El Depor sale con vida del derbi gallego más dramático
Los blanquiazules siguen dominando los derbis gallegos con una
balsámica victoria ante un equipo vigués que perdió a su máxima
estrella, Iago Aspas, por una agresión
El encuentro no decepcionó, con un colorido y
bullicioso ambiente en las gradas y la tensión propia de cualquier
clásico en el terreno de juego. El Dépor era el responsable de mover el balón y llevar la batuta mientras que el Celta esperaba su opción. Muy pronto se incendiaron las gradas de Riazor con un mágico pase de Valerón que Riki
amortiguaba y voleaba a las redes ante la complacencia de la defensa
celeste. Apenas 10 minutos y los blanquiazules mandaban en el derbi. El
equipo más necesitado golpeaba primero.
El gol espoleó a los locales, más cómodos y
con la sensación de haberse desprendido de un lastre en forma de presión
por anotar pronto. Los celestes, hoy de rojinegros, avanzaban con pasos
lentos y disparos lejanos. El duelo parecía equilibrarse hasta que Iago Aspas
agredía a Marchena con un cabezazo que le suponía la roja directa. El
de Moaña lejos de ser el previsible hombre clave de su equipo en Riazor
se convertía en el principal problema para Abel Resino. Un flaco favor
para los intereses vigueses que lo tenía todo en contra en casa del
eterno rival.
Tardó el encuentro en encontrar la velocidad
adecuada entre tantas pausas y poca claridad que sólo veía la luz cuando
pasaba por las botas de Valerón quien encontraba el tempo adecuado para mover a los herculinos, en especial a Riki con el que estaba gestando una productiva sociedad.
El
arranque del segundo tiempo fue para el cuadro olívico. El orgullo y la
obligación les llevaba a atacar ante un Deportivo que extrañamente
había salido de los vestuarios replegado, cauto y encomendado a las
individualidades de Riki, cuyas acciones tropezaban con las manoplas del
meta Varas, quien estaba cuajando una notable actuación que se vio
eclipsada cuando un espectacular chut en parábola de Silvio, lateral
cedido por el Atlético, se alojaba en la escuadra. Duro revés para un
Celta que había salido más serio pero igual de estéril que en el primer
acto.
Quedaban 25 minutos que se iban a hacer muy largos para un
equipo celeste que había bajado los brazos ante el panorama que se venía
encima con dos goles en contra, un hombre menos y muy malas sensaciones
para doblegar a la defensa deportivista. A la contra el Dépor era
mortal y lo demostraba cuando el recién incorporado Salomao disponía de
metros para correr y ningún rival al que retar a excepción de Varas al
que quebraba con una elegante finta para marcar. Acto seguido, la
respuesta la ofrecía en el Celta con sus hombres de refresco, el
asistente era Krohn-Dehli y el ejecutor Park, un gol que apagaba
brevemente la fiesta de las gradas.
El duelo se mostraba en su
desenlace lanzado y alocado, justo lo contrario de lo que se había visto
en los anteriores 75 minutos pero era tarde para cambiar la dinámica.
Salomao pudo redondear la goleada con un cuarto tanto que se perdió en
el lateral de la red. Riazor entonaba el 'sí se puede', los milagros se
viven en los finales de temporada y Coruña quiere el suyo. La
permanencia se ve más cerca en Riazor y mucho más lejos desde Balaídos.
El camino es largo para ambos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario