sábado, 13 de octubre de 2012

LA ROJA SIN TELE 30 AÑOS DESPUÉS

BIELORRUSIA [0-4] ESPAÑA

Pedro brilla en una victoria invisible

La selección logró el triunfo en el Stadyen Dynama de Minsk sin que la televisión estuviera presente y ya piensan en su gran prueba ante Francia este martes en el Vicente Calderón

 


España consiguió la victoria en el partido que enfrentó al equipo de Vicente del Bosque ante Bielorrusia en el Stadyen Dynama de Minsk, sumando así su segundo triunfo en el grupo I de la Fase de Clasificación Europea para el Mundial de Brasil 2014.

El encuentro se jugó sin la presencia de medios de comunicación españoles, ya que ninguna televisión adquirió los derechos de emisión de choque por "problemas de rentabilidad" y los aficionados no pudieron ver a su equipo. Además, las radios tampoco accedieron al recinto ante los precios impuestos por los responsables de la organización del choque.

 

Los locales comenzaron el partido con valentía y muy pronto demostraron que no estaban dispuestos a cerrarse atrás ante la campeona de Europa y del Mundo, pero muy pronto una buena jugada de la Roja provocó que Jordi Alba inaugurase el marcador.

En el minuto 12, una triangulación fulgurante por parte de Xavi y Pedro dejó solo al lateral blaugrana, que en posición de fuera de juego, logró batir a Veremko con un regate y un disparo cruzado que dieron más calma a España para que la Roja desarrollara todo su potencial.

Con un equipo lleno de centrocampistas tanto en defensa como en ataque, con Sergio Busquets como central y Cesc Fábregas en la delantera, la selección se aprovechaba de los errores de una Bielorrusia que pecó de ingenua y se preparó para dar el zarpazo definitivo de cara a sentenciar la contienda.

El gol de la tranquilidad llegaría en el minuto 21, cuando Pedro recibió un pase magistral al hueco por parte del hiperactivo David Silva para plantarse delante del cancerbero, superándolo con un toque sutil de vaselina.


A partir de ese momento, España bajó revoluciones aunque no dejó de generar peligro en el resto de la primera parte mientras Bielorrusia intentaba con más temeridad que argumentos acercarse a la portería de Casillas, que apenas tuvo que intervenir en una ocasión. Solo Hleb era capaz de generar peligro cuando los locales superaban el centro del campo.

Tras el descanso, España se mostró menos veloz en la transición y su rival aprovechó para adelantar la línea de presión. Los de Georgi Kondratiev quisieron meter miedo pero su renacer era solo un espejismo antes de que el héroe del encuentro hiciera su aparición...

Pedro, que había participado en los dos goles anteriores marcando uno y regalando el otro, solo necesitó tres minutos para rubricar un hat-trick de lujo y poner broche de oro al partido en Minsk.

El tinerfeño recibió un sensacional pase de Xavi Hernández en el minuto 69 para escaparse en velocidad y ejecutar una preciosa vaselina ante la que nada pudo hacer Veremko. Todavía no se había pasado la alegría por la celebración del tanto cuando un robo muy oportuno de Cesc dentro del área rival fue suficiente para que el catalán regalase el cuarto del partido y Pedro, con otro toque de clase, superase al guardameta y mandase el cuero a la red.

Con esta victoria, España da un nuevo paso ante Brasil 2014 y suma seis puntos en dos encuentros disputados. Ahora, la Roja tendrá que enfrentarse a Francia, su gran rival en el grupo.  

 


Bielorrusia: Veremko; Martynovich, Shitov, Plaskonny, Bardachov, Filipenko; Dragun (Chukhley, min.79), Volodko (Kisliak, min.46), Hleb, Tigorev; y Rodionov (Bressan, min.65).

España: Casillas, Arbeloa, Busquets, Ramos (Albiol, min.72), Alba; Xabi Alonso, Xavi (Villa, min.75), Cazorla; Silva (Iniesta, min.56), Pedro y Cesc.

Goles: 0-1, Jordi Alba, min.10. 0-2, Pedro, min.20. 0-3, Pedro, min.69. 0-4, Pedro, min.72.

Árbitro: Serge Gumienny (Bélgica). Amonestó a Dragun (min.39) y Shitov (min.59) por parte de Bielorrusia; y a Silva (min.31) en el bando español.

Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de clasificación al Mundial 2014, disputado en el estadio Dinamo de Minsk, ante la presencia de 38.000 espectadores.

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