Araujo adelantó a los canarios y empató en el minuto 24 Hernán Pérez. La lluvia caída propició mucha intensidad y duras entradas. Los pucelanos afrontaron los últimos minutos con dos jugadores menos tras las expulsiones de Chica y Timor
Las Palmas obtuvo un valioso botín en el partido de ida de la primera
eliminatoria de ascenso a Primera División tras empatar (1-1) en el
estadio del Real Valladolid en un encuentro intenso y emocionante que
acabó con el conjunto local con dos jugadores menos sobre el terreno de
juego. El resultado es bueno para el equipo de Paco Herrera, pero se
antoja escaso tras un partido en el que se adelantó en el marcador y en
el que no pudo acabar imponiendo su superioridad numérica.
El conjunto insular salió sobre el encharcado césped de Zorrilla con
las ideas tremendamente claras. Los visitantes exhibieron un enorme
potencial ofensivo en los primeros minutos y Araujo consiguió abrir el
marcador cuando apenas se habían cumplido nueve minutos de partido. El
delantero argentino, máximo anotador del cuadro canario a lo largo de la
temporada, recibió un pase en profundidad, controló con el pecho y
cruzó el balón ante la salida de Javi Varas para hacer enmudecer a la
afición local.
El tanto dio aplomo a los visitantes y los pupilos de Rubí sufrían
bastante, sin poder entrar apenas en contacto con el cuero y sin llegar
apenas sobre la portería rival. Sin embargo, todo cambio con el tanto
del empate, obra de Hernán Pérez, en el ecuador del primer periodo. El
paraguayo se revolvió bien en la frontal del área y de un inapelable
zapatazo puso las tablas en el marcador después de que el balón
impactara en el palo.
Tras el tanto del conjunto vallisoletano, el choque sufrió un giro de
180 grados. Los locales tomaron el mando del partido y comenzaron a
asediar el área amarilla, aunque sin poder darle la vuelta a un marcador
que continuaba favoreciendo a los canarios. El tiempo de descanso fue
balsámico para el equipo de Herrera.
El técnico visitante realizó
cambios y dejó a Valerón en los vestuarios para tratar de darle más
consistencia a los suyos en la medular del terreno de juego. Sin
embargo, el decorado no varió sustancialmente tras el paso por los
vestuarios y los castellanos continuaron llevando la iniciativa en la
reanudación.
El juego fue más deslavazado en los segundos cuarenta y cinco
minutos. Había mucha tensión sobre el césped y las faltas y las
interrupciones pasaron a ser la nota dominante. Los locales se quedaron
con un jugador menos después de que Chica fuera expulsado por doble
amonestación. Pero el partido se le complicó aún más a los pucelanos,
puesto que Timor fue también expulsado y tuvieron que afrontar con solo
nueve efectivos el tramo final del partido.
El despliegue físico del Valladolid fue tremendo porque siguió
controlando el partido a pesar de la inferioridad numérica. De hecho,
Mujica tuvo una buena oportunidad en los compases finales. Las Palmas
fue incapaz de aprovecharse de la situación y, aunque pudo acabar
llevándose el triunfo con una postrimera oportunidad de Araujo, dejó con
vida a un conjunto vallisoletano que mantiene sus opciones de superar
la eliminatoria en el encuentro de vuelta.
Real Valladolid: Javi Varas, Chica, Samuel, Rueda, Peña, Leao, Rubio (Omar, min. 78), Timor, Hernán (Herrero, min. 78), Oscar (Mojica,, min. 60) y Roger.
UD Las Palmas: Raúl Lizoain; David Simón, David García, Aythami Artiles, Ángel López; Javi Castellano, Valerón (Hernán, min. 46); Roque (Momo, min. 67), Jonathan Viera (Vicente, min. 70), Culio; y Araujo.
Árbitro: Francisco
Manuel Arias López (Comité Cántabro). Amonestó a Leao, Peña, Óscar, y
dos veces a Chica y Timor (Valladolid), expulsados en el minuto 75 y 79,
respectivamente. Vieron también tarjeta amarilla David García, David
Simón y Culio (Las Palmas).
Goles: 0-1: Min. 8, Araujo. 1-1: Min. 23, Hernán Pérez.
Incidencias: Partido de ida de las semifinales de la promoción de ascenso a Primera División disputado en el estadio José Zorrilla ante 19.100 espectadores.
El Girona deja sus fantasmas a orillas del Ebro
Una pifia monumental del portero hundió al Zaragoza cuando tenía apabullado a su rival. Un doblete de Mata y Lejeune acercan a los de Machín a la final.
La Romareda era testigo del partido de ida de la eliminatoria de la fase de ascenso a primera división que enfrentaba a Zaragoza y Girona.
Los gerundenses tenían que levantarse del golpe anímico tras perder la
opción del ascenso directo en el último minuto de la última jornada,
mientras que el Zaragoza llegaba reforzado tras lograr el objetivo de
jugar el play off de ascenso.
De inicio los aragoneses dominaron el juego, presionando muy arriba
al Girona y disponiendo de claras oportunidades de gol. El primer gran
aviso de los maños llegó en el minuto 10 a través de una falta lateral
rematada por Rubén y desviada por Becerra de manera espectacular. En el
rechace Vallejo pudo marcar, pero Lejeune consiguió desviar el esférico a
córner cruzándose de manera providencial.
El acoso local fue en aumento y Pedro y William José trataban de
batir al portero local con disparos lejanos. Los saques de esquina se
convirtieron en un arma ofensiva habitual para los maños, que tuvieron
en Dorca a su principal rematador. En uno de los numerosos córners
botados por los maños, Sandaza casi marca en su propia portería tras un
desafortunado despeje que salió rozando el travesaño por escasos
centímetros.
La superioridad local era manifiesta pero un desafortunado error de
Whalley en el minuto 23 posibilitó que el Girona marcase en su primer
acercamiento al área contraria. El portero local esperaba que el
esférico llegase al área para atraparlo con sus manos pero Mata estuvo
más listo y se anticipó para deshacerse del guardameta y marcar a placer
con la portería vacía.
El gol afecto a la moral del Zaragoza, que pese a todo continuó
tratando de marcar para buscar el empate. Los aragoneses no llegaban con
claridad pero creaban peligro con su impetuosos ataques. El Girona
estaba más cómodo con el marcador a favor y defendiéndose con orden
logró frustrar a los jugadores locales. El marcador no se movió hasta el
filo del descanso cuando en un saque de esquina favorable a los
gerundenses, Lejeune hizo el 0-2. El córner botado por Granell fue
rematado con la cabeza por el central francés, que asestó un golpe moral
a los locales de cara a la segunda mitad.
Al inicio de la reanudación el Girona pudo sentenciar el partido,
pero Whalley desvió ligeramente un remate franco de Sandaza que no supo
aprovechar un rápido contraataque. El Zaragoza parecía haber perdido la
fuerza física desplegada durante el primer tiempo y el Girona jugó con
comodidad hasta el minuto 58. En ese instante los catalanes sentenciaron
el partido y la eliminatoria con un cambio de juego de Juncá rematado
con una potente volea por Mata.
Con 0-3 en el marcador el equipo maño dejó de creer en sus
posibilidades y apenas pudo inquietar a Isaac Becerra con algún disparo
lejano que no tuvo mayor trascendencia. Mata pudo completar su hat trick
particular con un cabezazo a bocajarro pero Whalley pudo detener el
esférico sin moverse de la meta. El delantero del Girona se pudo dar un
festín en los minutos final pero Rubén y Cabrera evitaron el triplete
del delatero con meritorias acciones defensivas.
La dureza de la derrota deja muy tocado al Zaragoza y relanza a un
Girona que prácticamente se ve en la final por el ascenso ante Las
Palmas o Valladolid. Los jugadores entrenadores por Machín tendrán que
confirmar su recuperación el próximo domingo a las cinco de la tarde en
Montilivi.
Real Zaragoza: Whalley; Fernández, Mario (Javi Álamo, min.68), Vallejo, Rubén (Cabrera, min.68), Rico; Dorca, Ruiz de Galarreta (Basha, min.55); Pedro, Eldin; y Willian José.
Girona FC: Becerra;
Cifuentes, Íñiguez, Richy, Lejeune, Juncá (Aday, min.49); Pere Pons,
Eloi Amagat (Felipe Sanchón, min.65), Granell; Mata y Sandaza (Rovirola,
min.79).
Goles: 0-1. min.23. Mata; 0-2. min.46+. Lejeune; 0-3. min.59. Mata.
Árbitro:
Valdés Aller (Comité Castellano-leonés). Amonestó a los locales
Mario y Dorca, y a los visitantes Juncá, Pere Pons y Felipe Sanchón.
Incidencias: Partido de ida de la primera eliminatoria de la promoción de ascenso a
Primera División disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante
unos 24.000 espectadores.
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