Los merengues ganaron con toda justicia el Clásico. Messi no apareció y Cristiano lo hizo cuando su equipo más lo necesitaba. La liga es prácticamente blanca.
Salve Real Madrid, campeón de liga
2011/2012 y justo ganador del Clásico. Es difícil saber si este será una
piedra en el camino que el Barcelona ha construido en los últimos años o
un cambio de era en el fútbol español pero lo cierto es que, esta
noche, en el Camp Nou, el equipo de José Mourinho pudo sacudirse de una
vez por todas su fantasma blaugrana y lo venció con toda justicia por
1-2 en el Camp Nou.
Los merengues merecieron el triunfo porque controlaron el ritmo del
partido en todo momento. Se adelantaron con un gol raro, de rebote,
marcado por Khedira al 17' en ajustado fuera de juego cuando ninguno de
los dos equipos se sentía realmente cómodo en el Camp Nou, después
durmieron el encuentro con base en disciplina y orden táctico y fueron
capaces de reaccionar cuando el Barcelona parecía haber revivido con el
empate con el tanto del recién ingresado Alexis, también de rebote al
70'.
El Barça, en cambio, falló donde suele sentirse más cómodo. Si algo
ha caracterizado la época de Pep Guardiola es que sus jugadores han
sabido sacar lo mejor de sí en los momentos clave. El Santiago Bernabéu,
Wembley, incluso Stamford Bridge en 2009, cada vez que los blaugrana
necesitaban brillantez, talento o efectividad, terminaban por
encontrarlas, de una manera o de otra. No esta vez.
Y no fue así porque quien suele poner la brillantez, Andrés Iniesta,
fue un fantasma. Apenas tocó la pelota y, cuando lo hizo, fue sin
criterio ni imaginación; quien suele poner el talento, Xavi, evidenció
el declive mostrado en los últimos encuentros. Incapaz de mandar un solo
pase entre líneas, terminó siendo relevado mediada la segunda mitad,
por tercer partido consecutivo; y quien suele, o solía, poner la
efectividad, David Villa, está lesionado desde hace meses, y se le
extraña más que nunca.
Y, por supuesto, faltó el que suele poner las tres. El que se ha
echado el equipo al hombro tantas veces en estos últimos años. Parecía
difícil que Lionel Messi tuviera un partido más frustrante que el de
Stamford Bridge, pero así fue. El argentino fue dominado por el
excelente trabajo defensivo blanco, por supuesto, pero no sólo eso. Por
una noche fue un jugador común y corriente. Terrenal. Pedestre. Que se
negó a entender que no podía ganar el partido por sí solo cuando estaba
claro que no era su día.
En cambio, Cristiano Ronaldo salió más fortalecido que nunca del
duelo particular entre los dos mejores jugadores del mundo. No tuvo su
mejor partido. En realidad, de no haber sido por el gol, se le hubieran
podido endilgar los mismos adjetivos que a Messi. Pero él sí estuvo ahí
en el momento necesario. Necesitó sólo una de sus cabalgatas y sólo una
de sus definiciones implacables para matar el partido al '73. Si se
hiciera una encuesta por el Balón de Oro en este momento, el portugués
la tendría ganada por goleada.
Y también Pep Guardiola merece ser juzgado. Claramente equivocó el
planteamiento al salir con defensa de 3 y con una media cancha en la que
Thiago y Busquets claramente duplicaban funciones y se sentían
incomodísimos el uno con el otro. Al apostar por Tello, al que la
juventud le pesó más que nunca. Pero, sobre todo, erró al no ajustar
hasta que ya era demasiado tarde.
Mourinho hizo lo que ha hecho siempre. No varió nada. Un 4-2-3-1, con
los sospechosos comunes. El cuadro de lujo. No necesitó nada más,
porque su equipo ejecutó el plan de juego a la perfección. Fue el
triunfo de lo simple sobre lo complejo y una semblanza de justicia en
una liga que el Real Madrid ha ganado ya, y lo ha hecho con todo el
merecimiento del mundo.
FC Barcelona: Valdés; Puyol, Mascherano,
Adriano (Pedro, m.73); Alves, Busquets, Xavi (Alexis, m.69), Thiago;
Tello (Cesc, m.81), Messi e Iniesta.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Ramos, Coentrao;
Khedira, Xabi Alonso; Di María (Granero, m.73), Özil (Callejón, m.89),
Cristiano; y Benzema (Higuaín, m.90+3).
Goles: 0-1, m.17: Khedira. 1-1, m.70: Alexis. 1-2, m.73: Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Mostró cartulina
amarilla a Busquets (m.15), Pepe (m.43), Xabi Alonso (m.47), Alves
(m.76), Özil (m.77), Granero (m.78) y Mascherano (m.86).
Incidencias: Asistieron al encuentro 99.252 espectadores en
partido disputado en el Camp Nou, correspondiente a la trigésimo quinta
jornada de Primera División. En el palco, pleno de personalidades.
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