Victoria menos cómoda de lo esperado del Valencia ante un rival en situación delicada que puede acabar la jornada en descenso. Dos goles de Feghouli firmaron para el jugador francés su mejor partido desde que llegó al cuadro de Emery.
Era un encuentro que quizás no tenía el
cartel de gran cita para el espectador en general pero que ambos
conjuntos era una prueba de fuego a sus respectivas dinámicas de
resultados.
Tanto Valencia como Getafe habían entrado en un estado de forma en lo que a imagen y estética se refiere algo preocupante,
lo que convertía a la cita en la capital del Turia una importante
prueba de fuego para intentar salir de la negatividad deportiva
instaurada en ambos vestuarios.
El Valencia actuaba de local y
ejerció como tal desde el inicio de encuentro. Tenía la posesión del
balón desde el comienzo y pronto llegarían buenas noticias para los
valencianistas. Sería en el minuto 12 cuando los locales se adelantarían en el marcador con un gol de un jugador inesperado. Feghouli se
estrenaría en el Campeonato Nacional de Liga como jugador ché y
adelantaría a los blanquinegros muy pronto en el luminoso del coliseo
valencianista.
El jugador francés era la novedad nuevamente en el
once de Unai Emery y la confianza de las últimas citas comenzaba a ser
devuelta a base de goles.
El encuentro comenzaba a orientarse
para los de Mestalla, pero los de Luís García no se achicarían por ello e
intentarían encontrar con peligro la portería defendida por Vicente
Guaita. Así, ante la insistencia de los azulones sumado a una relajación
de los locales por la ventaja llegaría el gol visitante y el empate en el marcador tras una buena jugada. Lograba la igualada Diego Castro.
Un
gran inicio de encuentro con dos goles en apenas veinticinco minutos
hacían presagiar que ambos conjuntos íban a dejarlo todo sobre el
terreno de juego para lograr tres puntos muy importantes de cara a sus
respectivos objetivos de la temporada.
Dos minutos durarían las tablas, ya que nuevamente el sorprendente Feghouli lograría adelantar a su equipo en el marcador.
Dos goles inesperados en su persona pero que colocaban por delante a
los suyos y ganaba la confianza personal que tanto necesitaba.
Un
primer tiempo interesante, con goles y espectáculo que alegraba la
triste y gris tarde que se vivía en la capital del Turia por la lluvia.
Tras
el descanso ambos conjuntos mantuvieron los niveles de la primera
mitad. El Valencia con la ventaja en el marcador era conocedor que quien
debía arriesgar eran los getafenses, por los que basaban su juego en
posesiones largas en busca de que la gente de arriba acabara las
ocasiones con lanzamientos contra la portería del ex-portero del
Valencia Moyá.
Por su parte, el Getafe no renunciaba a optar a sus posibilidades, por lo que siguió buscando la portería contraria.
Así, y con el tiempo en su contra, Luís García introduciría un segundo
delantero puro para acompañar a Dani Güiza. La entrada de Miku, que
volvía a Mestalla, dió más peso ofensivo a los azulones, pero la defensa
valencianista se mostraba seria tanto al cruce como en el juego aéreo.
El
Valencia no mostraba su mejor nivel, pero tampoco era necesario ante un
rival que realmente no creaba peligro serio. Sin embargo, la mínima
ventaja en el marcador hacía que cada llegada del Getafe, por muy
peligrosa o instrascendente que fuera, colocara el murmullo en la grada
ché.
Sin embargo, a falta de quince minutos llegaría la tranquilidad para la parroquia local cuando Aritz Aduriz colocaba el 3-1 en el marcador y
lograba su primer gol de la temporada. Un gol psicológico tanto para el
propio delantero vasco como para su equipo, ya que así podían
concienciarse en los últimos quince minutos de partido con más ventaja y
controlar en mayor porcentaje la posesión del esférico.
Con más
ventaja la afición disfrutaba en la grada y el equipo se sentía más
cómodo en el marcador. El Getafe quería pero ya no tanto como instantes
antes, ya que el tercer gol suponía un esfuerzo demasiado elevado para
tan poco tiempo.
Victoria del Valencia importante en casa
ante un rival que llegaba en problemas y que supera con éxito una
importante prueba justo antes de la primera final seria de la temporada
el próximo martes en Liga de Campeones. Los de Luís García se complican muy mucho la vida y al término de la jornada podrían acabar en puestos de descenso.
Valencia CF: Guaita, Miguel, Rami, Víctor Ruiz, Mathieu, Albelda, Banega, Pablo, Jonás (Piatti, m.77), Feghouli (Jordi Alba, m.56) y Soldado (Aduriz, m.62).
Getafe CF: Moyá, Miguel Torres (Miku, m.62), Cata Diaz, Lopo, Mané, Valera, Rubén Pérez (Lacen, m.46), Michel, Diego Castro, Barrada y Güiza.
Goles: 1-0, m.12: Feghouli. 1-1, m.23: Diego Castro. 2-1, m.24: Feghouli. 3-1, m.76: Aduriz.
Árbitro: Fernández Borbalán (Colegio Andaluz). Amonestó por el Valencia a Feghouli y Albelda y por el Getafe a Rubén Pérez y Diego Castro.
Incidencias: Partido disputado en el campo de Mestalla ante 20.000 espectadores. Terreno de juego rápido por la lluvia caída sobre Valencia. Asistió al partido el seleccionador nacional Vicente del Bosque.
Óxigeno para Garrido
El Submarino Amarillo venció por 2-0 al Rayo Vallecano en un partido con mucho ritmo pero pocas ocasiones, llegando incluso a fallar un penalti.
El Villarreal volvió a la senda de la victoria ante un Rayo muy flojo en ataque. Los goles de Bruno y Borja Valero dan un pequeño respiro a un Juan Carlos Garrido asediado por las lesiones.
Nunca había estado tan señalado el técnico villarrealense, Juan Carlos Garrido,
como en este partido ante el Rayo Vallecano. Una derrota ante los
madrileños hubiera puesto en la cuerda floja a un entrenador que cada
día suma una mala noticia en forma de lesión. Sin embargo, el conjunto
amarillo supo reponerse de las adversidades y conseguir los 3 puntos en
un partido clave.
Con la única referencia en la delantera de
Marco Ruben, debido a las lesiones de Nilmar y Rossi, el Villarreal
saltó al campo con una actitud muy distinta a la que mostraron en el
pasado partido frente al Madrid en el Bernabéu. De ese ímpetu llegaría
el primer gol cuando, en el minuto 20, Bruno remataba un córner en el área pequeña y ponía la tranquilidad tanto en las gradas como en el banquillo local.
La
tranquilidad no duraría mucho ya que a continuación Cani tuvo que ser
sustituido por Camuñas, en la enésima lesión de rodilla de un jugador
amarillo. Sin embargo, Sandoval también tuvo su ración de lesión y
Tamudo dejó el campo lesionado dejando su lugar a Koke. Antes del
descanso incluso pudo aumentar su renta el conjunto amarillo en un
penalti cometido por Javi Fuego sobre De Guzmán. Marcos Senna fue el
encargado de lanzarlo y Cobeño el encargado en pararlo y dar un poco más
de aliciente a su equipo.
Tras la reanudación, el fantasma de
las lesiones volvió a aparecer por El Madrigal para llevarse a Senna y
Marco Ruben a los vestuarios, el único delantero sano hasta el momento
de la primera plantilla. Poco a poco el Rayo intentó buscar la igualada
pero con más corazón que cabeza. Pese a intentarlo, el gol que llegó fue
el segundo del Villarreal, gracias a un buen disparo de Borja Valero en el minuto 66.
Tras
el segundo gol el conjunto de Garrido se dedicó a controlar el
encuentro y los ataques del Rayo. Al final victoria muy importante de un
Villarreal que coge aire y sale del descenso con 10 puntos. Por su parte, el Rayo suma su cuarta derrota pero sigue con 12 puntos en la zona tranquila de la tabla
Villarreal CF: Diego Lopez, Zapata, Gonzalo,
Musacchio, Catalá; Senna (Mario, min.49), Bruno, Cani (Camuñas,
min.23), De Guzman; Borja y Marco Ruben (H.Pérez, min.49).
Rayo Vallecano: Cobeño; Tito (Pacheco, min.67), Arribas,
Jordi, Casado; Javi Fuego, Movilla (Trashorras, min.59); Lass, Michu,
Piti, Tamudo (Koke, min.20).
Goles: 1-0, min.20, Bruno. 2-0, min.66, Borja Valero.
Árbitro: Turienzo Alvarez (Colegio Castellano-Leonés).
Amonestó con tarjeta amarilla a Catalá (min.72), Diego López (min.86)
del Villareal; y a Jordi (min.20), Arribas (min.34), Tito (min.34), Javi
Fuego (min.39), Michu (min.72) y expulsado el técnico del Rayo
Sandoval.
Incidencias: Partido de la undécima jornada de Primera División disputado en el
estadio de El Madrigal ante 10.000 espectadores y jugado ya con el balón
oficial de color amarillo, para invierno. Terreno de juego rápido en un
partido en el que la lluvia acompañó en muchas fases del mismo.
A debates absurdos, tripletes silenciadores
El Barcelona, que llegaba con sólo tres goles en los últimos tres partidos, pasó por encima de a un pobre Mallorca con tres dianas de Messi, una de Cuenca y otra de Dani Alves.
Después de dos partidos en Liga con una ligera sequía goleadora, el Barça sometía al Mallorca endosándole cuatro goles mediante lo goles de Isaac Cuenca y Leo Messi que un Hat Trick resolvía dudas y fantasmas respecto a su rendimiento en los últimos partidos.
Barça y Mallorca se lanzaban al Camp Nou con distinta actitud pero
mismo objetivo, Ganar. Unos por despejar las dudas de esa Mini Crisis
que se le atribuye, los otros intentar ganar para sacar un buen grado
de motivación además de la correspondiente mejoría en la tabla
clasificatoria.
Pep Guardiola decidía innovar de nuevo en su alineación inicial,
innovación lógica sin embargo dando descanso a Xavi Hernández y
confiando de nuevo en el joven Isaac Cuenca en el extremo derecho.
También confió el técnico blaugrana en la misma defensa que ante el
Granada.
Joaquín Caparrós también daba su toque de sorpresa al colocar en el
equipo inicial al joven delantero del filial Álvaro Giménez debutando
en primera división con 21 años. Muy atrevido el sevillano con su
planteamiento a pesar de que su equipo no tardó en meterse atrás nada
más comenzar el partido.
Una técnica que según se ha podido ver en los últimos partidos,
parece funcionar ante el Barça, bien aplicada y con rigor si se puede
aguantar como mínimo el 80% del partido. No fue el caso. El
planteamiento defensivo de Caparrós intentaba emular a buenas
actuaciones de Granada o Sevilla, pero el Mallorca no supo cerrar los
huecos.
Tanto fue así que en el minuto sucede lo que muy usualmente no le
ocurre al Barça en esta temporada. Penalti a favor, por mano de Nsue
dentro del área tras un centro fenomenal de Adriano Correia.
El encargado de lanzar la pena máxima fue Leo Messi claro con el
objetivo de despejar algunas dudas infundadas, sobre el bajón que había
podido sufrir tanto personalmente como todo el equipo en los últimos
partidos.
Esta vez no fallaba el argentino poniendo el primer tanto en el
marcador. A partir de ahí, el de Rosario se empeñó en demostrar que
quien le critica, debería saber que finalmente acabará tragándose sus
palabras.
Ultra-motivación de Messi, que se ponía el mono de trabajo y en el
minuto 21 ya estaba celebrando el segundo. Es Cuenca de nuevo el que
pone el balón al área para que tras un leve roce de Adriano, sea el
argentino el que solo tiene que empujarla hacia la red.
Lo que pasó en el Camp Nou a partir de ese momento se puede definir
con pocas palabras. Al borde de la media hora el balón, centrado por
Dani Alves, regresa de nuevo a los pies del mismo protagonista, que
pega de primeras y convierte su Hat Trick de la tarde.
Parecía que Messi jugara solo, únicamente rodeado que de gente que
le centraba, le pasaba o le cedía el balón para que lo metiese entre
los tres palos. Dudas despejadas con el argentino que sometía al
Mallorca que, por otro lado, no tuvo la intención de jugar en toda la
primera parte.
El segundo periodo comenzaba adormilado en el campo mallorquinista,
ídem que en la primera mitad. Se veía al equipo de Caparrós como
sopesando una solución que no llegaba, no obstante en parte porque el
Barça no le dejaba.
En estas, Leo Messi decidía que “no le apetecía” meter el cuarto y
le pasa el testigo al joven delantero del filial Isaac Cuenca que,
habilitado fabulosamente por un pase entrelineas de Thiago regatea a
Aoutate para dibujar el cuatro en el luminoso. Se demostraba así la
confianza de Guardiola en el jugador del filial.
Con la renta de cuatro goles, el Barça
comenzaba la dosificación y daba entrada a Puyol en el medio centro y a
otro canterano, Deloufeu sustituyendo a David Villa. Caparrós también
quiso dar un punto de frescura después del descanso colocando a Crespí
en el lugar de Ramis y Zuiverloon por Tissone, cosa que no consiguió no
obstante.
Suele suceder con cuatro goles a favor, y el Barça bajaba el ritmo,
aunque el Mallorca no parecía aprovecharlo. Aun así las ocasiones
blaugranas se repetían por ninguna clara de los de Caparrós, que
estaban sufriendo un partido larguísimo en su visita a Barcelona.
Las pocas veces que el Mallorca pudo tener el balón o llegar al área
culé, fue como si le das la pelota a un cojo. Ni se vio ni se esperó a
los baleares que no supieron jugar ni a la ofensiva ni a la defensiva.
Con el tiempo ya cumplido, mismos papeles para ambos equipos, con un
Mallorca indefenso y que frenaba con una entrada demasiado agresiva a
Leo Messi con el partido casi acabado. No sabían que esa última falta
sería la culpable de que pocos segundos después, la Manita de cinco
goles se hiciese presente con un gol desde fuera del área de Dani Alves,
que daba así el punto y final al sufrimiento balear.
FC Barcelona: Valdés; Dani Alves,
Macherano, Abidal (Piqué, min.46); Thiago, Busquets (Puyol, min.59),
Keita; Messi; Cuenca, Villa (Gerard Deulofeu, min.63) y Adriano.
RCD Mallorca: Aouate; Joao, Chico, Ramis (Crespi, min.46), Bigas; Cendrós, Martí, Tissone (Zuiverloon, min.46), Nsue, Castro; y Alvaro.
Goles: 1-0, min.13: Messi (p). 2-0, min.21: Messi. 3-0, min.30: Messi. 4-0, min.50: Isaac Cuenca. 5-0, min.90+: Dani Alves.
Árbitro: Pérez Montero, del comité andaluz. Mostró cartulina amarilla a Nsue (min.13), Alves (min.73) y Bigas (min.90).
Incidencias: Partido de la undécima jornada de la
Liga, disputado en el Camp Nou ante 80.635 espectadores, según datos
facilitados por la organización.
Higuaín mantiene al Madrid en un partido de dos caras
Pipita adelantó a los blancos en el minuto 8. La primera parte fue toda del Madrid, pero en la segunda la Real consiguió incomodar a los de Mourinho hasta disputarle los 3 puntos
“No sería una sorpresa si en uno de estos partidos acabamos perdiendo” decía Mourinho en
la previa del choque ante la Real. Y a punto estuvo de dar en el clavo.
Y es que el Real Madrid se llevó finalmente la victoria y el
consecuente liderato, pero tuvo que lucharlo mucho más de lo que decía el tempranero gol de Higuaín. Los pupilos de Mourinho volvieron a firmar nuevamente una primera parte excelsa, aunque esta vez sin el acierto ni la claridad que en partidos anteriores. Y sin embargo en la segunda mitad, la Real sacó sus uñas hasta el punto de tener más ocasiones que los visitantes, incomodando a los madridistas como hacía tiempo que nadie lo hacía en un partido que tuvo dos caras radicalmente opuestas.
De inicio, el Real Madrid salió al césped de Anoeta certificando una vez más que es otro distinto. Mourinho subraya la presión más asfixiante y la defensa más adelantada como los motivos de esta transformación. Pero lo cierto es que es mucho más. Este Madrid ahora tiene muchas más variantes que antes, es más imprevisible, más profundo. Los contrarios lo saben, y por eso Montanier por ejemplo dispuso una defensa de cinco jugadores, acompañados por una línea de cuatro mediocampistas para resguardarse las espaldas. Pero los jugadores blancos también lo saben, están crecidos, se gustan, y aunque enfrente tengan un muro alto, como el que intentó construir la Real con nueve jugadores, ellos sólo ven un bordillo.
De inicio, el Real Madrid salió al césped de Anoeta certificando una vez más que es otro distinto. Mourinho subraya la presión más asfixiante y la defensa más adelantada como los motivos de esta transformación. Pero lo cierto es que es mucho más. Este Madrid ahora tiene muchas más variantes que antes, es más imprevisible, más profundo. Los contrarios lo saben, y por eso Montanier por ejemplo dispuso una defensa de cinco jugadores, acompañados por una línea de cuatro mediocampistas para resguardarse las espaldas. Pero los jugadores blancos también lo saben, están crecidos, se gustan, y aunque enfrente tengan un muro alto, como el que intentó construir la Real con nueve jugadores, ellos sólo ven un bordillo.
Y de ahí que, como ya sucediera en partidos anteriores, la igualdad a nada apenas durara unos minutos en el marcador. Ocho concretamente fue esta vez, hasta que Higuaín perforó
la portería local en un gol que reflejaba a la perfección el momento de
gracia que atraviesa este equipo. En un ataque en estático, el cuero
llegó a la banda izquierda, donde estaba Coentrao, el luso mantuvo la
pelota el tiempo justo para que al Pipita le diera tiempo a llegar desde
la corona del área del lado contrario. De nada sirvió que hubiera cinco
defensas, el balón atravesó la línea defensiva como cuchillo
caliente en mantequilla hasta llegar a los pies de Higuaín, para que
éste marcara el primer tanto picando la pelota por encima de
Bravo en el mano a mano. Casi de la nada, los pupilos de Mourinho habían
logrado un gol que hubiera podido cambiar por completo el guión del
partido.
Sin embargo no lo hizo. Pues como ya le sucediera al Villarreal, la Real Sociedad fue incapaz de quitarse de encima a un Real Madrid sediento de goles y muy constante en su presión. Así, el cuadro blanco bien pudo haber robado cien millones de balones sólo en la primera parte, provocando que los blanquiazules apenas pasaran de la línea divisoria en cuarenta y cinco minutos. Trama idéntica a la de las últimas semanas. Eso sí, a diferencia de lo que sucedió en partidos anteriores, el cuadro blanco no vio puerta con tanta facilidad. Sí encontró la posesión, sí un dominio del balón con un fútbol rápido y combinativo, sí también ataques rápidos desde las bandas –más por un excelso Di María que por un atropellado Ronaldo-, pero no los huecos necesarios para ver con claridad a Bravo. La diferencia entre una matrícula de honor y un notable. Esa pequeña diferencia quizás entre lo que aportan Lass y Coentrao en ataque, en comparación con Khedira y Marcelo.
De hecho, antes del descanso, el Real Madrid ‘sólo’ acechó al meta chileno con un cabezazo de Ramos al saque de un córner, y con sendos disparos de Ronaldo y Di María teniendo a varios defensas delante. Fue al borde del descanso cuando Higuaín tuvo la ocasión más clara al encontrar un pase imposible de Di María en profundidad, pero Bravo detuvo maravillosamente el mano a mano.
Y quién sabe si esa acción despertó los instintos de los txurdi urdin, o si fueron los ánimos por verse sólo con un gol por debajo al descanso, pero lo cierto es que lo que no logró el gol de Higuaín, sí lo consiguió el paso por los vestuarios. Y es que tras la reanudación los locales adelantaron sus líneas, provocando más perdidas en los blancos y dibujando así un partido mucho más abierto, con más imprecisiones, y por tanto, más alternativas. No en vano, tanto Vela como Griezmann obligaron a Casillas a emplearse a fondo para despejar sendos fortísimos disparos desde lejos rondando el minuto sesenta de partido.
Que la Real se quitara el corsé fue indudablemente beneficioso para los locales, que durante la segunda parte vivió casi más tiempo en el campo contrario que en el propio, haciendo que los blancos se encontraran realmente incómodos, como hacía tiempo que no se veía. Aunque eso sí, el Real Madrid también dio la cara cuando tuvo que dejar el esmoquin en el armario y ponerse el mono de trabajo en un partido tenso, loco y atropellado. Y es que lejos de tener que intervenir en apenas dos o tres ocasiones, en Anoeta tanto los centrales como los laterales merengues tuvieron que sudar sangre… y lo hicieron. Sobre todo un potente Ramos, ahora jefe de la defensa desde el centro, y que incluso pudo haber marcado en un contraataque a pase de Di María en uno de los muchos y hoy infructuosos contraataques blancos.
Al final, merced a esa eficaz que no ortodoxa defensa, la Real no llegó a tener más ocasiones realmente claras ante Casillas pese a que sí tuviera alternativas en la posesión, con lo que el marcador se mantuvo con ese 0-1 que campeaba desde el minuto ocho dejando al Madrid como líder momentáneo. Un liderato logrado con más sufrimiento del que hubiera parecido ochenta y dos minutos antes.
Sin embargo no lo hizo. Pues como ya le sucediera al Villarreal, la Real Sociedad fue incapaz de quitarse de encima a un Real Madrid sediento de goles y muy constante en su presión. Así, el cuadro blanco bien pudo haber robado cien millones de balones sólo en la primera parte, provocando que los blanquiazules apenas pasaran de la línea divisoria en cuarenta y cinco minutos. Trama idéntica a la de las últimas semanas. Eso sí, a diferencia de lo que sucedió en partidos anteriores, el cuadro blanco no vio puerta con tanta facilidad. Sí encontró la posesión, sí un dominio del balón con un fútbol rápido y combinativo, sí también ataques rápidos desde las bandas –más por un excelso Di María que por un atropellado Ronaldo-, pero no los huecos necesarios para ver con claridad a Bravo. La diferencia entre una matrícula de honor y un notable. Esa pequeña diferencia quizás entre lo que aportan Lass y Coentrao en ataque, en comparación con Khedira y Marcelo.
De hecho, antes del descanso, el Real Madrid ‘sólo’ acechó al meta chileno con un cabezazo de Ramos al saque de un córner, y con sendos disparos de Ronaldo y Di María teniendo a varios defensas delante. Fue al borde del descanso cuando Higuaín tuvo la ocasión más clara al encontrar un pase imposible de Di María en profundidad, pero Bravo detuvo maravillosamente el mano a mano.
Y quién sabe si esa acción despertó los instintos de los txurdi urdin, o si fueron los ánimos por verse sólo con un gol por debajo al descanso, pero lo cierto es que lo que no logró el gol de Higuaín, sí lo consiguió el paso por los vestuarios. Y es que tras la reanudación los locales adelantaron sus líneas, provocando más perdidas en los blancos y dibujando así un partido mucho más abierto, con más imprecisiones, y por tanto, más alternativas. No en vano, tanto Vela como Griezmann obligaron a Casillas a emplearse a fondo para despejar sendos fortísimos disparos desde lejos rondando el minuto sesenta de partido.
Que la Real se quitara el corsé fue indudablemente beneficioso para los locales, que durante la segunda parte vivió casi más tiempo en el campo contrario que en el propio, haciendo que los blancos se encontraran realmente incómodos, como hacía tiempo que no se veía. Aunque eso sí, el Real Madrid también dio la cara cuando tuvo que dejar el esmoquin en el armario y ponerse el mono de trabajo en un partido tenso, loco y atropellado. Y es que lejos de tener que intervenir en apenas dos o tres ocasiones, en Anoeta tanto los centrales como los laterales merengues tuvieron que sudar sangre… y lo hicieron. Sobre todo un potente Ramos, ahora jefe de la defensa desde el centro, y que incluso pudo haber marcado en un contraataque a pase de Di María en uno de los muchos y hoy infructuosos contraataques blancos.
Al final, merced a esa eficaz que no ortodoxa defensa, la Real no llegó a tener más ocasiones realmente claras ante Casillas pese a que sí tuviera alternativas en la posesión, con lo que el marcador se mantuvo con ese 0-1 que campeaba desde el minuto ocho dejando al Madrid como líder momentáneo. Un liderato logrado con más sufrimiento del que hubiera parecido ochenta y dos minutos antes.
Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez
(Agirretxe, min. 83), Demidov, Iñigo Martínez, Mikel González, Cadamuro;
Estrada (Griezmann, min. 60), Markel Bergara (Pardo, min, 85), Mariga,
Xabi Prieto; Vela.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao;
Xabi Alonso, Lass (Khedira, min. 68), Di María, Özil (Kaka, min. 63);
Cristiano Ronaldo e Higuain (Benzema, min. 81).
Gol: 0-1, min. 9: Higuaín.
Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Amonestaciones a Cadamuro, Carlos Martínez, Markel Bergara, Iñigo Martínez, Arbeloa, Sergio Ramos.
Incidencias: 27.000 espectadores en el estadio de Anoeta.
Presencia en la grada de varias decenas del grupo Ultra Sur, custodiados
en todo momento por efectivos de la Ertzaintza.
Sporting y Athletic mantienen la costumbre
Cualquiera pudo ganar un duelo muy igualado en El Molinón. El Athletic se adelantó en el marcador, pero Bilic aprovechó un balón muerto para empatar el partido. Cuarto empate consecutivo entre ambos equipos en El Molinón desde el último ascenso asturiano en 2008.
Partido muy igualado en El Molinón entre
Sporting de Gijón y Athletic Club, en el que ninguno de los dos se ha
impuesto sobre el otro y, por tanto, lo más normal y justo era el
empate a 1-1 que campeaba en el luminoso al término del encuentro.
Si hubo alguien que pudo llevarse los tres puntos éste fue el
conjunto dirigido por Marcelo Bielsa, simplemente por ese escalón por
encima de los locales en calidad y por haberse adelantado en el
marcador a la hora de partido. Era Markel Susaeta el colocaba el 0-1 en
el minuto 63 tras botar David López un córner desde la derecha y
peinarlo en el primer palo Gaizka Toquero.
Posteriormente, era Mate Bilic, que había toro su sequía goleadora
de año y medio contra el Mallorca, el que igualaba el encuentro al
aprovecharse de la enésima falta no señalada sobre los leones al borde
del área, tras la cual el nueve rojiblanco pudo chutar a portería y,
desvío en Barral mediante, el balón se alojaba en las mallas de un
Iraizoz quizá algo adelantado.
En la primera parte fueron los de Manolo Preciado los que llegaban
con más peligro a la portería de los leones, dos de ellas con mucho
peligro: en la primera, la parroquia sportinguista pedía penalti por un
supuesto derribo de San José a Barral, y en la segunda ocasión
Iturraspe le robaba el balón al delantero local cuando estaba a punto
de embocar a gol.
A partir de ahí el encuentro se disputaba en el centro del campo y
ninguno de los dos consiguió crear peligro. En la segunda parte el
partido discurría por los mismos derroteros, pero el Athletic sin
Muniain ni Llorente en el campo perdía mucho en labores ofensivas. El
encuentro fue volviéndose poco a poco en un ida y vuelta en el que
Iraizoz tuvo que sacar una mano fenomenal tras un remate de cabeza en
el área pequeña.
Las aproximaciones de los de Bielsa no creaban peligro y el Sporting
conseguía con más coraje que juego plantarse en el área visitante pero
sin crear ocasiones claras. Por tanto, al finalizar, reparto justo de
punto y ambos equipos prosiguen con sus rachas: los de asturianos con 7
puntos de los últimos 9 y los vascos con 8 partidos seguidos sin
perder.
Sporting de Gijón: Juan Pablo, Lora, Botía,
Iván Hernández, Canella, Eguren, Rivera (Bilic m.64), Óscar Trejo (Luis
Morán m.72), André Castro, De las Cuevas y Barral.
Athletic de Bilbao: Iraizoz, Iraola, Ekiza (Toquero m.45),
San José, Aurtenetxe, Iturraspe, Herrera, Susaeta, De Marcos, Muniain
(David López m.61) y Llorente (Ibai Gómez (m.64).
Goles: 0-1. m.62: Susaeta. 1-1. m.70: Barral.
Árbitro: González González. Mostró tarjetas amarillas a Iraola (m 11), Susaeta (m 23), Trejo (m 26), San José (m 90)
Incidencias: Alrededor de 23.000 espectadores en el estadio de El Molinón. Partido correspondiente a la undécima jornada de la Liga BBVA.
Y al final, el Levante aterrizó en Pamplona
Los granotas perdieron 2-0 en el Reyno de Navarra contra un Osasuna que comenzó muy fuerte el partido y supo mantener la ventaja en el marcador incluso con un hombre menos.
Después de tres partidos en la semana era previsible que JIM iba a introducir cambios en su once tipo, los cambios fueron en su línea de defensa, salieron Pedro López y Del Horno por el sancionado Juanfran y Javi Venta. Mientras tanto en el equipo de Mendilibar la única baja notable era la de Kike Sola.
El Levante salió al partido serio, el equipo de JIM acababa todas
las jugadas y daba la sensación de un equipo con mucho oficio como iba
siendo costumbre, el Levante avisó en un par de ocasiones. En los
primeros minutos del partido se retiró Marc Bertran por Damiá por
lesión. El Levante volvía a avisar en un remate de Kone que se escapó. Se llevaban casi 15 min del partido y ya habían avisado los dos equipos, el
Osasuna también gozó de oportunidades para adelantarse en el marcador
pero el Levante supo aguantar las embestidas, entre ellas una jugada
personal de Cejudo que salvo Munúa de ser el primer gol del partido. A
medida que pasaba el partido el Osasuna iba haciendo dueño del partido,
ganaba metros jugada tras jugada y controlaba las salidas rápidas del
Levante. A los 30 minutos, en el Osasuna, Sergio tuvo que retirarse por
una lesión muscular y entró Flaño para sustituirle.
El equipo pamplonica llevaba los mandos del encuentro
y anulaba las salidas del Levante, ahogaba la salida del balón. En el
min. 39 Cejudo entrando por la banda derecha hacia dentro disparó y con
suerte dio en un defensa del Levante que acabo metiendo el balón en la
portería. Gol de Cejudo y el Osasuna se adelantaba en el marcador
merecidamente. 3 min después en una jugada extraña en el área
levantinista acaba en un rechace para Nino que no perdona y marca el
segundo gol del partido. Gol del Osasuna que se iba al descanso con una
clara ventaja en el marcador. Las internadas por la banda derecha del
Osasuna hicieron mucho daño al Levante y JIM debía buscar un plan B para
continuar la racha.
La segunda parte comenzó sin muchos cambios y con el mismo dominio
por parte del equipo rojillo que era dueño de las oportunidades. El
tercer gol de Osasuna estaba más próximo que el primero del Levante. En el Levante salió Iborra por Farinós. En
el min. 54 Cejudo fue expulsado por doble amarilla y dejaba a su equipo
con 10, el partido se abría para el Levante y de ahora en adelante el
equipo granota iba a adueñarse del partido intentando la remontada. JIM
daba entrada al héroe del último partido, R. Suarez, que entraba por
Juanlu como primera medida.
El partido comenzó a cambiar de dueño
gracias a la expulsión y el Levante empezó a llegar por bandas,
llegando a portería y manteniendo la posesión del balón. JIM dio entrada
a Aranda por Nano y empezó a jugar con tres defensas: el plan B del
Levante. Mientras tanto Mendilibar saco del terreno de juego a Raúl García,
el mejor del Osasuna y dio entrada a Rubén para colocar una defensa de
5. El partido era un recital del Levante en ataque y el Osasuna detrás
defendiendo el resultado hasta el final del partido. El Osasuna sale
airoso de una semana con rivales directos con dos victorias y un
empate. Iturralde tuvo varias polémicas en una partido fácil.
El Levante pagó cara la primera mitad en la que no supo materializar
sus ocasiones y la acumulación de partidos en la semana. El Osasuna
manejó el partido en la primera mitad y logro frenar el juego granota.
Primera derrota del equipo de JIM en lo que va de campeonato y se queda
3º tras Madrid y Barça.
Atlético Osasuna: Andrés Fernández; Marc Bertrán
(Damià, m.13), Lolo, Sergio (Miguel Flaño, m.34), Raitala; Puñal,
Nekounam; Cejudo, Raúl García (Rubén, m.77), Ibrahima; y Nino.
Levante UD: Munúa; Pedro López, Ballesteros, Nano (Aranda, m.65),
Del Horno; Valdo, Xavi Torres, Iborra (Farinós, m.54), Juanlu (Rubén,
m.61); Barkero y Koné.
Goles: 1-0, m.40: Cejudo. 2-0, m.44: Nino.
Árbitro: Iturralde González (Comité Vasco). Expulsó por doble
amarilla al jugador de Osasuna Cejudo (m.40 y m.58). Amonestó a Raúl
García (m.62), de Osasuna, y a Iborra (m.49), Del Horno (m.83) y Valdo
(m.86), del Levante.
Incidencias: Partido de la undécima jornada de Liga disputado en el estadio Reyno de Navarra ante 15.399 espectadores.
El Racing sobrevive en medio de la tempestad institucional
Los cántabros, que no ganaban desde el mes de mayo, han hecho bueno un tanto de penalti de Stuani para firmar la sexta derrota consecutiva en fila de los de Pepe Mel. Celebró El Sardinero la primera victoria de la temporada en medio de un clima enrarecido.
Paso hacia delante de los cántabros y
nuevo traspiés de los andaluces. Los de Héctor Raúl Cúper salen
fortalecidos tras un triunfo trabajado ante un equipo peleón como el
Real Betis (1-0).
Salieron los andaluces apostando por el manejo
del balón y siendo el dominador de la posesión. Los andaluces jugaban
con velocidad -un peligro que llegaba desde ambas bandas- mientras el
Racing esperaba agazapado. Pepe Mel apostó por un 4-3-3 y se notó una
mayor fluidez en el juego. Valiente y riguroso el planteamiento
visitante. Más ambicioso y atrevido.
Sin Francisco Pernía
en el palco, la afición local apoyaba a su equipo, ensimismado y
golpeado por una realidad intranquila. Pereira estuvo muy activo, sobre
todo dio fluidez a un ataque bético más espabilado y voluntarioso. A los
siete minutos tuvo una ocasión tras un balón recibido de Pozuelo, pero Toño no tuvo problemas para hacerse con la pelota. También Castro estuvo participativo. De hecho, en el diecisiete tuvo una oportunidad de cabeza tras un pase de Nacho. El esférico se marchaba fuera. Los de Héctor Raúl Cúper apenas creaban ocasiones con demasiado peligro. Estaban siendo muy inferiores a su rival, principalmente porque dejaban todo el protagonismo a los sevillanos. En el veintiuno, falta de Cañas sobre Koné muy cercana a la portería de Casto. El disparo de Diop se topa con la barrera. El senegalés volvió a ser clave en el centro de campo, haciendo un trabajo fantástico de contención.
El
Racing daba síntomas de querer recuperarse. El ritmo del encuentro era
rápido. En el veintidós un disparo de Castro fue escupido por la
escuadra. Era la ocasión más clara de un Real Betis trabajado y que se encargaba de llevar la manija del duelo. A los veinticinco, Jairo tuvo que retirarse del campo debido a una lesión. Entraba Arana en su lugar. Cambio obligado. Otro problema sumado a las bajas de Kennedy y Acosta.
Nahuelpan estuvo activo, al menos con ganas y entusiasmo de cara al
partido. En el veintinueve, Beñat lo intentó con un disparo desde fuera
del área. Toño lo mandaba a córner. Justo después remate de Ustaritz al
larguero. Era un aviso más de los visitantes.
Pero el Racing respondió, en el treinta y dos, con otro palo tras un lanzamiento de esquina de Arana
y un remate con el pie derecho de Torrejón. El partido se había
convertido en un ida y vuelta continuo. Era un enfrentamiento
vertiginoso. El respeto se mantenía, pero cualquiera de los dos merecía
adelantarse en el marcador. Koné revitalizó la zona ofensiva del
conjunto de Cúper. El marfileño dio otro aire y otras sensaciones a los
santanderinos. En el cuarenta y tres Beñat colgaba un centro que Toño
atajaba sin problemas. Antes de llegar al descanso, un nuevo disparo con
la zurda de Pereira a pase de Rubén Castro. Los andaluces lo intentaban
con insistencia desde fuera del área, pero sin suerte.
En la segunda mitad los cántabros salieron con más mordiente, aunque
el Real Betis no cesaba en el intento de crear problemas. En el
cincuenta y tres un lanzamiento de falta de Beñat estuvo a punto de
sorprender a Casto, pero la defensa santanderina estuvo atenta. Dos más
tarde, Pozuelo no consiguió rematar dentro del área. En el cincuenta y
nueve, lanzamiento de esquina de Beñat que la zaga del Racing despeja.
Más tarde, Stuani salía al campo por Ariel. Poco después, Isidoro cometía penalti y el delantero uruguayo conseguía el primer gol del encuentro tras
un disparo a media altura que Casto pudo detener si no hubiese sido por
la potencia de la ejecución. Era el minuto sesenta y dos. El Real Betis
se empezó a volcar aún más si cabe sobre la portería de Toño tras el
gol local. Un pase de Iriney no encontró rematador en el sesenta y
cuatro. En el setenta se marchaba del terreno de juego Munitis. El
griego Tziolis entraba en el partido. Beñat dejaba su puesto a Jefferson
Montero y Jorge Molina entraba por Pereira. Pepe Mel apostaba por
reforzar con frescura el ataque y procurar lograr el empate.
Los cántabros trataban de resistir mientras los visitantes apuraban sus opciones para evitar una nueva derrota en Liga. A
diez minutos para llegar a los noventa, los andaluces acrecentaron la
intensidad de juego y ponían cerco a la meta de Toño. En el ochenta y
uno, Castro no aprovechó un lanzamiento de falta. Cuatro después,
Matilla sustituía a Iriney. Había mucha intensidad en el tramo final del
encuentro. De hecho, el meta alicantino salvó en el descuento al Racing
tras un disparo de Montero -que había recibido un pase de Matilla- que
el guardameta consiguió atajar. Los locales pedían la hora. El Real
Betis se desesperaba y más cuando Molina no llegó a rematar un centro
raso desde la banda. Fue la última oportunidad que tuvieron los
visitantes para igualar el encuentro. El Racing suma la primera
victoria de la temporada.
Tres puntos de oro que permiten respirar a una entidad que vive una realidad convulsa. Los
andaluces suman la sexta derrota consecutiva de la temporada y preocupa
su situación. Los santanderinos suman ocho puntos, pero no salen del
descenso. Los de Cúper jugarán la próxima jornada ante el Granada. Los
de Pepe Mel ante el Málaga.
Racing de Santander: Toño; Francis,
Álvaro, Torrejón, Cisma; Jairo (Arana, min 26), Diop, Adrián, Munitis
(Tziolis, min 71); Koné y Nahuelpan (Stuani, min 62).
Real Betis Balompié: Castro; Isidoro, Dorado, Ustaritz, Nacho; Beñat
(Montero, min 74), Iriney (Matilla, min 86), Cañas; Pozuelo, Pereira
(Molina, min 78) y Rubén Castro.
Gol: 1-0, min 63. Stuani, de penalti.
Árbitro: Carlos Clos Gómez (Comité Aragonés). Mostró cartulina
amarilla a Francis, Diop, Munitis y Álvaro, por el Racing; y a Isidoro,
por el Betis.
Incidencias: Partido correspondiente a la 11ª jornada de la Liga BBVA disputado en los Campos de Sport del Sardinero con una asistencia de 11.000 espectadores.
Manzano salva su primer match-ball
Los de Madrid golean al Zaragoza con goles de Adrian (2) y Domínguez para salvar la cabeza del míster. Falcao, enemistado con la red, graficó su enfado con un patadón al poste.
El Atlético de Madrid comenzó perdiendo antes de empezar su partido ante el Zaragoza. La no inclusión de José Antonio Reyes -castigado
por su entrenador tras el enfado del futbolista en Bilbao- era una
mala noticia más allá de lo que sucediera en campo y del resultado
final. Pero el equipo de Gregorio Manzano remontó esa imaginaria desventaja y venció a un tímido elenco maño en el Vicente Calderón. El triunfo se gestó en la primera parte gracias a dos cabezas -las de Adrián y Álvaro Domínguez- que salvaron la del míster.
Sobre los 18 minutos, un centro fantástico de Arda Turan, de gran primera etapa, encontró la cabeza de Adrián para que el ex delantero del Deportivo se elevara a la perfección y conectara un cuero que viajó a la red. In extremis, en el día 30, el Atlético rompía la sequía goleadora de octubre, mes en el que había disputado cuatro jornadas y no había podido marcar siquiera una vez.
Fue también la diana de la tranquilidad.
Porque el conjunto de la capital había iniciado el compromiso siendo
algo más que su rival y teniendo el balón, pese a la presión del equipo
de Javier Aguirre. Pero antes del cabezazo de Adrián, habían aparecido los primeros murmullos en el Calderón.
Porque los rojiblancos no generaban peligro y el Zaragoza recuperaba la
pelota cada vez con mayor rapidez. Sin embargo, el 1-0 cambió la
historia en favor de los de Madrid. Aparecieron los espacios y con ellos, el segundo tanto de la noche. Primero fue Gabi el que logró cabecear, pero a las manos de Roberto,
un centro desde la izquierda. Después llegaba una inexplicable patada
de Mario Suárez a Luis García y la amarilla para el mediocentro. Pudo
ser roja.
Sobre los 31 minutos, lo escrito: el 2-0. Una falta directa cobrada por Gabi encontró en el segundo poste la cabeza de Godín, que la bajó y localizó la testa de Domínguez para la diferencia de dos. Pudo haber sido de Falcao, pero no llegó el ariete colombiano y fue finalmente del defensa español. El punta cafetero seguía peleado con el gol y
tampoco capitalizó un centro de la muerte que llegó desde la derecha
120 segundos más tarde. La afición rojiblanca vio cómo su equipo, así
las cosas, se marchó al descanso ganando merecidamente.
Aguirre dispuso dos modificaciones para salir a jugar la última parte. Lafita y Micael salían en lugar de Paredes y Zuculini. Fue para el Zaragoza la primera ocasión de riesgo, tras un centro de Efraín Juárez que cabeceó sin marca Luis García.
No había tenido una posibilidad más clara el conjunto maño, pero el
cero de su casillero no se movía: el cuero se iba por arriba del
horizontal. Sólo fue un espejismo, porque la inexpresividad ganó la puja
y Courtois casi que no tuvo que intervenir. En el Atlético esperaban el regreso anotador de Radamel, pero el ex Oporto no tenía situación favorable.
Hasta entonces, poco para reprocharle al sudamericano en la definición,
imposible de comprobar su estado de forma en ese rubro.
El
tercero llegó a falta de 15 para la finalización del encuentro. Pase de
Diego para Filipe, que aunque le intentaban derribar seguía en carrera y
metía el pase de la muerte para la definición de primeras de Adrián:
larguero y adentro. Para consuelo de los colombianos, de ese tanto participó Falcao llevándose la marca. Enseguida, cuatro minutos después, Postiga recortó distancias a la salida de un córner cobrado por Luis García. En el salto perdían Perea -ingresó por Silvio- y Tiago.
Había tiempo para comprabar definitivamente si Falcao estaba peleado o decididamente divorciado con el gol. Al parecer es un enfado fuerte entre ambos, pues el Tigre perdió
uno que no suele perder. Fue tras un centro desde la derecha que logró
conectar de volea, pero que mandó afuera. Diego también tenía una
clarísima, pero se topó con Roberto y tras esa maniobra se iba
reemplazado, a falta de nada para el final.
El lector se preguntará si tuvo alguna opción más Falcao. La respuesta es sí.
Pero el final es el imaginado cuando la cosa no anda bien: no conectó
un envío de Adrián tras jugadón capitalino y lo perdió de nuevo. El poste pagó los platos porque el colombiano se quitó el enfado dándole un patadón. No hubo ya tiempo para nada. El Atlético remontó esa desventaja imaginaria inicial de la no inclusión de Reyes y firmó una buena goleada al Zaragoza para creer en la recuperación. Manzano respira y el Calderón pasa de pitidos esta vez.
Atlético de Madrid: Courtois; Silvio
(Perea, m. 66), Domínguez, Godín, Filipe; Gabi, Mario (Tiago, m. 78),
Arda Turan; Diego (Koke, m. 87); Adrián y Falcao.
Real Zaragoza: Roberto; Juárez, Lanzaro, Da Silva, Paredes
(Lafita, m. 46); Barrera (Juan Carlos, m. 64), Ponzio, Zuculini (Rubén
Micael, m. 46), Meira, Luis García; y Postiga.
Goles: 1-0, m. 19: Adrián, de cabezazo colocado a la escuadra
tras un pase medido de Arda Turan. 2-0, m. 31: Domínguez cabecea en el
segundo palo un servicio de Godín. 3-0, m. 75: Adrián culmina una jugada
individual de Filipe Luis. 3-1, m. 79: Postiga cabecea un saque de
esquina.
Árbitro: Estrada Fernández (Colegio Catalán). Amonestó a los
locales Mario Suárez (m. 24) y Gabi (m. 34) y a los visitantes Ponzio
(m. 56) y Rubén Micael (m. 59).
Incidencias: Partido correspondiente a la undécima jornada de
Liga en Primera División, disputado en el estadio Vicente Calderón ante
unos 45.000 espectadores.
El Málaga recupera el ritmo gracias a un penalty con mucho ojo
El colegiado vio manos de Romaric, cuando en realidad el cuero dio en la cara del africano, y Apoño no falló el penalti de la victoria. Antes, habían marcado Rondón y Álvaro.
Rompió el Málaga la racha de tres derrotas
consecutivas con una importante victoria, pero muy trabajada y sufrida,
ante el RCD Espanyol( 2-1). Los tres puntos le supone recuperar la sexta
plaza de la Liga. El partido tuvo dos caras distintas. En la primera
mitad los de Pellegrini fueron infinitamente superiores a los de
Pocchetino, más aún después que a los cinco minutos Rondón marcara su
primer gol de la temporada. Un sensacional pase largo de Duda a Monreal
que controló muy bien y su centro lo remató el venezolano con el pie a
la red.
Málaga CF: Caballero; Gámez, Demichelis, Mathijsen, Monreal; Joaquín (Sergio Sánchez, m. 90), Duda (Apoño, m. 67), Toulalan, Cazorla, Isco (Van Nistelrooy, m. 67) y Rondón. RCD Espanyol: Cristián Alvarez; Galán, Raúl Rodríguez, Héctor Moreno, Didac; Weiss (Sergio García, m. 55), Forlín (Baena, m. 81), Romaric (Pandiani, m. 75), Dátolo; Verdú y Alvaro. Goles: 1-0, M.5: Rondón. 1-1, M. 45: Alvaro. 2-1, M. 73: Apoño, de penalti. Árbitro: Delgado Ferreiro (Comité Vasco). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores del Espanyol Weiss (m. 13), Forlín (m. 19), Galán (m. 41), Romaric (m.71)
Incidencias: Partido correspondiente a la undécima
jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio de La
Rosaleda de Málaga ante unos 30.000 espectadores.
El Granada asalta el Pizjuan resucitando viejos fantasmas
Los locales ganaron el partido desde el segundo 38, pero terminó perdiendo por no matar el partido y recibir dos goles en el último tramo.
Sorprendente victoria del Granada en campo
del Sevilla en el derbi andaluz. Los locales ganaron durante 80 minutos
del partido pero terminaron perdiendo por no haber sabido matar el
encuentro, repitiéndose la historia del Racing de Santander.
|
Posición
|
Equipo
|
Puntos
|
Jugados
|
Ganados
|
Empatados
|
Perdidos
|
GF
|
GC
|
1
| REAL MADRID |
25
| 10 | 8 | 1 | 1 | 32 | 6 |
2
| FC BARCELONA |
24
| 10 | 7 | 3 | 0 | 32 | 4 |
3
| LEVANTE UD |
23
| 10 | 7 | 2 | 1 | 17 | 7 |
4
| VALENCIA CF |
21
| 10 | 6 | 3 | 1 | 15 | 9 |
5
| SEVILLA FC |
17
| 10 | 4 | 5 | 1 | 11 | 8 |
6
| MÁLAGA CF |
16
| 10 | 5 | 1 | 4 | 12 | 14 |
7
| RCD ESPANYOL |
15
| 10 | 5 | 0 | 5 | 9 | 13 |
8
| ATLÉTICO OSASUNA |
14
| 10 | 3 | 5 | 2 | 13 | 17 |
9
| ATHLETIC DE BILBAO |
13
| 10 | 3 | 4 | 3 | 15 | 12 |
10
| ATLÉTICO DE MADRID |
13
| 10 | 3 | 4 | 3 | 12 | 11 |
11
| RAYO VALLECANO |
12
| 10 | 3 | 3 | 4 | 10 | 13 |
12
| REAL BETIS BALOMPIÉ |
12
| 10 | 4 | 0 | 6 | 10 | 15 |
13
| VILLARREAL CF |
10
| 10 | 2 | 4 | 4 | 9 | 17 |
14
| RCD MALLORCA |
9
| 10 | 2 | 3 | 5 | 8 | 16 |
15
| REAL ZARAGOZA |
9
| 10 | 2 | 3 | 5 | 10 | 20 |
16
| REAL SOCIEDAD |
8
| 10 | 2 | 2 | 6 | 9 | 14 |
17
| SPORTING DE GIJÓN |
8
| 10 | 2 | 2 | 6 | 8 | 14 |
18
| RACING DE SANTANDER |
8
| 10 | 1 | 5 | 4 | 7 | 15 |
19
| GRANADA CF |
8
| 10 | 2 | 2 | 6 | 4 | 12 |
20
| GETAFE CF |
7
| 10 | 1 | 4 | 5 | 9 | 15 |
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