lunes, 14 de abril de 2014

ANÁLISIS DE LA JORNADA 33 DE LA LIGA BBVA


Osasuna y Valladolid siguen en alerta

Justo reparto de puntos entre rojillos y blanquivioletas que no les sirve para alejarse de la zona de peligro. Los pucelanos pueden terminar la jornada en puestos de descenso

 

 

El Sadar se convertía en testigo directo de una de las seis finales que le restaban a Osasuna y Valladolid en la lucha por la permanencia. Dos conjuntos que llegaban al duelo situados al borde del precipicio del descenso, separados por dos puntos. Su delicada situación provocaba   que todo lo que no fuese ganar les podía condenar a acabar la jornada en zona de descenso a falta de cinco partidos para el final. De ahí la importancia vital del choque.

La trascendencia del partido no se hacía notar en unos minutos iniciales en los que Osasuna, espoleado por su afición, llevaba el mando del partido ante la pasividad de los visitantes, que no eran capaces de salir de su campo con el balón jugado. Los navarros ganaban metros a medida que pasaban los minutos  y en el minuto nueve pudieron adelantarse si no llega a ser por el larguero. El zapatazo desde la frontal de Álvaro Cejudo lo repelió el poste, evitando un auténtico golazo.

El Valladolid no daba señales de vida y se limita a pasar los minutos encerrado en su campo, esperando a cazar una posible contra que no se produjo en toda la primera parte. La parsimonia de los blanquivioletas corroboraba porque era el equipo de la Liga con menos victorias  a domicilio  junto con el colista Betis (1). A pesar de ello, los de Javi Gracia sólo se acercaban tímidamente al área visitante y se llegó al descanso con el 0-0 inicial.

El descanso cambio la cara del Valladolid, que comenzó la segunda mitad mejor asentado y estrellando un balón en el palo. El centro desde la esquina de Víctor Pérez sorprendió a Andrés Fernández y, de no ser por el poste, hubiese sido un gol olímpico del mediocentro. Osasuna respondía en la siguiente jugada con un mano a mano de Cejudo, que no consiguió superar a Jaime. El portero aguantó hasta el final y le acabó arrebatando el esférico.

Los visitantes mantenían un dominio estéril sobre los pamplonicas que, a pesar de ello, eran los que gozaban de las mejores ocasiones. Oriol Riera, libre de marca, perdonó de manera incomprensible en una de sus mejores facetas, el remate de cabeza. El gol no llegaba y sólo un error defensivo en el último tramo del encuentro podía hacer presagiar un cambio de resultado.

La tuvo el Valladolid en los pies de Javi Guerra, en la que fue la ocasión más clara del partido para los visitantes. El remate del malagueño lo detuvo con una buena estirada Andrés Fernández, salvando un punto crucial para su equipo. El punto no deja satisfechos a ninguno, especialmente a los de JIM, que dependerán de lo que hagan Getafe y Almería en sus respectivos encuentros para situarse o no en descenso al cierre de la jornada.

 


Atlético Osasuna: Andrés Fernández; Marc Bertrán, Arribas, Miguel Flaño, Damià; Raoul Loé, Silva; Cejudo (Lobato, m.69), De las Cuevas (Oier, m.78), Roberto Torres; y Oriol Riera (Acuña, m.89).

Real Valladolid: Jaime; Rukavina, Jesús Rueda, Mitrovic, Peña; Víctor Pérez (Marc Valiente, m.75), Álvaro Rubio; Larsson (Manucho, m.53), Óscar, Bergdich (Jefren, m.91); y Javi Guerra.

Árbitro: Clos Gómez (Comité Aragonés). Mostró tarjeta amarilla a Mitrovic (m.65), del Valladolid.

Incidencias: Partido de la trigésima tercera jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio El Sadar ante 17.914 espectadores.

 


El Celta rescata un punto ante el conformismo txuri-urdin

Un gol de Santi Mina, el segundo que marca en Primera División, permitió a los de Luis Enrique salvar un punto

 

 

La lucha del Celta tuvo su premio y consiguió salvar un punto ante la Real Sociedad en un choque que se le había puesto cuesta arriba con la expulsión de Aurtenetxe al inicio de la segunda mitad. Canales abrió el marcador a los ocho minutos. El jugador cántabro volvió a ver portería en liga casi un año después. Su último tanto lo había marcado el 20 de abril de 2013 como jugador del Valencia ante el Málaga. Nolito lograba la igualada marcando de penalti. Con el Celta buscando el segundo el que lo consiguió fue el equipo de Arrasate con un tanto de Griezmann a dos minutos del descanso. Los celestes no perdieron la fe y lograron la igualada por medio de Santi Mina.

La Real trató de tomar la iniciativa aunque el Celta tapaba bien los huecos y obligada a retroceder a su rival. La primera ocasión fue para los de Arrasate en un cabezazo de Canales directamente a las manos de Yoel a los dos minutos de juego. El propio jugador fue el encargado de abrir el marcador y estrenar su cuenta goleadora en esta liga. A los ocho minutos un disparo de Sergio Canales golpeó en un defensa pero el rechace llegó a él que batió a Yoel colándole el balón por debajo del brazo.

Ni siquiera con el marcador en contra fue capaz de reaccionar el Celta que no dio ninguna sensación de peligro en los primeros compases, de hecho, ni apareció por las inmediaciones de la meta de Bravo. Con el paso de los minutos los gallegos pusieron algo más de intención a su juego y tuvieron su primer remate en las botas de Nolito aunque Bravo despejó el esférico, ya en el minuto 23.

A partir de ese momento el cuadro celeste se hizo con el mando del partido y asedió la meta de Claudio Bravo. La insistencia tuvo su premio cuando en el minuto 36 Estrada Fernández señaló penalti a favor de los gallegos por un derribo de Íñigo Martínez, al que le perdonó la segunda amarilla, sobre Mario Bermejo. Como ya hiciera ante el Sevilla, Nolito convirtió la pena máxima, poniendo la igualada en el marcador.

Pero, cosas del fútbol, cuando más buscaba el Celta el segundo quién iba a lograrlo sería la Real Sociedad. En el minuto 43 Griezmann aprovechó un mal control de Cabral para hacerse con el esférico, lo protegió, se giró y lanzó un potente disparo que golpeó en el larguero antes de colarse en la meta gallega. El francés se reencontraba con el gol tras siete jornadas ligueras sin ver portería.

El partido se le complicó al equipo de Luis Enrique nada más iniciarse la segunda parte cuando se quedaba con uno menos al ser expulsado Aurtenetxe por una entrada con los tacos a Carlos Vela. Pero no se notó la inferioridad numérica de un equipo gallego que siguió buscando la igualada aunque la Real daba más sensación de peligro a pesar de llegar menos a la meta de Yoel.

Pero la lucha y la entrega de los vigueses tuvieron su premio en el minuto 82. Un centro de Orellana lo dejó pasar Fontás para que apareciera Santi Mina y batiera a Yoel. Era el segundo tanto del joven jugador tras el que marcara en septiembre ante el Athletic en San Mamés. Los de Luis Enrique aguantaron hasta el final, incluso dispusieron de alguna otra llegada a la meta de Bravo, para sumar el punto.
 

 


RC Celta de Vigo: Yoel Rodríguez; Hugo Mallo, Cabral (Íñigo López, min.70), Aurtenetxe, Jonny; Fontás, Krohn-Dehli, Augusto Fernández (Orellana, min.61); Rafinha, Nolito y Bermejo (Santi Mina, min.61).

Real Sociedad: Claudio Bravo; Zaldua, Mikel, Íñigo Martínez, José Ángel; Zurutuza (Chori Castro, min.85), Bergara; Vela, Canales (Rubén Pardo, min.75), Griezmann; Aguirretxe (Seferovic, min.82).

Goles: 0-1 Canales, min.7; 1-1 Nolito (p), min.37; 1-2 Griezmann, min.42; 2-2 Santi Mina, min.81 

Árbitro: Estrada Fernández (Colegio Catalán). Expulsó con tarjeta roja directa al local Aurtenetxe (min.47). Además, mostró tarjeta amarilla a Hugo Mallo, Bermejo, Cabral por parte del Celta de Vigo, y a Íñigo Martínez, Canales, Rubén Pardo y Griezmann por parte de la Real Sociedad.

Incidencias: Partido de la trigésimo tercera jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 20.839 espectadores, según anunció el club vigués.

 


Hasta el rabo todo es toro

En un partido que se cerraba con el resultado más justo, un empate a cero como imagen de la falta de claridad ofensiva de ambos equipos, un testarazo del francés Perbet cambió el guión

 

 

La agradable temperatura de la tarde de sábado en Vila-real invitaba más a echarse una buena siesta que a la práctica del fútbol o siquiera a verlo desde las gradas de un estadio como el de El Madrigal. Una circunstancia que los veintidós jugadores se encargaron de promover con una pasión desmedida, como si su profesión fuera una suerte de somníferos humanos en lugar de la de deportistas de élite.

Más de uno y más de dos en las gradas del coliseo amarillo debieron de dar alguna cabezada furtiva y es probable que el volumen de los bostezos superase al de los cánticos en según qué fases de la primera mitad. El Villarreal dominó claramente la posesión del cuero hasta el descanso, con un 65,9%, pero la poca velocidad y profundidad que los amarillos eran capaces de imprimirle a su juego ofensivo le facilitaba enormemente el trabajo a un Levante que se limitaba a esperar junto a los límites de su área para evitar que cualquier ocasión local llegase a buen puerto. Los balones en largo sin un destinatario claro eran la única alternativa que planteaba el conjunto de Joaquín Caparrós durante la primera media hora del choque en las contadas ocasiones en que se sorprendían a sí mismos con el balón en sus botas.

Keylor Navas y Sergio Asenjo pasaron el primer acto como dos testigos de lujo de un espectáculo que no merecía el mismo apelativo. Ninguno de los dos equipos fue capaz de rematar ni una sola vez entre los tres palos durante la primera mitad. De los tres disparos del Villarreal en dicho periodo, la defensa del Levante consiguió interceptar dos de ellos antes de que llegasen a los dominios de Keylor Navas y el otro se marchó directamente fuera. La misma suerte que este último corrieron los dos intentos del Levante antes del paso por vestuarios, con Víctor y Simao como protagonistas.

Tras la reanudación, apenas si cambió el guión del enfrentamiento. A pesar de que, en los primeros diez minutos, el Levante apuntaba con más claridad en dirección al área local y acumulaba más efectivos en los contragolpes en los que basaba sus opciones de ataque, pronto regresaron los granotas a sus dominios para centrarse en defender ante un Villarreal que seguía sin dar muestras de ser capaz de generar peligro alguno.

Esta circunstancia, sin embargo, unida a la lesión de Bruno, que no quería abandonar el terreno de juego a pesar de no estar al 100%, acabó por intentar aprovecharla el Levante, que llegó a marcar el ritmo del partido durante algunos minutos, e incluso genero peligro en las botas de Ángel y Diop, ambos desde fuera del área.

Esta nueva situación enrabietó en cierto modo a los locales, heridos en su orgullo al ver como después de haber dominado el partido hasta el momento, veían que el gol visitante parecía más cercano que el suyo. Volvieron a volcarse los villarrealenses sobre la meta de Keylor Navas, pero ni Trigueros ni Aquino fueron capaces de convertir ese nuevo ímpetu en cambios en el marcador. Así, en vista de la falta de éxito, las luces de unos y otros fueron apagándose y todo apuntaba a que el partido iba a morir con el resultado más próximo a lo que se había visto sobre el terreno de juego: el empate a cero.

Pero el fútbol es un deporte en el que un segundo de inspiración sirve para cambiar por completo el guión de un encuentro. Y así fue. En el cuarto minuto de los cinco de descuento, Nikos derribaba a Aquino en la banda derecha, junto al área, provocando la que iba a ser la última acción del partido. Manu Trigueros la botaba con precisión y Perbet se elevaba sobre sus rivales para sacar un testarazo al fondo de las mallas que cerrase el choque definitivamente a su favor, sorprendiendo a propios y extraños.

De esta forma, saca el Villarreal tres puntos en un partido en el que los espectadores apenas tuvieron algo que llevarse a la boca, más allá del inesperado y postrero gol local, que le permiten dar un paso importante en su camino hacia Europa. Mientras, el Levante vio como un chispazo acabó por fundirle los plomos tras haber destinado todos sus esfuerzos a evitar que el casillero local del marcador de El Madrigal se moviera.

 


Villarreal CF: Asenjo; Mario, Musacchio, Pantic, Jaume Costa; Bruno (Nahuel, m. 72), Pina (Trigueros, m. 46), Óliver Torres (Aquino, m. 46), Cani; Jonathan Pereira y Perbet.

Levante UD: Keylor Navas; Vyntra, David Navarro, Juanfran, Nikos; Simao, Diop (El Adoua, m. 79); Pedro López (H. Rodas, m. 86), V. Casadesús, Rubén; y Babá (Ángel, m. 60).

Gol: 1-0, m.94: Perbet.

Árbitro: Hernández Hernández (Comité Canario). Amarilla a los locales Trigueros (m. 73) y Pantic (m. 90); así como a los visitantes Diop (m. 79) y Nikos (m. 94).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio El Madrigal ante la presencia de 15.535 espectadores.

 


Todo es posible en Granada, salvo la Liga

Lo intentó de todas las maneras, pero fue imposible. Tras decir adiós a la Champions, a los culés se les escapa la Liga tras batir record de posesión y de remates esta temporada

 

 

Ni desde fuera, ni desde dentro, ni de jugada, ni a balón parado, ni por arriba, ni por abajo. Karnezis era una auténtica pesadilla con paradas salvadoras. Andrés Iniesta no paraba de rematar desde lejos, Fábregas se animó al final con el mismo éxito, Pedro se perdía con centros demasiado duros que no podían ser rematados. Todos menos Leo Messi que apenas aparecía. Quien si destacó fue Neymar, que no paraba de intentarlo, combinando, cayendo entre líneas, asistiendo, desmarcándose,…., pero nada. En global, un 80,2% de posesión, 29 remates totales, 33 centros al área y 13 saques de esquina. Todos estos datos, menos el último, récord absoluto de los cules en un encuentro de liga esta temporada. Brutal, todo para nada. Para caer derrotado.

Llegaba el Barcelona a Granada muy tocado en su moral después de la imagen ofrecida en el Vicente Calderón el pasado miércoles donde se despidió de una de las tres competiciones a las que aspiraba. Aparte las bajas en defensa no ayudaban. Tata Martino se veía obligado a rotar, daba descanso a Dani Alves, Jordi Alba y Xavi, pero se debatía de quien tenía que acompañar a Javier Mascherano en el centro de la defensa. Finalmente, Sergio Busquets se impuso a Adriano y a Song, que también fueron titulares, y no tuvo mayor problema, sobre todo si tenemos en cuenta que el tanto de Brahimi (tres goles en liga, los tres en el Nuevo Los Cármenes) se debió a un fenomenal servicio de Piti entre líneas que no cerró bien Montoya.

Y eso que el lateral derecho del Barcelona, titular presente en episodios para olvidar como Bilbao, San Sebastián, Orriols y Pamplona, fue uno de los que más dio profundidad a un Barcelona que, tras el gol encajado, comenzó a dominar, a tocar, a pasar y, sobre todo, a rematar sobre la portería de Karnezis. El griego, que fue la sorpresa del once de Lucas Alcaraz, solo había jugado el día que el Almería goleó al Granada 3-0 y la eliminatoria en que el Alcorcón apeó a los andaluces en los penaltis. El agobio fue inversamente proporcional a las oportunidades manifiestas, pero la amenaza constante y los remates estaban ahí. Tanto que, solo en la primera mitad, los blaugranas habían disparado más sin marcar en un partido entero de liga (14).

El voluntarioso Neymar, que era el que más lo intentaba: no ha habido partido en esta liga en el que lo haya intentado más (seis remates), se pasaba de revoluciones y Manuel Iturra le sacaba de quicio. Un desquiciamiento que después se trasladaría en un Leo Messi desconocido que vería su primera amarilla de la liga. El Granada estaba desarbolado, aunque forzó que Pinto sembrara todas las dudas posibles en un disparo fácil de Piti que se le escaparía y que Álvarez Izquierdo anularía por fuera de juego. Aún así, era cuestión de abrir la lata.

Al fin y al cabo se trataba de un plaza asequible, el Barcelona solo había perdido al Granada en cuatro de sus 19 partidos ligueros como visitante (4E 11D). De hecho, la última victoria del conjunto granadino sobre los catalanes fue en la 71/72 (2-0), temporada en la que logró una de sus dos mejores clasificaciones en Primera. Pues el milagro se produciría. Claro, que se produciría, el Barcelona mordía el polvo en Andalucía por primera vez desde marzo de 2008 cuando sucumbiera en el Benito Villamarín

El problema del Barça no era la defensa, que no hizo falta y que incluso estuvo expeditiva en las contras. El Arabi tuvo dos manos a manos, pero Montoya primero providencial por detrás y segundo Pinto al repeler unos contra unos consecutivos desbarataban las opciones nazaríes por sentenciar. Porque el resto fue un monólogo. El Granada terminó con cinco defensas, pero feliz porque ve el descenso más cerca (37 puntos). El Barcelona, a expensas de Real Madrid y Atlético de Madrid en la durísima carrera por la liga.

 

 

Granada CF: Karnezis; Nyom, Ilori, Murillo (Mainz, m.88), Foulquier; Iturra; Brahimi (Bravo, m.65), Fran Rico, Recio, Piti (Coeff, m.72); y El Arabi.

FC Barcelona: Pinto; Montoya, Busquet (Alexis, m.74), Mascherano, Adriano (Alba, m.67); Song, Iniesta, Fabregas; Neymar, Messi y Pedro.

Árbitro: Delgado Ferreiro (Comité Vasco). Mostró cartulina amarilla a los visitantes Neymar, Messi y Busquets.

Gol: 1-0, m.15: Brahimi.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de la Liga BBVA disputado en el Estadio Nuevo Los Cármenes ante más de 18.200 espectadores.

 


El ensayo para Mestalla funciona con precisión

El Real Madrid golea con facilidad al Almería con la previsible delantera que jugará la final de Copa del Rey si Cristiano Ronaldo no se recupera a tiempo

 

 

El Real Madrid es una máquina de rubricar objetivos. Hasta cinco logró cumplir en el duelo ante el Almería. Sumar tres puntos vitales que le aúpa al primer puesto de la clasificación empatado con el Atlético. Coger confianza de cara a la final del próximo miércoles en Mestalla. Saber vivir sin Cristiano Ronaldo –y sin Sergio Ramos–. Demostrar diferentes alternativas en ataque con cambios posicionales en jugadores importantes como Di María y Bale. Y, el más importante por su destinatario y próximo rival, el Barcelona. El Real Madrid no perdona.

Y eso que el partido comenzó bien para Francisco y su Almería de autor. Bien posicionados en el centro del campo, con Jonathan Zongo y Hélder Barbosa tapando las subidas de los laterales, y un trivote en el centro del campo para ahogar el buen hacer de Modric, Isco y el hoy titular Asier Illarramendi. Pero el punto flojo estaba en una inexperta zaga de Francisco, liderada por un Hans Martínez que realizaba su debut en la Liga. Y el Madrid fagocitó esa inexperiencia.

El jugador que supo leer a la perfección este déficit del conjunto almeriense fue Ángel Di María. El extremo rosarino hizo de Bale en esa posición de falso extremo derecho y con su eléctrica movilidad comenzó a desbaratar el planteamiento de Francisco. En tres ocasiones –una de ellas al poste– lo intentó el argentino ex del Benfica. Hasta que en una asociación suya por la derecha con un valiente Nacho, y tras una serie recortar a un contrario, la pegó con colocación para lograr el primer tanto del partido.

El gol destruyó toda ilusión almeriense por lograr algo positivo del Bernabéu y el Madrid comenzó a arrollar a su rival. Hasta 12 remates intentó el combinado de Carlo Ancelotti en el primer acto –solamente dos el de Francisco– pero entre Esteban y la falta de puntería evitaron una mayor goleada madridista. Puntuar en el Bernabéu era posible para el Almería. Pero la salvación del equipo de Francisco no pasa por lograr la hazaña en el coliseo blanco. Si no por empezar a pensar en sus rivales directos.

La segunda parte sería otra historia. Sobre todo porque Karim Benzema se puso el frac y comenzó a hacer lo que mejor sabe. Dar pases de gol. Y con dos asistencias, fantásticas ambas, el delantero galo dejó el choque visto para sentencia. Primero asistió a Gareth Bale, para que el galés lanzara un aviso a Neymar de que ha llegado su hora en el próximo clásico. Y después a Isco, que supo aprovechar a la perfección su oportunidad y su nuevo rol como mediapunta del equipo. La rúbrica la puso un motivado Álvaro Morata tras recoger una sensacional asistencia de Illarramendi al más estilo Bernd Schuster.

 


Real Madrid: Diego López; Nacho, Pepe, Varane, Coentrao (Llorente, 73’); Modric, Illarra, Di María (Casemiro, 64’); Bale (Morata, 70’), Benzema e Isco.

UD Almería: Esteban; Nelson, Torsiglieri, Hans, Mané; Verza, Corona (Soriano, 72’), Tébar, Barbosa; Zongo (Díaz, 69’) y Rodri (Vidal, 58’).

Goles: 1-0, Di María (28’); 2-0, Bale (52’); 3-0, Isco (56’); 4-0, Morata (85’)

Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). No amonestó a nadie.

Incidencias: Encuentro de la trigésimo tercera jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio Santiago Bernabeu ante unos 65.800 espectadores.


Velasco Carballo se viste de nazareno en el Santo Entierro

La expulsión de Juan Carlos, tras un inexistente penalti sobre Bacca, determina un derbi sevillano que sentenció Gameiro con dos tantos que ponen al Betis casi en Segunda

 

 

El derbi sevillano más desigual de los últimos años comenzó intenso, aunque sin fluidez en el fútbol de ambos conjuntos. Pese al poco ritmo de juego y las constantes faltas e interrupciones que se vivieron en el primer cuarto de hora en el Benito Villamarín, el Betis fue el que llevó más la iniciativa ofensiva, sobre todo por banda derecha y  a través de las constantes subidas por banda de Juanfran.

Con el transcurso del partido los béticos fueron embotellando al Sevilla en su campo, que a pesar de un par de remates peligrosos de Rubén Castro y Vadillo que se marcharon fuera, no pasaban apuros ante la inocencia de los ataques verdiblancos. A la media hora de juego el Sevilla pisó por primera vez el área rival y el partido dio un vuelco definitivo. Bacca se encontró solo frente a la portería de Adán cuando Juan Carlos le hizo una entrada por detrás que acabó derribando al colombiano. Pese a que el defensor tocó la pelota, Velasco Carballo señaló penalti y tuvo que expulsar a bético al tratarse del último defensor.

Gameiro transformó la pena máxima con un remate fuerte y al centro para poner el 0-1 con el que se llegó al descanso ante la impotencia e indignación de los jugadores locales, que quedaron muy tocados anímicamente tras la polémica decisión arbitral.

En la reanudación, el partido perdió ritmo y de nuevo se volvieron a ver constantes interrupciones. El Betis se acercaba al área en pocas ocasiones y a través de jugadas a balón parado pero el Sevilla daba mayor sensación de peligro y pudo sentenciar el partido en varias ocasiones aprovechando su superioridad numérica. Adán salvó a su equipo del segundo gol hasta en 3 ocasiones, primero a remate de Gameiro en el minuto 54 y después en 2 acciones casi consecutivas con remates de Vitolo y Carriço que desbarató de nuevo el cancerbero verdiblanco.

El Betis atacaba con más corazón que cabeza y lo intentó hasta el final buscando balones colgados al recién entrado Brian Rodríguez. Antes Rubén Castro lo había intentado con un libre directo que desvió Beto a córner, en la única intervención de mérito del portero luso en todo el partido. Ya con el Betis muy cansado, el Sevilla sentenció el derbi con un nuevo gol de Gameiro en el minuto 82. El delantero galo aprovechó un buen pase de Diogo, que le cedió el esférico para que solo tuviera que empujarla y poner un 0-2 que desahucia a su más encarnizado rival a Segunda División.


Real Betis Balompié: Adán; Juanfran (Brian Rodríguez, m.78), Amaya, Jordi Figueras, Juan Carlos; Nono, N'Diaye; Leo Baptistao (Cedrick, m.60), Vadillo (Chica, m.40); Jorge Molina y Rubén Castro.

Sevilla FC: Beto; Diogo Figueiras, Carriço, Fazio, Alberto Moreno (Fernando Navarro, m.45); M'Bia, Iborra; Trochowski (Vitolo, m.46), Reyes; Gameiro y Bacca (Rakitic, m.74).

Goles: 0-1, M.29: Gameiro, de penalti. 0-2, M.82: Gameiro.

Árbitro: Carlos Velasco Carballo (Comité Madrileño). Expulsó con roja directa en el minuto 26 al bético Juan Carlos por hacer un penalti en una jugada de claro peligro. Además, amonestó a los locales N'Diaye (m.5), Rubén Castro (m.30), Baptistao (m.57) y Chica (m.61) y a los visitantes Trochowski (m.13), Reyes (m.34), Vitolo (m.55) y Fernando Navarro (m.69).

Incidencias: Partido de la trigésimo tercera jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Benito Villamarín ante cerca de 33.000 espectadores, entre ellos unos 1.500 sevillistas ubicados en una zona acotada para la afición visitante. Terreno de juego en buenas condiciones. El comienzo del encuentro se retrasó unos minutos para retirar unos papeles lanzados desde la grada de Gol Sur al área que defendía el Sevilla y que impedían la buena visibilidad.


Resacón dulce en Mestalla

Un tanto del ex-madridista Parejo y un penalti parado a Damián Suárez por Vicente Guaita fueron los detalles que decidieron el derbi regional

 

 

El Valencia se impuso al Elche por 2-1 y alarga la agonía de la permanencia de los ilicitanos en Primera División. De esta manera, el Valencia ha ganado nueve de sus últimos 11 enfrentamientos con el Elche en Primera (1E 1D), solo perdió el último que disputaron (2-1 esta temporada). Imponiéndose al ilicitano en diez de sus últimos 13 partidos como local en la máxima categoría (24 goles a favor y solo cuatro en contra).

No es nada nuevo en el mundo del fútbol que un equipo de la misma Comunidad, con el que no tiene una gran rivalidad, se encuentre menos motivado que el otro que puede estar más necesitado. Más que nada porque tampoco es nada nuevo en el mundo del fútbol que un equipo sin aspiraciones, independientemente de su situación geográfica, se pueda dejar llevar bien porque sus objetivo estén ya lejanos o bien porque acumule un desgaste físico debido al interés suscitado en otra competición, en este caso la Europa League. Sin hablar de lo que se jugaba el Elche, que se presentaba en Mestalla con tan solo cuatro puntos de la zona peligrosa. Ante tal suspicacia, el conjunto che hizo los deberes.

Un equipo, el de Fran Escribá, que quiere permanecer en Primera debido a un bloque muy férreo. Solo había encajado dos goles en las últimas cinco jornadas Habitual en su sistema es la aparición del trivote en el centro del campo cuando los encuentros son a domicilio. Ello provocaba estragos en la zona ancha de un Valencia que, con jugadores más creativos, se estrellaba una y otra vez en la muralla ilicitana a lo largo y ancho de la primera hora.

El guión del derbi tuvo un paréntesis entre el 22 y el 28. En el minuto 22, Pablo Piatti recogía un balón suelto dentro del área para marcar su cuarto tanto liguero y adelantar al Valencia. Seis minutos después, la defensa ché, en especial Míchel, se dormía en los laureles, robaba Carlos Sánchez para asistir por primera vez en liga a un Coro que empataba la contienda. El ex del Espanyol se convierte en el pichichi (5) del equipo menos goleador de la liga (26). Y todo ello ante un conjunto valenciano que demostraba, una vez más, que es el que más puntos ha perdido tras ir por delante en el marcador en esta liga. Con éste, 21 suma ya.

Tras el descanso, la contienda siguió la misma tesitura. Al Elche le interesaba entorpecer y Juan Antonio Pizzi buscaba movilidad (entraba Fede Cartabia) y, cuando buscaba pegada con el ingreso de Paco Alcácer, Dani Parejo se sacó de la manga un zurriagazo desde 30 metros para sorprender a Manu Herrera, marcar su primer gol de la temporada en Mestalla y colocar el 2-1 definitivo en el marcador.

La sobriedad defensiva del Elche se hizo añicos y apenas tuvo poder de reacción. Todo ello si descontamos la gran parada de Vicente Guaita, que emuló a su compañero y enemigo Diego Alves, en el penalti marrado por Damián Suárez. El uruguayo remató raso a la izquierda, y ahí el de Torrente se llevó la merecida ovación del respetable después de una temporada muy complicada. El Valencia controló hasta el final, aunque a Richmond Boakye, que ha marcado tres de sus cuatro goles en liga más allá del minuto 90, le dio tiempo a meter el susto a la afición che en una jugada ensayada que falló de forma incomprensible. Al final, el derbi cayó en las manos de un conjunto valencianista que, desde que está Juan Antonio Pizzi en el banquillo, ha ganado este tipo de partidos.

 


Valencia CF: Guaita; Barragán, Vezo, Fuego, Bernat; Oriol, Parejo, Míchel (Fede, m.46), Piatti, Vargas (Alcácer, m.63) y Jonas (Keita. m,73).

Elche CF: Manu Herrera, Damián, Botía (Lombán, m.34), Pelegrín, Cisma; Rubén Pérez, Carlos Sánchez, Fidel (Boakye, m.75), Coro, Javi Márquez (Aaron, m.63) y Christian Herrera.

Goles: 1-0, m.22: Piatti. 1-1, m.28: Coro. 2-1, m.61: Parejo

Árbitro: Álvarez Izquierdo (Comité Catalán). Amonestó por el Valencia a Piatti, Fuego y Parejo, y por el Elche a Rubén Pérez y Cisma. Espulsó al valencianista Barragán, por doble amonestación en el minuto 93.

Incidencias: Partido correspondiente a la tirigésimo tercera jornada de la Liga BBVA jugado en el estadio de Mestalla, ante 42.000 espectadores


 

Cuatro finales y un sueño por cumplir

Los de Simeone consiguen una trabajada victoria que les hace más líderes. Los azulones siguen en descenso. Diego Costa se retiró lesionado con gestos de mucho dolor tras el 0-2

 


El líder se presentaba en el Coliseum Alfonso Pérez sabiendo que una victoria ante sus vecinos del sur les dejaría más líderes de lo que lo eran la jornada pasada. La sorprendente derrota de del Barça ayer ante el Granada permitía a los rojiblancos afianzar aún más el primer puesto de cara a este tramo final de temporada. Para ello, debía superar a un Getafe, que se jugaba la vida ante los colchoneros para intentar salir de los puestos de descenso.

El Atlético planteó el partido desde el inicio como suele ser habitual. Ritmo, intensidad y fútbol directo, algo que hace de forma automática, como si se tratara de máquinas perfectamente engrasadas. El partido estaba controlado por los rojiblancos pero enfrente se topaba con un Getafe, que se estaba jugando la vida y no cedía ningún espacio a los de Simeone. El fútbol no tenía fluidez y las ocasiones, a cuentagotas, llegaban a balón parado. Diego Costa estaba muy activo tras su regreso y los jugadores azulones sólo conseguían pararle mediante continuas faltas. Así en apenas tres minutos forzó una amarilla para Mosquera y otra para Alexis.

El juego trabado favorecía al Getafe, que contenía bien los movimientos de los colchoneros. El gol sólo parecía posible con una acción a balón parado o mediante un error de los jugadores azulones. De la primera forma llegó una clarísima ocasión para Godín. La falta botada por Koke y el cabezazo del uruguayo lo desbarató Codina sobre la línea. Parecía que los colchoneros tendrían que apretar en la segunda parte. Entonces se produjo el error en el Getafe. Juanfran envió un balón a la olla que cabeceó Diego Godín a la red, aprovechándose de la salida en falso de Codina. El meta salió a por uvas y permitió al central adelantar a su equipo al borde del descanso.

El gol permitió a los de Simeone afrontar la segunda parte sin prisas y con mucha más tranquilidad. El Getafe no encontraba forma de meter mano a los rojiblancos, que dormían el juego llevándolo a su terreno. No podían despistarse los visitantes, que recibieron un serio aviso a la salida de un córner. Juan Rodríguez cabeceó algo centrado y Courtois salvó bajo palos. Avisaban los azulones, que no olvidaban el humillante 7-0 endosado en la ida en el Calderón.

El Getafe no era capaz de inquietar otra vez a Courtois y el Atlético tuvo la sentencia con un penalti claro por agarrón de Lafita sobre Miranda, que mandó a los vestuarios al 7 azulón por cortar una ocasión manifiesta de gol. Codina adivinó la intención de Diego Costa y también acertó a detener el remate posterior de Raúl García. El meta azulón dejaba a su equipo con vida en el partido pero tenía que afrontar los últimos veinte minutos con un hombre menos. Así la cosa era mucho más plácida para los rojiblancos.

Apenas sufrían los de Simeone cuando una internada de Adrián sirvió para regalar el gol a Diego Costa y sentenciar el partido. El hispano brasileño se golpeó la tibia con el poste y tuvo que abandonar el campo con gestos evidentes de dolor. La imagen del golpe fue muy impactante y los gestos de sus compañeros no hacían presagiar nada bueno. Victoria vital para los rojiblancos empañada por la lesión de su jugador franquicia.

 

Getafe CF: Codina; Arroyo, Alexis, Rafa, Roberto Lago (Samir, min. 80); Juan Rodriguez, Mosquera (Lacen, min. 68); Pedro Leon, Diego Castro (Colunga, min. 58), Lafita; Ciprian

Atlético de Madrid: Courtois, Juanfran, Godín, Miranda, Filipe; Mario, Gabi, Koke, Raúl García (Diego Ribas, min.71), Villa (Adrián, min. 62) y Costa (Cebolla Rodríguez, min. 88)

Goles: 0-1 Godín (min. 40). 0-2 Diego Costa (min. 83)

Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz). Mostró cartulina amarilla a Godín (min. 16), Villa (min. 46) y Diego Costa (min. 85) por parte del Atlético de Madrid y a Mosquera (min. 22) y Alexis (min. 25) por parte del Getafe. Expulsó a Lafita con doble amonestación (min. 51 y 66).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de la Liga BBVA disputado en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe ante cerca de 12.000 espectadores.


La clemencia rayista deja escapar la permanencia

Los de Paco Jémez dominaron el partido durante prácticamente los noventa minutos, pero no fueron capaces de matarlo y, casi con el tiempo cumplido, Colotto puso el definitivo empate. 

 

 

Apenas había comenzado el partido cuando el Espanyol, el equipo que menos se jugaba en el choque, ya estaba por delante. En el segundo minuto del encuentro, Sergio García armó una fantástica jugada por banda derecha que culminó con un centro a Pizzi que, dentro del área, no dudó en dejar el balón en el segundo palo donde, en boca de gol, Stuani se lanzó con todo para empujar el balón al fondo de las mallas.

 

Tras el tanto, fueron pasando unos minutos sin un dominador claro hasta que, poco a poco, el Rayo empezó a dar la sensación de sentirse más cómodo sobre el terreno de juego, avanzando posiciones en dirección al área de Casilla. Así, no tardó en llegar la primera ocasión clara para los franjirrojos, a balón parado. Trashorras ponía una falta bombeda al interior del área donde Larrivey, incomprensiblemente libre de marca, remataba de cabeza alto, dejando el balón en el tejadillo de la portería.

A partir de ese momento, el dominio del balón del Rayo se fue asentando, pero las ocasiones visitantes eran progresivamente menos escasas. Así avanzó el primer acto hasta que un tropiezo de David López volvía a cambiar las cosas. Alberto Bueno se internaba en el área local por su parte izquierda y, cuando el jugador de Sant Cugat perdía el equilibrio, el ex del Real Madrid aprovechaba para sacar un pase hacia el centro, desde donde Iago Falqué, sin rivales alrededor, sacaba un disparo con el interior para batir a Casilla tres minutos antes del paso por vestuarios.

La segunda mitad se iniciaba con poca claridad de ambos equipos, pero solo habían pasado cinco minutos tras la reanudación cuando Nacho, desde larga distancia, sacaba un fantástico centro al corazón del área, sabedor de que Larrivey iba a ser capaz de llegar hasta ese punto y de elevarse más que nadie para batir a un Kiko Casilla que salió de su portería demasiado dubitativo con un testarazo parabólico.

Se adelantaba el Rayo, pero el balón y el peligro seguían siendo suyos. A pesar de que el Espanyol daba ciertas muestras de querer acercarse al área de Rubén, sus ataques eran deslavazados y dubitativos y el tiempo iba pasando para desesperación de la afición local. No cambiaba la situación hasta que Javier Aguirre dio entrada a Lanzarote y Córdoba, con más intensidad que sus predecesores en los últimos metros. Pero el conjunto periquito no transformaba sus intenciones en aciertos y el Rayo aprovechaba que más locales se metían en su mitad del terreno de juego para salir con velocidad y dominar aún con más comodidad el choque, aunque el provecho de sus incursiones era similar al de los ataques locales. Solo algunos disparos de Rochina que Casilla no sufrió para detener y un gol bien anulado a Alberto Bueno por fuera de juego daban una mínima sensación de que el marcador pudiera moverse.

El dominio vallecano, sin embargo, no se transformó en goles y, en fútbol, quien perdona, paga. A la salida de un córner en el minuto 88, Colotto remataba desde dentro del área pequeña de cabeza el balón a la red y las oportunidades perdidas pasaban como diapositivas por la mente de los jugadores, técnicos y aficionados rayistas.

Poco después se cerraba el choque y ambos equipos sumaban un punto que, si bien no es malo para ninguno de los dos, tuvo un sabor más agridulce para los madrileños. El Rayo controló más el balón (67,8%), remató más (11 a 6) y lo hizo en más ocasiones a portería (5 a 2). También centró más veces al área (15 a 8) y sacó más córneres (5 a 2) pero, en la única estadística que vale para la clasificación, la de los goles anotados, ambos equipos firmaron tablas. El conjunto vallecano estuvo excesivamente clemente en su control del choque y eso le llevó a perder dos puntos que ya parecían suyos ante un Espanyol que transformó en gol sus únicos dos remates entre los tres palos.

 


RCD Espanyol: Kiko Casilla; Javi López (Álex Fernández, min.76), Colotto, Sidnei, Fuentes; Víctor Sánchez, David López; Stuani, Pizzi (Córdoba, min.59), Simao (Lanzarote, min.59) y Sergio García.

Rayo Vallecano: Rubén; Arbilla, Borja López, Zé Castro, Nacho; Trashorras, Saúl; Rochina (Lass, min.76), Bueno (Seba Fernández, min.89), Iago Falqué y Larrivey.

Goles: 1-0, min.3: Stuani; 1-1, min.43: Falqué; 1-2, min.53: Larrivey; 2-2, min.87: Colotto.

Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Amonestó a Zé Castro (min.29), Rubén (min.64), Trashorras (min.88), Sidnei (min.89).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigesimotercera jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio de Cornellà-El Prat ante 16.110 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por Alejandro Hernández, antiguo empleado del club blanquiazul.


Aduriz afina la melodía de la Champions en el Botxo

Recital de Aduriz, que hizo un doblete. Ander Herrera sentenció el choque. El Málaga rompió una racha de tres victorias consecutivas fuera de casa

 

 

El vendaval de alegría e intensidad que brindó el Athletic a su gente en los primeros minutos del partido dejó estragos irrevocables en un Málaga mermado que acusó y mucho las bajas que llevó consigo a Bilbao. Así, el equipo andaluz rompe una racha de tres victorias consecutivas lejos de La Rosaleda. Estragos causados en parte por Aritz Aduriz, que en el minuto cuatro de partido remataba un centro de Susaeta desde la esquina para hacer el 1-0. Era el gol número 50 de Aduriz con el Athletic, y como no podía ser de otro modo llegó de cabeza, como casi el 50% de los goles del delantero guipuzcoano esta temporada (siete de quince).

El Athletic, con la Champions en la mente, seguía empecinado en no ceder ni un palmo de terreno al Málaga. Desorientados y sin criterio, los hombres de Schuster fueron un equipo sin alma durante casi toda la primera parte. Empequeñecidos más aún por un Athletic que procuraba una amplitud de campo suficiente para hacer más dura la presión del Málaga que, a ratos, ni se molestaba.

Apoyos constantes y presión arriba. Lo que más gusta en San Mamés, y lo que interpretó a la perfección el Athletic en una primera mitad en la que sólo les faltó algo más de acierto de cara a puerta. Acierto que sí tendrían los leones en el primer minuto de la segunda parte. Aduriz finalizaba a placer una contra del Athletic. Un gol que impidió que el Málaga creciera en el partido. Los de Schuster, que incluso hizo un cambio en el descanso, evidenciaron ciertos atisbos de mejoría en los minutos finales del primer acto, desvanecidos por completo con el segundo gol de Aduriz.

El segundo tanto del Athletic, sin apenas tiempo para que los aficionados volviesen a sus asientos, dio paso a un intercambio de fuego cruzado entre ambos equipos que pudo devolver al Málaga al partido. Darder o Iakovenko pudieron recortar distancias, pero lo que llegaría sería la sentencia del Athletic en el 62. Fue obra de Ander Herrera, que recogía un rechace en la frontal del área para batir a un Willy Caballero que pudo hacer algo más.

Comenzaba a gustarse el equipo de Valverde con el 3-0, algo que no gustó a los jugadores del Málaga que, impotentes por las largas posesiones del equipo rival, dieron alguna patada a destiempo. Un punta más sacó Schuster para la recta final del encuentro, muy tarde para la reacción.

San Mamés, con el partido agonizando, calentaba motores para recibir una nueva edición de la Champions League. Jugando así no se escapa, deben de pensar los jugadores y la afición del Athletic, y es que hoy los leones no dieron opciones a un Málaga que rompe una racha de tres victorias lejos de La Rosaleda. Suena el himno de la Champions en San Mamés, que hoy ha llevado en volandas al equipo para devolver los seis puntos de ventaja sobre el Sevilla.

 


Athletic de Bilbao: Iraizoz; Iraola, San José, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, E. Morán (Etxeita min.85); Susaeta (Albizua min.86), Herrera (Beñat min.77), Muniain; Aduriz.

Málaga CF: Willy Caballero; Eliseu, Angeleri, Weligton, Antunes; Juanmi, Camacho; S.Darder, Amrabat (Rescaldani min.77), P. Pérez (Iakovenko, min.46); Santa Cruz (Portillo min.78).
 
Goles: 1-0, Aduriz, min.4; 2-0, Aduriz, min.46; 3-0, Ander Herrera, min.62.
 
Árbitro: José Luis González González (Colegio Castellano-leonés). Amonestó a Pablo Pérez (min.42), Weligton (min.45), Juanmi (min.58), Iakovenko (min.82)
 
Incidencias: Partido presenciado en un San Mamés cerca del lleno por unos 34.000 espectadores. Los jugadores del Athletic lucieron brazalete negro en memoria del ex jugador del club bilbaíno Antonio Aldonza, fallecido hace unos días.

CLASIFICACIÓN PROVISIONAL DE LA LIGA BBVA

Posición
Equipo
Puntos
Jugados
Ganados
Empatados
Perdidos
GF
GC
1
ATLÉTICO DE MADRID
82
3326437222
2
REAL MADRID
79
3325449432
3
FC BARCELONA
78
3325359227
4
ATHLETIC DE BILBAO
62
3318875835
5
SEVILLA FC
56
3316896147
6
VILLARREAL CF
52
33157115238
7
REAL SOCIEDAD
51
33149105650
8
VALENCIA CF
44
33128134646
9
RCD ESPANYOL
41
33118143742
10
LEVANTE UD
40
331010133041
11
MÁLAGA CF
38
33108153543
12
RC CELTA DE VIGO
37
33107163649
13
GRANADA CF
37
33114183046
14
RAYO VALLECANO
37
33114183970
15
ELCHE CF
35
33811142744
16
ATLÉTICO OSASUNA
34
3397172853
17
REAL VALLADOLID
32
33614133250
18
GETAFE CF
31
3387182951
19
UD ALMERÍA
30
3386193464
20
REAL BETIS BALOMPIÉ
22
3357212866

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