lunes, 21 de abril de 2014

ANÁLISIS DE LA JORNADA 34 DE LA LIGA BBVA


Viernes de Pasión...por el Atleti

Los rojiblancos consiguen una trabajada y sufrida victoria ante un equipo rocoso. Los de Simeone se quedan a tres ‘finales’ del título. Ahora toca pensar en el Chelsea

 

 

Final a final. Con esta nueva filosofía afrontaba el Atlético la primera de sus cuatro finales que necesita para alzarse con el título de Liga recibiendo a Elche dirigido por el ex rojiblanco Fran Escribá. Los de Simeone, con Costa en el once titular tras el susto que dio en el Coliseum, no podían permitirse el lujo de fallar si no querían tener que jugárselo todo en la última jornada en el Camp Nou.

Los guerreros de Simeone comenzaron el partido muy concentrados y mandando desde el minuto sobre un Elche con las ideas muy claras y bien replegado para tapar cualquier opción de peligro en ataque de los rojiblancos, que quizás echaban de menos un punto más de la intensidad a la que nos tiene habituados. El dominio de los rojiblancos era estéril y el conjunto de Escribá se sentía muy cómodo ante tal tesitura. Necesitaban algo más los de Simeone para doblegar a un rocoso conjunto alicantino.

El Atlético no terminaba de sentirse a gusto sobre el terreno de juego y poco a poco los alicantinos empezaron a creer. El juego tenía lugar en campo rojiblanco y comenzaba a llegar los primeros avisos de los visitantes, a los que tuvo que responder por dos veces Courtois para evitar el tanto. Primero a un remate cruzado desde lejos de Javi Márquez y, posteriormente, a un cabezazo a placer de Sapunaru. Sufría el Atlético ante el empuje de los ilicitanos.

Malos minutos para el Atlético, que parecía grogui y lo pudo pagar muy caro de no ser porque Carles Gil no estuvo acertado en su remate cruzado en una buena posición. Respiraba de nuevo el Calderón, que empezaba a ponerse nervioso. En el tramo final el Atleti recuperó el mando y pudo marcar, pero Villa no estuvo acercado. El descanso llegó en buen momento para los rojiblancos, que de no ser por Thibaut Courtois, podrían haberse marchado por debajo en el marcador.

El Atlético necesita aire fresco y Simeone lo encontró dando entrada a Raúl García por Adrián. Los locales salieron en esta segunda mitad con una actitud bien distinta y empezaron a merodear la cercanía de la meta ilicitana. El balón era rojiblanco pero no llegaban las ocasiones de peligro. Entonces se encontraron con un penalti a favor tras un ligero agarrón de Sapunaru sobre Raúl García. Tras el penalti fallado por Diego Costa, Simeone ordenó que esta vez la responsabilidad recayese en Villa. El resultado fue el mismo. Manu Herrera adivinó la intención del asturiano y el Atlético a jugar contra el reloj.

Seguía apretando el conjunto de Simeone consciente de lo que se estaba jugando pero las ocasiones de gol no se producían. Villa la tuvo y la convirtió, pero su acción fue invalidada por fuera de juego. Comenzaba merodear los fantasmas por el Vicente Calderón, pero entonces apareció una vez más la cabeza salvadora de Miranda. Como ya hiciera el brasileño con el gol decisivo que dio el título de Copa a los rojiblancos en el Bernabéu, cabeceó a la red un córner botada por Sosa. Otro gol vital que bien puede valer un Liga.

En los minutos finales el Atlético acusó el cansancio y el conjunto de Escribá apretó ligeramente. Los locales no sentenciaban y sufrían para mantener su ventaja en liga, hasta que en el descuento Sapunaru cometió su segundo penalti de la noche al derribar a Diego Costa y se marchó expulsado. El brasileño no falló desde los once metros y con su gol número 27 en Liga deja a los suyos con un partido de margen a falta de cuatro jornadas. Próxima final el domingo a las 17:00 en Mestalla. Antes toca el Chelsea de Mou en semifinales de la Champions.

 

 

Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Adrián (Raúl García, m. 46), Gabi, Tiago, Koke (Diego Ribas, m. 57); Diego Costa y Villa (Sosa, m. 62).

 

Elche CF: Manu Herrera; Damián, Pelegrín, Botía, Sapunaru; Carlos Sánchez, Rivera; Carles Gil (Aarón, m. 70), Javi Márquez (Boakye, m. 77), Coro; y Cristian Herrera (Fidel, m. 57). 

 

Goles: 1-0, m. 71: Miranda cabecea un saque de esquina de Sosa. 2-0, m. 90: Diego Costa, de penalti. 

 

Árbitro: Clos Gómez (Comité Aragonés). Expulsó a Sapunaru, del Elche, en el minuto 90. Amonestó a los locales Diego Costa (m. 63) y Raúl García (m. 73) y a los visitantes Sapunaru (m. 50), Coro (m. 55), Rivera (m. 63) y Pelegrín (m. 65).

 

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 50.000 espectadores. 

 


Jonas no perdona la austeridad rojilla

Tras el gol de Oriol Riera, los rojillos renunciaron a crear peligro demasiado pronto y acabaron pagándolo con un tanto visitante que le complica las opciones de permanencia

 

 

La primera parte del choque entre Osasuna y Valencia en el Estadio del Sadar estuvo marcada por el orden defensivo y táctico de ambos equipos y la falta de claridad de rojillos y ches de la mitad del terreno de juego en adelante. El conjunto navarro, sabedor de lo que se jugaba en el encuentro, fue el primero en avisar con una llegada por banda derecha que acabó en los pies de De Las Cuevas dentro del área. Sin embargo, el jugador alicantino no estuvo hábil para evitar la marca rival y su disparo se encontró con el cuerpo de un defensor valencianista. Corría el minuto seis.

Tras esta ocasión, el partido entró en la que sería su tónica durante todo el primer acto, con dos equipos más preocupados por guardar su posición y evitar que se produjeran ocasiones rivales que de generar las suyas propias. Los remates brillaron por su ausencia hasta el minuto 18, cuando conseguiría el conjunto pamplonés ponerse por delante en el marcador.

Roberto Torres armaba un buen disparo desde fuera del área ajustado al palo derecho de la portería visitante, que Guaita conseguía bloquear pero no atrapar. Un error que Oriol Riera no estaba dispuesto a perdonar. Llegando desde atrás, se adelantaba al portero y a los defensas valencianistas para enviar el rechace al fondo de las mallas. A pesar de que el equipo che reclamaba fuera de juego, la posición del delantero de Vich en el momento del remate de Torres era correcta.

Puso algo más de intención ofensiva el Valencia tras el gol, dominando el control del esférico en mucha mayor medida que sus rivales, pero esto seguía siendo insuficiente como para crear peligro. Osasuna por su parte, se sentía cómodo dejándoles el cuero a los visitantes y esperando en su propio campo para defender. Así, el ritmo del partido decayó notablemente y solo algunos detalles permitieron que el interés del choque no se esfumara por completo.

Quizá el más destacado de ellos fue el penalti que Estrada Fernández debió señalar a favor del Valencia, cuando Marc Bertrán se llevaba el balón claramente con la mano en una acción con Feghouli dentro del área. Sin embargo, el colegiado no lo vio y menos de cinco minutos después pitaba el final del primer periodo.

Tras la reanudación, en el inicio de la segunda parte, las defensas perdieron parte de su orden anterior y las ocasiones de peligro llegaron con algo más de asiduidad. En la primera, siete minutos después del descanso, a punto estuvo Roberto Torres de firmar el segundo para los locales con un disparo perfectamente armado desde dentro del área, tras un centro desde la derecha, que acabó impactando en la madera. Para el Valencia era Jonas quien, apenas unos minutos después de su incorporación al terreno de juego, en el 62, remataba desde fuera del área tras una buena triangulación con Parejo y Alcácer, pero el esférico se iba más allá del límite de los tres palos.

Pasados estos compases, las imprecisiones de la primera mitad volvieron a hacer acto de presencia. Ahora, sin embargo, Osasuna renunciaba casi por completo a acercarse al área de Guaita y daba por buena la victoria por la mínima ante un Valencia que parecía incapaz de encontrar las grietas por las que hacer daño a una defensa local cada vez más poblada y atrasada en su posición.

Pero la estrategia local era demasiado arriesgada cuando aún quedaban muchos minutos de partido por delante. Y acabó pagándolo Osasuna. En el minuto 81, en el primer y último remate entre los tres palos del partido por parte de la escuadra visitante, Jonas hacía buena una asistencia desde la derecha de Vinícius Araújo para igualar el partido y sacar un punto de El Sadar. El gol había matado el partido y, aunque el Valencia intentó aprovechar la desorientación local por el empate para generar más peligro, no lo consiguió. El choque se cerraba con una igualada que no ayuda en exceso al Valencia de cara a alcanzar las plazas europeas y que le complica la lucha por la permanencia a un Osasuna que quiso ver el partido ganado demasiado pronto.

 


Atlético Osasuna: Andrés Fernández; Marc Bertrán, Arribas, Miguel Flaño, Damià; Raoul Loé, Silva; Cejudo (Oier, m.72), De las Cuevas (Acuña, m.86), Roberto Torres (Armenteros, m.79); y Oriol Riera.

Valencia CF: Guaita; Pereira, Vezo (Piatti, m.77), Mathieu, Bernat; Keita, Parejo; Feghouli (Jonás, m.57), Vargas (Araujo, m.66), Fede Cartabia; y Paco Alcácer.

Goles: 1-0, m.19: Oriol Riera. 1-1, m.82: Jonás.

Árbitro: Estrada Fernández (Comité Catalán). Amonestó a Torres (m.21), Damià (m.44) y Silva (m.67), de Osasuna, y a Keita (m.56) y Mathieu (m.74), del Valencia.

Incidencias: Partido de la trigésima cuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio El Sadar ante 16.975 espectadores.

 


Getafe tan lejos; Levante tan cerca

Empate sin goles en un disputado encuentro que no aclara la situación de ambos equipos. El Levante no aprovechó la expulsión de Alexis en el minuto 81

 

 

Duelo por la salvación en el Ciutat de Valencia entre dos equipos que necesitaban la victoria, el Levante para cerrar un año más y sin sufrimiento su permanencia en primera y el Getafe para salir de los puestos de descenso. La mayor necesidad visitante hizo que los azulones (que jugaban de verde) crearan mayor sensación de peligro en sus primeras aproximaciones, que no pasaron de un par de disparos lejanos que no encontraron portería.

La ocasión más clara de la primera mitad llegó a los 14 minutos  tras una gran jugada de Barral, que tras deshacerse de dos rivales e internarse en el área finalizó con un centro que acabó rematando fuera incomprensiblemente Víctor Casadesús cuando estaba solo frente al marco. A partir de ahí el Getafe se hizo con el dominio y disfrutó de buenas oportunidades en las botas de Ciprian y Pedro León que obligaron a Keylor Navas a realizar un par de intervenciones de mérito.

El Levante fue de menos a más y acabó la primera mitad con mejores sensaciones y con otra buena ocasión de Víctor Casadesús que se fue pegada al poste de Julio César (hoy novedad en el once de Cosmin Contra). Tras el descanso no cambió la tónica con la que acabó el primer acto y el Levante exigió mucho a la defensa del Getafe aproximándose con más peligro que ocasiones. Babá Diawara, que sustituyó a Casadesús, protagonizó una de ellas y aprovechó sus primeros minutos para ganar un buen balón en ataque y realizar un buen remate que se fue pegado al poste izquierdo de Julio César.

El encuentro  se sumió en constantes interrupciones y ni uno ni otro equipo lograban conectar con sus delanteros para amenazar a la defensa rival. Solo la inseguridad de la zaga granota daba vida al ataque del Getafe, que no supo aprovechar un par de indecisiones entre los defensas levantinistas.  

En el minuto 81, el Getafe se quedó con 10 jugadores tras la expulsión de Alexis Ruano por doble amarilla. A partir de ahí, los visitantes defendieron el punto como pudieron ante un Levante que no consiguió los 3 puntos que le aseguraban la permanencia de forma casi matemática, aunque suman un valioso empate de cara a lograr su objetivo.

 


Levante UD: Keylor Navas, Pedro López, Vyntra, David Navarro (El Adoua, m.25), Juanfran, Xumetra (El Zhar, m.70), Diop, Simao, Rubén, Víctor Casadesús (Babá, m.58) y Barral.

Getafe CF: Julio César, Rafa, Lisandro, Alexis, Escudero, Juan Rodríguez, Lacen, Pedro León (Diego Castro, m.61), Colunga, Sarabia (Valera, m.82) y Ciprian (Sammir, m.70).

Árbitro: Fernando Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Amonestó por el Levante a Juanfran, Xumetra, Barral y Simao y por el Getafe Sarabia y Escudero. Expulsó por doble amonestación al visitante Alexis (m.81).

Incidencias: Partido de la trigésimo cuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Ciutat de València ante 10.000 espectadores


 

Seguros de vida Vela, billete a Europa garantizado

Un gol del delantero mexicano sobre el tiempo de descuento firma la remontada del equipo vasco en Anoeta. Los de Arrasate siguen soñando con la Champions League

 

 

Ante lo poco que había en juego, a la Real Sociedad sólo le quedaba dar una buena imagen ante su afición. Esa fue la intención inicial de los de Arrasate, renovado esta semana hasta 2016, que comenzaron embotellando a los blanquiazules en su área. En apenas cinco minutos de partido ya habían dispuesto de tres córners a favor. Parecía que sería una tarde plácida para los locales pero fue todo un espejismo.

El Espanyol consiguió contener el empuje inicial de los donostiarras y poco a poco fuero los de Aguirre los que comenzaron a llevar el mando del partido. Avisaba Víctor Sánchez con un zapatazo lejano que se marchó ligeramente desviado. Quien no perdonó minutos más tarde fue Jhon Córdoba. El colombiano atrapó un balón cerca del área rodeado de rivales, se fabricó la ocasión y no perdonó en el mano a mano ante Bravo. El se lo guisó, el se lo comió. El gol provocó los primeros pitos en los aficionados de la Real, que no estaban nada contentos con lo que veían.

Lejos de suponer un jarro de agua fría para los locales, sirvió para espolearles. A partir de ese momento se lanzaron sin contemplaciones a por el empate. Achuchaban los donostiarras, que ocho minutos después veían como encontraban la recompensa. Un centro desde el lateral de Canales, a la salida de un córner, los desvió lo suficiente Lanzarote como para sorprender a Casilla, que cuando quiso reaccionar el balón ya se encontraba en su portería.

Con el empate la Real no bajó el listón y siguió buscando la meta blanquiazul. Las ocasiones llegaban y los vascos perdonaban. Rubén Pardo sacó bajo la línea el remate de Canales, el rechace le quedó en el punto de penalti a Agirretxe que, prácticamente a bocajarro, se topó con una sensacional mano de Casilla. Respiraba el Espanyol, que recibía la mejor noticia cuando Velasco Carballo señalaba el final de la primera mitad.

Tras la reanudación los donostiarras no se relajaron y salieron en busca del gol de la victoria. Bajo la batuta de Rubén Pardo y con un participativo Vela, los realistas merodeaban el área visitante. Vela la tuvo a la media vuelta pero le cerró bien la defensa perica.  Más tarde reclamaron un más que evidente penalti por un empujón en un salto de Víctor Sánchez sobre Bergara. Velasco Carballo no señaló nada.

Los minutos se sucedían en Anoeta si nada destacable. El hecho de que no se jugasen casi nada  provocó que ambos conjuntos se relajara y se mostraran muy conformistas con el empate. Apenas se producían situaciones de peligro y, generalmente, eran para los locales. El fútbol no fluía y las interrupciones eran constantes. Sólo los de Arrasate parecían querer los tres puntos pero atacaban tímidamente.

El partido estaba a punto de morir cuando apareció la magia de Carlos Vela para desequilibrar el choque. Un control exquisito, acompañado de un buen autopase y una mejor definición, en el tiempo de descuento, sirvieron a la Real Sociedad para llevarse una victoria in extremis que les deja virtualmente clasificados para Europa. El Espanyol tendrá que esperar al menos a la próxima jornada para sellar su permanencia.
 

 


Real Sociedad: Bravo; Zaldua, Ansotegi, Mikel, De la Bella; Bergara, Pardo, Canales (Zurutuza, min. 80); Chory Castro (Hervías, min. 74), Carlos Vela y Agirretxe (Seferovic, min. 74).

RCD Espanyol: Kiko Casilla; Javi López (Raúl Rodríguez, min. 85), Sidnei, Colotto, Fuentes; Víctor Sánchez, Lanza (Simao, min. 45), David López, Stuani; Sergio García, Córdoba (Pizzi, min. 77).

Árbitro: Velasco Carballo (Colegio Madrileño). Amonestó a Víctor Sánchez.

Goles: 0-1, min. 23: Córdoba. 1-1, min. 32: Canales. 2-1, min. 90: Carlos Vela.

Incidencias: 20.342 espectadores en el estadio de Anoeta. 38.500 euros de recaudación. El delantero del Espanyol Jhon Córdoba se retiró lesionado en camilla móvil mediada la segunda parte.


Una exhibición que vale una permanencia

Espectacular partido de Rafinha, Orellana y Nolito, que sentenciaron a los almerienses. Horrible el Almería atrás. Rodri y Óscar Díaz maquillaron el resultado del partido.

 

 

El Almería se jugaba la vida, el Celta no. El Almería tenía más que perder, el Celta no. Se vio en las intenciones iniciales. Francisco revolucionó el once y Luis Enrique también. El entrenador del Almería apostó por la contención, el músculo y la fuerza en el centro del campo, y no le importó sacar a un central improvisado como Marcos Tébar. El peligro del Celta estaba en zona de tres cuartos y eso era lo que había que parar. Por su parte, el técnico vigués esperó en dar el once como suele hacerlo, para renunciar al doble pivote, deshacerse de Oubiña y Fontás como mediocentro para contrarrestar el empaque almeriense con calidad. El Almería salió con miedos, el Celta no. Salió con todo y al ataque.

¿El resultado? Un baño en el juego y el resultado del Celta. El Almería fue una marioneta en manos de un cuadro olívico, que tiró de fútbol para dar un paso de gigante, sino definitivo, para la salvación. Con esta victoria tan contundente ante un directo rival, los vigueses ponen tierra de por medio, se colocan con 40 puntos y dejan a ocho la zona peligrosa. Algo han tenido que ver los cinco triunfos en Andalucía (1-2 en el Benito Villamarín, 0-5 en La Rosaleda, 0-1 en el Sánchez Pizjuán, 1-2 en el Nuevo Los Cármenes y 2-4 hoy en los Juegos del Mediterráneo).

Las tuvo Rodri nada más empezar. En el minuto 1, el soriano se revolvía en la frontal para rozar el poste derecho de Yoel. Poco después, volvía a generarse una ocasión en un balón caído del cielo para empalmar con la derecha, estrellarse con el poste y hacer que el Almería dejase de ser el conjunto de Primera División que menos había golpeado a la madera (4). Este inicio arrollador fue aplacado por el Celta a base de posesión, de toque y de juego. Krohn Delhi guiaba (48 balones al campo contrario en toda la mañana) y el resto creaba. Una genialidad de Rafinha sobre Ramón Azeez dejaba el cuero suelto dentro del área para que Nolito llevase el 0-1 en el marcador en el minuto 20. Antes, Esteban le había salvado un mano a mano inmejorable, después se encargó de robar (7) y de disparar (6) más que nadie. El de Sanlúcar de Barrameda anotaba, al final del encuentro, seis de los últimos nueve tantos de los vigueses.

Igual que su compañero, Álex López decidió perdonarle la vida al Almería. El ferrolano remataba y Esteban despejaba. Todo ello hasta que Francisco se quitó de en medio, una vez más, a Soriano, a su capitán, al hombre que había participado en cuatro (dos tantos y dos asistencias) de los últimos ocho goles del Almería, para dar entrada a Jonathan Zongo. Una decisión controvertida que dio sus frutos. Los andaluces, que habían jugado hasta entonces agazapados, se soltó a base de coraje. Una acción a balón parado fue la raíz del empate. Marcos Tébar se aprovechaba del despiste generalizado de la defensa gallega para protagonizar su primera asistencia en Primera a un Rodri que volvía a marcar más de cinco meses después. El máximo goleador rojiblanco sumaba su octavo gol en esta liga, siete de ellos marcados en la primera mitad.

Tras la reanudación, no hubo color. Luis Enrique se puso serio. Apostó por adueñarse de la zona ancha con la entrada de Madinda y dejó sin opciones al Almería. Sus jugadores, en este periodo, no les perdonarían la vida. Faltaba un detalle para desatascar la enorme diferencia de sensación que dejaron ambos. Ambas filosofías quedaron retratadas con el fallo de Muñiz Fernández. Nada más empezar, Fabián Orellana empezaba su repertorio, el que ofreció en la segunda mitad. Su pase a Nolito era en situación prohibida, el paisano de Luis Enrique no lo vio y Charles en boca de gol pedía perdón con el 1-2 (32 tantos marcó el brasileño el año pasado con los almerienses en su ascenso a Primera División).

Nolito participó con un gol y una asistencia (algo que solo logró esta temporada al final de la Palmera). Dos pases del andaluz en esta liga, dos tantos de Charles. Sin embargo, su protagonismo sería robado por un Fabián Orellana colosal entre líneas que Francisco no supo como parar. El invento de Marcos Tébar fue un desastre. De tal manera que el chileno asistiría, tras arrancar en posición legal, para el segundo de Nolito; y después premiaría su actuación con su tanto franco ante Esteban después de un gran servicio de Rafinha. Era la primera vez que el sudamericano marcaba y asistía en un partido de esta temporada, más que nada porque suma dos partidos seguidos dando asistencias tras estarse toda la campaña sin dar ni una.

El 1-4 era una realidad y pudo ser peor. Sin embargo, Óscar Díaz maquillaría con un golazo una derrota almeriense, que no empaña la crisis en la que se mete el Almería. Una segunda vuelta que está dejando mucho que desear (11 puntos), solo el Getafe (9) es peor en este aspecto, debido a la gran cantidad de tantos recibidos, (68) el que más de toda Europa siendo, como es, Esteban su principal baluarte.
 

 


UD Almería: Esteban; Nelson, Trujillo, Marcos Tébar, Mané; Verza (Corona, m.57), Ramón Azeez; Suso (Óscar Díaz, m.65), Fernando Soriano (Jonathan Zongo, m.29), Aleix Vidal; y Rodri.

RC Celta de Vigo: Yoel; Hugo Mallo, Gustavo Cabral, Fontás, Jonny; Krohn-Dehli, Álex López (Madinda, m.46), Rafinha (Íñigo López, m.77); Orellana, Charles (Mario Bermejo, m.66) y Nolito.

Goles: 0-1, M.19: Nolito. 1-1, M.39: Rodri. 1-2, M.51: Charles. 1-3, M.70: Nolito. 1-4, M.77: Orellana. 2-4, M.88: Óscar Díaz.

Árbitro: César Muñiz Fernández (Colegio Asturiano). Amonestó a los locales Verza (m.11), Mané (m.41), Rodri (m.67), Marcos Tébar y a Óscar Díaz (m. 86).

Incidencias: Partido de la trigésima cuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante cerca de 12.000 espectadores. Ambos equipos saltaron al campo con camisetas reivindicativas de la campaña de Cruz Roja 'En realidad no tiene gracia', que intenta concienciar a la sociedad sobre la importancia de favorecer el acceso de todas las personas al mercado laboral, sin discriminación por motivos de origen, edad o sexo

 


Paulao personifica el epitafio verdiblanco

Los rayistas acarician la permanencia tras aprovecharse de un Betis víctima de sus propios errores personificados en Paulao.

 

 

Partido muy importante para el Rayo Vallecano, que tenía la oportunidad de certificar casi matemáticamente su salvación en casa, contra un Betis ya sentenciado y casi descendido a Segunda División. Ante tal oportunidad, el equipo entrenado por Paco Jémez salió al campo con la intención de marcar pronto, y aunque no disfrutó de ocasiones claras en los primeros minutos, sí exigió a la defensa bética. 

Tanta insistencia tuvo premio para los locales, que solo tuvieron que esperar un regalo de Paulao en defensa para ponerse por delante a los 15 minutos de juego. El central brasileño erró en una cesión a Adán, que aprovechó Rochina para obtener el premio a su presión y batir a un portero verdiblanco que se encontraba fuera del marco. 

El Betis trataba de levantarse del golpe pero cuando comenzó a asomarse a la portería de Rubén con un par de remates fuera, volvió a sufrir un desgraciado contratiempo. Un centro sin peligro desde la banda derecha de Rochina acabó en un mal despeje de Paulao, que volvía a convertirse en desdichado protagonista introduciendo el balón en su portería de manera involuntaria y tras un mal despeje. El central verdiblanco pidió el cambio y hundido completamente abandonó el césped por Vadillo, que entró en su lugar para tratar de levantar a un Betis hundido moralmente. 

El Rayo pudo aprovechar la situación para aumentar su ventaja pero el Betis acabó olvidándose de su desgracia y a punto estuvo de recortar distancias antes del descanso con un remate de Leo Baptistao que besó el travesaño y con un disparo de Rubén Castro que se marchó alto. Las pocas esperanzas de remontada que pudieran tener los verdiblancos se desvanecieron a los 51 minutos con el tercer gol de Larrivey. “El tanque” aprovechó un balón suelto en el área tras una buena jugada personal de Rochina, que acabó sacando Perquis bajo palos y cayó a pies del argentino para sentenciar el choque. 

A partir de ahí, el Betis rezaban por el que el encuentro acabase cuanto antes, mientras que el Rayo disfrutaba y buscaba la goleada con ocasiones claras de gol. El larguero se alió esta vez con el Betis, primero en un remate en plancha de Larrivey y después con una espectacular volea desde fuera del área de Falque que rechazó también el travesaño. A falta de 10 minutos para el final y ya sin tiempo para la reacción, Chica recortó distancias con un bonito remate cruzado que dejó el marcador en el definitivo 3-1, que da la salvación casi definitiva al Rayo y certifica el mal año de los verdiblancos que ya ven de cerca el descenso a Segunda División.

 


Rayo Vallecano: Rubén; Arbilla, Gálvez, Zé Castro, Nacho; Saúl (Baena, m.65), Trashorras; Rochina (Lass, m.78), Bueno (Seba Fernández, m.52), Iago Falque; y Larrivey.

Real Betis Balompié: Adán; Juanfran, Paulao (Vadillo, m.31), Perquis (Jordi Figueras, m.65), Chica; Lolo Reyes, Nono, N'Diaye; Leo Baptistao (Verdú, m.65), Jorge Molina y Rubén Castro.

Goles: 1-0: M.14 Rochina; 2-0: M.27 Paulao, en propia puerta; 3-0: M.50 Larrivey; 3-1: M.80 Chica.

Árbitro: Alejandro Hernández Hernández (Comité Canario). Amonestó a Zé Castro (m.39), Saúl (48), Gálvez (67), Arbilla (68), del Rayo Vallecano; y a Leo (62) y Nono (84), del Real Betis.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio de Vallecas (Madrid), ante 11.954 espectadores.



En vuelta rápida a por la Champions

Los hispalenses cumplen con su trabajo y doblegan con goleada al Granada. Los de Alcaraz se mostraron inseguros y regalaron tres de los cuatro goles

 

 

El Sevilla iniciaba la semana más importante de sus últimos años recibiendo en casa al Granada. Por delante quedaban Valencia, en la ida de semifinales, y Athletic, rival directo por la Champions. Como primera piedra de toque un derbi andaluz ante el conjunto nazarí, que se encuentra en plena lucha por la permanencia. Los de Alcaraz llegan al Pizjuán con la moral por las nubes tras la sorprendente victoria ante el Barcelona la última jornada. Rival complicado para un Sevilla, que sabía que todo lo que no fuera ganar hoy supondría una paso atrás importante en su lucha por el cuarto puesto.

Los de Emery saltaron al campo muy convencidos y concentrados en los que se estaban jugando. Desde el minuto uno se mostraron superiores a su rival, llevando claramente el peso del partido. En apenas cinco minutos ya había disfrutado tres saques de esquina  de los que no supieron sacar tajada. Seguían insistiendo los de Emery que recibirían el premio a su insistencia con un gol de fortuna. Gameiro recibía un buen balón al espacio, se internaba en el área y la dejaba atrás buscando a un compañero. Pero quien pasaba por allí era Diego Mainz, que de forma fortuita introdujo el balón en su propia portería.

Se le ponía muy de cara el partido al Sevilla con un gol tempranero. El Granada no era ni la sombra del que se enfrentó al Barça y apenas pisaba campo contrario. La tarde era muy plácida para los hispalenses, que se limitaban a controlar el juego sin crear demasiado peligro. El Granada no ponía mucha oposición y parecía más preocupado de evitar encajar el segundo que de ir a por el empate. Con esas se llegó al descanso, sin noticias destacables de Beto ni de Karnezis.

Tras el descanso comenzó a llover de forma intensa sobre Sevilla. Y no fue lo único que cambió. El Granada salió de vestuarios dispuesto a cambiar su imagen y comenzó a acercarse a las inmediaciones de la portería hispalense. La buena salida del conjunto nazarí se vio truncada por un error garrafal de Ilori. Midió mal si cesión a Karnezis y permitió a Gameiro empujar el balón sobre la línea. El balón de Ilori iba dentro pero el francés no quiso desaprovechar la oportunidad de aumentar su cuenta goleadora. Jarro de agua fría para los de Alcaraz.

Pero por si no fuera poco con el 2-0, apenas siete minutos después el Sevilla sentenciaba el partido por medio de Mbia, que se aprovechó de un buen pase de Gameiro para hacer el tercero. Lo peor para el Granada era que todavía restaba media hora para el final.  Los locales tenían hambre de más y el Granada les servía la carne en bandeja. Un Despeje de Mainz en el área pequeña golpeó en Nyom y habilitó a Vitolo, que no desaprovechó un nuevo regalo. Tres de los cuatro goles regalados por la zaga del Granada. Tarde aciaga.

A partir del cuarto el Sevilla no quiso hacer más sangre sobre su rival y el partido no tuvo más historia. Los locales suman tres puntos vitales en su lucha por el cuarto puesto gracias al Granada, que fue un equipo amigo. Superado el primer escollo, los de Emery ya sólo piensan en la semifinal del jueves ante el Valencia.
 

 


Sevilla FC: Beto; Coke, Nico Pareja, Fazio, Fernando Navarro; M'Bia, Carriço; Marko Marin, Rakitic (Trochowski, m.78), Vitolo (Jairo, m.74); y Gameiro (Bacca, m.66).

Granada FC: Karnezis; Nyom (Foulquier, m.78), Mainz, Ilori, Angulo; Iturra, Coeff, Recio (Bravo, m.54); Brahimi, Piti (Ighalo, m.74); y El Arabi.

Goles: 1-0, M.14: Mainz, en propia meta. 2-0, M.51: Gameiro. 3-0, M.58: M'Bia. 4-0, M.68: Vitolo.

Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Amonestó a los locales Carriço (m.10) y Fernando Navarro (m.79).

Incidencias: Partido de la trigésima cuarta jornada de la Liga disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 30.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.

 


Messi resurge en medio del caos

El conjunto del Tata Martino pasa el veredicto del Camp Nou con una intrépida remontada ante el valiente Athletic de Ernesto Valverde

 

 

Si le preguntan a cualquier amante al fútbol que elija un partido de la actual Liga, a buen seguro que entre sus mejores opciones se encuentra el Barcelona-Athletic. Por historia y por colores, porque son choques intensos y nobles, con dos equipos que, independientemente de sus situaciones deportivas, siempre ofrecen espectáculo. Pero, sobretodo porque son dos equipos que llevan incrustado en su ADN que el fútbol es el mensaje. Y este partido no defraudó. 

Y eso que el partido no era fácil ya que no corren buenos tiempos en Can Barça. Tras la dolorosa eliminación en el Calderón en Champions, la incomprensible derrota en Granada y la terremótica derrota en el clásico en la final de Copa del Rey, al conjunto del Tata Martino solo le queda ganar los partidos que restan y confiar en los tropiezos de sus rivales madrileños. Y no es sencillo aislarte de las críticas y retomar tu fútbol en este tipo de circunstancias. Pero el Barça lo intentó.

Pero enfrente se situaba un Athletic que le da igual jugar en su nuevo San Mamés que en cualquier otro estadio. Es un equipo valiente. Una chilena de Aritz Aduriz en la primera mitad que se estrelló en el poste y que estuvo a punto de entrar en la eternidad de los mejores remates de la Liga lo demostró. Valverde apostó por un equipo que aunaba pelea en defensa y carácter en ataque y la jugada le salió bien.

Y eso que en la primera mitad, Gorka Iraizoz tuvo que emplearse a fondo para evitar el tanto azulgrana tras  remates de Messi, Alexis y Pedro. Puntuar en el Camp Nou era posible y esa posibilidad pasaba por una perfecta actuación de su guardameta. Y el portero navarro respondió a la perfección cuando su equipo lo necesitó.

En la segunda mitad llegó el tanto de Aduriz que hizo temblar al Tata Martino, al Camp Nou y hasta a Joan Gamper. El delantero donostiarra se aprovechó de una indecisión de un casi siempre seguro en la salida del balón Marc Bartra y con un potente derechazo batió a Pinto desde la frontal del área.

El gol espoleó al Barça, que en los siguientes minutos se lanzó con el corazón en la boca a por el empate y no se lo tragó hasta que no consiguió el segundo gol. Tras fallar una serie ilimitada de ocasiones, el conjunto del Tata Martino encontró el premio de la manera más imprevista, con un pseudo-remate de Alexis Sánchez que se convirtió en una asistencia hacia la llegada huracánica de Pedro –el mejor de los azulgranas en el partido–. Y cuando los pupilos de Valverde aún estaban asimilando el tanto de la igualada, Leo Messi tiró de furia y con un zurdazo de falta directa puso el segundo tanto en el electrónico del Camp Nou.

Al final, victoria del conjunto azulgrana que le otorga aún esperanzas de ganar el campeonato. Quedan cuatro partidos y todo puede pasar. Por su parte, el Athletic se la jugará la cuarta plaza la semana que viene ante el Sevilla en el moderno San Mamés.

 


FC Barcelona: Pinto, Alves, Bartra, Mascherano, Adriano, Song, Xavi (Cesc Fábregas, min. 70), Iniesta, Pedro, Messi y Alexis (Tello, min. 86).

Athletic de Bilbao: Iraizoz; De Marcos, San José, Laporte, Balenziaga; Iturraspe (Beñat, min. 83), Erik Morán (Mikel Rico, min. 64), Herrera; Susaeta (Toquero, min. 86), Aduriz, Muniain.

Goles: 0-1. M. 49: Aritz Aduriz; 1-1. M. 72: Pedro; 2-1. M. 74: Messi.

Árbitro: Juan Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó a Iturraspe (min. 7), Bartra (min. 21), Ander Herrera (min. 71), Pedro (min. 80)

Incidencias: Partido de la trigésimo cuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el Camp Nou ante 57.090 espectadores.


La Rosaleda agarra la permanencia

Roque y Darder firmaron los tantos del partido que confirma virtualmente la permanencia de los locales. Gran actuación de Amrabat, que acabó expulsado.

 

 

Un inicio con muchas ganas, concentración y buen fútbol del Málaga adelantaba a los de Bernd Schuster muy pronto, en el minuto 5. Una balsa de aceite tras el gran gol de Roque fue el equipo malacitano, que vivió de esa renta durante toda la primera mitad y consiguió anular a un Villarreal cansado que únicamente necesita que la temporada llegue a su fin.

A juzgar por lo visto hoy en La Rosaleda, alguno quedará contrariado al saber que es el Villarreal quien el año que viene paseará por Europa. Se ha hecho muy larga la temporada para el equipo de Marcelino. El ‘Submarino’ comenzó fuerte y apuntaba a Champions, pero finalmente no pudo aguantar el pulso del Athletic y ha de conformarse con jugar la Europa
League la próxima campaña.

Tras cuarenta y cinco minutos de dominio del Málaga, Duda lo intentaba desde los 60 metros tras la reanudación. No fue más que un síntoma de la confianza que iba a tener el equipo de Schuster también en la segunda mitad. Amrabat se soltó la melena, comenzó a querer más el balón y de él nacieron las jugadas de más peligro del equipo blanquiazul. Y también el segundo gol del Málaga, que lleva en parte su firma tras una galopada por banda izquierda que finalizó a placer Sergi Darder.

Durante gran parte del encuentro, el Málaga consiguió mantener al Villarreal muy lejos de su área. Hasta diez jugadores, todos los de campo, maniobraban en territorio castellonense ante la débil e infructuosa presión de los hombres del Villarreal. Bruno no supo enlazar con Pina y Trigueros, más adelantados, y Aquino y Cani no recibían la pelota en posición ventajosa. Extraño, pero fue Amrabat quien inició el paso atrás del Málaga en los compases finales.

Ni siquiera la entrada de Giovani Dos Santos u Óliver Torres en la segunda mitad permitieron a los de Marcelino asaltar el área de Willy, que pudo incluso llegar a aburrirse en ciertas fases del encuentro. Con La Rosaleda coreando con olés las posesiones de su equipo, Amrabat, tan genial como espontáneo, tuvo un mal gesto con el árbitro que le costó la roja. El holandés invitó a Álvarez Izquierdo a ponerse gafas de ver, y dejó a su equipo con diez durante quince minutos que el Villarreal no supo aprovechar.

Tras una hora y cuarto anestesiado por el vaivén de fútbol malagueño, el equipo amarillo fue incapaz de crear ocasiones de peligro durante el rato que gozó de superioridad numérica. Marcelino se desesperaba en la banda, Óliver lo intentaba con talento pero sin acierto y el partido moría sin mucho más que ver. Schuster estaba radiante, el Málaga comenzaba la semana sabiendo casi con certeza que estarán un año más en la Liga BBVA. Fiesta en La Rosaleda, que repartió cánticos a casi todos sus jugadores mientras Álvarez Izquierdo ponía punto final a noventa minutos de buen espectáculo.

 


Málaga CF: Caballero; Gámez, Angeleri, Flavio Ferreira, Antunes; Amrabat, Camacho, Darder, Samuel (Eliseu, m. 81); Duda (Portillo, m. 69) y Santa Cruz (Rescaldani, m. 87).

Villarreal CF: Asenjo; Mario, Pantic, Musacchio, Jaume Costa; Cani (Óliver, m. 54), Bruno, Pina, Trigueros (Dos Santos, m. 46); Aquino y Perbet (Pereira, m. 65).

Goles: 1-0, minuto 6: Santa Cruz. 2-0, minuto 53: Sergi Darder.

Árbitro: Alvarez Izquierdo (Comité Catalán). Mostró tarjeta amarilla a los malaguistas Samuel (m.42) y Flavio Ferreira (m. 64), y roja a Amrabat (m. 73), y a los jugadores del Villarreal Aquino (m. 14) y Musacchio (m. 48).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima cuarta jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio de La Rosaleda de Málaga ante unos 20.000 espectadores. En el palco de autoridades estuvieron el actor malagueño Antonio Banderas y el entrenador del Unicaja, Joan Plaza.

CLASIFICACIÓN PROVISIONAL DE LA LIGA BBVA

Posición
Equipo
Puntos
Jugados
Ganados
Empatados
Perdidos
GF
GC
1
ATLÉTICO DE MADRID
85
3427437422
2
FC BARCELONA
81
3426359428
3
REAL MADRID
79
3325449432
4
ATHLETIC DE BILBAO
62
3418885937
5
SEVILLA FC
59
3417896547
6
REAL SOCIEDAD
54
34159105851
7
VILLARREAL CF
52
34157125240
8
VALENCIA CF
45
34129134747
9
RCD ESPANYOL
41
34118153844
10
MÁLAGA CF
41
34118153743
11
LEVANTE UD
41
341011133041
12
RAYO VALLECANO
40
34124184271
13
RC CELTA DE VIGO
40
34117164051
14
GRANADA CF
37
34114193050
15
ATLÉTICO OSASUNA
35
3498172954
16
ELCHE CF
35
34811152746
17
REAL VALLADOLID
32
33614133250
18
GETAFE CF
32
3488182951
19
UD ALMERÍA
30
3486203668
20
REAL BETIS BALOMPIÉ
22
3457222969

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