El Rayo saca partido de los líos del jeque
Dos goles de Piti, asistido por un descomunal Leo Baptistao, dan la victoria a los madrileños y siembran de dudas el entorno malaguista
Los más de 20.000 espectadores que aguantaron una tarde de nubes, agua y sol, terminaron enfadados con
sus jugadores, que desarrollaron uno de los peores partidos de la etapa
Pellegrini. No le salió nada al Málaga y se veía claro desde el primer
momento. Los rayistas saltaron al campo más concentrados y tocando el
balón ante un desconcertado Málaga que con nervios no atinaba a tocar el
balón, su especialidad. Tras un aviso en el minuto cinco, el 0-1 no
sorpendió a nadie cuando a los once minutos una excelente jugada del
brasileño Leo Baptistao sirvió para una asistencia a Piti, que solo,
marcó a placer.
Todos confiaban en una remontada y en un
cambio de actitud en los locales, pero no fue así. El equipo jugó en
esta primera parte a ráfagas, pero con errores en defensa y sin control
del mediocampo, lo que no propiciaba balones a los atacantes. Pese a
todo, en jugadas aisladas pudo llegar el empate con disparos de Isco y
Joaquín que desviaron un defensa y Cobeño, respectivamente.
Pellegrini,
al que se le vio enfadado en el banquillo por el juego de los suyos,
sacó a Roque Santa Cruz al campo quitando a Iturra y buscando más
potencial en ataque. Pronto llegó la igualada. A los cuarentayocho
minutos, una falta sacada por Joaquín fue rematada de cabeza por
Demichelis entrando el esférico tras dar en el palo. Tras el 1-1 se
barruntaba la remontada en el campo, pero no fue así. El Rayo no se
descompuso y en vez de echarse atrás descaradamente para firmar el
empate tomó la iniciativa en el juego. Piti ya avisó con un chut que
rozó el poste y a la segunda llegó el 1-2. Otro jugadón de Baptistao
dentro del área con asistencia a Piti, que al borde controló y marcó de
disparo raso. La zaga local poco menos que estuvo de privilegiado
espectador en la acción.
Aunque el técnico local intentó cambiar
la dinámica con un doble cambio (Duda y Buonanotte) las cosas no
cambiaron. No era la tarde del Málaga y los vallecanos controlaron muy
bien la situación. Apenas Cobeño recibió peligro salvo un disparo raso
de Buonanotte que desvió el exportero del Sevilla. Lo dicho, un día
donde nada le salió al Málaga. Ni siquiera las acciones individuales de
sus estrellas Isco y Joaquín. En cambio, un serio Rayo se llevó tres
puntos muy valiosos para sus objetivos después de la mala semana de
derrotas en Liga y Copa del Rey.
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