Racing y Sporting se repartieron un punto que sabe a poco para ambos. El Racing, aunque fue superior en juego, no lo plasmó en el resultado
El Sporting perdió una opción inmejorable para haber ganado en El
Sardinero. Los rojiblancos hicieron lo más difícil, que era adelantarse
en el marcador, pero clamorosos errores ofensivos en el remate y unas
absurdas indecisiones defensivas impidieron que los tres puntos viajaran
a Gijón. El equipo de Javier Clemente tuvo que conformarse con un
empate que no lo saca de pobre.
El técnico
vizcaíno repitió el equipo de la jornada anterior, con la única variante
de Rivera por el sancionado André Castro. En el Racing, Juanjo González
se decantó por la veteranía y experiencia de Munitis ante el
virtuosismo del juvenil Jairo.
El partido empezó
con mucha tensión, la lógica que afecta a equipos que se encuentran en
situaciones complicadas, como les ocurre al Sporting y al Racing. El
primer brote de enfrentamientos se produjo a los tres minutos, cuando
los rojiblancos se inhibieron del juego al estar un futbolista
santanderino tendido en el suelo, a lo que respondió Stuani con un
disparo que detuvo Juan Pablo y que molestó a los de Clemente.
El
conjunto local llevó inicialmente el peso del partido con un juego
directo, de mucho patadón, a la espera de un rebote o de una segunda
jugada. Por las bandas tenía más actividad Arana, con quien Canella
padecía alguna complicación. El conjunto local buscaba lanzamientos al
área, pero la zaga sportinguista dominaba aceptablemente el juego aéreo.
Pasado
el primer cuarto de hora, el encuentro comenzó a nivelarse con un mejor
control del Sporting. Los rojiblancos tenían más posesión, lo que
empezaba a desesperar a la afición local. El Racing sólo despertaba con
algún contraataque y en más de una ocasión ayudado por los errores de
Ayza Gámez. Hubo una falta a Botía que el colegiado pasó por alto y casi
cuesta un disgusto a la defensa gijonesa. El único peligro que ofrecía
el Racing era de forma aislada en balones centrados al área. Torrejón
cabeceó un servicio de Munitis en un remate en el que se anticipó a un
sorprendido Gregory.
En los últimos quince
minutos, el Sporting empezó a crear más jugadas de gol con
aproximaciones a los dominios de Toño. Pudo marcar Barral en un remate
de cabeza, en un golpe franco ejecutado por Adrián Colunga. Rivera tuvo
otra oportunidad clara a pase del ovetense tras un doble error en el
despeje de Bernardo y de Álvaro. Y por fin llegó el gol. Fue a tres
minutos del descanso. Elaborado en una falta a Adrián Colunga. Barral,
con mucha decisión, quiso ejecutar el lanzamiento. Rivera tocó
suavemente para que el gaditano lanzase un potente disparo que superó a
la barrera y se coló en la portería de Toño. La insistencia en el juego
de ataque tenía así su premio.
Los rojiblancos
reclamaron penalti por manos de Diop dentro del área del Racing, pero
Ayza no apreció voluntariedad, aunque el penalti parecía claro.
El
segundo tiempo se inició con cierta tranquilidad en las filas locales,
ya que el Racing, excesivamente nervioso, se perdía en un juego
impetuoso, con más corazón que cabeza. Lo único que aprovechaban los
locales eran algunos despistes defensivos de los rojiblancos.
Clemente
buscó rapidez con el primer cambio del partido, al retirar a Carmelo y
dar entrada a Formose Mendy, sin modificaciones tácticas.
El
Racing empezó a aumentar la presión y a tener más llegada. El equipo de
Juanjo asumía riesgos. Stuani dio un susto, con un remate de cabeza
libre de marcaje que se le fue desviado. A continuación, Juanjo dio
entrada a Kennedy, a quien ubicó en la banda derecha, y trasladó a Arana
a la izquierda, al retirar al veterano Pedro Munitis.
Los
riesgos asumidos por el Racing eran aprovechados por el Sporting en los
contragolpes. Pudo marcar Gregory, en una situación inmejorable, al
cabecear un servicio lejano, en una jugada de estrategia, con Toño
superado. Pero el francés hizo lo más difícil, que era echar el balón
fuera. Al minuto siguiente, Mendy puso a prueba a Toño con un disparo
cruzado, pero sin consecuencias.
Clemente hizo el
segundo cambio, un tanto extraño, al retirar a Rivera, el centrocampista
más activo, para dar entrada a Gálvez, a quien situó por delante de la
defensa. Los rojiblancos se echaron demasiado atrás, aunque pudieron
marcar el segundo en una ocasión de De las Cuevas, quien disparó con
inocencia.
Llegó el minuto clave con una lesión de
Botía, que tuvo que salir del campo para ser atendido. En ese momento,
en una jugada de banda, el balón fue centrado por Arana al área
gijonesa, donde Stuani cayó junto a Gálvez. Esta vez Ayza no tuvo
ninguna duda y señaló penalti que transformó el propio Stuani.
Tras
el empate, Juanjo dio entrada al veterano Colsa y al jovencísimo Jairo
para retirar a Diop, que ya había hecho un gran desgaste en el centro
del campo, y a Acosta, que se quejaba de una lesión muscular. También
Clemente aprovechó el momento para dar entrada a Sangoy por Adrián
Colunga, que también tenía alguna molestia.
El
partido entró en una fase de mayor tensión por la presión del Racing.
Jairo protagonizó el avance más espectacular al irse de tres contrarios
en el área gijonesa, pero sin premio en el disparo. Aunque, a
continuación, llegó la jugada que pudo haber decidido el partido. Una
internada de Barral por la derecha acabó en una asistencia a Sangoy, que
se encontró solo ante Toño, pero el argentino se enredó con el balón y
no fue capaz de definir la oportunidad más clara de toda la temporada
que pudo haber dado los tres puntos a los gijoneses. Un fallo del que
quizá haya que acordarse en un futuro.
Racing de Santander: Toño; Álvaro, Torrejón, Bernardo, Christian; Diop (Colsa, min 78), Adrián; Arana, Acosta (Jairo, min 78), Munitis (Kennedy, min 59); y Stuani.
Sporting de Gijón: Juan Pablo; Orfila, Botía, Gregory, Canella; Rivera (Gálvez, min 66), Eguren; De las Cuevas, Colunga (Sangoy, min 78), Carmelo (Mendy, min 57); y Barral.
Goles: 0-1, min 42. Barral. 1-1, min 74. Stuani, de penalti.
Árbitro: Miguel Ángel Ayza Gámez (Comité Valenciano). Mostró cartulinas amarillas a Gregory, Orfila y Mendy por el Sporting y a Arana por el Racing.
Incidencias: Partido de la vigésimo quinta jornada de la Liga de Primera División, disputado en los Campos de Sport de El Sardinero ante 15.902 espectadores.
Empate entre aguas tranquilas
Los verdiblancos se adelantaron gracias a un gol de Jorge Molina pero dos minutos después los azulones empataron con un tanto en propia meta de Dorado.
Getafe y Betis firmaron tablas en un partido
bastante descafeinado en el que los locales merecieron más de principio a
fin pero no fueron capaces de rentabilizar su superioridad en el
marcador.
El partido comenzó con muy poco ritmo pero con un Betis
dispuesto a imprimir su estilo y su juego en el Benito Villamarín. Los
hombres de Pepe Mel combinaban más con el esférico mientras los
visitantes esperaban agazapados sin ningún tipo de criterio a la hora de
salir al contragolpe.
El Getafe, perdido y sin capacidad para
generar fútbol en los primeros minutos, posibilitó el monólogo de un
Betis que sin embargo no terminaba de llegar con claridad a la portería
de Moyá. Alguna ocasión aislada de Jorge Molina o las internadas por la
banda de Jefferson Montero pusieron algo de interés a una primera parte
descafeinada.
Tras la visita a vestuarios, Luis García colocó en
el campo a Diego Castro en lugar de un Abdel desaparecido en combate.
Sin embargo, el míster madrileño muy pronto se encontró con un
contratiempo importante tras una recuperación de Juanma: el interior
ofreció un pase a Jefferson Montero y el ecuatoriano asistió a Jorge
Molina que no desperdició la oportunidad y fusiló.
El tanto del
Betis fue la recompensa a un trabajo sin demasiado brillo pero muy
constante a lo largo del partido. Los de Pepe Mel recibían cumplida
recompensa ante un Getafe que pese a una leve mejora seguía siendo muy
inferior...
A pesar de ello, los azulones sacaron una vida extra
solo dos minutos después del gol del Betis. Tras un fuera de juego
inexistente decretado sobre Rubén Castro, la pelota llegó en el
contragolpe a Juan Valera, que partiendo de posición ilegal, centró
hacia la posición de Güiza. No fue necesario que el jerezano rematase,
pues fue el propio Chechu Dorado el que desde atrás batió a Fabricio.
Pese
al mazazo que supuso el gol del Getafe, los verdiblancos decidieron no
arrojar la toalla y pusieron todos los medios a su alcance para intentar
volver a marcar: Pepe Mel movió su banquillo internando a la segunda
oleada ofensiva, compuesta por Santa Cruz y Pereira, e imprimió en su
equipo un nuevo acelerón en la presión para recuperar cerca del área
rival.
El Betis disfrutó de algunas jugadas para conseguir batir a
Moyá, pero unas veces la precipitación y otras la buena defensa llevada
a cabo por Miguel Torres y Cata Díaz posibilitaron mantener el empate
en el luminoso.
Con este resultado, el Betis se coloca con
treinta puntos en la mitad de tabla, mientras que el Getafe suma uno
menos y sigue inmerso en ese vagón que tiene a más de doce equipos en
menos de cuatro puntos de diferencia, a espera de lo que ocurra en el
resto de la jornada. Los azulones suman cuatro partidos sin ganar y dos
encuentros sin perder.
Real Betis Balompié: Fabricio, Nelson, Paulao,
Dorado, Nacho; Beñat, Iriney (Cañas, m,.68); Juanma (Jonathan Pereira,
m.70), Ruben Castro, Jefferson Montero; y Jorge Molina (Santa Cruz,
m.59).
Getafe CF: Moyá; Valera, Cata Diaz, Miguel Torres, Mané; Barrada
(Diego Castro, m.46); Casquero, Lacen, Gavilán (Sarabia, m.68) ; Güiza, y
Míku (Alexis, m,88).
Goles: 1-0. m.51. Jorge Molina. 1-1: m.55, Güiza.
Árbitro: César Muñiz Fernández (Comité Asturiano). Mostró tarjeta
amarilla a Casquero (m.13), Barrada (m.21), Juanma (m.36), Santa Cruz
(m.67), Güiza (m.72), Miku (m.75) y Cata Diaz (m.85).
Incidencias: Partido disputado en el estadio Benito Villamarín en tarde primaveral (25 grados) y una afluencia de 42.169 espectadores.
El Málaga abusa de un moribundo Zaragoza
El equipo de Pellegrini remonta el gol de Aranda con goles de Sebas, Da Silva (p.p), Isco, Demichelis y Rondón. Manita en La Rosaleda ante un equipo maño que huele a Segunda con el paso de las jornadas.
Lo que es el fútbol con su grandeza y su
miseria. La pasada jornada en San Mamés el Málaga había perdido 3-0 en
San Mamés tras una primorosa primer parte y esta noche, sin jugar un
gran partido, goleó al Zaragoza( 5-1) con una gran eficacia en ataque.No
lo tuvo nada fácil el equipo malaguista que pese a dominar en el primer
tiempo, no tuvo la continuidad en su juego y el éxito en el remate.
Jiménez planteó un partido fuerte atrás y buscando la conexión
Lafita-Aranda para el ataque.
Pese a que Sebas Fernández oblígó a una parada de reflejos a
Roberto a los 12´ se le veía atascado al equipo de Pellegrini no
funcionando la línea de creación como otras veces. Mucho centrocampismo y
poco peligro hasta que en el minuto 23 en la primera acción de peligro
visitante llegó el 0-1. Un buen centro por la derecha de Lafita y un
remate de Aranda, dejando botar el balón, tras ganar la posición a
Weligton.
Sorpresa y a remontar como otras veces.No varió mucho el panorama
en juego, pero sí en remates. Roberto salvó a los suyos con dos paradas a
remates de Mathijsen(28´) e Isco( 41´) hasta que en el descuento llegó
el empate. Un excelente centro de Isco que cabecea en plancha Sebas
Fernández para la igualada en un momento clave hasta para el público.
Algún sector de la grada había pitado en la fase final el juego nada
brillante de los suyos ante el colista de la categoría.Se esperaba un
Málaga en tromba tras el descanso, pero no pasó así aunque en el minuto
49 Isco comenzaba su exhibición con uncentrlo que un defensa quitó del
pie a Rondón cuando iba a rematar.
Pero un minuto después se lesionó Sergio Sánchez y Pellegrini tuvo
que recomponer la zaga, colocando a Demichelis de lateral. Recio a los
53´ rozó el gol tras un exclente disparo con efecto desde el borde del
área. Pasaban los minutos y el Zaragoza no le perdía la cara al partido,
incluso intentando tímidamente adelantar líneas aunque sin inquietar a
Willy Caballero.
Pero en el minuto 69 llegó la jugada clave. Isco por la derecha
lanzó un centro chut que desvió Da Silva y descolocó al meta aragonés.
Era la remontada y eso lo acusó el Zaragoza, que no reaccionó. El Málaga
asedió el área aragonesa y los goles fueron cayendo. Tras un córner
lanzado por Joaquín el cabezazo picado de Demichelis fue el 3-1 a los
76´.
Y dos minutos más tarde una buena jugada de Rondón con centro a
Isco y este, con sangre fría, la controló y sin parar la envió a la red.
Era el 4-1 y ahí se acabó. El Zaragoza bajó los brazos, el Málaga
terminó de lujo y Roberto salvó a los suyos de una mayor goleada. Esta
vez el fútbol sí fue justo con Rondón y con su trabajo marcando el 5-1
en el minuto 88 tras centro de Monreal. Es el sexto gol de la temporada
para el venezolano.
En resumen. Que aún no jugando bien el Málaga obtuvo la mayor
goleada de la temporada uniendo el binomio de acierto y remate. Y a
destacar el papel de Isco, delante de Vicente del Bosque que estaba en
el palco de La Rosaleda. Del Zaragoza poco que decir. Mucha voluntad,
poco acierto y una fragilidad en la moral cuando encajaron el 2-1. Mala
pinta tiene esto para los mañicos...
Málaga CF: Caballero; Sergio Sánchez
(Demichelis, m.54), Mathijsen, Weligton, Monreal; Cazorla, Toulalan,
Recio (Joaquín, m.55), Isco; Sebastián Fernández (Maresca, m.75) y
Rondón.
Real Zaragoza: Roberto; Pablo Alvarez, Lanzaro, Da Silva,
Obradovic; Lafita (Luis García, m.73), Rubén Micael, Pinter, Abraham
(Juan Carlos, m.56); Oriol, Aranda (Hélder Postiga, m.73).
Goles: 0-1, M.23: Aranda. 1-1, M.46+: Sebastián Fernández. 2-1, M.67: Isco. 3-1, M.77: Demichelis. 4-1, M.79: Isco. 5-1, M.88: Rondón.
Árbitro: Turienzo Alvarez (Colegio Castellano-Leonés). Mostró
tarjeta amarilla al malaguista Toulalan (m.62) y a los zaragocistas
Lanzaro (m.6), Pinter (m.14) y Pablo Álvarez (m.74).
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo quinta jornada de Liga, disputado en el estadio de La Rosaleda ante 28.000 espectadores.
El Levante de Champions está de vuelta
Ganan los granotas al Espanyol de Mauricio Pochettino en un partido en el que estaba en juego una plaza por la Champions League, ahora mismo propiedad del Levante.
Pochettino apostó de inicio por un doble pivote con Forlín y Cristian
Gómez dejando a Verdú como enganche. Arriba, Weiss y Coutinho en bandas
y Álvaro como referente. La idea fue buena, la ejecución no tanto.
El Espanyol tocaba bien y tocaba rápido pero se encallaban en la
frontal de la defensa levantina, muy poblada por cierto. Por el
contrario la idea del Levante era clara: defender con todo y cazar algo
en alguna contra.
Durante los ataques locales, todo el equipo excepto Koné se replegaba
impidiendo cualquier penetración blanquiazul. La jugada les salió bien.
Pasados los veinte minutos, Valdo (ex del Espanyol) lograba adelantar a
los visitantes tras un contra de libro en la que el jugador levantino
batió sin escrúpulos a Kiko Casilla.
Merecido o no, lo cierto es que el Espanyol iba perdiendo y tenía que
reaccionar. Intercambiaron posiciones Weiss( sobreexcitado por la
dureza de las entradas de Jaunfran y Barkero) y Coutinho ( en ocasiones
brillante y en otras exasperante). Verdú se descolgaba más aún buscando
el rombo en ataque pero la defensa visitante no dejaba pasar una.
Tras el descanso Pochettino decidió ir a por la remontada y tras diez
minutos viendo que las cosas no cambiaban, dio entrada a Uche en
sustitución de Cristian Gómez. Así, Verdú bajaba al doble pivote para
dar mayor rapidez al juego blanquiazul.
El Levante seguía cerrado atrás, con diez hombres en su área mientras
el Espanyol se volcaba en ataque sin éxito. Poco a poco la defensa
levantina se fue desgastando debido al alyo ritmo impuesto por los
locales y llegó el empate. Uche conectó un gran cabezazao tras pase de
Verdú en una falta lateral. El primer gol del camerunés con el
Espanyol.
La paciencia y la consistencia local daba sus frutos. El Levante
pagaba su racanería a la hora de jugar. Parecí que el empate sería el
resultado final,pero ya se sabe que la justicia no existe en el fútbol.
Cuando faltaban un minuto para el final Rubén lograba el segundo del
Levante tras un disparo de falta que tocó en un jugador blanquiazul y
acabó en el fondo de las mallas de Casilla. Jarro de agua fría para los
de Pochettino que se alejan de los puestos de Champions.
El Espanyol tocaba bien y tocaba rápido pero se encallaban en la frontal de la defensa levantina, muy poblada por cierto. Por el contrario la idea del Levante era clara: defender con todo y cazar algo en alguna contra.
Durante los ataques locales, todo el equipo excepto Koné se replegaba impidiendo cualquier penetración blanquiazul. La jugada les salió bien. Pasados los veinte minutos, Valdo (ex del Espanyol) lograba adelantar a los visitantes tras un contra de libro en la que el jugador levantino batió sin escrúpulos a Kiko Casilla.
Merecido o no, lo cierto es que el Espanyol iba perdiendo y tenía que reaccionar. Intercambiaron posiciones Weiss( sobreexcitado por la dureza de las entradas de Jaunfran y Barkero) y Coutinho ( en ocasiones brillante y en otras exasperante). Verdú se descolgaba más aún buscando el rombo en ataque pero la defensa visitante no dejaba pasar una.
Tras el descanso Pochettino decidió ir a por la remontada y tras diez minutos viendo que las cosas no cambiaban, dio entrada a Uche en sustitución de Cristian Gómez. Así, Verdú bajaba al doble pivote para dar mayor rapidez al juego blanquiazul.
El Levante seguía cerrado atrás, con diez hombres en su área mientras el Espanyol se volcaba en ataque sin éxito. Poco a poco la defensa levantina se fue desgastando debido al alyo ritmo impuesto por los locales y llegó el empate. Uche conectó un gran cabezazao tras pase de Verdú en una falta lateral. El primer gol del camerunés con el Espanyol.
La paciencia y la consistencia local daba sus frutos. El Levante pagaba su racanería a la hora de jugar. Parecí que el empate sería el resultado final,pero ya se sabe que la justicia no existe en el fútbol.
Cuando faltaban un minuto para el final Rubén lograba el segundo del Levante tras un disparo de falta que tocó en un jugador blanquiazul y acabó en el fondo de las mallas de Casilla. Jarro de agua fría para los de Pochettino que se alejan de los puestos de Champions.
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