VALENCIA CF [1-2] PARIS SAINT GERMAIN
Ramí abre la puerta a lo imposible
Lavezzi y Pastore habían dejado la eliminatoria casi sentenciada hasta que un gol de Rami ha metido de nuevo a los ché. Ibrahimovic se fue expulsado al final del partido
El encuentro de ida de octavos de final entre el Valencia y el Paris Saint-Germain ha resultado tan vivo como se esperaba. Un impreciso Valencia ha dado alas al equipo de Carlo Ancelotti, cuya capacidad de generar oportunidades se ha visto incrementada por las facilidades de los chés. Los goles de Lavezzi y Pastore, ambos en el primer tiempo, dejaban la eliminatoria muy cuesta arriba para el conjunto español hasta que Rami acortaba la ventaja con un agónico tanto.
El Valencia salió con la intención de tocar
el balón con parsimonia para dominar el partido. A pesar de ello, la
primera acción clara correspondió a Lucas Moura con un trallazo que
golpeaba la madera y que servía de preámbulo al primer tanto por
mediación de Lavezzi. El argentino, ex del Nápoles, había aparecido por
la derecha, tras una pared con Pastore, para resolver con un latigazo
que silenciaba momentáneamente Mestalla. El poder ofensivo de los
capitalinos había quedado patente en sólo diez minutos.
El equipo
ché respondía con subidas desde la derecha, a cargo de Joao Pereira, y
por esporádicas apariciones de Guardado por el otro flanco mientras
Jonas y Soldado iban afinando su punto de mira en las escasas ocasiones
que disponían. El mayor problema de los valencianistas eran las
constantes pérdidas de balón en la medular con el riesgo que supone, ya
que las imprecisiones en Europa se pagan caras y más ante un equipo que
tiene dinamita en su ataque a partir de tres cuartos de cancha.
Antes
del descanso, se juntaban todos los males de los blanquinegros
mostrados en este partido: nervios, errores y ventajas al rival. Un
cóctel que Lucas Moura lo movía con soltura para servirlo a las botas de
Pastore cuyo disparo entraba entre las piernas de Guaita. Goles
parisinos a ritmo de tango, los dos futbolistas argentinos del PSG
dejaban al Valencia muy tocado. El descanso se anunciaba con alivio para
los hombres del 'Txingurri' Valverde.
Canales y Valdez salieron
como revulsivos para envalentonar al equipo y contagiar a la afición. El
objetivo fue cumplido en un arranque muy vivo donde la escuadra
francesa defendía más que atacaba pero que duró menos de lo esperado.
Con el cuarto de hora cumplido, el poder de los arietes de azul y rojo
volvía a ser notorio. El equipo galo se alimentaba de la necesidad de
los locales en anotar para agarrarse con fe a una eliminatoria que cada
vez parecía más lejana.
Cuando todo parecía perdido, un envío
cerrado de Tino Costa era rematado por un francés, Rami, que acortaba
distancias y despertaba de nuevo los ánimos. Ibrahimovic cerraba unos
minutos desastrosos de los visitantes con su expulsión por una entrada
sobre el mexicano Guardado. París bien vale una misa y el Valencia
necesita un triunfo para conquistar el Parque de los Príncipes. El 6 de
marzo tendremos la respuesta.
Valencia CF: Guaita, Joao Pereira, Rami, Ricardo Costa, Guardado; Parejo, Tino Costa, Ever Banega (Canales, m.46); Feghouli (Viera, m.84), Jonas (Valdez, m.46) y Soldado
París Saint Germain: Sirigu, Jallet, Álex, Sakho,
Maxwell; Matuidi, Verratti; Pastore (Armand, m.89), Lucas Moura
(Chantome, m.55); Lavezzi (Menez, m.78) e Ibrahimovic.
Goles: 0-1, m.10: Lavezzi. 0-2, m.43: Pastore. 1-2, m.90: Rami.
Árbitro: Paolo Tagliavento (Italia). Amonestó por el
Valencia a Joao Pereira, y por el PSG a Verratti. Expulsó a Ibrahimovic,
con roja directa, en el m.90.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final
de la Liga de Campeones disputado en el estadio de Mestalla ante unos
44.000 aficionados.
EL OTRO PARTIDO DE OCTAVOS
CELTIC DE GLASGOW [0-3] JUVENTUS FC
La Vecchia Signora congela Celtic Park
Marchisio lidera a su equipo con un gol, una asistencia y una ayuda definitiva en el tanto de Matri. Los escoceses tuvieron el balón, pero no lo aprovecharon
La Juventus quizás esperaba un Celtic más parecido al que sorprendió al Barcelona en Glasgow en la fase de grupos. Ese equipo era una muralla defensiva que acumuló hombres en torno a la portería de Forster y que aprovechó dos situaciones esporádicas para marcar los goles de la victoria. En cambio, los octavos de Champions League volvieron al campo del club escocés cinco años después y Neil Lennon decidió que los recibiría de otra manera, algo más acorde a la competición. Los católicos salieron al campo con una agresividad inusitada que sorprendió a la Juve, más concentrada en resguardarse atrás que en tener el balón.
Aunque el juego del Celtic era básicamente
británico, con continuos centros al área, la posesión del esférico era
suya de forma casi absoluta. Los balones al área generaban en casi todas
las ocasiones segundas jugadas que eran tentadas por los hombres de
segunda línea, como Brown, Mulgrew o Wanyama, sin embargo sus disparos
no eran lo suficientemente precisos para sorprender a Buffon. Las
jugadas verdiblancas funcionaban también por la movilidad de sus tres
hombres de arriba, especialmente de Commons, sencillamente genial en el
primer tiempo. Esa evolución del Celtic se intensificó desde que en el
minuto 3 de partido se pusieron por detrás en el marcador.
Peluso ocupó el carril izquierdo y estuvo bastante cómodo por su
perfil durante todo el encuentro, ya que el potencial del Celtic se
concentró en las internadas de Izaguirre por la otra banda. El ex de
Atalanta lanzó un ataque directo hacia Matri, que aprovechó el fallo en
el salto de Ambrose y se plantó solo ante Forster. Su toque suave superó
por bajo la salida del portero, pero Izaguirre sacó el balón de dentro
de la portería, aunque el árbitro no concedió ese gol, sino el de
Marchisio en el rebote. Aun así, la UEFA dio el gol al delantero, que se
estrena en competición europea.
Ese gol fue de las pocas ocasiones que generó una Juventus mucho más conformista de lo habitual. Es normal que con ventaja, los bianconeri
decidieran no tirar la casa por la ventana, pero no deja de sorprender
que durante muchas fases del partido renunciara a la posesión del balón,
que suele ser mucho mayor la suya que la de sus adversarios en la Serie
A. Aun así, aunque estaba encerrada en su campo, la Juve tampoco sufrió
en exceso para mantener el 0-1, un resultado e fábula para el encuentro
de vuelta. Quizás el cansancio juventino hizo que las ocasiones
escocesas mejoraran a partir de la hora de juego, pero seguían sin ser
suficientes ante un Buffon que apenas tuvo que esforzarse.
Y a menos de un cuarto de hora del final, los cánticos que se oían en
el Celtic Park no eran los de la cálida afición escocesa, sino los
juventinos trasladados a Glasgow, cuando Marchisio, esta vez sí él, y
Vucinic batieron a Forster en dos contragolpes sensacionales de la Juve,
especialmente el último toque de espuela de Matri que dejaba en una
posición privilegiada al ‘8’ bianconero ante Forster. Marchisio
recortó y disparó al primer palo. Apenas cinco minutos después fue
Marchisio el que habilitó al montenegrino para que éste superase a
Forster, sentenciando el partido y prácticamente la eliminatoria, porque
resulta complicado pensar que el Celtic pueda remontar este 0-3 en
Turín dentro de tres semanas.
Celtic de Glasgow: Fraser Forster, Kelvin Wilson, Emilio
Izaguirre, Efe Ambrose, Mikael Lustig (Matthews, m.58), Scott Brown
(Kayal, m.80), Kris Commons (Watt, m.73), James Forrest, Victor Wanyama,
Charlie Mulgrew, Gary Hooper.
Juventus FC: Gianluigi Buffon, Leonardo Bonucci, Martín
Cáceres, Andrea Barzagli, Claudio Marchisio, Federico Peluso (Padoin,
m.69), Stephan Lichtsteiner, Arturo Vidal, Andrea Pirlo, Alessandro
Matri (Pogba, m.80), Mirko Vucinic (Anelka, m.85).
Goles: 0-1, m.3: Matri. 0-2, m.77: Marchiso; 0-3, m.83: Vucinic.
Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (España). Amonestó
con tarjeta amarilla a Hooper, Forrest y Brown (Celtic), así como a
Lichtsteiner, Padoin y Marchiso (Juventus).
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Celtic Park (Glasgow) ante unos 57.000 aficionados.
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