lunes, 17 de marzo de 2014

ANÁLISIS DE LA JORNADA 28 DE LA LIGA BBVA


El efecto Contra promete espectáculo

El equipo de Contra, que debutaba, se adelantó en tres ocasiones, con tantos de Ciprian, Lisandro y Lafita, y el Granada supo igualar con goles de Riki y El Arabi (2)


La única vez que Ángel Torres destituyó a un entrenador durante el transcurso de la temporada fue en el año 2009. Por aquel entonces, el Getafe tenía problemas para salvarse a cinco jornadas de la conclusión. Otro ex futbolista, quitando Luis Garcia (siempre ex futbolistas), cogía las riendas del equipo, un debutante Míchel que se estrenaría en Primera División con derrota pero que en los partidos restantes obtendría dos victorias y dos empates, resultado que les valdría por aquel entonces a los azulones para seguir en Primera. Ángel Torres buscaba con el cambio de Luis García no aburrirse, mayor dinamismo y espectáculo. Y desde luego, a tenor del primer encuentro, lo ha encontrado. Este viernes ha marcado tantos goles como en las doce jornadas anteriores (3).

Cosmin Contra revolucionó el once, también el sistema y animó a sus jugadores a que apretasen en la presión y que fueran más alegres a la hora de atacar. Muy bonito para el espectador, que respondió a la llamada del presidente azulón (regaló una entrada por cada abonado), pero también con muchas desventajas. El 4-4-2 que exhibió el rumano hizo aguas en el centro del campo y el Granada ahí fue superior.

Con un Manuel Iturra imperial en el corte (10 duelos aéreos ganados) y Fran Rico en la distribución (3 ocasiones creadas y 13 centros al área, más que nadie), los andaluces dominaron. Ellos solitos se encargaron de enlazar con la delantera donde El Arabi fallaba un par de goles a puerta vacía, y donde Jordi Codina realizaba dos paradones, uno de ellos desviando un trallazo de Fatau que repelería también la madera. Antes, Ciprian daba por bueno el gran inicio azulón con un autopase de libro para marcar el 1-0. El paisano de Cosmin Contra tardaba seis minutos en “abrir la lata”, antes solo había logrado dos tantos de los 14 de su equipo desde su llegada.

Esa diana y que el césped estuviera más rápido de lo habitual, invitó al entretenimiento. El encuentro enloqueció, el Granada se adueñó del balón y, tras diez remates, Riki aprovechaba un buen servicio de El Arabi para marcar ante sus ex. Sin tiempo para asimilarlo y a balón parado, el Getafe golpearía de nuevo. Jaime Gavilán botaba una falta lateral, los de Lucas Alcaraz tiraban mal el fuera de juego, y Lisandro López hacía el 2-1. El central argentino ha marcado sus tres goles en liga en el Coliseo, los tres en la primera parte y los tres con la cabeza. El cuadro nazarí, a pesar de que protestó un penalti sobre Riki (pitado en su regreso a la Capital del Sur de Madrid), no se levantaría del mazazo hasta el descanso; porque después de él, a un ritmo menor, siguió apoderándose de la posesión y encontrando el premio a su buen esfuerzo.

El Arabi marcaría el primer tanto de su segundo doblete en Primera en un testarazo que dejaba noqueado el Coliseo. Pero si en la primera parte, un gol sirvió como respuesta; en esta ocasión, sería Ayza Gámez el que se sumaría a la fiesta del fútbol con una expulsión algo rigurosa sobre Iturra. Con uno más, los madrileños se volcaron, y Ciprian, extraordinario Ciprian, se inventaba una jugada descomunal por la derecha para que Lafita, al golpear sin querer el tiro de Pablo Sarabia colocase a los suyos con 3-2 y viento a favor. Sin embargo, la “justicia divina” le sonrió esta vez al Granada y, en otra acción aislada, El Arabi empataría a tres sin merecerlo en esos compases (sí lo había hecho en el resto del partido con 17 remates totales, récord granadino esta temporada a domicilio). La auto expulsión de Sergio Escudero hizo el resto para que el reparto de puntos fuese lo más extraño, estrambótico y justo posible en una noche que terminó con los 20 titanes tumbados sobre el césped intentando respirar.


Getafe CF: Codina; Valera, Lisandro, Alexis, Escudero; Pedro León (Lafita, min. 68), Juan Rodríguez, Mosquera, Diego Castro (Gavilán, min. 14); Ciprian y Colunga (Sarabia, min. 62).

Granada CF: Roberto; Nyom (Foulquier, min. 56), Coeff, Murillo, Brayan Angulo; Iturra, Pereira (Buonanotte, min. 46), Fatau, Fran Rico, Riki (Dani Benítez, min. 89); y El Arabi.

Goles: 1-0, min, 7: Ciprian; 1-1, min. 34: Riki; 2-1, min. 39: Lisandro; 2-2, min. 62: El Arabi; 3-2, min. 72: Lafita; 3-3, min. 76: El Arabi.

Árbitro: Ayza Gámez (Comité Valenciano). Amonestó a Marica (min. 53), a Varela (min. 82), a Sarabia (min. 83) y a Alexis (min. 84) por parte del Getafe y expulsó por doble amonestación al jugador del Granada Iturra (min. 53 y 69) y al del conjunto madrileño Escudero (min. 24 y min. 79).

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA disputado en el Coliseum Alfonso Pérez ante cerca de 10.000 espectadores.


Nolito sentencia un espectáculo brillante

Una segunda parte llena de emoción, valentía, verticalidad, ocasiones y buen fútbol hizo disfrutar a los aficionados al deporte en un choque en el que todos merecieron ganar

 

 

El partido comenzó con ambos equipos demostrando sus mejores argumentos. El Levante creaba ocasiones a balón parado protagonizadas por Ivanschitz mientras que el Celta dominaba el cuero pero sin llegar a abrir espacios como para hacer daño a la férrea defensa granota. Sin embargo, al ver la poca eficacia que estaban consiguiendo a la hora de romper las líneas locales, los jugadores celtiñas optaron por aumentar ligeramente la velocidad de su juego.

 

Ese cambio de ritmo fue suficiente. La adelantada línea defensiva del Levante quedaba en evidencia en el minuto diecinueve. Era el momento en que Augusto Fernández ganaba la espalda a sus marcadores en la banda derecha, siguiendo su carril con velocidad para acabar sacando un centro hacia Nolito que, llegando desde la parte contraria del área, batía desde corta distancia a Keylor Navas por bajo. Tras el gol, aún pudieron llegar otros dos tantos visitantes en una avalancha ofensiva ante la que el Levante no era capaz de reorganizarse. Primero Orellana tras una acción similar a la del gol que finalizaba con una buena parada de Keylor Navas y después Nolito, con un disparo desde fuera del área que se estrellaba en el palo más lejano a su posición, desaprovechaban sendas opciones de haber dejado el partido sentenciado en su primera media hora.

Tras estas ocasiones, sin embargo, la temperatura del partido decayó notablemente. El Celta siguió dominando, aunque sus ocasiones se fueron espaciando en el tiempo, mientras que el Levante buscaba el contragolpe y, de tanto en tanto, Barral encontraba la espalda de la defensa visitante. Sin embargo, estas ocasiones no se traducían en un excesivo peligro sobre un Yoel prácticamente inédito. No en vano, el conjunto granota acababa la primera mitad con un solo disparo entre los tres palos, obra Ivanschitz en una falta directa que, en el minuto tres, a punto estuvo de dar un disgusto a los gallegos por una mala colocación de su barrera.

El paso por vestuarios, sin embargo, cambió totalmente su aspecto el equipo granota, con un doble cambio en el que se marchaban Juanfran (lesionado) y Diop para dar entrada a Rodas y Sissoko, el equipo de Joaquín Caparrós se volcó por completo sobre la portería de Yoel. Sin embargo, pasaban los minutos sin que la cosecha diese frutos. La defensa celtiña se veía superada una y otra vez, pero no eran capaces los delanteros granotas de traducir esas situaciones en finalizaciones claras de sus jugadas.

Solo le hacía falta al Levante que lo espoleasen un poco más. Algo que sucedió en el minuto 57, cuando Nolito disponía de una clara ocasión que abortaba Keylor Navas. El contragolpe tras la acción fue fulgurante y solo pudo acabar cuando Jonny derribaba a Víctor dentro del área. Barral disparaba al larguero, pero la ocasión era solo la primera de otras que llegarían en un auténtico asedio a la meta de Yoel. La más clara, la que tuvo el propio Barral cinco minutos más tarde. Disparando tras un contragolpe desde dentro del área pequeña, Yoel atrapaba el cuero en la misma línea de gol, dando lugar a la polémica por saber si había el esférico superado totalmente o no a la cal.

Fue en ese momento cuando el partido acabó de romperse. El Celta respondió a la propuesta valiente con más valentía. El balón no se detenía ni un momento y sus trayectorias eran siempre verticales. Los remates en una y otra portería se repetían, pero según se agotaban los minutos, daba la sensación de que la multitud de ocasiones no darían lugar a un gol. Y así fue. A pesar del gran espectáculo mostrado en la segunda mitad, con muchísimas ocasiones, juego rápido y vertical y planteamientos muy ofensivos de ambos equipos, lo único que valdría sería el solitario gol de Nolito en la primera mitad, suficiente para cerrar un partido que solo acabó con ese resultado por las notables actuaciones de los porteros de ambos equipos. Venció el Celta con todo merecimiento, pero eso no impidió que fuese injusto que el Levante no se llevase los tres puntos.

 


Levante UD: Keylor Navas, Pedro López, Vyntra, Juanfran (Héctor Rodas, m.46), Nikos, Diop (Sissoko, m.46), Simao, Rubén, Ivanschitz, Víctor Casadesús (Baba, m.75) y Barral.

RC Celta de Vigo : Yoel, Jonny (Hugo Mallo, m.67), Cabral, Íñigo López, Aurtenetxe, Fontás, Orellana (Santi Mina, m.87), Madinda (Krohn-Dehli, m.70), Augusto, Nolito y Charles. 

Gol: 0-1, m.18: Nolito.

Árbitro: Hernández Hernández (Colegio Canario). Amonestó por el Levante a Pedro López, Nikos e Ivanschitz; y por el Celta a Madinda, Jonny, Cabral, Aurtenetxe y Charles.

Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Ciutat de València ante 14.300 espectadores.


 

Un Rayo de esperanza se asoma por Vallecas

Tercera victoria consecutiva de los rayistas, que en su campo han ganado tres de los últimos cuatro partidos, con el primer doblete de Larrivey en la liga española

 

 

El Rayo Vallecano dio un golpe de efecto al imponerse al Almería, un rival directo en la lucha por la permanencia en un duelo inédito en Primera División. El equipo de Jémez abrió el marcador antes del descanso con un gol de cabeza de Bueno y en la segunda Larrivey, que se ha convertido en un referente para su equipo en las últimas jornadas, hizo el 2-0. El choque parecía sentenciado cuando Soriano recortó diferencias en una gran combinación con Rodri. Pero acto seguido apareció de nuevo el Larrivey para culminar su primer doblete en la liga española y certificar el triunfo de su equipo.  

 

El equipo almeriense buscó crear peligro de inicio por la banda derecha por donde actuaba un voluntarioso Zongo. La mejor opción del Rayo era meter balones al área buscando la cabeza de Larrivey, autor cuatro goles en esta liga con la testa, tres de ellos en este escenario. El argentino la tuvo en el minuto 18 en un gran centro de Arbilla que mandó por encima del larguero.

Con el paso de los minutos los locales se hicieron con el control del encuentro. La primera ocasión clara para el Almería llegó en el minuto 26 cuando un mal despeje de Zé Castro en el área le dejó el balón a Corona pero Baena reaccionó a tiempo para interferir el remate que se fue por encima de la portería. El equipo de Jémez llegaba más al área contraria pero sin generar excesivo peligro.

Y el gol del Rayo iba a llegar antes del descanso y de cabeza. Pero su autor no fue Larrivey sino Alberto Bueno que en el minuto 38 cabeceó al fondo de las mallas un saque de esquina botado por Falque. Era el octavo gol del madrileño en esta liga, primero con la testa y tercero en Vallecas donde no marcaba desde el partido inaugural de la temporada ante el Elche cuando hizo dos tantos.

Pudo sentenciar el choque el equipo madrileño a los cinco minutos de la reanudación con un disparo de Falque que encaró prácticamente solo a Esteban pero el meta del Almería salvó el tanto. El que no falló fue Larrivey, quien se ha convertido en el referente del Rayo en las últimas jornadas. Marcó en las victorias ante Málaga, Valencia y Real Sociedad y lo hizo ante el Almería. En una buena jugada por banda izquierda Falqué metió un centro al punto de penalti donde el argentino metió el pie para hacer el 2-0.

Francisco hizo un doble cambio dando entrada a Suso y Barbosa por Verza y un desaparecido Aleix Vidal para buscar soluciones. Pero el balón siguió en poder del equipo vallecano y la pareja Bueno-Larrivey siguió llevando peligro. El exjugador de Atlante probó suerte en el minuto 69 con un disparo desde la frontal del área que se marchó fuera por poco. La entrada de Soriano sí fue determinante para el Almería que parecía totalmente fuera del partido pero metió el miedo en el cuerpo a los locales. El jugador maño logró el 2-1 en una gran combinación con Rodri.

A pesar del gol de Soriano, el Almería no tuvo opción siquiera de buscar la igualada. Pocos minutos después, en el 77, Larrivey conseguía su primer doblete en la liga española y el tercer tanto para su equipo en una jugada trenzada con Trashorras y Viera. Fue el golpe determinante para un Almería que ya no levantó cabeza. El equipo vallecano certificó su tercera victoria consecutiva y logra salir de los puestos de descenso.
 

 


Rayo Vallecano: Rubén; Arbilla, Zé Castro, Gálvez, Rat; Baena, Trashorras, Bueno (Viera min. 69’), Falque (Nacho min. 82’), Rochina (Lass min. 74’) y Larrivey

UD Almería: Esteban; Rafita, Trujillo, Torsiglieri, Dubarbier; Verza (Suso min 61’), Azeez, Corona, Aleix Vidal (Barbosa min. 61’), Zongo (Soriano min. 68’) y Rodri

Goles: 1-0: M.38 Bueno; 2-0: M.55 Larrivey; 2-1: M.70 Soriano; 3-1: M.77 Larrivey

Árbitro: Prieto Iglesias (Comité Navarro) Amonestó a Rat (m.65), del Rayo Vallecano; y a Dubarbier (43), Rodri (78) y Corona (79), del Almería

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo octava jornada de la Liga española, disputado en el estadio de Vallecas (Madrid), ante 11.778 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en recuerdo y apoyo de las víctimas del atentado terrorista del 11 de marzo de 2004. Acudieron al encuentro Eloy Morán, vicepresidente de la Asociación de ayuda a las víctimas del 11M, y Carmen Pedraza, miembro de la AVT (Asociación Víctimas del Terrorismo)

 

 

La gacela merengue prosigue su carrera

El conjunto blanco continúa el pulso por la Liga con una victoria sin brillo. Los blancos acumulan 18 jornadas sin perder en Liga (15V, 3E). Los malacitanos dieron la cara en todo momento

 

 

El Real Madrid llegaba a La Rosaleda con la lección bien aprendida tras la derrota de la temporada pasada (3-2) y con la filosofía de Ancelotti inculcada en sus jugadores. La gacela blanca debe correr (ganar) tanto o más si no quiere ser cazada por el león, culé o colchonero. A priori, los blancos partían como claros favoritos a pesar de que La Rosaleda es un campo donde los rivales por el título sufrieron en demasía: Atlético (0-1), Barça (0-1).

El encuentro comenzó con un ritmo muy alto y con poco control de juego. Se alternaban las ocasiones en una y otra portería, siendo más claras las de los blancos, especialmente una de Cristiano Ronaldo que acabó en las manos de Caballero. El Madrid no conseguía imponer su juego y empezaba a sufrir con el empuje de los blanquiazules. Hasta que Bale cazó un balón con espacio en la banda izquierda, se marchó de Antunes y le puso un buen balón a Cristiano para que anotase su gol número 25 en liga.

A partir de ahí, los blancos empezaron a crear más peligro y el portugués, por dos veces, tuvo la oportunidad de poner tierra de por medio en el marcador pero marró las dos ocasiones. En una de ella impactó de forma involuntaria con Benzema y el francés se tuvo que retirar lesionado en detrimento de Di María. Los boquerones no se echaron atrás y buscaron en el empate liderados por un gran Amrabat. Con esas se llegó al descanso.

La segunda parte comenzó con una inmejorable ocasión para los de Ancelotti. La contra sensacional de Di María, que se marchó de todo el que salía a su paso y le dejó el balón en bandeja a Isco, que perdonó de manera incomprensible el mano a mano ante Willy. No fue el mejor regreso a casa del hijo pródigo, que se marchó sustituido en el 61 por Jesé. El Madrid no conseguía controlar el juego pero tampoco sufría en exceso.

El Málaga metió el susto en el cuerpo a los blancos con una volea con la zurda de Sergio Sánchez que no encontró portería. Los blancos esperaban su opción a la contra para matar el partido pero les faltaba precisión en los metros finales. Los últimos minutos sirvieron para ver un partido de ida vuelta en el que pudimos pasar del 1-1 al 0-2. A pesar de ello, el marcador no se movió más y el Madrid pasa la presión a Atlético y Barça.

 

 

Málaga CF: Caballero; Angeleri (El Hamdaoui, m. 86), Flavio Ferreira, Sergio Sánchez, Antunes; Amrabat, Camacho, Tissone (Portillo, m. 67), Samuel (Iakovenko, m. 67), Duda y Santa Cruz.

Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Varane, Marcelo; Bale, Xavi Alonso, Modric (Illarramendi, m. 90), Cristiano Ronaldo; Isco (Jesé, m. 62) y Benzemá (Di María, m. 31).

Gol: 0-1, M.22: Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla al malaguista Antunes (m.18) y Duda (m. 61).

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima octava jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio de La Rosaleda de Málaga ante unos 30.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento del que fuera jugador del Málaga Antonio Torres Robles. 

 


La pantera rojiblanca no se rinde

En un partido poco vistoso, el Atlético fue capaz de aprovechar una acción aislada entre Villa y Costa para ponerse por delante y, a partir de ahí, dedicarse a vivir de las rentas

 

 

Comenzó el partido trabado, con ambos equipos afanándose por cortar cualquier espacio que sirviera para dejar vías libres al rival. Así, las faltas tácticas se convertían rápidamente en norma y la medular del campo en un embotellamiento del que era difícil salir con claridad. No fue extraño que, con estos mimbres, la primera ocasión de peligro tardase casi un cuarto de hora en llegar y lo hiciese, además, a balón parado. Sosa ponía una falta lejana, escorada en la banda izquierda, al corazón del área. Una zona donde David Villa aparecía misteriosamente libre de marca para rematar bien de cabeza. Sin embargo, Casilla estuvo atento para enmendar el error de sus compañeros, sacando el disparo a córner con una gran actuación.

No tardó más que unos minutos en dar la respuesta el Espanyol. Los mismos que tardó Courtois en reivindicar que el también quería ser protagonista bajo los palos. Como no podía ser de otra forma, era Sergio García el encargado de poner el peligro. El capitán perico sacaba un fuerte disparo desde el límite interior del área mientras intentaba zafarse de la marca de Alderweireld. El balón, que tocó al central atlético antes de llegar a la portería, se envenenó en su trayectoria, obligando al meta belga a lucirse para evitar el tanto visitante.

Tras estas ocasiones, sin embargo, el partido continuó trabándose, haciendo que recién superada la media hora ya se hubiera cometido una quincena de faltas, la gran mayoría en la zona central del campo. El Atlético encontró un cierto alivio a través de la banda izquierda y Filipe Luis se abonó a ella. Así llegaron dos disparos de Villa y del propio Filipe, pero Casilla se mantenía sólido y el marcador no se movía. En el campo contrario, Courtois dejaba de sentir la presión de las llegadas rivales, pues las líneas defensivas locales eran mucho más sólidas para evitarlas.

El descanso llegaba con poco más que reseñar y ambos equipos enfilaban el túnel de vestuarios con la sensación de que quedaba todo por hacer. El Atlético había sido superior al Espanyol en el dominio del juego (63,4% de la posesión) y había defendido mejor, evitando que el equipo catalán llegase con claridad a las zonas delicadas. Sin embargo, había sido incapaz de traducir estas circunstancias en peligro real y se enfrentaban a la segunda parte con un solo remate a puerta en su haber.

El partido seguía por el mismo camino en la segunda mitad. Sin embargo, el cambio se produjo a los diez minutos de la reanudación. Tal y como estaba siendo el choque, no resultó extraño que el gol llegase en una acción individual. David Villa sacaba un pase magistral al espacio en campo contrario para que Diego Costa, con la enorme potencia que acumula en sus piernas, se quedase solo con Casilla y, una vez ahí, con toda la tranquilidad del mundo batiese a Casilla.

A partir del tanto, pareció quitarse un peso de encima el Atlético y las dudas empezaron a atenazar al Espanyol. El dominio local empezó a asentarse en zonas más cercanas al área perica y al equipo visitante le costaba acercarse a los dominios de Courtois. Pero esta situación no iba a ser eterna. Quitándose de encima el peso del gol recibido, empezó el Espanyol a buscar un mayor protagonismo, mientras que el Atlético se dedicaba a no perder el orden y a evitar que el Espanyol convirtiera esta nueva situación en peligro real sobre su meta.

Y lo consiguió. Así, el partido fue muriendo con el Espanyol chocando contra el muro atlético, mostrándose incapaz de batir a un Thibaut Courtois que sufrió más por los golpes que se llevó en el rostro tras un tremendo encontronazo con la pierna de Jhon Córdoba en una pugna dentro del área y por un pelotazo de David López, que por sentir que su portería pudiera ser profanada. Así, los tres puntos se quedaban en el Calderón tras un partido en el que el Atlético se limitó a hacer lo mínimo imprescindible, pero haciéndolo muy bien, para conseguirlos.

 


Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Alderweireld, Godín, Filipe Luís; Gabi, Tiago, Sosa (50´Koke), Arda (73´Diego Ribas); Villa (79´Raúl García) y Diego Costa.

RCD Espanyol: Casilla; Javi López, Colotto, H.Moreno, Fuentes; Víctor Sánchez (87´Álex Fernández), David López, Pizzi (88´Torje), Simao (62´Jhon Córdoba); Stuani, Sergio García

Goles: 1-0, Diego Costa (54’);

Árbitro: Pérez Montero (Comité Andaluz). Amonestó a Arda Turan y Godín por parte del Atlético de Madrid y a Javi López, Jhon Córdoba, Víctor Sánchez y Sergio García por parte del Espanyol.

Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de liga, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 37.000 espectadores.


El Betis no es consciente de su cruda realidad

El conjunto de Gabriel Calderón vuelve a ofrecer una buena imagen pero no tapa su principal carencia: la falta de puntos frente a un conjunto ilicitano conformista

 

 

Sin duda, el Real Betis ha mejorado. Deportivamente lo ha hecho a todos los niveles. Los jugadores de más calidad tienen más confianza mientras que a nivel defensivo se encuentran compenetrados y concienciados, partiendo de la base que ahora sí están contando con un portero (el 1,28 en contra de Adán contrasta sobremanera con los 2,23 tantos encajados por partido anteriormente). Los resultados tampoco le han dado la espalda; sin ir más lejos, con este empate a cero en Elche, los verdiblancos han encadenado la mejor racha de la temporada sin perder (3) y, qué deci, de su campanada en el Sánchez Pizjuán el pasado jueves. Sin embargo, la realidad es otra y se sitúa a nueve puntos. Un buen partido y un resultado positivo suena a pinchazo, y aunque las sensaciones son inmejorables, no “hay más ciego que el que no quiere ver”: a los heliopolitanos se les acaban las jornadas para lograr la permanencia.

Por su parte, al Elche no le ha salido mal la idea de “aburrir a las ovejas” en el Martínez Valero. De hecho, es el campo de Primera División donde menos goles se ven y el que menos marca en casa de todos los equipos de liga (11). Fran Escribá pidió un sobreesfuerzo a sus aficionados a lo largo de la semana para que acudieran al estadio en masa a animar a los suyos. Cinco partidos sin perder encajando tan solo un gol era una buena excusa. Y seis lo son más, pero 30 puntos no son suficientes para estar tranquilo de cara a una permanencia que, cada jornada que pasa, es más cara. Ayer lo intentó entre líneas pero sin éxito.

La verdad es que lo tuvo complicado ante un rival que, desde lo cogió Gabi Calderón, ha apostado por encerrarse a domicilio para aprovechar las contadas ocasiones. Eso puede valer en un derbi o en una eliminatoria, pero no cuando necesitas imperiosamente los tres puntos. Y no todos los días le suena la flauta. No lo hizo ni en Vigo, ni en Valencia ni en Villarreal, nada que ver con Kazan o Nervión, porque en la liga un punto vale oro. Y aunque no satisfizo al Elche, que solo remató una vez a puerta, también cuidó el punto como “oro en paño”. Todo ello a pesar de controlar el partido, de contar con una evidente superioridad física y de jugar en casa. Su mejor oportunidad la tuvo Rodriguez en boca de gol a diez minutos de la conclusión, amén del claro penalti en el último suspiro de Jordi Figueras sobre Coro.

Por su lado, una jugada de Cedric que terminó pegando al poste por fuera, las arrancadas de NDiaye, un trallazo de Nono, y las ocasiones finales de Salva Sevilla resultaron insuficientes para obtener los tres primeros puntos a domicilio en liga. Es más, acumularon malas noticias en forma de lesiones. Reventados del esfuerzo en el Euroderbi, Gabi Calderón se quedó sin laterales antes del descanso cayendo lesionados Didac y Caro. Raramente no tiró de Juanfran y sí de Amaya como improvisado lateral. Además, Leo Baptistao terminó renqueante. Todos ellos son seria duda para la vuelta el jueves en el Benito Villamarín frente al Sevilla, una eliminatoria que está a favor, que le está despistando y que, en caso de debacle, pueden ver, con el Atlético de Madrid visitándole, donde realmente están: en el abismo absoluto.

 


Elche CF: Manu Herrera, Damián, Botía, Lombán, Cisma, Rubén Pérez, Javi Márquez, Del Moral (Rodrigues min. 59’), Coro, Gil (Fidel min.83’) y Herrera (Boakye min.70’)

Real Betis Balompié: Adán; Chica, Perquis, Jordi, Dídac (Caro min. 17’, Amaya min. 40’), N'Diaye, Salva, Nono, Cedrick, Leo Baptistao (Vadillo min.70’) y Rubén Castro.

Árbitro: Alvárez Izquierdo (Comité Catalán). Amonestó a Javi Márquez (min. 44’), Botía (min. 57’), Figueras (min. 66’), Nono (min. 75).

Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Martínez Valero ante 29.125 espectadores. Homenaje en los videomarcadores del Martínez Valero a Miki Roqué, ex-futbolista del Betis fallecido por un cáncer.

 


Por si había alguna duda, el Barça estaba de parranda

Con sus tres goles, Lionel Messi se convierte, con 371 tantos, en el máximo goleador de la historia del equipo blaugrana en todas las competiciones, incluyendo amistosos

 

 

El Barcelona avasalló a un Osasuna que solo pudo oponer resistencia durante el primer cuarto de hora de juego. Así pues, plácida victoria para el conjunto de Martino, que superó el trámite y ya vela armas antes del trascendental encuentro del próximo domingo ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

Obligados estaban los jugadores del conjunto culé a ganar los tres puntos y firmar una buena actuación. Las victorias de Real Madrid y Atlético ponían al equipo local al borde del KO, puesto que no sumar los tres puntos suponía decir adiós de forma prácticamente definitiva al campeonato liguero. El serio traspiés sufrido ante el Valladolid la pasada jornada hacia que la afición se mostrara especialmente exigente con sus jugadores.

Los pupilos de Javi Gracia plantearon algunos problemas al cuadro azulgrana durante los primeros compases. Presionaban con mucha intensidad y el ataque local se atascaba en la zona de tres cuartos. Además, no tenían complejos los navarros e intentaban sorprender en el Camp Nou buscando con insistencia la figura de Oriol Riera. Fue protagonista el ariete barcelonés en el minuto 9, cuando el colegiado le anuló un gol por encontrarse en posición antirreglamentaria a la hora de rematar.

No obstante, la resistencia rojilla fue un mero espejismo, puesto que el Barça tardó 18 minutos en desatascar la situación, justo el tiempo que necesitó Messi en entrar en escena. El argentino puso por delante al conjunto azulgrana tras culminar una buena jugada colectiva. Tocó lo justo la Pulga con la punta de la bota para desviar la trayectoria del balón y lograr inaugurar el marcador. El tanto espoleó a los de Martino y solo cuatro minutos después Alexis aumentaba la renta al conseguir el 2-0 al empujar al fondo de las mallas una gran asistencia de Jordi Alba. Iniesta se sumó a la fiesta antes del descanso y, con un excepcional zapatazo desde fuera del área, logró dejar el choque prácticamente sentenciado.

En apenas cuarto de hora el conjunto azulgrana logró tres goles y pudieron llegar más si Andrés Fernández no hubiera intervenido con acierto para sacar sendos zapatazos de Dani Alves y de Xavi Hernández. Pedro también disfrutó de una ocasión clarísima en los últimos compases del primer periodo. Fue, en suma, un auténtico milagro que el equipo visitante no se hubiera retirado a los vestuarios con una goleada de escándalo en contra.

La intensidad del partido bajó en el segundo acto. Aún así, el Barça siguió llegando con soltura hasta el área de Osasuna. Messi logró el cuarto. Con su segundo tanto, el argentino se convierte en el máximo goleador de la historia del Barcelona en todas las competiciones, incluyendo amistosos. Superó a Paulino Alcántara que dejó su marca en 369.

Tello, de nuevo Messi, y Pedro redondearon la goleada del Barça (7-0) en los minutos finales. El argentino logró su segundo hat trick esta campaña en la competición liguera.

Así pues, festín del conjunto culé a siete días de visitar el Camp Nou. Muy dura la derrota de un Osasuna, que encaja su tercera derrota consecutiva y ve como sus rivales en la lucha por la permanencia se van comiendo semana tras semana la renta acumulada.

 


FC Barcelona: Valdés; Alves, Bartra, Mascherano (Adriano, min. 82), Jordi Alba; Iniesta, Busquets, Xavi (Alex Song, min. 61); Pedro, Messi y Alexis (Tello, min. 77).

Atlético Osasuna: Oier, Loties, Arribas, Damiá; Raoul Loé, Silva; Cejudo, Armenteros (Lobato, min. 62), Roberto Torres (Puñal, min. 70); y Oriol Riera (Acuña, min. 84).

Goles: 1-0. M. 18: Lionel Messi; 2-0. M. 22: Alexis Sánchez; 3-0. M. 34: Andrés Iniesta; 4-0. M. 63: Messi; 5-0. M. 78: Cristian Tello. 6-0. Min 88: Messi. 7-0. 90+1: Pedro.

Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Amonestó a Arribas (min. 48), Mascherano (min. 58), Cejudo (min. 82)

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 28 de Liga disputado en el Camp Nou ante 71.764 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exjugador azulgrana Isidre Flotats.

 


Un triunfo contra el olvido, un triunfo para creer

El equipo andaluz se recupera tras perder el derbi con el Betis y coge fuerzas para la revancha en la Europa League

 

 

El Sevilla salió al Sánchez Pizjuán con el objetivo de agradar a una afición un tanto  decepcionado tras el resultado obtenido en el primero de los dos derbis europeos que habrán   de enfrentarle al Betis en la Europa League. El control del balón era para los locales, así como las ocasiones, frente a un Valladolid que se limitaba a mantener el orden con dos tupidas líneas defensivas plantadas frente al área de Diego Mariño.   

 

Los contragolpes de Bergdich por banda izquierda apenas si servían como contrapunto para el juego combinativo que Rakitic y Marin lideraban en el campo contrario. En cualquier caso, la defensa castellana era más que suficiente para evitar disgustos en los primeros minutos y los lanzamientos entre los tres palos brillaban por su ausencia. Así, no le quedó más remedio al Sevilla que adelantarse en el marcador gracias a una pena máxima. 

En el minuto 21, Marko Marin caía en la parte izquierda del área tras un contacto con Lluis Sastre y Velasco Carballo no dudaba en señalar el penalti. El lanzamiento corría a cargo de Rakitic que mandó el balón al fondo de las mallas frente a un Mariño que se lanzaba en dirección contraria. 

Tras el tanto, el Valladolid quiso ganar algo de protagonismo en el partido, mientras que el Sevilla aflojaba su control y el choque se convertía en un rápido toma y daca de un área a   otra. Sin embargo, esta nueva situación del Valladolid no se tradujo en ocasiones claras para los castellanos, mientras que el Sevilla sí encontraba más espacios a la hora de crear. Marin, Reyes y Rakitic desaprovechaban buenas ocasiones dentro del área, precedentes de lo que conseguiría Gameiro poco después. 

Tras tocar con parsimonia en su propio campo, el Sevilla cambió de ritmo cogiendo por sorpresa al Valladolid en el minuto 40. Marko Marin daba un pase en profundidad y Gameiro   lo recogía algo escorado a la izquierda del área para definir con precisión y potencia a la parte   alta de la portería de Mariño. Poco más ofreció la primera parte, con un Sevilla cada vez más   cómodo y un Valladolid a la búsqueda de respuestas con las que revertir un partido que se le   ponía muy complicado.  

Tras la reanudación, el Sevilla siguió mucho más volcado en el campo contrario que el   Valladolid, que no era capaz de crear ocasiones claras para recortar distancias. El 3-0 parecía   en todo momento más cercano que el 2-1, pero acabó llegando de una forma injusta. Velasco Carballo se equivocaba al entender como mano un balón que impactaba en el cuerpo de Mitrovic y, desde los once metros, Gameiro cerraba el partido. El Valladolid, sin nada que perder, intentó un planteamiento más ofensivo que el que había ofrecido hasta el momento y eso lo aprovechó José Antonio Reyes para, con una galopada por banda izquierda culminada con un centro al área, regalarle un gol a Diogo Figueiras que solo   tuvo que llegar desde atrás para fusilar a Mariño. 

Con cuatro goles de renta, el Sevilla pensó en el Betis y se encerró atrás. El Valladolid tocaba por primera vez con cierta continuidad en campo contrario y, en el minuto 76, Javi Guerra aprovechaba un error de Reyes frente al área local para sacar un disparo que subía al marcador el gol de la honra de los pucelanos. Pero el tanto era un simple espejismo castellano en un desierto andaluz. El dominio local fue absoluto durante la práctica totalidad del choque,   que se cerraba con una goleada con un importante valor anímico de cara al partido de Europa League del próximo jueves frente al Real Betis en el Benito Villamarín.
 

 


Sevilla FC: Beto; Diogo Figueiras, Fazio, Nico Pareja, Alberto Moreno; Iborra (M'Bia, m.77), Cristóforo; Reyes, Rakitic, Marko Marin (Coke, m.71); Gameiro (Bacca, m.71).

Real Valladolid: Mariño; Rukavina, Mitrovic, Rueda, Bergdich; Sastre, Marc Valiente, Rossi (Óscar, m.45), Rama (Omar, m.63); Manucho (Larsson, m.46) y Javi Guerra.

Goles: 1-0, M.23: Rakitic, de penalti. 2-0, M.41: Gameiro. 3-0, M.66: Gameiro, de penalti. 4-0, M.74: Diogo Figueiras. 4-1, M.76: Javi Guerra.

Árbitro: Carlos Velasco Carballo (Colegio Madrileño). Amonestó a los locales Diogo Figueiras (m.78), Reyes (m.85) y Bacca (m.92), y a los visitantes Marc Valiente (m.51) y Rukavina (m.89).

Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante algo más de 35.000 espectadores. Césped en perfecto estado.

 


La Bestia Negra del Valencia sigue agrandandose

Un soberbio testarazo del delantero donostiarra Agirretxe rompe un partido predestinado al empate sin goles y ofrece al conjunto txuri-urdin tres puntos de oro para entrar en Europa

 

 

No era una final. Pero casi. Una victoria en este clásico del fútbol español catapultaría al ganador a coger una posición privilegiada para jugar en Europa la próxima temporada. Sobre todo una final para el Valencia, lastrado por su irregular inicio liguero, y que se encuentra a siete puntos de la Real Sociedad. Pero desde la llegada de Juan Antonio Pizzi al banquillo che, su rostro futbolístico es otro muy diferente -16 de 30 puntos posibles-.

Por eso, el míster de Santa Fe apostó en la alineación titular y propuso un partido a la medida de su rival, con dos jugadores en punta de ataque como Jonas y Eduardo Vargas que hicieran daño a la casi siempre bien colocada pero a veces algo relajada defensa realista. El golpeo del brasileño y la movilidad del internacional chileno serían las principales armas ofensivas del Valencia en Anoeta y así el primer intento lo realizó el delantero cedido por el Grêmio con un escorzo de cabeza que terminó en las manos de su compatriota Claudio Bravo.

Jagoba Arrasate, buen estudioso de sus rivales, apostó por una dupla en la sala de máquinas realista formada por Zurutuza y Markel y así dar el control del balón a un Valencia que se adueñó con gusto de la posesión desde el inicio. Contaba con Seydou Keita, que ha regresado a la Liga que nunca debió abandonar y que aporta al conjunto che ese recorrido en la medular que le falta a Dani Parejo para ser más determinante. Pero era un dominio sin profundidad y que solo se reflejaba en largas conducciones que se estrellaban en el cortafuego defensivo txuri-urdin.

Así, poco a poco, ese innocuo dominio valencianista se fue transformando en una desconfianza ofensiva de la que se alimentó el centro del campo realista. Sobre todo por mediación de un jugador, David Zurutuza, que desde su transformación a centrocampista ‘box-to-box’ tiene una mayor incidencia en los partidos, sobre todo en encuentros como éste, tan opacos en el centro del campo. Pero a la Real Sociedad le faltaba algo. Y eran las apariciones de esa tripleta de zurdos tan cristalina como a veces anárquica por la que tanto apuesta. Pero ni Carlos Vela ni Sergio Canales aparecían en ataque y solo un par de ramalazos de Antoine Griezmann en forma de lanzamientos desde larga distancia provocaban el parpadeo de Diego Alves.

De esta manera, ambos equipos fueron dejando sus opciones a sus jugadores más ofensivos y en ese intercambio salió ganando el Valencia. Primero Sofiane Feghouli –cinco de las seis asistencias logradas en esta Liga han llegado con Pizzi como entrenador, una muestra de su enjundia en este nuevo Valencia– que se aprovechó de una autopista dejada por una atrincherada defensa txuri-urdin y efectuó un zurdazo al que respondió perfectamente Claudio Bravo. Y ya al final del primer acto, Jonas, en uno de esos goles que le caracterizaron como O Detonador en su etapa en el Brasileirão, voleó un balón tras un saque de esquina que se marchó mordiendo la cepa izquierda de la portería realista.

La segunda parte comenzó con la timidez reinando en Anoeta. La Real le dejó una mayor carga ofensiva a Carlos Vela pero el mexicano siempre estuvo vigilado por mil ojos valencinistas. El Valencia siguió a lo suyo, intentando coger desprevenida a la zaga realista gracias a la calidad de sus hombres de arriba. Inconmensurable Antonio Barragán en su rol de carrilero, llegando con mucha asiduidad a pisar la línea de cal, y que fue uno de los jugadores más activos del Valencia en este segundo acto.

Pero se equivocaba el Valencia si quería tumbar a la Real Sociedad por alto. Porque los donostiarras, además de ser uno de los conjuntos que más goles marcan de cabeza en esta Liga, cuentan con dos baluartes defensivos por arriba llamados Iñigo Martínez y Mikel González. Y así, como si hubiese querido responder a los ataques valencianistas por alto, la Real Sociedad logró el primer tanto de esta manera. Eslalon de José Ángel por esa banda izquierda que tanto le gusta pisar y pisar y su posterior centro al corazón del área lo recogió un cazagoles realista llamado Imanol Agirretxe disfrazado de Darko Kovacevic para inaugurar el marcador con un soberbio y espectacular testarazo.

Con el 1-0 en contra, el Valencia se lanzó al ataque con esa confianza que da no tener ya nada que perder y se aferró a las apariciones de Jonas en ataque. Primero avisó el delantero de Bebedouro con un latigazo seco que rozó la cepa del poste derecho de Claudio Bravo. Y después y cuando solo restaban unos minutos para la finalización y en el único pase en profundidad que pudo filtrar Feghouli, el ex del Gremio la pegó con todo pero su primer remate fue rechazado y el segundo lo voleó pero demasiado alto.

Al final, tres puntos cruciales para la Real Sociedad, que se coloca a cinco puntos del cuarto clasificado, el Athletic Club, y que siguen alimentando los sueños de repetir experiencia en Champions la temporada que viene. El Valencia, por el contrario, deberá seguir luchando por esa peleada séptima plaza que dará acceso a la previa de la Liga Europa.

 

 

 

Real Sociedad: Bravo; Zaldua, Iñigo Martínez, Mikel, José Ángel; Bergara, Zurutuza, Canales (Rubén Pardo, min. 78); Vela, Griezmann y Agirretxe (Xabi Prieto, min. 81).
 

Valencia CF: Diego Alves; Barragán, Senderos, Víctor Ruiz, Bernat (Michel, min. 82); Parejo, Keita, Feghouli; Vargas (Araujo, min. 68), Piatti (Fede, min. 54), Jonas.

Árbitro: Estrada Fernández. (Comité Catalán). Amonestó a Bravo, José Ángel, Barragán, Bernat, Senderos y Míchel.

Goles: 1-0, min. 61: Agirretxe.

Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de liga en Primera División. 23.845 aficionados en el estadio de Anoeta y 15.800 euros de recaudación.
  

 


Combate nulo en busca de la Champions

El conjunto bilbaíno sacó un importante punto de merced a un tanto de Aduriz de cabeza en los últimos instantes. Con este gol, el delantero se redimió tras fallar un penalti

 

 

El Athlétic salió vivo de El Madrigal tras empatar (1-1) con un gol de Aduriz en los últimos compases del partido, cuando el conjunto de Valverde estaba contra las cuerdas. Fue un partido tosco y trabado, en el que el fútbol brilló por su ausencia. El Submarino Amarillo se había adelantado en el primer minuto del segundo acto por mediación de Tomás Pina.

Los primeros minutos fueron de gran intensidad, aunque escaso fútbol. Los dos equipos se respetaban mucho, ejerciendo una fuerte presión sobre la salida de balón del rival y apenas se podrían hilvanar jugadas en la medular del terreno de juego. El resultado era un partido frío e inconexo que apenas dejaba llegadas a ninguna de las dos porterías. Solo cuando Oliver Torres y Cani entraban en contacto con el cuero se atisbaba posibilidad de peligro. Ya era algo más que lo que pudo ofrecer un Athlétic que no amenazó la portería del equipo local hasta los últimos compases del primer periodo.

El signo del partido pudo variar en dos ocasiones muy claras del conjunto de Valverde en el epílogo del primer periodo. Un disparo de Susaeta, que rebotó en Musacchio, estuvo a punto de sorprender a Asenjo. Instantes después el guardameta salvó a su equipo tras pararle un penalti a Aduriz. El colegiado acertó a la hora de decretar la pena máxima tras impedir con la mano el remate de un rival en el interior del área.

Este es el segundo penalti que detiene Sergio Asenjo en la presente temporada. Detuvo otro ante el Espanyol. Por su parte, se trata del tercer penalti que falla el conjunto bilbaíno en la presente temporada, el primero en el que no está acertado Aduriz, que convirtió los dos anteriores que ejecutó.El decorado cambió de forma radical nada más comenzar el segundo acto, puesto que se adelantó el Villarreal por mediación de Tomás Pina tras culminar una gran jugada individual de Oliver Torres. El tanto vino precedido de un grave error defensivo de Balenziaga, al que el jugador cedido por el Atlético de Madrid le robó la cartera.

Tras encajar el gol, los leones estiraron sus líneas buscando el tanto del empate. El partido se abrió, más aún después de la expulsión de Gabriel, que vio la segunda cartulina amarilla cuando aún restaban 25 minutos para la conclusión del partido. El conjunto vizcaíno empujó mucho en los últimos minutos, pero no estaba encontrando la claridad necesaria en la zona de tres cuartos.

Al Villarreal se le hizo muy cuesta arriba el tramo final y en los últimos compases del encuentro, emergió la figura de Aduriz, autor del tanto del empate de inapelable cabezazo. De este modo, el ariete del conjunto rojiblanco se redimía tras fallar el penalti en el primer periodo. Remontó una vez más el conjunto bilbaíno, que ha conseguido sumar 21 puntos tras encajar el primer gol en sus partidos, la cifra más alta de la competición.

 


Villarreal CF: Asenjo; Mario, Musacchio, Gabriel, Jokic; Pina, Bruno, Cani (Aquino, min. 62), Óliver Torres (Costa, min. 75); Uche (Pantic, min.69) y Giovani.

Athletic de Bilbao: Iraizoz; De Marcos, Gurpegi, Laporte, Balen; Iturraspe, Rico (Toquero, min. 77) Ander (Beñat, min. 80); Susaeta, Muniain, Aduriz.

Goles: 1-0 Pina (min. 48); 1-1 Aduriz (min. 86)

Árbitro: José Luis González González (Comité Castellano-leonés). Amonestó a Jokic (min. 31), Adruiz (min.32), Gurpegi (min. 37), Gabriel (min. 38). Expulsó a Gabriel por doble amonestación ( min. 75)

Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA disputado en el campo municipal de deportes de El Madrigal ante unos 19.000 espectadores.

CLASIFICACIÓN PROVISIONAL DE LA LIGA BBVA

Posición
Equipo
Puntos
Jugados
Ganados
Empatados
Perdidos
GF
GC
1
REAL MADRID
70
2822427726
2
ATLÉTICO DE MADRID
67
2821436421
3
FC BARCELONA
66
2821348122
4
ATHLETIC DE BILBAO
52
2815765132
5
REAL SOCIEDAD
46
2813784939
6
VILLARREAL CF
45
2813694834
7
SEVILLA FC
44
2812885143
8
VALENCIA CF
36
28106123939
9
RCD ESPANYOL
36
28106123234
10
LEVANTE UD
36
2899102635
11
RC CELTA DE VIGO
33
2896133339
12
GRANADA CF
31
2894152739
13
ELCHE CF
30
2879122440
14
MÁLAGA CF
29
2878132636
15
ATLÉTICO OSASUNA
29
2885152448
16
RAYO VALLECANO
29
2892173262
17
GETAFE CF
28
2877142645
18
REAL VALLADOLID
26
28511123048
19
UD ALMERÍA
26
2875162752
20
REAL BETIS BALOMPIÉ
19
2847172356

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