El cuadro azulgrana acaba con nueve tras las expulsiones de Luis Suárez y Sergi Roberto pero aprovecha el penalti fallado por Griezmann para seguir vivo en la Copa
No quiso especular Luis Enrique Martínez, ni con el once ni con el resultado y aunque el juego que ofreció el Barcelona fue presa de constantes imprecisiones, particularmente en el centro del campo, consiguió alcanzar su cuarta final consecutiva en la Copa del Rey, con el añadido de que Leo Messi, Jordi Alba y Samuel Umtiti, los tres jugadores apercibidos de sanción, podrán formar con la zamarra azulgrana en mayo ante el Alavés o el Celta, que mañana resolverán la otra semifinal.
Pero hubo que sufrir para llegar a esto. Jasper Cillessen tuvo que realizar varias intervenciones de emergencia frente a un belicoso Atlético que empezó el choque encerrando al Barcelona en su terreno y maniatando al trío de centrocampistas con el objetivo de desconectar a Messi y a Luis Suárez del resto del equipo. No hubo un claro dominador en el primer tiempo hasta que el argentino dijo basta en el minuto 43 y ejecutó un eslálom con tiro a puerta incluido, forzando a Miguel Ángel Moyà a lucirse. Pero no lo suficiente pues su rechace cayó sobre un solitario Suárez que no falló.
Los decibelios, no podía ser de otro modo, aumentaron en la segunda mitad. Suele decirse que el Barcelona de Luis Enrique se encuentra cómodo en los partidos de alto voltaje, y así lo demostró hasta el minuto 66, cuando Sergi Roberto vio la segunda amarilla y tras llegar tarde a una cobertura. Ahí se creció el Atlético y hasta consiguió marcar el empate a través de Antoine Griezmann pero el colegiado, Jesús Gil Manzano, invalidó la jugada por un fuera de juego inexistente.
Ello aupó al Atlético, que siguió creyendo en el gol... hasta que Yannick Carrasco perdió los papeles y fue expulsado por derribar a Arda Turan cuando intentaba salir a la contra, igualando las ternas al cabo de pocos minutos en este aspecto. Messi se encargó de recordarles a los colchoneros que en el Camp Nou no manda nadie más que él con un tiro de falta que encontró la madera. Sin embargo, la jugada que enterró definitivamente al Atlético la protagonizó Griezmann tras enviar a las nubes el penal que claramente había cometido Gerard Piqué.
Con todavía diez minutos por delante el Atlético renunció a darse por vencido. El propio Griezmann asistió a Kevin Gameiro para que pusiera las tablas y los nervios en el cuerpo de los jugadores azulgrana, que acabaron achicando balones para evitar una prórroga peligrosísima, especialmente tras la expulsión de Luis Suárez en el último minuto por un codazo. Le faltaron minutos al Atlético frente a un Barcelona que supo sufrir para asegurarse su cuarta final consecutiva en la Copa del Rey
FC Barcelona: Cillessen; Sergi Roberto, Gerard Piqué, Umtiti, Alba; André Gomes, Rakitic (Iniesta, min. 72), Denis Suárez (Mascherano, min.61); Messi, Luis Suárez y Arda (Busquets, min.69)
Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Godín (Lucas, min. 49), Savic, Filipe Luis; Carrasco, Koke, Saúl, Gaitán (Correa, min. 48); Griezmann y Fernando Torres (Gameiro, min.61).
Goles: 1-0, min.43: Luis Suárez. 1-1, min.83: Gameiro.
Árbitro: Gil Manzano (Comité Extremeño). Mostró cartulina amarilla a Sergi Roberto (min.19), Carrasco (min.36), Rakitic (min.66), Cillessen (min. 76), Savic (min. 77), Luis Suárez (min.87), Filipe Luis (min.94) y Sergio Busquets (min.95). Expulsó a Sergi Roberto (min.57), Carrasco (min. 70) y a Luis Suárez (min.90) por doble amonestación.
Incidencias: Asistieron al partido 67.734 aficionados en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey disputada en el Camp Nou
Vitoria entera, finalista y de borrachera
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