiones que disponían. El mayor problema de los valencianistas eran las constantes pérdidas de balón en la medular con el riesgo que supone, ya que las imprecisiones en Europa se pagan caras y más ante un equipo que tiene dinamita en su ataque a partir de tres cuartos de cancha.

Antes del descanso, se juntaban todos los males de los blanquinegros mostrados en este partido: nervios, errores y ventajas al rival. Un cóctel que Lucas Moura lo movía con soltura para servirlo a las botas de Pastore cuyo disparo entraba entre las piernas de Guaita. Goles parisinos a ritmo de tango, los dos futbolistas argentinos del PSG dejaban al Valencia muy tocado. El descanso se anunciaba con alivio para los hombres del 'Txingurri' Valverde.

Canales y Valdez salieron como revulsivos para envalentonar al equipo y contagiar a la afición. El objetivo fue cumplido en un arranque muy vivo donde la escuadra francesa defendía más que atacaba pero que duró menos de lo esperado. Con el cuarto de hora cumplido, el poder de los arietes de azul y rojo volvía a ser notorio. El equipo galo se alimentaba de la necesidad de los locales en anotar para agarrarse con fe a una eliminatoria que cada vez parecía más lejana.

Cuando todo parecía perdido, un envío cerrado de Tino Costa era rematado por un francés, Rami, que acortaba distancias y despertaba de nuevo los ánimos. Ibrahimovic cerraba unos minutos desastrosos de los visitantes con su  expulsión por una entrada sobre el mexicano Guardado. París bien vale una misa y el Valencia necesita un triunfo para conquistar el Parque de los Príncipes. El 6 de marzo tendremos la respuesta.
 

 


Valencia CF: Guaita, Joao Pereira, Rami, Ricardo Costa, Guardado; Parejo, Tino Costa, Ever Banega (Canales, m.46); Feghouli (Viera, m.84), Jonas (Valdez, m.46) y Soldado

París Saint Germain: Sirigu, Jallet, Álex, Sakho, Maxwell; Matuidi, Verratti; Pastore (Armand, m.89), Lucas Moura (Chantome, m.55); Lavezzi (Menez, m.78) e Ibrahimovic.

Goles: 0-1, m.10: Lavezzi. 0-2, m.43: Pastore. 1-2, m.90: Rami.

Árbitro: Paolo Tagliavento (Italia). Amonestó por el Valencia a Joao Pereira, y por el PSG a Verratti. Expulsó a Ibrahimovic, con roja directa, en el m.90.

Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio de Mestalla ante unos 44.000 aficionados.
 
EL OTRO PARTIDO DE OCTAVOS

CELTIC DE GLASGOW [0-3] JUVENTUS FC

La Vecchia Signora congela Celtic Park
 

Marchisio lidera a su equipo con un gol, una asistencia y una ayuda definitiva en el tanto de Matri. Los escoceses tuvieron el balón, pero no lo aprovecharon

 

 

La Juventus quizás esperaba un Celtic más parecido al que sorprendió al Barcelona en Glasgow en la fase de grupos. Ese equipo era una muralla defensiva que acumuló hombres en torno a la portería de Forster y que aprovechó dos situaciones esporádicas para marcar los goles de la victoria. En cambio, los octavos de Champions League volvieron al campo del club escocés cinco años después y Neil Lennon decidió que los recibiría de otra manera, algo más acorde a la competición. Los católicos salieron al campo con una agresividad inusitada que sorprendió a la Juve, más concentrada en resguardarse atrás que en tener el balón.

 

Aunque el juego del Celtic era básicamente británico, con continuos centros al área, la posesión del esférico era suya de forma casi absoluta. Los balones al área generaban en casi todas las ocasiones segundas jugadas que eran tentadas por los hombres de segunda línea, como Brown, Mulgrew o Wanyama, sin embargo sus disparos no eran lo suficientemente precisos para sorprender a Buffon. Las jugadas verdiblancas funcionaban también por la movilidad de sus tres hombres de arriba, especialmente de Commons, sencillamente genial en el primer tiempo. Esa evolución del Celtic se intensificó desde que en el minuto 3 de partido se pusieron por detrás en el marcador.

Peluso ocupó el carril izquierdo y estuvo bastante cómodo por su perfil durante todo el encuentro, ya que el potencial del Celtic se concentró en las internadas de Izaguirre por la otra banda. El ex de Atalanta lanzó un ataque directo hacia Matri, que aprovechó el fallo en el salto de Ambrose y se plantó solo ante Forster. Su toque suave superó por bajo la salida del portero, pero Izaguirre sacó el balón de dentro de la portería, aunque el árbitro no concedió ese gol, sino el de Marchisio en el rebote. Aun así, la UEFA dio el gol al delantero, que se estrena en competición europea.

Ese gol fue de las pocas ocasiones que generó una Juventus mucho más conformista de lo habitual. Es normal que con ventaja, los bianconeri decidieran no tirar la casa por la ventana, pero no deja de sorprender que durante muchas fases del partido renunciara a la posesión del balón, que suele ser mucho mayor la suya que la de sus adversarios en la Serie A. Aun así, aunque estaba encerrada en su campo, la Juve tampoco sufrió en exceso para mantener el 0-1, un resultado e fábula para el encuentro de vuelta. Quizás el cansancio juventino hizo que las ocasiones escocesas mejoraran a partir de la hora de juego, pero seguían sin ser suficientes ante un Buffon que apenas tuvo que esforzarse.

Y a menos de un cuarto de hora del final, los cánticos que se oían en el Celtic Park no eran los de la cálida afición escocesa, sino los juventinos trasladados a Glasgow, cuando Marchisio, esta vez sí él, y Vucinic batieron a Forster en dos contragolpes sensacionales de la Juve, especialmente el último toque de espuela de Matri que dejaba en una posición privilegiada al ‘8’ bianconero ante Forster. Marchisio recortó y disparó al primer palo. Apenas cinco minutos después fue Marchisio el que habilitó al montenegrino para que éste superase a Forster, sentenciando el partido y prácticamente la eliminatoria, porque resulta complicado pensar que el Celtic pueda remontar este 0-3 en Turín dentro de tres semanas.



Celtic de Glasgow: Fraser Forster, Kelvin Wilson, Emilio Izaguirre, Efe Ambrose, Mikael Lustig (Matthews, m.58), Scott Brown (Kayal, m.80), Kris Commons (Watt, m.73), James Forrest, Victor Wanyama, Charlie Mulgrew, Gary Hooper.

Juventus FC: Gianluigi Buffon, Leonardo Bonucci, Martín Cáceres, Andrea Barzagli, Claudio Marchisio, Federico Peluso (Padoin, m.69), Stephan Lichtsteiner, Arturo Vidal, Andrea Pirlo, Alessandro Matri (Pogba, m.80), Mirko Vucinic (Anelka, m.85).

Goles: 0-1, m.3: Matri. 0-2, m.77: Marchiso; 0-3, m.83: Vucinic.

Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (España). Amonestó con tarjeta amarilla a Hooper, Forrest y Brown (Celtic), así como a Lichtsteiner, Padoin y Marchiso (Juventus).

Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Celtic Park (Glasgow) ante unos 57.000 aficionados.

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