PERÚ [0-2] URUGUAY
Uruguay o el viejo oficio de ganar
Por oficio, historia, competitividad, por peso de la camiseta ... Uruguay jugará la final de la Copa América en el Monumental, como en 1987.
Uruguay se quedó con todo, y en apenas cinco minutos. Golpeó en el 52 y 57 del encuentro y con eso bastó. Dejó mejor imagen que Perú, y debía hacerlo por historia. La meta está en volver a ganar la Copa América en Argentina, como lo hiciera en 1987, y coronarse como el conjunto más ganador del certamen en la historia.
Perú fue el equipo que venía mostrando. Cauteloso, presto a la contra, intentando no ceder la pelota así porque sí, y con velocidad. Pero más reconocida es la defensa uruguaya, que no cede espacios, defiende con una zona en forma escalonada y sus delanteros son már punzantes y rápidos.
Era un partido con mucha historia y que además ya tenía un antecedente en esta Copa América. Se jugaba algo más que un clásico y un juego de estilos diferentes. Se jugaba también el sino del protagonismo. Uruguay era el que tal vez, en los papeles previos tenía la mayor responsabilidad. Pero este no era el partido de fase de grupos y no estaban dispuestos los charrúas a cometer los mismo errores, adelantando su defensa y a expensas de cualquier contra o pase en diagonal que los dejara en el camino.
El agregado de Juan Vargas en el cuadro peruano hacía pensar que las bandas se aprovecharían mejor y que sin dudas sería junto con Guerrero el factor sorpresa de Perú. Pero ambos temían a la victoria. El partido fue tan sólo una insinuación en la primera parte. Donde apenas un centro de Vargas al que no llegó Advíncula y dos jugadas a balón parado -una de un lateral- de los uruguayos pudieron desnivelar. El gol anulado a Álvaro Pereira por posición adelantada dejaba mejor parado a Uruguay para la reanudación. Tanto unos como otros apelaron a la prudencia y en este contexto, Uruguay siempre suele lastimar más con las pelotas paradas, a través de las ejecuciones de Forlán y sus intérpretes, Lugano, Pereira y Coates.
Perú fue el equipo que venía mostrando. Cauteloso, presto a la contra, intentando no ceder la pelota así porque sí, y con velocidad. Pero más reconocida es la defensa uruguaya, que no cede espacios, defiende con una zona en forma escalonada y sus delanteros son már punzantes y rápidos.
Era un partido con mucha historia y que además ya tenía un antecedente en esta Copa América. Se jugaba algo más que un clásico y un juego de estilos diferentes. Se jugaba también el sino del protagonismo. Uruguay era el que tal vez, en los papeles previos tenía la mayor responsabilidad. Pero este no era el partido de fase de grupos y no estaban dispuestos los charrúas a cometer los mismo errores, adelantando su defensa y a expensas de cualquier contra o pase en diagonal que los dejara en el camino.
El agregado de Juan Vargas en el cuadro peruano hacía pensar que las bandas se aprovecharían mejor y que sin dudas sería junto con Guerrero el factor sorpresa de Perú. Pero ambos temían a la victoria. El partido fue tan sólo una insinuación en la primera parte. Donde apenas un centro de Vargas al que no llegó Advíncula y dos jugadas a balón parado -una de un lateral- de los uruguayos pudieron desnivelar. El gol anulado a Álvaro Pereira por posición adelantada dejaba mejor parado a Uruguay para la reanudación. Tanto unos como otros apelaron a la prudencia y en este contexto, Uruguay siempre suele lastimar más con las pelotas paradas, a través de las ejecuciones de Forlán y sus intérpretes, Lugano, Pereira y Coates.
Sin embargo, la segunda parte estaba planteada de la misma forma. Pero fue Uruguay el que confió en sí mismo y que presionó más en los primeros minutos. Un remate de Forlán lejano, ya que la Celeste no conseguía entrar, fue repelido por el arquero inca y el rebote lo tomó Luis Suárez para definir con categoría. El 0-1 desconcertó a Perú, a pesar de que quedaba mucho por delante. El conjunto de Markarian se volvió impreciso y tan sólo cinco minutos más tarde, con la incomodidad de Perú de tener que salir a buscar el partido, Luis Suárez le devolvió las gentilezas de lo que había sucedido el partido de grupos.
Con una defensa adelantada, y un pase largo, Luisito tomó la pelota, y dejó al arquero Fernández por los suelos. El esfuerzo final del Mudo Rodríguez fue inerte y daba la sensación que todo había quedado sentenciado. A eso, le sumó la impotencia de Vargas, que se hizo expulsar por un codazo a Coates y ya nada había que hacer.
Inteligente, Markarián dio ingreso a Chiroque y Lobatón, si bien Perú mostró una mejoría y alguna idea en ataque, no fue lo mismo que había pasado con Colombia. El cerrojo celeste se imponía una y otra vez. El partido ya era una anécdota, de fútbol no se veía casi nada. Perú no podía ante el muro charrúa y Uruguay no quería hacer más sangre. Pudo aumentar en dos ocasiones pero no fue preciso Forlán ni Abel Hernández. Otro partido más de la Copa América donde se vio más un juego de ajedréz que fútbol pero que valió para destacar el corazón y la inteligencia de la Celeste que ya está en la final. ¡Uruguay que no ni no! ¡ Uruguay nomaaaaaaa !
Con una defensa adelantada, y un pase largo, Luisito tomó la pelota, y dejó al arquero Fernández por los suelos. El esfuerzo final del Mudo Rodríguez fue inerte y daba la sensación que todo había quedado sentenciado. A eso, le sumó la impotencia de Vargas, que se hizo expulsar por un codazo a Coates y ya nada había que hacer.
Inteligente, Markarián dio ingreso a Chiroque y Lobatón, si bien Perú mostró una mejoría y alguna idea en ataque, no fue lo mismo que había pasado con Colombia. El cerrojo celeste se imponía una y otra vez. El partido ya era una anécdota, de fútbol no se veía casi nada. Perú no podía ante el muro charrúa y Uruguay no quería hacer más sangre. Pudo aumentar en dos ocasiones pero no fue preciso Forlán ni Abel Hernández. Otro partido más de la Copa América donde se vio más un juego de ajedréz que fútbol pero que valió para destacar el corazón y la inteligencia de la Celeste que ya está en la final. ¡Uruguay que no ni no! ¡ Uruguay nomaaaaaaa !
Perú: Fernández; Carmona, Acasiete, Rodríguez, Vilchez; Advíncula (Lobatón 61'), Balbín (Baillón 84'), Cruzado, Yotún (Chiroque 52'); Vargas y Guerrero
Uruguay: Muslera; M.Pereira, Lugano, Coates, Cáceres, González, A.Ríos, Gargano (Hernández 73') A.Pereira; Forlán y Suárez (Eguren 73')
Goles: 0-1 (52') Luis Suárez 0-2 (57') Luis Suárez
Árbitro: Raúl Orosco (Bolivia). Expulsó a Vargas Amonestó a Yotún, Suárez, Gargano, Balbín, Lugano, Lobatón
Incidencias: Semifinal de la Copa América de fútbol disputada en el estadio Único Ciudad de La Plata ante unos 25.000 espectadores.
Uruguay: Muslera; M.Pereira, Lugano, Coates, Cáceres, González, A.Ríos, Gargano (Hernández 73') A.Pereira; Forlán y Suárez (Eguren 73')
Goles: 0-1 (52') Luis Suárez 0-2 (57') Luis Suárez
Árbitro: Raúl Orosco (Bolivia). Expulsó a Vargas Amonestó a Yotún, Suárez, Gargano, Balbín, Lugano, Lobatón
Incidencias: Semifinal de la Copa América de fútbol disputada en el estadio Único Ciudad de La Plata ante unos 25.000 espectadores.
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