La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional ha suspendido la huelga
convocada por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) para las dos
próximas jornadas del campeonato de Liga, al estimar la medida cautelar
solicitada por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) en la demanda que
presentó contra la iniciativa de los jugadores.
La suspensión, que está condicionada a que los clubes aporten una caución de cinco millones de euros
que deberán depositar en la cuenta bancaria de la Sala antes de las
tres de esta tarde, se basa en la ilegalidad de convocar una huelga
contra un convenio colectivo en vigor, según establece el artículo 11.c
del Real Decreto Ley 17/1977.
Ante esa situación, la Sala decide adoptar la medida cautelar de
suspensión solicitada por la LNFP, sin perjuicio de la decisión
definitiva que adopte cuando entre en el fondo del asunto y resuelva la
demanda presentada contra la huelga.
El tribunal añade que "se ha probado que la celebración de la huelga impediría concluir el campeonato de Primera y Segunda División B, lo que provocaría un grave desorden organizativo, cuya resolución es muy difícil de resolver por los compromisos internacionales de España y de los propios clubes, así como por las propias fechas de vacaciones de los futbolistas, sin olvidar que la AFE anunció que se reservaba la ampliación de los días de huelga iniciales".
En su auto, la Sala afirma que, "sin entrar ahora en los restantes
motivos de ilegalidad de la huelga, aducidos por LNFP", que resolverá al
entrar en el fondo del asunto, "la simple lectura de los objetivos de
la huelga, permite adelantar un juicio provisional favorable a que
algunos de sus objetivos podrían tener por finalidad la modificación del convenio colectivo vigente,
que regula expresamente el fondo de la AFE y el fondo de garantía
salarial para asegurar el cobro de los futbolistas en los clubes
morosos", y no el Real Decreto con el que decían sentirse infravalorados
.
Tras la decisión de la Audiencia, la Real Federación Española de
Fútbol (RFEF) ha levantado el paro. "Las competiciones se disputarán de
acuerdo con el calendario y horarios previstos inicialmente alzándose la
medida acordada el pasado 6 de mayo de 2015", anunció la RFEF en un
comunicado oficial.
El pasado 30 de abril, en un hecho sin precedentes, el Gobierno
publicaba, a través de un Real Decreto ley aprobado por del Consejo de
Ministros, la venta conjunta de los derechos televisivos, con objeto de
dar un impulso al campeonato para lograr una Liga más competitiva y con
mayores ingresos.
Parecía que con éste capítulo se cerraba un déficit endémico en
nuestro fútbol y al mismo tiempo conseguía el beneplácito de todos los
protagonistas. Los clubes, por medio de la LFP que dirige Javier Tebas, y Miguel Cardenal,
secretario de Estado para el Deporte, expresaron su respaldo. El
silencio de las demás partes intuía pues, el éxito del pacto.
No obstante, lejos de suponer el episodio final, abrió un carrusel de
acontecimientos que ha derivado en una situación de difícil solución.
El primero de los interlocutores en alzar la voz fue la Federación.
Diferentes aspectos relativos al decreto provocaron el rechazo del
organismo presidido por Ángel María Villar, que el 6 de mayo anunciaba "la suspensión indefinida de todas las competiciones a partir del 16 de mayo".
Si el curso de los acontecimientos presentaba el primer escollo, la
AFE, el órgano que vela por los derechos de los futbolistas, se hacía
estallar el conflicto al convocar una huelga indefinida para dar
comienzo el mismo día 16, en un acto de calado mediático en el que
compareció su presidente Luis Rubiales, flanqueado por las principales figuras nacionales del fútbol como Casillas, Xavi, Iniesta, Ramos o Piqué.
De esta forma, de prosperar, las dos últimas jornadas de Primera, cinco
de Segunda y la final de Copa, se quedarían sin disputar.
Sus principales exigencias pasaban, entre otras, por plantear que los
ingresos procedentes de la venta de los derechos audiovisuales
sirvieran como garantía para el cobro de las deudas salariales de los
jugadores y que un porcentaje de la cantidad total se destinase al
sindicato; más dinero para la división de plata, cuyos clubes habían
aceptado el decreto sin ningún tipo de reivindicaciones y descartar de
la norma el control económico sobre las entidades. Además, manifestaban
la necesidad de la participación de sus representantes en todos los
órganos constituidos en el fútbol profesional que incidan en los
intereses y derechos de los profesionales de ése deporte.
Con el Gobierno avalando el decreto y desechando la alternativa de
tramitar la iniciativa como proyecto de ley, opción sugerida por la
oposición, el pulso lanzado por la AFE han originado varias reuniones
entre la patronal y el sindicato para desatascar la tesitura. A lo largo
de esta semana se han producido dos actos de conciliación, el segundo
con la mediación de Cardenal, de la que solo han salido acercamientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario