ESLOVAQUIA [2-1] ESPAÑA
Y los recientes fantasmas vuelven a asomar
El equipo de Vicente del Bosque fue mejor, pero un error de Casillas y un contragolpe letal sobre el final dejan sin nada al bicampeón continental
En Zilina, España no tardó en hacerse, como es habitual, con el control
del esférico. La Roja combinaba ante la presión eslovaca que impedía que
la posesión se tradujese en llegadas de peligro a favor de los actuales
campeones de Europa. Así, el primer aviso, como si fuese un prólogo de
lo que estaría por llegar, se vería en la portería visitante.
Corría
el minuto 11 cuando Iker Casillas salvaba a la selección de encajar el
primer gol. Tras una buena jugada eslovaca por banda derecha, Pekarík
sacó un centro al punto de penalti, desde donde Mak remataba a la media
vuelta. El cuero hizo un bote extraño antes de llegar a la posición del
guardameta del Real Madrid, que estuvo ágil para variar la dirección de
su movimiento y atajar un remate que se había envenenado.
Tras
este primer intento, España no perdió la calma y siguió tocando y, poco a
poco, llegando a la portería de Kozácik. Diego Costa se mostraba muy
participativo, ofreciéndose a sus compañeros y poniendo en aprietos a
sus rivales. Solo dos minutos después del intento de Mak, el delantero
del Chelsea llegaba a un buen centro desde la derecha de su compañero
Cesc Fàbregas, pero no era incapaz de enviar su testarazo a la red.
Pasaban los minutos con el balón controlado por los españoles pero sin
que los disparos consiguiesen encontrar el camino al interior de los
tres palos. Menos le costó a Eslovaquia.
En el minuto 17,
Kucka botaba una falta desde la frontal, tras un mínimo toque de Weiss,
y encontraba el hueco entre la barrera y un David Silva que se
adelantaba a tapar espacios para llegar hasta la línea de gol. Una vez
allí, Casillas tuvo la opción de parar un disparo que, aunque iba con
mucha fuerza, llegaba franco a su posición, pero aunque lo tocó, el de
Móstoles no consiguió evitar el tanto de los eslovacos. A España le
tocaba remar a contracorriente el resto del encuentro. Y se pusieron
manos a la obra los de Del Bosque. Jugaban por todo el campo con el
balón en los pies mientras que ahora sus rivales se limitaban a darse
calor y protección en las inmediaciones de su propia área, los once
jugadores dedicados a labores defensivas.
La posesión seguía sin
traducirse en llegadas claras y el peligro de los españoles llegaba
con disparos lejanos -como el Iniesta en el minuto 37, desde fuera del
área raso y ajustado al palo que obligó a actuar a Kozacik- o a balón
parado –como en los córneres que Albiol, primero, y Busquets, después,
estuvieron cerca de igualar la contienda-. Pero ni el juego
combinativo, ni las acciones a balón parado darían fruto alguno ante una
Eslovaquia seria en defensa y con cierto peligro al contragolpe,
centrada en que el tiempo corriera lo más rápido posible más que en
ninguna otra cuestión. El descanso llegaba con el 1-0 en el
electrónico.
Tras la reanudación, España siguió con su propuesta
de control del balón, toque y búsqueda de espacios ante una Eslovaquia
si cabe más empeñada que en el primer acto en que estos no existieran,
olvidada ya por completo de que al fútbol también se puede jugar en
campo contrario. Toda Eslovaquia formaba una cota de malla en torno a
Kozácik, impidiendo que España encontrara un lugar desde el que hacer
daño. Como en el asedio de un castillo, la Roja trataba de derrotar a
su oponente por agotamiento, moviendo y moviendo de un lado al otro del
área, esperando a esa mínima rendija que pudiera convertir en una grieta
desde la que meter el ariete y romper el muro enemigo. Pero la
velocidad de la combinación española iba disminuyendo a medida que los
minutos pasaban y eso hacía cada vez más difícil encontrar ocasiones
de peligro.
Se llegaba a la recta final y parecía que el 1-0
iba cuajando como resultado defintivo, pero Del Bosque no estaba
dispuesto a que el partido se le escapase así como así. Retirando a
Albiol y Juanfran para dar entrada a Pedro y Cazorla, además de dando
entrada a Alcácer por Silva, el seleccionador seguía buscando llaves con
las que abrir el candado eslovaco. Y las encontró. Cuando ya solo los
optimistas convencidos creían en la remontada, Paco Alcácer se
inventaba un desmarque donde hasta ese momento parecía imposible, en
el área de Kozácik. Jordi Alba veía a la perfección el movimiento del
jugador valencianista y le enviaba un balón medido para que, sin
oposición, no tuviese problema alguno en anotar el 1-1.
Poco
duró, sin embargo, esta alegría y las ilusiones de conseguir tres nuevos
puntos. Toda La Roja estaba lanzada a por el segundo cuando, solo cinco
minutos después del tanto visitante, Stoch volvía a batir a Casillas
para sentenciar el encuentro. Hamsik, viendo el desorden defensivo
visitante fruto de la búsqueda de un nuevo gol y de la ausencia de
defensores puros, más allá de Piqué, armó una buena subida al campo
contrario antes de entregarle el balón a Duris que, llegando por banda
derecha, envió un centro al segundo palo, apenas en el límite del área
pequeña. Allí el centrocampista del PAOK, Miroslav Stoch, no tuvo
dificultades para colocar la cabeza y batir a un Iker Casillas impotente
ante la tímida marca de un Cazorla fuera de lugar.
Con el
segundo tanto eslovaco moría el partido y la racha de partidos sin caer
en clasificatorios europeos de un España que no lo hacía desde hace
ocho años. De poco sirvieron los 20 remates, los 7 disparos a puerta,
los 19 córneres o el 73,3% de la posesión. El único dominio que valía,
la única estadística imprescindible, era la de los goles anotados y
ahí, Eslovaquia no falló.
Eslovaquia: Kozácik; Pekarík, Skrtel, Durica, Hubocan; Pecovský, Gyomber, Kucka (Kiss, m.83); Weiss (Duris, m.54), Hamsík y Mak (Stoch, 61).
España: Casillas; Juanfran (Cazorla, m.81), Raúl Albiol
(Pedro, m.58), Piqué, Jordi Alba; Busquets, Koke, Iniesta; Cesc, Silva
(Alcácer, m.71) y Diego Costa.
Goles: 1-0, m.18: Kucka. 1-1, m.82: Alcácer. 2-1, m.87: Stoch.
Árbitro:
Björn Kuipers (Holanda). Amonestó a Kucka (4), Hubocan (37), Stoch (87) y
Durica (91) por Eslovaquia; y a Silva (44), Costa (91) y Cazorla (92)
por España.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la segunda
jornada del Grupo C de la fase de clasificación a la Eurocopa 2016,
disputado en el Stadion MSK Zilina ante la presencia de 9.800
espectadores.
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