lunes, 6 de abril de 2015

ANÁLISIS DE LA JORNADA 29 DE LA LIGA BBVA


Cuesta abajo y sin frenos

Los delanteros del equipo franjirrojo marcaron un gol cada uno para remontar el penalti de Arruabarrena. Hubo suspenso hasta el final porque Manucho falló dos ocasiones claras

 

 

La Liga continuaba su curso tras el parón por los compromisos internacionales y lo hacía en un momento clave de la temporada, con solo diez jornadas para el final. La cuenta atrás comenzaba con el duelo que abrían en Ipurúa Eibar y Rayo Vallecano. Dos conjuntos que afrontaban la lucha por el descenso en situaciones muy dispares. Mientras que los armeros se presentaban a la cita en una situación crítica tras sumar un solo punto en la segunda vuelta, los vallecanos llegaban más desahogados tras los buenos resultados como locales que les habían permitido alcanzar ya la barrera de los 35 puntos. Las urgencias eran para los locales.

Esa situación provocó que los armeros saltaran al terreno de juego con más intensidad, buscando desde el minuto uno la meta de Cristian Álvarez. A los cinco minutos llegó la primera ocasión clara del partido con un mano a mano entre Capa y Cristian Álvarez que desperdició el '7' armero al intentar el pase en lugar de buscar el disparo en una posición franca para ello. El dominio era claro por parte de los locales ante un Rayo con serias dificultades para salir de su campo con el balón controlado.

La situación no variaba y la llegadas de los locales comenzaban a ser más notables. Primero con un remate acrobático de Piovaccari que atrapó Cristian Álvarez y, más tarde, con un tiro desviado de Saúl. Los de Jémez no conseguían deshacerse del agobio al que le sometían los de Garitano. Hasta que llegado al ecuador de la primera mitad le dominio pareció cambiar de bando. Pero solo lo pareció. Porque, aparte de una oportunidad que disfrutó Embarba y que repelió Jaime, fueron los locales los que volvieron a la carga. Bóveda cabeceó fuera una falta libre de marca. El remate parecía fácil pero el defensa recibió el agarrón de Baena, algo que no apreció el colegiado.

La buenas sensaciones seguían siendo locales y el gol parecía cuestión de tiempo. Y así fue cuando Cristian Álvarez llegó tarde al duelo con Piovaccari y acabó cometiendo penalti. Arruabarrena no perdonó con un lanzamiento potente y hacía justicia en el marcador. Con lo que no contaba el Eibar era con el éxtasis rayista que se produjo antes del descanso. En apenas dos minutos, dos acciones aisladas finalizadas con sendos cabezazos de Buena y Manucho permitieron al Rayo voltear el resultado adverso para marcharse camino de vestuarios con ventaja en el marcador. Duro Mazazo para los locales.

El Eibar no pareció asimilar el varapalo y le costó recuperar tras el descanso las buenas sensaciones de la primera mitad. De hecho fue el conjunto madrileño quien pudo poner la puntilla en un nuevo balón colgado al área y cabeceado en este caso por Ba al fondo de la red. El asistente señaló posición ilegal del senegalés. El Rayo controlaba el partido con comodidad y Garitano se vio obligado a realizar un doble cambio buscando una revolución en los suyos. Un plan que no surgió el efecto esperado. Manucho pudo finiquitar el partido pero no estuvo acertado y remato al aire en una posición clara de gol.

La reacción local seguía haciéndose esperar y parecía más cerca el gol de la sentencia de los madrileños que el empate de los armeros. Ya en el tramo final Jaime evitó con la cara la sentencia tras un cabezazo a bocajarro de Manucho. No lo lamentaría el conjunto de Jémez, en gran medida porque Tito apareció como salvador en el minuto 90 el evitar bajo palos el cabezazo de Raúl Navas. Un Raúl Navas que vio la segunda amarilla y cogió camino de vestuarios segundos antes de que el colegiado señalara el pitido final. El Rayo suma una victoria vital en su lucha por la salvación y deja al Eibar en una situación comprometida tras sumar su novena derrota en las diez jornadas de segunda vuelta que se llevan disputadas.


SD Eibar: Jaime; Bóveda, Raúl Navas, Añibarro, Didac; Dani García, Errasti (Javi Lara, min. 63), Saúl; Arruabarrena (Lekic, min. 74), Capa (Del Moral, min. 63) y Piovaccari.

Rayo Vallecano: Cristian Álvarez; Insúa (Nacho, min. 37), Ze Castro (Morcillo, min. 81), Abdoulaye, Tito; Baena (Fatau, min 60), Jozabed, Embarba; Alberto Bueno, Kakuta y Manucho.

Goles: 1-0, min. 35: Arruabarrena, de penalti. 1-1, min. 38: Alberto Bueno. 1-2, min. 41: Manucho.

Árbitro: Iglesias Villanueva (Colegio Gallego). Expulsó a Raúl Navas por doble amarilla en el 93. Amonestó a Piovaccari, Añibarro, Didac, Cristian Álvarez, Tito y Manucho.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo novena jornada de la Liga BBVA disputado en el campo de Ipurua, ante unos 3.000 espectadores, con activa presencia de varios cientos de aficionados del Rayo Vallecano.


Pasión por el Sevilla y de la buena

Aleix Vidal y Bacca sentenciaron en apenas veinte minutos un partido al que le sobraron los setenta minutos restantes

 

 

Sevilla y Athletic se veían las caras en el Sánchez Pizjuán poniendo cara a cara dos grandes rachas. Mientras que el Athletic acumulaba cinco victorias consecutivas en la Liga, el Sevilla quería alargar su buena dinámica en casa, donde no había perdido sus últimos 22 partidos. La fortaleza sevillista pronto se mostró más sólida que el buen estado de forma de los hombres del Txingurri Valverde.

Así, no le costó al Sevilla ponerse por delante. Cuando la defensa del Athletic intentaba dejar en fuera de juego a Carlos Bacca y Gorka Iraizoz salía de su área con más valentía que consciencia, Aleix Vidal se adelantó en un sprint a propios y extraños y recibió un envío en profundidad de Trémoulinas. Sin oposición, mandó el balón a la red cuando se contaban solo tres minutos en el Sánchez Pizjuán.

Tras el tanto inaugural, al Sevilla le entró hambre y, cómodo sobre el terreno de juego, sin sufrir en defensa y recuperando cualquier balón con posibilidades de crear peligro, siguió percutiendo a la defensa vizcaína. La línea de cuatro planteada por Valverde sufría sobremanera con los balones largos y aéreos que proponía el centro del campo hispalense y, cuando apenas se habían cumplido diez  minutos, las ocasiones claras del equipo de Emery ascendían hasta el cuarteto.

Además del gol de Aleix Vidal, Vitolo propuso de un disparo escorado que Iraizoz envió a córner. A la salida de este, el meta rojiblanco tuvo que despejar de nuevo el remate de Bacca a bocajarro y, por último Krychowiak recibió una prolongación aérea que, de cabeza, enviaba finalmente al tejadillo del área visitante.

La defensa del Athletic estaba con el agua al cuello pero, el centro del campo salió en su ayuda. Poco a poco, el equipo vasco se hizo con el dominio del balón y eso le servía, más que para adelantar posiciones y crear situaciones de peligro (que también, en algún caso puntual), para evitar que las llegadas locales volvieran a producirse con la asiduidad y el peligro de los primeros minutos.

En cualquier caso, de poco le serviría al equipo vasco ese cambio de dinámica en el juego pues el Sevilla sabe sacar petróleo del juego directo y, en el minuto 21, volvió a demostrarlo. En una combinación con un par de pases al primer toque, a los hispalenses les valió para dejar a Carlos Bacca en una posición franca para anotar, con el balón controlado sobre la esquina derecha del área pequeña. Ahí, el cafetero no suele fallar y, en esta ocasión, tampoco lo hizo. El Sevilla ganaba en tranquilidad y la inseguridad defensiva rojiblanca volvía a crecer.

A partir de ahí, el ritmo de la primera parte descendió notablemente. El Sevilla empezó a acumular hombres atrás y a prodigarse menos en ataque, mientras que el Athletic disfrutaba de alguna ocasión puntual que no conseguía materializar. De Marcos, en el minuto 30, remató alto tras una buena conducción de Muniain y, un par de minutos más tarde, Nico Pareja se colocaba justo delante de Aduriz para impedir que el testarazo del ‘veinte’ acabara en la red tras un buen centro de Etxeita desde dentro del área.

En todo caso, la noticia del final del primer acto fue la lesión de Iker Munian que, tras sufrir una mala caída junto a la portería de Sergio Rico, quedaba tendido sobre el césped. Finalmente, no podía continuar jugando y tenía que abandonar el terreno de juego en camilla, dando paso a Andoni Iraola.

La caída de tensión del partido continuó tras la reanudación. El Sevilla, cómodo con el resultado, siguió centrado en que no se moviera, permitiéndose solo alguna que otra alegría de tanto en tanto en forma de contragolpe, pero centrando la mayor parte de sus esfuerzos en que el Athletic, que tocaba con pausa pero sin demasiada profundidad,  siguiese atascado en el último tercio del campo. A pesar de ello, eran las escasas llegadas sevillistas las que más daño hacían, y el 3-0 parecía más cercano que el 2-1.

Williams, en un par de ocasiones que se inventó él solo, San José, que disparó al lateral de la red tras un balón al área que el Sevilla defendió mal, y Krychowiak, en un contragolpe que terminó con un bloqueo de Etxeita, fueron los únicos que pusieron algo de emoción enana segunda mitad que avanzaba con más pena que gloria para el espectador imparcial durante la primera media hora de la segunda mitad. Poco después, Beñat tendría en sus botas quizá la mejor oportunidad del segundo acto con un remate potente desde larga distancia que obligó a la estirada de Sergio Rico.

Poco más dio de sí el encuentro. El Sevilla seguía protegiendo el resultado obtenido en los primeros veintiún minutos frente a un Athletic incapaz de hacer daño y, además, consciente de ello, cuyos ataques apenas inquietaban a la zaga local. El equipo vizcaíno acabó así viendo como cómo el partido y su buena racha de victorias morían con él en un choque en el que nunca estuvo en disposición de hacer daño a un Sevilla muy superior.


Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, Nico Pareja, Carriço, Tremoulinas; Krychowiak, Iborra (Fernando Navarro, m.81); Aleix Vidal, Éver Banega, Vitolo (Denis Suárez, m.74); y Bacca (Gameiro, m.65).

Athletic de Bilbao: Iraizoz; De Marcos, Etxeita, Laporte, Balenziaga; San José, Beñat, Mikel Rico (Unai López, m.77); Williams, Muniain (Iraola, m.43); y Aduriz (Guillermo, m.60).

Goles: 1-0, m.3: Aleix Vidal. 2-0, m.21: Bacca.

Árbitro: Alfonso Álvarez Izquierdo (Comité Catalán). Amonestó a los visitantes Laporte (m.34), Guillermo (m.69) y Beñat (m.74) y a los locales Nico Pareja (m.60), Vitolo (m.67) y Éver Banega (m.71).

Incidencias: Partido de la vigésima novena jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de 30.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.

 


El Atleti gestiona sus recursos

 

El equipo de Diego Simeone se deshizo sin problemas del colista en el Nuevo Arcángel después de tres salidas sin marcar ni ganar. Griezmann y Saúl hicieron los goles

 

 

El Atlético de Madrid no conoce la compasión y fagocita al colista con una demostración de pegada en la primera mitad. Con esta victoria, el conjunto que dirige Diego Pablo Simeone agranda sus opciones de Liga de Campeones y mete presión a su rival por la tercera plaza, un Valencia que ahora deberá ganar el derbi ante el Villarreal para mantener el tercer puesto. Por su parte, el Córdoba vuelve a perder una jornada más y se convierte en el segundo equipo que llega a esta cruel cifra de derrotas consecutivas tras las once de Las Palmas en 1960.

El partido a partido ha regresado al seno rojiblanco y los del Cholo Simeone han sacado, y con nota, el primero de los muchos match-ball que le quedan para certificar otra temporada histórica. El Real Madrid espera en Champions y el Atlético, con partidos sacados a base de oficio y beneficio como este, adquiere la confianza necesaria para llegar a tan importante duelo con la confianza por las nubes. Este Atlético ya no se regodea en sus miserias sino que se alimenta de sus victorias para seguir creciendo como equipo y le da lo mismo que el rival sea un desahuciado Córdoba colista o el mejor Real Madrid de la historia.

Dos son los pilares en los que se ha apoyado el Atlético en su voraz paso por El Nuevo Arcángel. Una sobriedad defensiva sin igual –el primer remate a portería del Córdoba llegó en el minuto 60– y una contra mortal. En el primer aspecto, un jugador se erige como una auténtica alegría para Diego Pablo Simeone y los suyos, José María Giménez. Además de aprender al lado de Diego Godín, el central uruguayo hace mejor a su compatriota. Y eso son palabras mayores para uno de los mejores defensas del mundo. Y en el segundo aspecto, destacó Antoine Griezmann.

Cómo necesitaba el Atlético un jugador de la calidad del internacional francés. Uno de esos que se fabrican los goles por arte de birlibirloque, como en el primer tanto del conjunto rojiblanco en la capital cordobesa. Balón que recupera el ex de la Real Sociedad tras una inocente dejada de un jugador local y, tras una elegante cabalgada, introduce el balón en el fondo de las mallas con un zurdazo desde la frontal y manda a paseo el microtrauma atlético de partidos seguidos sin marcar lejos del Manzanares. Quince goles lleva ya el delantero galo en esta Liga, solo uno menos que los logrados la temporada pasada –su mejor registro en una temporada liguera–.

Con el 0-1, el Atlético mató el partido como mejor sabe hacerlo, a través de su matemático juego de estrategia y ya van 31 logrados de esta manera. Atenazado por los nervios, la zaga cordobesista ni se enteró en el segundo tanto de los rojiblancos pues un saque de banda ejecutado por Jesús Gámez terminó con un testarazo a bocajarro de un jugador que no se caracteriza precisamente por ser un hacha en el juego aéreo pero sí en el juego de equipo, Saúl Ñíguez, que ha sido una de las novedades de Diego Pablo Simeone en El Nuevo Arcangel. El centrocampista ilicitano no es Arda Turan,  el jugador que calentó banquillo en la capital cordobesa, pero destila detalles de gran jugador y que sabe leer a la perfección el juego estratégico de los rojiblancos.

En la segunda parte, el Córdoba se lanzó al ataque como si el mundo tuviera un final cercano –el suyo en Primera División pinta mal, ya son diez derrotas seguidas y siete puntos los que separan a los califales de la salvación–. Así, creó peligro poco a poco en el área rojiblanca, sobre todo, por mediación de un jugador llamado a ser un puntal para la salvación como Bebé. El portugués fue el protagonista de las acciones más peligrosas del conjunto blanquiverde en este segundo acto –nueve de los once remates intentados por los de José Antonio Romero fueron en la segunda mitad del partido, cuatro de ellos por el ex del Manchester United–, con un zurriagazo que se estrelló violentamente.

Esa ocasión avivó las esperanzas locales de remontada y a punto estuvo de meterse en el partido el Córdoba a falta de poco para la conclusión, cuando una falta botada al corazón del área terminó con un testarazo de Crespo que obligó a la estirada de cine de Jan Oblak. El guardameta esloveno demostró con esa estirada superheroica por qué el Atlético confió en él como sucesor de Thibaut Courtois. Con el paradón del ex del Benfica se llegó al final del partido. Tres puntos de oro para el conjunto de Diego Pablo Simeone y nueva derrota para un equipo cordobés que se le está poniendo cara de Segunda División.


Córdoba CF: Juan Carlos; Gunino, Krhin, Crespo, Edimar; Abel Gómez, Zuculini (Fede Cartabia, min.46); Bebé, Borja García , Fidel (Heldon Ramos, min.64); y Florin (Ghilas, min.46).

Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Gámez; Saúl, Gabi, Tiago (Mario Suárez, min.46), Koke; Griezmann (Arda Turan, min.70) y Mandzukic (Torres, min.62).

Goles: 0-1, min. 5: Griezmann. 0-2, min. 39: Saúl.

Árbitro: Estrada Fernández (Colegio Catalán). Amonestó a los cordobeses Florin y Gunino, así como al rojiblanco Juanfran.

Incidencias: Partido de la trigésima jornada de la Liga BBVA, disputado en El Arcángel, con terreno de juego en irregulares condiciones, ante algo más de 18.000 espectadores, con nutrida presencia de colchoneros por todas las gradas. El doble campeón del mundo del kilómetro contrarreloj en pista de ciclismo adaptado, Alfonso Cabelló, fue homenajeado antes del comienzo.

 


Con Barral, todo es posible en clave granota

El cuadro valenciano pasó por encima de los andaluces para dejar atrás a un rival directo en su lucha por permanecer en la Liga BBVA

 

 

Almería y Levante se enfrentaban, después del parón ocasionado por las selecciones, en una situación crítica en el duelo por el descenso de la jornada. Los granotas se alzaban tres puntos por encima de su rival ,en caso de que se confirme la sanción impuesta por la FIFA sobre el conjunto andaluz, que marca la zona caliente de la tabla. Independientemente de esta circunstancia la victoria era imprescindible para ambos en la recta final de la temporada.

El partido fue claro reflejo de la situación de ambos equipos. Un Almería necesitado jugaba con cautela sin intención de arriesgar, muy falto de mordiente. El Levante, consciente de que la situación le era propicia, salía a la contra con mayor descaro, esperando la oportunidad de coger desprevenido a un rival muy previsible. A la contra llegó el gol en el minuto 17'. Galopada de Toño por banda izquierda que asistió a Ivanschitz, para que éste encontrara a Barral completamente solo dentro del área, quien con un tiro cruzado conseguía abrir el marcador. No dejaron de complicarse las cosas para los locales, que veían como en el minuto 28 Verza caía lesionado y tenía que ser sustituido por Soriano sin haber acabado la primera mitad.

El Levante olió la sangre y vio la posibilidad de hacer daño a un rival que no era capaz de entrar en el partido. Fue así como la presión de los granota en campo contrario dio sus frutos. En el minuto 32 un mal despeja de Julián era interceptado por el Levante, que encontró a Morales en banda derecha, para que con un centro perfecto asistiera a Víctor Casadesús, que solo tenía que empujarla para conseguir el segundo. Simplemente con hacer un partido inteligente y seleccionando bien los momentos de debilidad de su rival, el Levante se iba al descanso con dos goles de ventaja en el marcador. Finalizó así la primera mitad.

Comenzó la segunda parte y Juan Ignacio Martínez arriesgó para meter a sus jugadores dentro del partido. Edgar entraba en lugar de Ximo Navarro, uno de los poco defensores sin cartulina amarilla. El Almería se quedaba con tres defensas y con riesgo de expulsión. Este detalle fue vital poco después, cuando un cambio de orientación dejó a Ivanschitz completamente solo delante de Julián (donde debería haber estado el sustituido Navarro), consiguió parar el guardameta el disparo del austriaco, pero el rebote cayó a los pies de Barral, que solo y sin oposición alguna conseguía el tercero. No acabó ahí la pesadilla, apenas cinco minutos después Dubarbier veía la segunda amarilla por una entrada a destiempo sobre Morales y era expulsado. 

Con todo en contra y con el Levante jugando cómodo al contraataque contra una defensa de dos llegó el golpe del Almería. Un pase del Almería cortado por la defensa del Levante caía a los pies de Thievy, que era derribado por Vyntra, el colegiado pitó penalti. Hemed fue el encargado de ejecutarlo y recortar distancias, engañando bien a Mariño , que se tiró al lado contrario.

Sin embargo un Almería completamente volcado al ataque y con únicamente dos hombres en defensa seguía sufriendo para no encajar más goles en las contras. Fue así como en el 75' un robo del Levante en el centro del campo permitía a Rubén García asistir a placer para que Barral hiciera el cuarto, de nuevo sin apenas oposición. El gaditano conseguía su segundo hat-trick de la temporada, primera vez que lo hace un jugador en la historia del Levante. Con este resultado se llegó al final del partido, que da aire un Levante que se sitúa en zona cómoda mientras que el Almería cae de lleno en el descenso con la sanción FIFA todavía oscilando sobre su cabeza.


UD Almería: Julián Cuesta; Ximo Navarro (Édgar, m. 51), Trujillo, Dos Santos, Dubarbier; Verza (Fernando Soriano, m. 27), Azeez; Wellington, Corona, Thievy (Jonathan Zongo, m. 75); Hemed.

Levante UD: Mariño; Iván Lopez, Vyntra, Juanfran, Toño García; Simao, José Mari (Sissoko, m. 61); Morales (Rubén, m. 71), Ivanschitz, Casadesús, y David Barral (Kalu Uche, m. 85).

Goles: 0-1, m. 16: David Barral. 0-2, m. 31: Víctor Casadesús. 0-3, m. 53: David Barral. 1-3, m. 70: Hemed, de penalti. 1-4, m. 75: David Barral.

Árbitro: González González (Colegio Castellano-leonés). Amonestó a Mauro dos Santos (m. 17) y Wellington (m. 90), de la UD Almería, y a Toño García (m. 62) y Juafran (m. 64), del Levante UD. Expulsó al local Dubarbier por doble amonestación (m. 45 y 57).

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada vigésima novena del Campeonato de Liga de Primera División, Liga BBVA, celebrado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, con 9.603 espectadores.

 


El Málaga vuelve a pecar de perdonavidas

Recio adelantaba a los diez minutos de la segunda parte al Málaga, pero el canterano txuri-urdin Rubén Pardo igualaba en la recta final

 

 

La Real Sociedad se llevó un punto ante el Málaga en un choque que tuvieron controlado durante todo su transcurso, pero que pese a gozar de numerosas ocasiones no supieron cerrar. Los donostiarras, como ya les sucediera ante el Getafe, propusieron menos que su rival pero volvieron a lograr un valioso botín gracias a que supieron esperar su momento y leer las circunstancias que en cada momento pedía el choque.

La Rosaleda medía a dos equipos con un distinto florecer esta temporada. Los locales, con una trayectoria regular, están haciendo una campaña más que notable y la aparición de varios de sus jugadores ha despertado el interés de varios clubes europeos o, como en el caso de Juanmi, sus actuaciones le han servido para esta misma semana debutar con la selección española de Vicente del Bosque.

La Real Sociedad, por su parte, comparecía en el encuentro tras encadenar tres victorias consecutivas por primera vez desde enero de 2014. Una senda que le ha invitado incluso a soñar y es que de ganar se podía quedar a cinco puntos precisamente de un Málaga que ocupa una séptima plaza que presumiblemente será la última de las que den acceso a la Europa League.

Y en un duelo regado por multitud de ingredientes, los boquerones malagueños estuvieron muy cerca primero de freír las kokotxas donostiarras tras un asfixiante primer cuarto de hora del encuentro. El equipo de David Moyes, que careció de agilidad a lo largo del primer tiempo, no logró salir prácticamente de su campo y el balón en los pies le duraba apenas segundos.

Todo lo contrario que un Málaga que bailaba al son de Juanmi, los Samus y de un Amrabat muy hábil. Los locales pusieron razones al encuentro para hacer el primer tanto, pero tras varios sustos consecutivos el equipo donostiarra, aunque de forma aislada, también llevó peligro a la meta rival. Sin Vela, Agirretxe estuvo cerca de conectar un cerrado centro del Chory y Canales con un potente chut pudo sorprender a Kameni.

Pero el Málaga estaba siendo mejor y a partir de la media hora volvió a ahogar al equipo donostiarra en la medular y aprovechó sus argumentos para utilizar la velocidad con rápidas salidas a la contra. El encuentro estaba bonito y ambos equipos sumaban al choque argumentos futbolísticos.

Volvió a salir mejor el Málaga en el segundo tiempo, que gozó de oportunidades en las botas de Samu y Juanmi. No tardarían mucho los costasoleños en situarse por delante, pero no fue por mediación de ninguno de los que tanto peligro habían llevado anteriormente a la meta de Rulli. Recio, que disputaba el choque ante la falta de Camacho, aprovechó una falta que inteligentemente había provocado Amrabat para cabecear al fondo de las mallas donostiarras.

Dominaba la posesión y el partido un Málaga que, pese a estar por delante, continuaba con el mismo guión y no cedía un ápice en su empeño de buscar un nuevo gol. Se abrió por tanto el choque ante la obligación donostiarra de buscar el gol. Como revulsivo Moyes introdujo a Finnbogason, buscando así dos referencias en la punta de ataque con la que hacer sufrir a la pareja de centrales malaguista.

Ante esto la medular local prácticamente se incrustó en la defensa, pero esto dejaba algo despoblada la segunda línea, por donde llegó el gol. Finnbogason se encontraba en el costado derecho del área cuando vio la llegada de Rubén Pardo, que llegando desde atrás se encontró solo y desde fuera del área colocó de forma magistral el balón a la parte derecha de Kameni. No era fácil el golpeo, pero la calidad del centrocampista salió a relucir para dejar sin dos puntos a un Málaga que había propuesto más que su rival.



Málaga CF: Kameni; Rosales, Sergio Sánchez, Weligton, Boka; Amrabat (Javi Guerra, m. 89), Darder, Recio, Castillejo; Samu García (Horta, m. 61) y Juanmi (Duda, m. 73).

Real Sociedad: Rulli; Zaldua, Ansotegi, Iñigo Martínez, Yuri; Xabi Prieto, Markel Bergara, Granero (Pardo, m. 65), Chory Castro (Finnbogason, m. 77); Canales (Hervias, m. 65) y Agirretxe.

Goles: 1-0, M. 55: Recio. 1-1, M. 83: Pardo.

Árbitro: Del Cerro Grande (Colegio Madrileño). Mostró tarjetas amarilla a los malaguistas Castillejo (m.77), Boka (m. 90) y Weligton (m. 90), y a los futbolistas de la Real Sociedad Markel Bergara (m.42), Iñigo Martínez (m. 54), Ansotegi (m. 70), Xabi Prieto (m. 86) y Pardo (m. 90). 

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima novena jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio de La Rosaleda ante 27.000 espectadores.


Domingo de Resurrección, la de Cristiano evidentemente

El conjunto blanco vapulea al Granada con cinco goles del portugués, un doblete de Karim Benzema, un tanto de Gareth Bale y otro de Mainz en propia meta

 

 

El Real Madrid le sienta tan bien la hora del vermú como el color blanco. Ya son seis sus victorias ligueras en sus seis últimos partidos a la hora del aperitivo. Aperitivo que es justo lo que duró la resistencia del Granada en el coliseo blanco. 24 minutos. A raíz del primer gol madridista, obra de Gareth Bale, cada llegada del conjunto de Carlo Ancelotti terminó en el balón en el fondo de las mallas rojiblancas y con un jugador sobresaliendo por encima de todo y de todos, Cristiano Ronaldo. Ya demostró el delantero portugués en el Camp Nou que sus pataletas por no marcar son transitorias y hoy ante el Granada ha vuelto a ser el que siempre ha sido. El mejor.

Primero abrió la lata Gareth Bale, gracias a una de las novedades del Real Madrid en este encuentro, James Rodríguez, que metió un sensacional pase en profundidad hacia la carrera del galés cuando apenas se había sobrepasado el ecuador del primer tiempo y este, tras deshacerse de su marcador y con un regate del portero, marcaba a puerta vacía el primer tanto del encuentro. El extremo británico le ha cogido el gustillo a esto de marcar y ya lo ha logrado en sus dos últimos partidos en el Santiago Bernabéu. Los aplausos de la parroquia blanca están por llegar.

Con el 1-0 el Real Madrid se lanzó al ataque sin miramientos y fue convirtiendo todas sus llegadas en gol gracias a la inspiración de Cristiano Ronaldo, que logró tres goles en apenas ocho minutos de partido. Primero tras una dejada de un James que se coloca como piedra fundamental para este final de temporada por su facilidad de combinación con sus compañeros. Segundo tras aprovecharse de un error de Oier y enviar sin compasión el balón al fondo de las mallas. Y tercero mediante uno de sus ya famosos misiles tierra-aire desde fuera del área. Tres goles en ocho minutos. Una bestia el portugués.

Tras el descanso, la principal duda del partido era saber cómo ambos equipos gestionarían el 4-0. Muy fácil. El Real Madrid marcando más goles y el Granada deseando que el partido terminara cuanto antes. Y es que a los 58 minutos de partido, el electrónico del Bernabéu ya lucía un radiante 7-0. Faltaba un invitado a la fiesta, Karim Benzema, y no tardó en aparecer. Y de qué manera. Control con el pecho torero tras un saque de córner y voleón a la escuadra de un atónito Oier. El francés repetiría minutos después tras un ataque huracánico del conjunto blanco al que nada pudo hacer la zaga nazarí. Entre medias, Cristiano Ronaldo había logrado su cuarto tanto del día, tras enviar de cabeza a la red completamente solo un servicio de Gareth Bale.

Con el 7-0 en el marcador, ya solo quedaba el carrusel de cambios –Carlo Ancelotti dio descanso a jugadores importantes como Toni Kroos, Karim Benzema y James Rodríguez y metió a jugadores de refresco como Asier Illarramendi, Chicharito Hernández y Jesé– y, por supuesto, el gol de la honra. Y es que una goleada no es tal sin ese gol que no sirve absolutamente para nada pero que por lo menos demuestra que las diferencias son las que son pero las ganas las mismas. Así, en el minuto 73, una cabalgada de Robert Ibáñez ante la atenta mirada de Sergio Ramos terminó con un zurdazo del canterano che que se alojó directamente en la portería defendida por un Iker Casillas que hoy sí vivió una plácida jornada.

Pero este partido quería pasar a la historia y le faltaban dos goles para lograrlo. Con el 8-1, obra de Diego Mainz en propia meta, el Real Madrid lograba endosar la mayor goleada encajada por el conjunto granadino en toda su historia en Primera División. Y con el 9-1 se ponía la guinda a una mañana perfecta. Y es que Cristiano Ronaldo lograba algo que nunca antes había hecho. Marcar cinco goles en un partido de Liga –el último jugador en hacerlo fue Radamel Falcao ante el Deportivo hace unas temporadas–. Cristiano Ronaldo ha vuelto y ha vuelto a lo grande. Haciendo historia.


Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Kroos (Illarramendi, m.57), Modric, James (Jesé, m.61); Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Chicharito, m.61).

Granada CF: Oier; Foulquier, Babín (Murillo, m.60), Mainz, Juan Carlos; Iturra, Fran Rico (Eddy, m.55); Robert, Rochina (Piti, m.53), Candeias; y El Arabi.

Goles: 1-0, m.25: Bale. 2-0, m.31: Cristiano Ronaldo. 3-0, m.36: Cristiano Ronaldo. 5-0, m.52: Benzema. 6-0, m.55: Cristiano Ronaldo. 7-0, m.56: Benzema. 7-1, m.74: Robert. 8-1, m.83: Mainz en propia puerta. 9-1, m.89: Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Jesús Gil Manzano (Comité Extremeño). Amonestó a Arbeloa (87) por el Real Madrid; y a Piti (64) por el Granada.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo novena jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 71.000 espectadores.

 


Derbi regional y frenazo de Champions

Lo que prometía ser un gran partido en Mestalla terminó siendo un soporífero encuentro sin goles. Rodrigo tuvo la más clara para los locales en el descuento

 

 

El Valencia da un paso atrás y pierde el tercer puesto tras no poder pasar del empate sin goles ante un Villarreal que estuvo muy ordenado sobre el césped de Mestalla y no rehuyó en ningún momento el cuerpo a cuerpo. Los dos equipos pelearon y se vaciaron durante los noventa minutos sin que ninguno obtuviera recompensa.

El choque comenzó con ritmo muy alto y un Villarreal tratando de imponer su juego sobre el coliseo valencianista. Los de Nuno, por su parte, se mostraban más cómodos aguardando ordenados, esperando su oportunidad. Lo cierto es que el primer periodo fue escaso en cuanto a ocasiones claras de gol, pero si fue un encuentro en el que se peleó cada balón y la parcela ancha fue el centro de operaciones en el que los dos equipos pelearon de forma férrea por la posesión del cuero.

Al conjunto che le faltaba imaginación en la zona de tres cuartos, mientras que los visitantes se mostraban más talentosos, aunque sin poder desestabilizar una de las defensas más sólidas de la competición. Los dos equipos trataban de explotar sus puntos fuertes, aunque el resultado fue un primer periodo sin prácticamente ocasiones a las áreas. Diego Alves tuvo problemas para despejar una falta botada por Jonathan Dos Santos y esa fue la mejor opción de que no se llegara al descanso con el resultado inicial   en un encuentro en el que las defensas se imponían claramente sobre los atacantes. Así, por primera vez esta temporada en liga, el Valencia concluyó el primer periodo sin rematar en ninguna ocasión sobre la portería rival.

Tras el paso por los vestuarios, el conjunto de Nuno estuvo más en contacto con el balón y logró encerrar por momentos al Villarreal en su propio terreno de juego. No obstante, a los locales les seguía faltando imaginación en los últimos metros y la mayoría de sus ataques morían sin consecuencias.  El impetuoso arranque inicial se fue diluyendo con el paso de los minutos. Era un partido en el que primaba el orden y la solidez defensiva por encima de otros aspectos   del juego y los dos equipos se concentraron en esa tarea, sin ofrecer al rival ningún resquicio.

Hubo que esperar 70 minutos para ver el primer remate a puerto del Valencia, en la que fue la mejor ocasión de los de la capital del Turia. Le pegó Rodrigo desde la frontal y Paco Alcácer no acertó perforar la portería rival en el rechace que dejó Sergio Asenjo. El equipo che terminó el partido más entero y la salida de Negredo le dio algo más de mordiente ofensiva, aunque el Submarino logró acometer las tardías embestidas de su rival y que continúa ocupando puestos de Europa League.

 

Valencia CF: Alves, Barragán, Otamendi, Mustafi, Gayá (Orban, m.68); Fuego, Parejo, Andre Gomes; Feghouli (Rodrigo, m.64), Piatti y Alcácer (Negredo, m.77).

Villarreal CF: Asenjo, Mario, Musacchio, Bailly, Jaume Costa; Pina, Trigueros, Campbell (Rukavina, m.63), Jonathan dos Santos (Alfonso, m.72); Vietto y Gerard (Gio dos Santos, m.61).

Árbitro: Melero López (Comité Andaluz). Amonestó por el Valencia a Parejo y Otamendi, y por el Villarreal a Mario, Gio, Alfonso y Vietto.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 29 de la Liga BBVA disputado en el estadio de Mestalla ante 49.000 espectadores.

 


El Getafe llama a la puerta de la salvación

El conjunto azulón prorroga su momento dulce en su estadio gracias a la fragilidad defensiva de los gallegos y da un paso de gigante hacia la permanencia

 

 

Getafe y Deportivo se enfrentaban en el Colisuem en un duelo vital por alejarse de los puestos de descenso. La derrota de los tres de conjuntos que ocupan los puestos de descenso otorgaba una valor añadido a los tres puntos. La victoria supondría una bombona importante de oxígeno para el ganador y una gran paso de cara a lograr el objetivo de la permanencia. Los dos sabían de la importancia del choque pero pareció ser el Getafe quien lo entendió mejor. Los azulones saltaron al campo con personalidad, mandando en el juego y obligando al Deportivo a encerrarse en su campo. Un dominio que no se traducía en ocasiones de gol.

Los gallegos, que llevaban seis jornadas seguidas sin ganar en la Liga (2E 4D) y en cinco de ellas se quedó sin marcar, fueron sacudiéndose el dominio inicial de los madrileños y las fuerzas se igualaron. Cuando mejor estaba la situación para los de Víctor Fernández llegó el tanto local en una jugada embarullada tras un saque de esquina que acabó empujando a la red Alexis tras un despeje fallido de Fabricio. En el primer remate a puerta del choque el Getafe tomaba la delantera y obligada al Deportivo a levantarse de golpe para no marcharse de vacío de Getafe.

Pero la reacción de los gallegos se hizo esperar y fue el conjunto de Pablo Franco quien volvió a aprovecharse de la fragilidad defensiva de su rival para poner tierra de por medio en el marcador. El centro raso de Sarabia y Escudero, que sorprende llegando desde atrás, bate por alto a Fabricio encarrilando el partido cuando solo se llevaban disputados 34 minutos de juego. Muchas concesiones de los gallegos que explican su delicada situación en la Liga BBVA. Las sensaciones no eran nada buenas y era el Getafe quien parecía más cerca del gol.

Tras la mala imagen de sus hombres, Víctor Fernández optó por revolucionar el equipo con un doble cambio en el descanso. La respuesta de sus jugadores no terminaba de llegar y la sensación de tranquilidad era total por parte de los de Pablo Franco. Los minutos transcurrían si que el Dépor pudiese inquietar a Guaita. Tarde muy plácida para el guardameta valenciano. El partido pudo cambiar si a los 59 minutos de juego Lucas Pérez no llega a desperdiciar una inmejorable ocasión para marcar. El balón medido de Bergantiños y la volea de Lucas, libre de marca, que se marchó por encima del larguero con todo a su favor. Se le escapaba al Dépor la posibilidad de meterse de lleno en el partido.

Volvería a hacerlo minutos más tarde. En esta ocasión fue Oriol Riera quien cruzó en exceso el cuero ante la salida de Guaita. Respiraba el Getafe ante la falta de puntería de los gallegos. El paso de los minutos aumentaba la prisas de los gallegos, que vieron la luz al final del túnel con el tanto de Toché. El exrojiblanco desvió a la red con la puntera un centro raso de Cuenca para dar alguna esperanza a su equipo. Un tanto que no sirvió para mucho más. El Getafe prolonga su momento dulce en el Coliseum con su cuarta victoria en casa (las 4 por 2-1) en sus últimos cinco partido como local. Por su parte, el Dépor no se aleja de la zona de peligro y encadena siete partido sin ganar en Liga (2E, 5D).


Getafe CF: Guaita; Vigaray (Naldo, min. 84), Alexis, Velázquez, Escudero; Lacen, Juan Rodríguez; Pedro León (Hinestroza, min. 56), Sarabia (Alex Felip, min. 90), Diego Castro; y Álvaro.

RC Deportivo: Fabricio; Laure, Insua, Sidnei, Luisinho; Juanfran (Cuenca, min. 46), Álex Bergantiños, Celso Borges, Fariña (Cavaleiro, min. 46) (Toché, min. 65); Lucas Pérez; y Oriol Riera.

Goles: 1-0, min. 18: Alexis; 2-0, min. 34: Escudero; 2-1, min. 78: Toché.

Árbitro: Clos Gómez (Comité Aragonés). Mostró cartulina amarilla a Cavaleiro (min. 56) y a Sidnei (min. 79) por parte del Deportivo y a Diego Castro (min. 75) por parte del Getafe.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo novena jornada de la Liga BBVA disputado en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe ante cerca de 7.000 espectadores.

 


Mathieu pone cabeza al liderazgo culé

Los blaugranas se impusieron por la mínima en Balaídos con un gol a balón parado que les sirve para mantener la ventaja de cuatro puntos respecto al Real Madrid como líder de la Liga BBVA


Amanecía en la Capital de España con las palabras de Carlo Ancelotti el cual comentó en rueda de prensa que estaba seguro de que si el Real Madrid vencía los diez partidos que le restaban de cara al final de Liga, los blancos serían campeones. Para ello es necesario que el Barça debía pinchar dos veces. Según los cálculos blancos, a los culés le faltan tres visitas complicadas: Balaídos, Sevilla y Vicente Calderón. En la primera de ellas, el Barcelona arrancó los tres puntos a poco más de cuarto de hora para la conclusión de la manera más efectiva y fea posible. 0-1 gracias a un gol a balón parado, marcado por un defensa, manteniendo la portería a cero por décimo quinta vez y, sobre todo, sabiendo sufrir ante un Celta muy correoso.

Encuentro que prometía por el mimo al balón. El Barça es el equipo que promediaba más posesión por partido en esta Liga (69,55%), mientras que el Celta era el tercero que más (58,08%). Y no defraudó, pero no sería por su brillantez en el juego fluido. Sin embargo, Eduardo Berizzo no quería desaprovechar la ocasión de igualar el número de victorias que la herencia de Luis Enrique había dejado en la localidad de las Rías Baixas el curso pasado, y planteó un choque físico, en el que solo un intervalo de diez minutos recordó quien era el líder de la categoría. Fue en esos minutos cuando la MSN se descubrieron en dos oportunidades claras de gol. En la primera, Leo Messi realizó su jugada habitual de fuera a adentro para, en la frontal probar la agilidad de Sergio Álvarez. En el rechace, con todo a su favor, Neymar no supo concretar en un escorzo. La segunda fue consecuencia de ese agobio, y a empellones, el balón recayó en Luis Suárez que chutó a las manos del meta vigués.

Antes, Joaquín Larrivey supo desmarcarse en un pase interior de Nolito y cruzó bien algo escorado, pero Claudio Bravo respondió despejando el peligro. Esa fue su primera tentativa, en la segunda se revelaron todas sus deficiencias como atacante. Solo, sin nadie que le marcase, en un error defensivo garrafal de los blaugranas, se precipitó. No pensó que podía pensar, orientarse el cuero en un control y poder batir con franqueza a Claudio Bravo. Lo que hizo se escapa a cualquier descripción de remate con el interior. Entre medias, el Celta se había tomado un respiro para dejar que su público metiese la presión suficiente a un Vicandi Garrido que comprobó la música de viento de Vigo.

El conjunto olívico terminó el primer tiempo asfixiando a su contrincante, metiéndole en su propio campo y buscando un gol psicológico que condicionara la segunda parte. No fue así y de cara a los segundos 45 minutos estaría todo por decidir. Si en el primer tiempo, los celestes eliminaron el centro del campo del Barça, que aún así provocó muchas faltas. En el segundo, los blaugranas tuvieron otros bríos. Consecuencia: toma y daca. Las ocasiones eran más visitantes que locales a medida que el Celta perdía fuelle.

La polémica tuvo su lugar. A Neymar, que no tuvo su noche, le anularon un gol muy dudoso nada más empezar. Y mientras Hugo Mallo con sus remates y Nolito en sus eternos unos contra uno, entremedias el Barcelona acechaba. Messi fallaría lo infallable en boca de gol en su primer toque dentro del área en el minuto 54, a Luis Suárez se le echarían encima dentro del área y Dani Alves hacía el esperpento con la zurda cuando lo tenía todo para sí para abrir el encuentro.

En el carrusel de cambios, aparecía Xavi y cada vez el choque se estiraba más ganando en vistosidad. El capitán avisaría en una jugada personal, para que poco después efectuar su cuarta asistencia a balón parado (jamás ha dado más en una temporada liguera) para que Mathieu anotase su segundo tanto en Liga, le diese los tres puntos al Barcelona, helara Balaídos y mandar a Finisterre la presión que llegaba desde la Capital. Todo ello justo antes de que el Celta tirase de orgullo, el encuentro se enrareciera, Sergio Busquets forzase a propósito su quinta amarilla y Fabián Orellana, enrabietado por ello, le tirase un trozo de césped a la cabeza siendo expulsado.

En definitiva, el Barcelona se convierte en el equipo que más veces ha ganado en Balaídos en la historia de La Liga (20), se impone en su quinta salida consecutiva en Liga, y resiste ese desgaste que, como la lluvia que cae en los Monzones que agota sin darte cuenta, viene un año sí y otro también siempre que el Real Madrid está por detrás en la clasificación. Continúan los cuatro puntos.


RC Celta de Vigo: Sergio Álvarez, Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny; Krohn-Dehli, Augusto; Orellana, Hernández (Santi Mina, min.82), Nolito; Larrivey (Charles, min.70)

FC Barcelona: Bravo; Dani Alves, Piqué, Mathieu, Adriano; Busquets, Iniesta (Pedro, min., Rafinha (Xavi, min.56); Messi, Neymar y Luis Suárez (Rakitic, min.85).

Goles: 0-1: m.73, Mathieu.

Árbitro: Vicandi Garrido (Colegio Catalán). Expulsó al jugador del Celta Orellana (minuto 88) con tarjeta roja directa. Además amonestó a Krohn-Dehli por parte del Celta de Vigo, y a Luis Suárez y Busquets por parte del Barcelona.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigesimonovena jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 23.749 espectadores. El piragüista David Cal realizó el saque de honor en los prolegómenos del partido. 


Premio a la insistencia franjiverde

Los pericos pagan su falta de ambición y dejan pasar una buena oportunidad de dejar encarrilada la permanencia ante el conjunto de Fran Escribá

 

 

El Elche no se fue de vacío de Cornellá y arrancó un punto que puede ser de vital importancia de cara a la agónica lucha por la permanencia. Se adelantó el Espanyol tras una genialidad de Sergio García, pero lo cierto es que el conjunto de Fran Escribá llevó el peso del encuentro y trabajó mucho para lograr equilibrar el resultado. Cristian Herrera acudió al rescate de su equipo en los compases finales, estrenándose como goleador en la presente campaña.

El choque comenzó con una gran oportunidad para el cuadro ilicitiano. En una jugada ensayada a la salida de un córner, Albacar enganchó una sensacional volea desde la frontal del área que se marchó lamiendo el travesaño de la portería de Casilla. Lo cierto es que el equipo franjiverde salió al terreno de juego con gran intensidad, presionando muy arriba e imposibilitando que los pericos entraran en contacto con el cuero en los primeros compases del encuentro.

El conjunto de Sergio González estaba bastante atascado, pero Sergio García puso fin a la sequía goleadora de su equipo con un certero lanzamiento desde fuera del área, colocando el balón lejos del alcance de Tyton. Los pericos no veían portería desde el pasado 27 de febrero y lo hizo por mediación del máximo artillero del equipo en la competición liguera, con diez dianas.

Pese a adelantarse en el marcador, el conjunto barcelonés tampoco terminaba de hacerse con los mandos del partido y, salvo en la acción del gol, apenas logró generar ocasiones de peligro a lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos. De hecho, el tanto lo logró con su primer remate del encuentro.

Tras el paso por los vestuarios, equipo de Escribá salió a morder. Ya lo hizo en el primer periodo, pero en esta ocasión le obligaba el resultado adverso. Los de Sergio González, por su parte, continuaban ordenados atrás, haciendo lo justo. El equipo catalán le había  entregado la posesión al Elche, pero el conjunto ilicitano no sabía lo que hacer con el balón, puesto que la mayoría de sus ataques morían en la zona de tres cuartos con enorme imprecisión en el último pase. Eso sí, en la única vez que se asociaron con acierto Coro y Jonathas, el brasileño perdonó una ocasión clamorosa tras no acertar a superar al portero espanyolista en el uno contra uno.

El conjunto visitante obtuvo la recompensa a su esfuerzo a poco más de diez minutos para la conclusión del partido. Cristian Herrera aprovechó un rechace de Casilla tras un disparo de Jonathas, para alojar de cabeza el balón en el fondo de las mallas y equilibrar la balanza.

Los pericos, que hasta ese momento se veían ya con los tres puntos en el bolsillo, acabaron pagando caro su falta de ambición. Sergio García, que había efectuado unos cambios bastante conservadores, introdujo a Caicedo en el terreno de juego, volviendo al esquema con dos delanteros. Y Sergio García tuvo en sus botas el tanto de la victoria, pero se encontró con una providencial intervención de Tyton.

Al final, el Elche se marchó con mejor sabor de boca en un partido en el que el Espanyol dispuso de una oportunidad de oro para haber dejado encarrilada la permanencia.


RCD Espanyol: Kiko Casilla; Arbilla, Colotto, Héctor Moreno, Fuentes; Lucas Vázquez, Javi López (Caicedo, min.79), Abraham, Salva Sevilla (Cañas, min.76); Sergio García y Stuani (Víctor Sánchez, min.63).

Elche CF: Tyton; Suárez, José Ángel, Lombán, Albácar; Adrián González (C. Herrera, min.61), Mosquera; Coro (Rodrigues, min.73), Fajr, Víctor Rodríguez (Álvaro, min.85) y Jonathas.

Goles: 1-0, min.17: Sergio García; 1-1, min.77: Cristian Herrera.

Árbitro: Pérez Montero (Comité Andaluz). Amonestó a Salva Sevilla (min.26), Adrián González (min.33), Héctor Moreno (min.46), Fuentes (min.64), Mosquera (min.72) y José Ángel (min.75).

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima novena jornada de la Liga BBVA disputado en el Power8 Stadium ante 13.892 espectadores.

CLASIFICACIÓN PROVISIONAL DE LA LIGA BBVA

Posición
Equipo
Puntos
Jugados
Ganados
Empatados
Perdidos
GF
GC
1
FC BARCELONA
71
2923248117
2
REAL MADRID
67
2922168727
3
ATLÉTICO DE MADRID
62
2919555523
4
VALENCIA CF
61
2918745222
5
SEVILLA FC
58
2918475333
6
VILLARREAL CF
50
2914874326
7
MÁLAGA CF
45
29136103232
8
ATHLETIC DE BILBAO
39
29116122735
9
RAYO VALLECANO
38
29122153551
10
REAL SOCIEDAD
37
29910103438
11
RC CELTA DE VIGO
35
2998122932
12
RCD ESPANYOL
35
2998123338
13
GETAFE CF
32
2995152640
14
SD EIBAR
28
2977152740
15
LEVANTE UD
28
2977152753
16
ELCHE CF
28
2977152453
17
RC DEPORTIVO
26
2968152446
18
GRANADA CF
23
29411141952
19
UD ALMERÍA (*)
22
2967162446
20
CÓRDOBA CF
18
2939172048

(*) Sanción de tres puntos impuesta por FIFA

No hay comentarios:

Publicar un comentario