ESPAÑA [3-1] ESCOCIA
España muestra su mejor versión para hacer historia
La Selección refrenda su candidatura amparada en un juego espectacular por momentos y un Silva que sigue empeñado en reivindicarse sobre el césped. Iguala con Francia y Holanda el record de victorias consecutivas en partidos oficiales: 14.
Se acabó lo que se daba. España puso el broche de oro a su brillante Fase de Clasificación para
viajar a la Eurocopa que se celebrará en Polonia y Ucrania este verano
con la maleta llena de ilusiones y dispuesta a superar el gafe de los
campeones para seguir escribiendo a base de talento y un estilo
consolidado el anexo al capítulo que ya representa la época más gloriosa
del fútbol español.
La Selección ha ganado y convencido con
solvencia, materializando su dominio en 24 puntos y ocho victorias muy
difíciles de conseguir en el fútbol moderno, el mismo en el que las
distancias se reducen más cada día y que ha consagrado a los nuestros como el modelo a seguir no solo en Europa, sino en el mundo.
La doctrina del toque de Del Bosque, iniciada por el Sabio de Hortaleza cuando nadie creía en la receta de los "Locos Bajitos",
ha sabido renovarse, reinventarse y superar la amenaza invisible que
suponía la espiral de duelos entre Real Madrid y Barcelona, los dos
pilares de la Roja, creando así un conjunto sólido que solo ha dejado
sorprenderse en aquellos amistosos de infausto recuerdo, habitualmente
inoportunos e innecesarios.
Sin embargo, España ya es junto a Holanda la selección que más triunfos ha logrado
en la historia de forma consecutiva en partidos oficiales, y suma la
escandalosa racha de 22 victorias en fases de clasificación. Todo un
reto impensable hace unos años que antes parecía una ilusión onírica y
ahora representa una abrumadora realidad amparada en la humildad y el
fútbol de quilates.
Comenzaba el
partido en Alicante con una España que asumió el control del balón por
defecto, como siempre, pero que a diferencia de otros días introdujo una
velocidad endiablada desde el primer minuto, cambiando su habitual
fútbol control por una estrategia basada en el acoso y derribo.
Escocia, parapetada y superada por el arranque fulgurante,
estableció una muralla de nueve jugadores por detrás del futbolista que
vestía de rojo que movía la pelota para proteger su potería. De poco le
sirvió el dispositivo a la selección británica, que muy pronto vio como
Jordi Alba encontró un resquicio por la banda izquierda para asistir a
Silva que no tuvo piedad ante McGregor para inaugurar el marcador.
La
selección era mejor y lo demostraba por momentos. El balón no
descansaba durante más de uno de dos toques en las botas de cada jugador
y obligaba al rival a asumir el papel de "sparring" muy a su pesar
mientras el factor X de la Roja, o lo que es lo mismo, Xabi y Xavi, iluminaban la vereda del criterio para encontrar los espacios.
Tras el vendaval
de los primeros minutos, y quizá alentados por el gol de la República
Checa que se había adelantado ante Lituania dejando al conjunto
visitante en jaque, Escocia apostó por subir la línea de presión en
una decisión a medio camino entre la heroicidad y el suicidio que fue
pronto rechazada ante la superioridad técnica de los hombres de Del
Bosque para hipotecar sus opciones al juego directo.
España hacía daño entre líneas con Silva y Cazorla dispuestos a dinamitar las líneas de flotación
de la zaga rival mientras el equipo de Craig Levein explotaba sus
acciones de juego directo gracias al sacrificio de Naismith y la
referencia de Mackail-Smith, que tuvo la ocasión más clara aunque no
supo acertar entre los tres palos defendidos por Víctor Valdés.
Sin
prácticamente altibajos a nivel creativo, España seguía acumulando
posesión y priorizaba la seguridad en el centro del campo antes de
conceder una contra que pudiera ser aprovechada por el combinado
británico. Fue en ese momento cuando Silva, aquel que se había reivindicado fuera del campo, demostró que hay pocos capaces de ganarle cuando le dejan hablar sobre el césped.
El "Mago" del Manchester City,
que actuaba de falso nueve, recibió un balón de Sergio Ramos para
inventarse una jugada inverosímil ante cuatro contrarios en una
arrancada desde la banda diestra que terminó con un disparo cruzado
inapelable. Era la puntilla psicológica ante una Escocia que se marchaba a vestuarios sabiendo que su clasificación era ya una utopía.
Sin
embargo, la exhibición continuó en el inicio de la segunda parte. No
hubo signos de relajación, sino todo lo contrario, y otra vez Silva
participó de forma decisiva para lograr el tercero poco tiempo después
de abandonar vestuarios: la Roja encendió la videoconsola con una jugada
de escándalo entre Pedro, Cazorla, el crack de Arguineguín y Villa, que llegó con todo a favor para anotar su gol 50 con la Selección y rubricar el tercero.
Y
en la peregrinación por el desierto de Escocia, el equipo visitante se
encontró un oasis gracias a una acción desafortunada de Valdés que se
llevó por delante a Mackail-Smith cometiendo penalti, que transformaría con frialdad Goodwillie desde los once metros. España se había relajado y eso se reflejó en la recta final del encuentro.
Sin embargo, el
descenso de rendimiento con el choque sentenciado no podía ocultar ni
poner un borrón en modo alguno al juego de la Selección, que echó de menos a Xavi Hernández cuando el mediocentro catalán se marchó al banquillo.
A pesar de ello, España terminó el encuentro con una nueva traca de ocasiones que no llegaron a consumarse por parte de Cazorla, Pedro y Llorente para reivindicar el gran encuentro de la Roja y cerrar con fuegos de artificio una Fase de Clasificación que se resume en una sola palabra: Brillante.
Y mientras el
tiempo, ese que pasa factura por igual a los campeones y a los que nunca
probaron las mieles del éxito, es el responsable de que el cambio
generacional se abra paso de manera inevitable. Vicente del Bosque lo
sabe y quizá por eso hoy Jordi Alba fue el encargado de defender la Roja por primera vez, con notable alto.
Las
expectativas de futuro y la juventud comienzan a mezclarse con las
realidades presentes y con los baluartes que defienden su pasado y quieren aprovechar el momento sin pensar en el mañana.
España acude a la Eurocopa pletórica, con salud en el grupo de
confianza y ganas de comerse el mundo en la cantera. Podemos estar
tranquilos, porque estos jugadores se lo han ganado.
España: Valdés, Ramos, Piqué, Puyol (Arbeloa, m.46), Jordi
Alba, Busquets, Xavi (Llorente, m.63), Cazorla, Silva (Thiago Alcantara,
m.55), Pedro y Villa.
Escocia: McGregor, Hutton, Berra, Cadwell, Bardsley, Adam
(Forrest, m.62), Morrison, Bannan (Goodwillie, m.62), Naismith, Fletcher
(Cowie, m.84) y Mackail-Smith.
Goles: 1-0, m.5: Silva. 2-0, m.44: Silva. 3-0, m.54: Villa. 3-1, m.65: Goodwillie, de penalti.
Árbitro: Stefan Johannesson (Suecia). Mostró tarjeta amarilla a Sergio Ramos y a los escoceses Fletcher, Goodwillie y Morrison.
Incidencias: Último partido de clasificación para la Eurocopa de 2012. 29.000 espectadores en el estadio Rico Pérez, de Alicante.
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