jueves, 14 de mayo de 2015

FINAL INÉDITA Y TOTALMENTE INESPERADA


El mundo respiraba un Real Madrid-Barcelona, quizá hasta un Bayern de Munich-Real Madrid, pero pocos fuera de Turín esperaban que la Juventus jugara ante el Barcelona la final de la Liga de Campeones del próximo sábado 6 de junio en BerlínNadie lo decía claramente, pero todos querían a la Juventus como rival en las semifinales antes del sorteo de la ronda de los cuatro últimos y parecía el rival más débil, pero en el fútbol no hay nada escrito.

FC Barcelona y Juventus son dos clubes con una gran historia, pero el momento presente hace pensar en un duelo desigual, en un David contra Goliat en el estadio olímpico berlinés. Los dos equipos siguen optando al triplete en este final de temporada, pero el equipo dirigido por Luis Enrique parece llegar al partido tocado por una varita mágica mientras que la Juventus tendrá que cambiar la fecha de la final de Copa ante la Lazio, prevista en un principio para el 7 de junio. Lo normal es que sea el 30 de mayo.

Liderado por un Lionel Messi pletórico, el Barcelona avanzó casi como una apisonadora a lo largo de la competición y el martes perdió por 3-2 en la vuelta de las semifinales ante el Bayern Múnich únicamente por relajación ya que el 1-2 con el que ganaba al descanso y el 3-0 que había logrado en la ida ante el equipo dirigido por su antiguo gurú, Josep Guardiola, eran ya insuperables para los bávaros. La Juventus sufrió mucho más para volver a una final de Champions por primera vez desde el año 2003, cuando cayó en penaltis ante el Milan en Old Tradford. En la fase de grupos fue segundo por detrás del Atlético de Madrid, y las eliminatorias fue pasándolas con apuros.

Los tiempos han cambiados desde aquella final de hace 12 años, cuando el fútbol italiano dominaba la escena europea. Aquel 2003, se habían visto las caras en los cuartos de final, con victoria final para los italianos, después de ganar 1-2 con un tanto de Zalayeta en el Camp Nou tras el 1-1 en la ida en Turín.

En la última década, el Calcio bajó varios peldaños, arrastrado por las deudas, la violencia y los escándalos de manipulación. El Inter de Milán ganó el título en 2010, pero entretanto la Serie A perdió una plaza en la máxima competición en favor de Alemania por el coeficiente UEFA.

La Juventus jugará su octava final de la Copa de Europa, pero sólo suma dos títulos (1985, 1996). El Barcelona lleva disputadas también siete finales, pero, por el contrario, ganó cuatro títulos (1992, 2006, 2009, 2011). En los últimos 12 años, además, ganó tres de sus cuatro trofeos.

Ningún equipo ha marcado la última década como el Barcelona. En 2006 logró su segunda Champions con un grupo liderado por Ronaldinho y dirigido por Frank Rijkaard, en el que ya empezaba a despuntar Messi y después, el argentino lideró una revolución a la que le dio forma Guardiola, que no sólo condujo a los azulgranas a los títulos de 2009 y 2011, sino que lo hizo con un fútbol para el recuerdo.

El Barça llega a Berlín con Messi de nuevo en su mejor versión, pero ahora acompañado en la delantera por otros dos killers, el brasileño Neymar y el uruguayo Luis Suárez, un tridente que asusta a cualquiera mientras que la Juventus, que en cuartos de final avanzó con un único gol de penalti ante el Mónaco, necesitará apelar a su gen competitivo, a ese espíritu de lucha encarnado en jugadores como Carlos Tevez y Arturo Vidal, para responder a las acometidas de un Barcelona que llega con 28 goles al último partido, por los 16 de los italianos. Eso sí, Gianluiggi Buffon, icono bianconero, sólo recibió siete tantos en todo el campeonato.


Luis Suárez y Giorgio Chiellini, se volverán a ver las caras sobre un terreno de juego poniéndole morbo a este gran partido ya que la última vez que ocurrió no fue nada bien para ninguno de los dos; uno porque recibió un mordisco en el hombro y el otro porque jugó su último partido en cuatro meses. El mordisco del uruguayo al italiano en el Mundial de Brasil dio la vuelta al mundo, como también lo hará su reencuentro en la final de la Champions League en Berlín.  Asimismo, Luis Suárez se reencontrará con el francés Patrice Evra, con el que también tiene un pasado polémico después de que el uruguayo, en su etapa en el Liverpool, fuera sancionado con ocho encuentros, por proferir insultos racistas contra el lateral zurdo galo, que militaba en el Manchester United. En su retorno a los terrenos no saludó a Evra antes del partido. Luis Suárez posteriormente se disculpó por ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario