jueves, 14 de mayo de 2015

COLORIN COLORADO, LO QUE DIGA EL JUEZ VA A MISA


La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional ha suspendido la huelga convocada por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) para las dos próximas jornadas del campeonato de Liga, al estimar la medida cautelar solicitada por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) en la demanda que presentó contra la iniciativa de los jugadores.

La suspensión, que está condicionada a que los clubes aporten una caución de cinco millones de euros que deberán depositar en la cuenta bancaria de la Sala antes de las tres de esta tarde, se basa en la ilegalidad de convocar una huelga contra un convenio colectivo en vigor, según establece el artículo 11.c del Real Decreto Ley 17/1977. 

Ante esa situación, la Sala decide adoptar la medida cautelar de suspensión solicitada por la LNFP, sin perjuicio de la decisión definitiva que adopte cuando entre en el fondo del asunto y resuelva la demanda presentada contra la huelga.

El tribunal añade que "se ha probado que la celebración de la huelga impediría concluir el campeonato de Primera y Segunda División B, lo que provocaría un grave desorden organizativo, cuya resolución es muy difícil de resolver por los compromisos internacionales de España y de los propios clubes, así como por las propias fechas de vacaciones de los futbolistas, sin olvidar que la AFE anunció que se reservaba la ampliación de los días de huelga iniciales".

En su auto, la Sala afirma que, "sin entrar ahora en los restantes motivos de ilegalidad de la huelga, aducidos por LNFP", que resolverá al entrar en el fondo del asunto, "la simple lectura de los objetivos de la huelga, permite adelantar un juicio provisional favorable a que algunos de sus objetivos podrían tener por finalidad la modificación del convenio colectivo vigente, que regula expresamente el fondo de la AFE y el fondo de garantía salarial para asegurar el cobro de los futbolistas en los clubes morosos", y no el Real Decreto con el que decían sentirse infravalorados . 


Tras la decisión de la Audiencia, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha levantado el paro. "Las competiciones se disputarán de acuerdo con el calendario y horarios previstos inicialmente alzándose la medida acordada el pasado 6 de mayo de 2015", anunció la RFEF en un comunicado oficial.


El pasado 30 de abril, en un hecho sin precedentes, el Gobierno publicaba, a través de un Real Decreto ley aprobado por del Consejo de Ministros, la venta conjunta de los derechos televisivos, con objeto de dar un impulso al campeonato para lograr una Liga más competitiva y con mayores ingresos. 

Parecía que con éste capítulo se cerraba un déficit endémico en nuestro fútbol y al mismo tiempo conseguía el beneplácito de todos los protagonistas. Los clubes, por medio de la LFP que dirige Javier Tebas, y Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, expresaron su respaldo. El silencio de las demás partes intuía pues, el éxito del pacto. 

No obstante, lejos de suponer el episodio final, abrió un carrusel de acontecimientos que ha derivado en una situación de difícil solución. El primero de los interlocutores en alzar la voz fue la Federación. Diferentes aspectos relativos al decreto provocaron el rechazo del organismo presidido por Ángel María Villar, que el 6 de mayo anunciaba "la suspensión indefinida de todas las competiciones a partir del 16 de mayo".


Si el curso de los acontecimientos presentaba el primer escollo, la AFE, el órgano que vela por los derechos de los futbolistas, se hacía estallar el conflicto al convocar una huelga indefinida para dar comienzo el mismo día 16, en un acto de calado mediático en el que compareció su presidente Luis Rubiales, flanqueado por las principales figuras nacionales del fútbol como Casillas, Xavi, Iniesta, Ramos o Piqué. De esta forma, de prosperar, las dos últimas jornadas de Primera, cinco de Segunda y la final de Copa, se quedarían sin disputar.

Sus principales exigencias pasaban, entre otras, por plantear que los ingresos procedentes de la venta de los derechos audiovisuales sirvieran como garantía para el cobro de las deudas salariales de los jugadores y que un porcentaje de la cantidad total se destinase al sindicato; más dinero para la división de plata, cuyos clubes habían aceptado el decreto sin ningún tipo de reivindicaciones y descartar de la norma el control económico sobre las entidades. Además, manifestaban la necesidad de la participación de sus representantes en todos los órganos constituidos en el fútbol profesional que incidan en los intereses y derechos de los profesionales de ése deporte.

Con el Gobierno avalando el decreto y desechando la alternativa de tramitar la iniciativa como proyecto de ley, opción sugerida por la oposición, el pulso lanzado por la AFE han originado varias reuniones entre la patronal y el sindicato para desatascar la tesitura. A lo largo de esta semana se han producido dos actos de conciliación, el segundo con la mediación de Cardenal, de la que solo han salido acercamientos.

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