Adrián minimiza un nuevo ridículo rojiblanco
El Atlético de Madrid consiguió seguir vivo por poco en la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
El Atlético de Madrid consiguió seguir vivo en la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
Gregorio
Manzano optó por un once lleno de jugadores no habituales, tanto
suplentes, como jugadores de sus categorías inferiores para dar descanso
a los jugadores con más minutos.
El experimento no salió mal al
principio con el Atlético controlando el partido pero no duró mucho la
tranquilidad. En el minuto 30, Álvaro Domínguez, fue quien cometió
penalti tras cortar con la mano un centro del Albacete.
Fue Calle
quien efectuó el lanzamiento de la pena máxima para colocar a su equipo
por delante. Tras este gol, los dos equipos tuvieron varias ocasiones,
pero el marcador no se movió más en la primera mitad.
La segunda
parte comenzó con un susto para los locales ya que en el minuto 50,
Núñez cometió penalti tras derribar a Juanfran. Fue Adrián el que tomo
la responsabilidad de lanzarlo pero no logró convertirlo tras mandar el
balón por encima del larguero. El Atlético no logró colocar el empate en
el marcador pero sí ponerse en superioridad numérica ya que Núñez fue
expulsado tras cometer el penalti.
Diez minutos después la
historia cambió de bando ya que esta vez fue Domínguez el que fue
expulsado tras derribar a Calle, que se plantaba solo ante Asenjo. La
mala suerte se cebó con el Atlético, ya que además de la expulsión, la
jugada trajo consigo el segundo gol del Albacete al convertir en gol
Zurdo la falta que supuso la expulsión del canterano atlético.
Tras
efectuar varios cambios ya que se les escapaba la eliminatoria, en el
minuto 70 fue Adrian el que recorto las diferencias y mantuvo viva la
eliminatoria, redimiéndose así del fallo del penalti en la primera parte
A
punto estuvo de empatar el Atlético en las postrimerías del encuentro
ya que en el minuto 88, un centro de Juanfran que remató de cabeza
Adrian, se estrello en el palo tras un grave error del portero
albaceteño Campos.
Reyes, que a priori iba a disfrutar de minutos
tras su inclusión en la convocatoria, se quedó de nuevo en el banquillo
todo el partido, en lo que parecen ser sus últimos días como
rojiblanco.
En resumen, el Atlético consiguió mantener la
eliminatoria viva para intentar remontar en el Calderón y dando descanso
a sus jugadores más importantes.
Albacete Balompié: Álvaro Campos, Rocha, Castillo, Santamaría, Zurdo, Tete (Añón, m.81), Candela (Ramón, m.74), Miguel Núñez, Adriá, Víctor Curto (Colorado, m. 57), Calle.
Atlético de Madrid: Asenjo, Manquillo (Miranda, m.68), Domínguez, Pulido, Antonio López, Salvio, Assunçao, Koke, Juanfran, Pizzi (Pedro Martín, m. 68) y Adrián.
Árbitro: Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Mostró cartulina amarilla a los locales Rocha y Ramón y al visitante Pizzi. Expulsó con roja directa a Miguel Núñez (48'') y a Domínguez (60'').
Goles: 1-0: Calle, de penalti. (30'') 2-0: Zurdo (62'') 2-1: Adrián (71'')
Incidencias: Partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Carlos Belmonte ante 13.000 espectadores.
El Athletic va en serio a por su anhelada Copa
Muy buen partido de los vascos, que jugaron con mayoría de titulares y uno de ellos, De Marcos, marcó el gol del triunfo de la ida copera en Asturias. Iker Muniain fue el mejor.
Fue el de anoche en el Nuevo Tartiere un encuentro que no pasará a la
historia del fútbol. Feo a rabiar en el primer tiempo y aceptable, sólo
aceptable, en el segundo. Un gol en los 45 minutos iniciales y muchas
ocasiones en la segunda mitad. Mucha presión y demasiado desgaste físico
para unos jugadores rojiblancos a los que Bielsa no da descanso. Sólo
el precioso gol de Óscar de Marcos dio un bello trazo a un encuentro al
que los rojiblancos no supieron dar la puntilla con ese tanto que
hubiera sentenciado la elimiantoria. Recibió el de Laguardia un pase
largo de Muniain, supero en la carera a su marcador y colocó el balón en
el ángulo largo del meta asturiano. La afición reclamó fuera de juego
del futbolista rojiblanco, pero las imágenes demostraron que partió de
posición legal. Una vez ocurrida la única buena noticia de la primera
mitad, llegó la sequía al Nuevo Tartiere. Errores en los pases y en las
posesiones, arremetidas de ambos equipos contra la meta rival, pero sin
mucho ímpetu y mucho menos acierto.
La segunda mitad fue de
aprobado raspado. Dos equipos, aparentemente, conformes con el
resultado... ¿y fútbol? Del fútbol no había de nuevo noticias. El
Athletic tenía la posesión del balón, lo movía con velocidad para cansar
a los asturianos... Pero los hombres de Pacheta quizá no tengan
demasiado fútbol, pero sí mucha resistencia física. Por ella y por no
dar por perdido un solo balón, en el minuto 48 Jandrín pudo hacer la
igualada con un disparo raso que salió muy cerca del poste corto de
Iraizoz. El duelo continuó a un ritmo intenso sobre un césped muy pesado
y las jugadas de golcomenzaron a llegar. Un pase precioso de Herrera a
un hueco que sólo él vio no fue aprovechado por un Susaeta como siempre
muy entregado, pero también como siempre muy fallón. Reclamó el eibarrés
un penalti, pero el colegiado mandó seguir el juego y en el 60 tuvo de
nuevo en sus pies una clara ocasión otra vez tras un preciosa asistencia
de Herrera. El vízcaíno pudo sorprender al meta del Oviedo en el 65 de
un fuerte zapatazo desde fuera del área con la izquierda. Pero no había
nada que hacer. Las ocasiones morían en la orilla. Toquero, Muniain, De
Marcos, Iraola, Javi Martínez, otra vez De Marcos volvieron a poner en
aprietos a Lledó.
El Oviedo mantenía la presión y el Athletic
defendía con consistencia. De esa forma, no se preveía ningún
contratiempo en las propiedades rojiblancas, donde se vivía con
tranquilidad en espera que la vanguardia rojiblanca sentenciara la
eliminatoria y convirtiera el duelo de vuelta el próximo 21 de diciembre
en un mero trámite. Gozó de nuevas ocasiones, el reloj se acercaba a la
media noche, el millar de aficionados rojiblancos que poblaba las
gradas no se rendía... pero el 0-2 no llegaba. Munian lo tuvo en sus
manos, pero anoche no era el día. San Mamés escribirá la sentencia que
nadie duda será a favor de los rojiblancos.
Real Oviedo: Lledó; Juanpa, Negredo, Juanma, Álvaro (Manu Busto, m. 53); Jandrín, Aitor Sanz, Pelayo (Chamorro, m. 72); Nano; Borja Rubiato, Martins (Pascual, m. 67).
Athletic de Bilbao: Gorka Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe; Iturraspe, Ander Herrera (Íñigo Pérez, m. 82); Susaeta, De Marcos, Muniain ; Toquero.
Árbitro: José Luis González González (Comité Gallego). Amonestó al local Martins (m. 39) y al visitante Iñigo Pérez (m. 84).
Gol: 0-1, De Marcos (m. 10).
Incidencias: Partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Carlos Tartiere ante unos 15.000 espectadores.
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