BORUSSIA DORTMUND [2-0] REAL MADRID
Deja vú a medio camino
Las meritorias intervenciones de Casillas impidieron que los locales obraran el milagro. Los de Carlo Ancelotti sellan su pase gracias al 3-0 de la ida
El Real Madrid disputará su cuarta semifinal de Champions League a pesar de caer derrotado en un agónico partido en el Westfalenstadion por 2-0 merced a los goles de Marco Reus, que lideró al Borussia Dortmund en una noche que pudo ser histórica tanto para alemanes como para españoles. Solo la gran actuación de su capitán, Iker Casillas, evitó que el equipo de Jürgen Klopp consumara una remontada que tuvo al alcance de la mano. El Madrid hizo valer la renta del partido de ida al igual que lo hiciera su rival la temporada pasada. Intercambio de roles con final feliz para los de Carlo Ancelotti tras un vertiginoso y agónico encuentro.
Y lo hizo sin Cristiano Ronaldo, al que el
técnico italiano reservó tras los problemas que viene arrastrando en su
rodilla izquierda. Su ausencia la acusó sobremanera el equipo blanco,
que vio como el terror infundado por Lewandowski y sus secuaces la
temporada pasada volvía a hacerse vigente en unos primeros cuarenta y
cinco minutos que hicieron saltar todas las alarmas. Esta vez fue el
alemán Marco Reus el encargado de incendiar el partido, ante un Madrid
que regresaba al escenario del crimen. Ya ha pasado un año desde aquella
fatídica noche para el madridismo en la que Robert Lewandowski se
encumbraba al Olimpo de los dioses con una actuación para el recuerdo
rubricada con cuatro goles que, a la postre, apearían al Madrid de la
final de Wembley. El desenlace esta vez fue muy distinto, aunque las
sensaciones sobre lo acontecido en el césped fueron calcadas. Alemania
sigue causando pánico al Real Madrid, al que le temblaron las piernas en
su primera cita decisiva de la temporada.
Los primeros compases
del choque transcurrieron sin incidencias en ninguna de las dos áreas.
El Madrid se limitaba a mover el balón de un lado a otro ante un
Dortmund que parecía no necesitar la friolera cifra de tres goles para
igualar la eliminatoria. La noche se ponía de cara tras el penalti
cometido por Lukasz Piszczek al interceptar con la mano un centro de
Fabio Coentrao. Di María, ante la ausencia de Cristiano Ronaldo, se
atrevió a lanzar una pena máxima que detendría Weidenfeller para dejar
con vida al Dortmund en la eliminatoria.
El penalti tuvo un
efecto 'red bull' para el Dortmund, que dejó a un lado el respeto hacia
un Madrid que llegaba invicto en sus diez últimos partidos de Champions y
salió desatado hacia la portería de Iker Casillas. Como en avalanchas
propias de la película Jumanji, los pupilos de Jürgen Klopp comenzaron a
encerrar a los blancos en su propia área y las ocasiones se fueron
sucediendo, una tras otra. Y el peligro no tardó demasiado en plasmarse
en el marcador, tras un error garrafal de Pepe que Marco Reus no
desaprovechó para batir a Casillas con todo a su favor.
El gol
espoleó aún más su cabe al Borussia, que se hizo dueño y señor del
partido. La confianza de los locales crecía con el paso de los minutos y
Reus hacía saltar todas las alarmas a poco más de cinco minutos para el
descanso. Esta vez tras otra imprecisión de Illarramendi. Lewandowski
perdonaba en primera instancia rematando al palo después de que Casillas
tocara lo justo para evitar el tanto, pero el rechace volvía a caer en
las botas del incombustible Marco Reus, que se doctoraba con su segundo
tanto de la noche. Espectacular actuación del ambidiestro jugador
alemán, que espera a gritos la llamada de un grande de Europa. Casillas
evitaba el desastre antes del descanso y mantenía a flote a su equipo en
unos momentos agónicos y de terrible sufrimiento.
Tras el
descanso Ancelotti dio entrada a Isco en lugar de Illarramendi. El
Madrid tendría un respiro con la entrada del malagueño, teniendo más el
balón y rematando por primera vez en el choque, a excepción del penalti
de Di María, sobre la portería de Weidenfeller, que respondía muy atento
al latigazo del galés desde la frontal. El susto volvió a resucitar al
Dortmund, que tendría la ocasión más clara del segundo periodo en las
botas del armenio Mikhitaryan. Fue tras otra genialidad de Reus, que
desborda, asiste y los marca a pares. Se inventó un pase imposible que
el bueno de Mikhitaryan, tras haber sorteado la salida de Casillas,
remataba al palo con todo a su favor para haber igualado la
eliminatoria. Enloquecía el Signal Iduna Park y respiraba el Madrid, que
seguía jugando con fuego. Y volvió a aflorar la figura de Iker
Casillas, con otras dos grandes intervenciones a remates del talentoso
jugador armenio y de Grosskreutz. En una temporada muy complicada para
el capitán del Madrid, volvió a demostrar que es uno de los mejores
porteros del mundo. Si el Madrid está presente en el bombo del próximo
viernes, en buena parte es gracias a él.
En los últimos quince
minutos del choque el Madrid se aprovechó del cansancio del Dortmund,
que se quedó sin gasolina y se fue diluyendo hasta el pitido final. Bale
se topaba con Weidenfeller en dos ocasiones, e Isco remataba fuera una
de las cuatro contras de las que dispusieron los blancos para haber
sentenciado la eliminatoria. El pitido final arrancaba las únicas
sonrisas en los rostros de los jugadores blancos, que respiraban
aliviados tras un partido de infarto en el que vieron peligrar su
clasificación, o al menos la prórroga, durante gran parte del mismo. Se
repitió el guión del año pasado pero esta vez a la inversa. Esta vez, el
final feliz fue para el Madrid, que está a 'solo' dos partidos de la
ansiada final de Champions. La Décima vuelve a asomar en el horizonte.
Borussia Dortmund: Weidenfeller; Piszczek (Aubameyang, 81’), Friedrich, Hummels, Durm; Kirch, Jojic; Grosskreutz, Mkhitaryan, Reus; Lewandowski.
Real Madrid: Casillas;
Carvajal, Ramos, Pepe, Coentrão; Illarra (Isco, 46’), Alonso, Modric;
Di María (Casemiro, 73’), Benzema (Varane, 90’+2’) y Bale.
Goles: 1-0, Reus (24’); 2-0, Reus (37’)
Árbitro:Damir Skomina (Eslovenia). Amonestó a Reus y Aubameyang por el Dortmund; y a Ramos, Xabi Alonso, Carvajal, Casemiro y Benzema por el Real Madrid.
Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones,
disputado en el Signal Iduna Park de Dortmund ante unos 65.829
espectadores.
EL OTRO PARTIDO DE CUARTOS
CHELSEA FC [2-0] PARIS SAINT GERMAIN
La Champions quiere a The Special One
Por quinta temporada consecutiva el entrenador portugués estará en las semifinales de la máxima competición continental tras remontar el 3-1 encajado en París.
En su estancia en España, José Mourinho
siempre se defendía de la prensa argumentando que él era un entrenador
que había acumulado cuatro semifinales de Champions League consecutivas.
Que su caché, su trabajo, su currículum estaba ahí. Que, a falta de
juego y de brillantez, le avalaban los resultados. Hoy el París Saint
Germain, de la forma más parecida de juego practicado por su eterno
enemigo Pep Guardiola (antes en el Barcelona, hoy en el Bayern Munich),
ha sucumbido a sus encantos.
Con opciones escasas en la Premier League, el Chelsea
se ha agarrado al “clavo ardiendo” de la Champions con muy poco fútbol,
con muy poca calidad, pero con todas las agallas, el esfuerzó y la fé
posible. Demba Bá cazó un balón dentro del área para firmar el 2-0 y
clasificar a los “blues” para semifinales Fue fiel a su filosofía. El
Chelsea empezó apretando, sin fútbol, pero presionando. Ello, ayudado
por los jaleos de un abarrotado Stamford Bridge, hacía mella en los
grandes pero cándidos valores del París Saint Germain, que luchaba por
coger la batuta del juego y calmar los ánimos. El equipo inglés perdió
“punch” cuando Eden Hazard dejaba su puesto en el campo a las primeras
de cambio, entraba en su lugar otro hombre vertical pero con menos
calidad: Schürrle.
Y José Mourinho se encerró en sus ideas, los
“Blues” se parapetaron y dejaron tocar a los franceses plácidamente. Un
contratiempo que salió bien. Cuando parecía la noche perfecta para los
parisinos, una falta bien ejecutada por Frank Lampard, que cumplía su
partido número 50 en Champions y que se infló en toda la noche a colgar
balones (8), fue despejado espectacularmente por Sirigu espoleando a
todo el barrio rico de Londres. De nuevo apareció el ímpetu y la garra. Y
salió a escena la estrategia. Ivanovic sacaba de banda, David Luiz
peinaba y solo el recién ingresado Schürrle, principal damnificado de la
debacle en el Parque de los Príncipes, empujaba a gol su primer tanto
con el Chelsea en Champions League, la diana más tempranera de un
jugador que saltaba en el banquillo en esta edición de la máxima
competición continental.
A partir de ahí y hasta el descanso,
bien pudo el Chelsea darle la vuelta a la eliminatoria si Gary Cahill no
hubiera fallado incomprensiblemente un esférico que se quedó suelto,
tras otra dejada de David Luiz, tras el enésimo cuero al área de Frank
Lampard. Bien los de José Mourinho se pudieron quedar en inferioridad
numérica si Pedro Proença, compatriota de “The Special One”, hubiera
visto un pisotón peligroso de Samuel Etoo a Thiago Silva. El París Saint
Germain realizó una primera parte deplorable en el aspecto ofensivo. El
equipo que más goles había marcado en este periodo en toda la Champions
League (14) no solo no remató entre los tres palos sino que además no
tocó una sola vez el balón en área contraria. Algo que duraría hasta
casi el minuto 60. Una mano de Cech a una falta lateral botada por
Cabayé, y posteriormente un balón envenenado que tocó en David Luiz y
dos remates forzados de Cavani fue la carta de presentación de un cuadro
galo, que empezó por fin a soltarse.
Hasta entonces, el Chelsea
había golpeado dos veces en la madera, el propio André Schürrle y
Óscar, también de falta, hicieron temblar el larguero casi de forma
consecutiva. Solo el Bayern Munich (8) ha pegado más veces a la madera
que los ingleses (7) en esta edición de la Champions League. Una
competición que le tendría reservada un momento de éxtasis a José
Mourinho, el cual no pararía de sacar delanteros, ya en la parte final.
Porque cuando parecía que los de Laurent Blanc se habían hecho el
control de juego ante un centro del campo “blue” destrozado. Cuando
Maxwell disparaba solo cruzado, cuando Edinson Cavani perdonaría lo que
no suele perdonar, y cuando el tiempo más apremiaba. Acuciado de
tarjetas, el Chelsea sacó fuerzas de flaqueza para embotellar a su
rival, que se amedrentó. En una de esas intentonas a la desesperada,
Demba Bá -máximo goleador del Chelsea en la competición con tres goles-
metería la puntita para llevar el mayor de los orgasmos a José Mourinho y
a todo Stamford Bridge.
Una victoria que consumó Peter Cech en
el último suspiro sacando en la misma línea un remate de Marquinhos con
todos los futbolistas poblando el área de un Chelsea, que de esta forma
tan milagrosa se acreditó como uno de los cuatro mejores equipos del
continente. La quinta seguida para “The One”.
Chelsea FC: Cech; Ivanovic,
Cahill, Terry (c), Azpilicueta; David Luiz, Lampard (66´Demba Ba);
Willian, Oscar (80´Fernando Torres), Hazard (17´Schürrle); Eto’o.
Paris Saint Germain: Sirigu; Jallet, Alex, Thiago Silva, Maxwell; Verratti
(63´Cabaye), Motta, Matuidi; Lucas Moura (86´Marquinhos), Cavani y
Lavezzi (77´Pastore).
Goles: 1-0. M. 33,Schürrle. 2-0. M. 87,Demba Ba.
Árbitro: Pedro Proença (Portugal). Amonestó a Lampard, Ivanovic y Willian (Chelsea), así como a Verrati, Maxwell y Cavani (PSG).
Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Stamford Bridge de Londres ante unos 38.080 espectadores.
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