El efecto Contra promete espectáculo
El
equipo de Contra, que debutaba, se adelantó en tres ocasiones, con
tantos de Ciprian, Lisandro y Lafita, y el Granada supo igualar con
goles de Riki y El Arabi (2)
La única vez que Ángel Torres destituyó a un entrenador durante el
transcurso de la temporada fue en el año 2009. Por aquel entonces, el
Getafe tenía problemas para salvarse a cinco jornadas de la conclusión.
Otro ex futbolista, quitando Luis Garcia (siempre ex futbolistas), cogía
las riendas del equipo, un debutante Míchel que se estrenaría en
Primera División con derrota pero que en los partidos restantes
obtendría dos victorias y dos empates, resultado que les valdría por
aquel entonces a los azulones para seguir en Primera. Ángel Torres
buscaba con el cambio de Luis García no aburrirse, mayor dinamismo y
espectáculo. Y desde luego, a tenor del primer encuentro, lo ha
encontrado. Este viernes ha marcado tantos goles como en las doce
jornadas anteriores (3).
Cosmin Contra revolucionó el once, también el sistema y animó a sus
jugadores a que apretasen en la presión y que fueran más alegres a la
hora de atacar. Muy bonito para el espectador, que respondió a la
llamada del presidente azulón (regaló una entrada por cada abonado),
pero también con muchas desventajas. El 4-4-2 que exhibió el rumano hizo
aguas en el centro del campo y el Granada ahí fue superior.
Con un Manuel Iturra imperial en el corte (10 duelos aéreos ganados) y
Fran Rico en la distribución (3 ocasiones creadas y 13 centros al área,
más que nadie), los andaluces dominaron. Ellos solitos se encargaron de
enlazar con la delantera donde El Arabi fallaba un par de goles a puerta
vacía, y donde Jordi Codina realizaba dos paradones, uno de ellos
desviando un trallazo de Fatau que repelería también la madera. Antes,
Ciprian daba por bueno el gran inicio azulón con un autopase de libro
para marcar el 1-0. El paisano de Cosmin Contra tardaba seis minutos en
“abrir la lata”, antes solo había logrado dos tantos de los 14 de su
equipo desde su llegada.
Esa diana y que el césped estuviera más rápido de lo habitual, invitó
al entretenimiento. El encuentro enloqueció, el Granada se adueñó del
balón y, tras diez remates, Riki aprovechaba un buen servicio de El
Arabi para marcar ante sus ex. Sin tiempo para asimilarlo y a balón
parado, el Getafe golpearía de nuevo. Jaime Gavilán botaba una falta
lateral, los de Lucas Alcaraz tiraban mal el fuera de juego, y Lisandro
López hacía el 2-1. El central argentino ha marcado sus tres goles en
liga en el Coliseo, los tres en la primera parte y los tres con la
cabeza. El cuadro nazarí, a pesar de que protestó un penalti sobre Riki
(pitado en su regreso a la Capital del Sur de Madrid), no se levantaría
del mazazo hasta el descanso; porque después de él, a un ritmo menor,
siguió apoderándose de la posesión y encontrando el premio a su buen
esfuerzo.
El Arabi marcaría el primer tanto de su segundo doblete en Primera en
un testarazo que dejaba noqueado el Coliseo. Pero si en la primera
parte, un gol sirvió como respuesta; en esta ocasión, sería Ayza Gámez
el que se sumaría a la fiesta del fútbol con una expulsión algo rigurosa
sobre Iturra. Con uno más, los madrileños se volcaron, y Ciprian,
extraordinario Ciprian, se inventaba una jugada descomunal por la
derecha para que Lafita, al golpear sin querer el tiro de Pablo Sarabia
colocase a los suyos con 3-2 y viento a favor. Sin embargo, la “justicia
divina” le sonrió esta vez al Granada y, en otra acción aislada, El
Arabi empataría a tres sin merecerlo en esos compases (sí lo había hecho
en el resto del partido con 17 remates totales, récord granadino esta
temporada a domicilio). La auto expulsión de Sergio Escudero hizo el
resto para que el reparto de puntos fuese lo más extraño, estrambótico y
justo posible en una noche que terminó con los 20 titanes tumbados
sobre el césped intentando respirar.
Getafe CF: Codina;
Valera, Lisandro, Alexis, Escudero; Pedro León (Lafita, min. 68), Juan
Rodríguez, Mosquera, Diego Castro (Gavilán, min. 14); Ciprian y Colunga
(Sarabia, min. 62).
Granada CF: Roberto;
Nyom (Foulquier, min. 56), Coeff, Murillo, Brayan Angulo; Iturra,
Pereira (Buonanotte, min. 46), Fatau, Fran Rico, Riki (Dani Benítez,
min. 89); y El Arabi.
Goles: 1-0, min, 7: Ciprian; 1-1, min. 34: Riki; 2-1, min. 39:
Lisandro; 2-2, min. 62: El Arabi; 3-2, min. 72: Lafita; 3-3, min. 76:
El Arabi.
Árbitro: Ayza Gámez (Comité Valenciano). Amonestó a Marica
(min. 53), a Varela (min. 82), a Sarabia (min. 83) y a Alexis (min. 84)
por parte del Getafe y expulsó por doble amonestación al jugador del Granada Iturra (min. 53 y 69) y al del conjunto madrileño Escudero (min. 24 y min. 79).
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo octava
jornada de la Liga BBVA disputado en el Coliseum Alfonso Pérez ante
cerca de 10.000 espectadores.
Nolito sentencia un espectáculo brillante
Una segunda parte llena de emoción, valentía, verticalidad, ocasiones y buen fútbol hizo disfrutar a los aficionados al deporte en un choque en el que todos merecieron ganar
El partido comenzó con ambos equipos demostrando sus mejores argumentos. El Levante creaba ocasiones a balón parado protagonizadas por Ivanschitz mientras que el Celta dominaba el cuero pero sin llegar a abrir espacios como para hacer daño a la férrea defensa granota. Sin embargo, al ver la poca eficacia que estaban consiguiendo a la hora de romper las líneas locales, los jugadores celtiñas optaron por aumentar ligeramente la velocidad de su juego.
Ese cambio de ritmo fue suficiente. La
adelantada línea defensiva del Levante quedaba en evidencia en el minuto
diecinueve. Era el momento en que Augusto Fernández ganaba la espalda a
sus marcadores en la banda derecha, siguiendo su carril con velocidad
para acabar sacando un centro hacia Nolito que, llegando desde la parte
contraria del área, batía desde corta distancia a Keylor Navas por bajo.
Tras el gol, aún pudieron llegar otros dos tantos visitantes en una
avalancha ofensiva ante la que el Levante no era capaz de reorganizarse.
Primero Orellana tras una acción similar a la del gol que finalizaba
con una buena parada de Keylor Navas y después Nolito, con un disparo
desde fuera del área que se estrellaba en el palo más lejano a su
posición, desaprovechaban sendas opciones de haber dejado el partido
sentenciado en su primera media hora.
Tras estas ocasiones, sin embargo, la temperatura del partido decayó
notablemente. El Celta siguió dominando, aunque sus ocasiones se fueron
espaciando en el tiempo, mientras que el Levante buscaba el contragolpe
y, de tanto en tanto, Barral encontraba la espalda de la defensa
visitante. Sin embargo, estas ocasiones no se traducían en un excesivo
peligro sobre un Yoel prácticamente inédito. No en vano, el conjunto
granota acababa la primera mitad con un solo disparo entre los tres
palos, obra Ivanschitz en una falta directa que, en el minuto tres, a
punto estuvo de dar un disgusto a los gallegos por una mala colocación
de su barrera.
El paso por vestuarios, sin embargo, cambió totalmente su aspecto el
equipo granota, con un doble cambio en el que se marchaban Juanfran
(lesionado) y Diop para dar entrada a Rodas y Sissoko, el equipo de
Joaquín Caparrós se volcó por completo sobre la portería de Yoel. Sin
embargo, pasaban los minutos sin que la cosecha diese frutos. La defensa
celtiña se veía superada una y otra vez, pero no eran capaces los
delanteros granotas de traducir esas situaciones en finalizaciones
claras de sus jugadas.
Solo le hacía falta al Levante que lo espoleasen un poco más. Algo
que sucedió en el minuto 57, cuando Nolito disponía de una clara ocasión
que abortaba Keylor Navas. El contragolpe tras la acción fue fulgurante
y solo pudo acabar cuando Jonny derribaba a Víctor dentro del área.
Barral disparaba al larguero, pero la ocasión era solo la primera de
otras que llegarían en un auténtico asedio a la meta de Yoel. La más
clara, la que tuvo el propio Barral cinco minutos más tarde. Disparando
tras un contragolpe desde dentro del área pequeña, Yoel atrapaba el
cuero en la misma línea de gol, dando lugar a la polémica por saber si
había el esférico superado totalmente o no a la cal.
Fue en ese momento cuando el partido acabó de romperse. El Celta
respondió a la propuesta valiente con más valentía. El balón no se
detenía ni un momento y sus trayectorias eran siempre verticales. Los
remates en una y otra portería se repetían, pero según se agotaban los
minutos, daba la sensación de que la multitud de ocasiones no darían
lugar a un gol. Y así fue. A pesar del gran espectáculo mostrado en la
segunda mitad, con muchísimas ocasiones, juego rápido y vertical y
planteamientos muy ofensivos de ambos equipos, lo único que valdría
sería el solitario gol de Nolito en la primera mitad, suficiente para
cerrar un partido que solo acabó con ese resultado por las notables
actuaciones de los porteros de ambos equipos. Venció el Celta con todo
merecimiento, pero eso no impidió que fuese injusto que el Levante no se
llevase los tres puntos.
Levante UD: Keylor Navas, Pedro López, Vyntra, Juanfran (Héctor Rodas, m.46), Nikos, Diop (Sissoko, m.46), Simao, Rubén, Ivanschitz, Víctor Casadesús (Baba, m.75) y Barral.
RC Celta de Vigo : Yoel,
Jonny (Hugo Mallo, m.67), Cabral, Íñigo López, Aurtenetxe, Fontás,
Orellana (Santi Mina, m.87), Madinda (Krohn-Dehli, m.70), Augusto, Nolito y Charles.
Gol: 0-1, m.18: Nolito.
Árbitro: Hernández Hernández (Colegio Canario). Amonestó por el Levante a Pedro López, Nikos e Ivanschitz; y por el Celta a Madinda, Jonny, Cabral, Aurtenetxe y Charles.
Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Ciutat de València ante 14.300 espectadores.
Un Rayo de esperanza se asoma por Vallecas
Tercera victoria consecutiva de los rayistas, que en su campo han ganado tres de los últimos cuatro partidos, con el primer doblete de Larrivey en la liga española
El Rayo Vallecano dio un golpe de efecto al imponerse al Almería, un rival directo en la lucha por la permanencia en un duelo inédito en Primera División. El equipo de Jémez abrió el marcador antes del descanso con un gol de cabeza de Bueno y en la segunda Larrivey, que se ha convertido en un referente para su equipo en las últimas jornadas, hizo el 2-0. El choque parecía sentenciado cuando Soriano recortó diferencias en una gran combinación con Rodri. Pero acto seguido apareció de nuevo el Larrivey para culminar su primer doblete en la liga española y certificar el triunfo de su equipo.
El equipo almeriense buscó crear peligro de
inicio por la banda derecha por donde actuaba un voluntarioso Zongo. La
mejor opción del Rayo era meter balones al área buscando la cabeza de
Larrivey, autor cuatro goles en esta liga con la testa, tres de ellos en
este escenario. El argentino la tuvo en el minuto 18 en un gran centro
de Arbilla que mandó por encima del larguero.
Con el paso de los
minutos los locales se hicieron con el control del encuentro. La
primera ocasión clara para el Almería llegó en el minuto 26 cuando un
mal despeje de Zé Castro en el área le dejó el balón a Corona pero Baena
reaccionó a tiempo para interferir el remate que se fue por encima de
la portería. El equipo de Jémez llegaba más al área contraria pero sin
generar excesivo peligro.
Y el gol del Rayo iba a llegar antes
del descanso y de cabeza. Pero su autor no fue Larrivey sino Alberto
Bueno que en el minuto 38 cabeceó al fondo de las mallas un saque de
esquina botado por Falque. Era el octavo gol del madrileño en esta liga,
primero con la testa y tercero en Vallecas donde no marcaba desde el
partido inaugural de la temporada ante el Elche cuando hizo dos tantos.
Pudo
sentenciar el choque el equipo madrileño a los cinco minutos de la
reanudación con un disparo de Falque que encaró prácticamente solo a
Esteban pero el meta del Almería salvó el tanto. El que no falló fue
Larrivey, quien se ha convertido en el referente del Rayo en las últimas
jornadas. Marcó en las victorias ante Málaga, Valencia y Real Sociedad y
lo hizo ante el Almería. En una buena jugada por banda izquierda Falqué
metió un centro al punto de penalti donde el argentino metió el pie
para hacer el 2-0.
Francisco hizo un doble cambio dando entrada a
Suso y Barbosa por Verza y un desaparecido Aleix Vidal para buscar
soluciones. Pero el balón siguió en poder del equipo vallecano y la
pareja Bueno-Larrivey siguió llevando peligro. El exjugador de Atlante
probó suerte en el minuto 69 con un disparo desde la frontal del área
que se marchó fuera por poco. La entrada de Soriano sí fue determinante
para el Almería que parecía totalmente fuera del partido pero metió el
miedo en el cuerpo a los locales. El jugador maño logró el 2-1 en una
gran combinación con Rodri.
A pesar del gol de Soriano, el
Almería no tuvo opción siquiera de buscar la igualada. Pocos minutos
después, en el 77, Larrivey conseguía su primer doblete en la liga
española y el tercer tanto para su equipo en una jugada trenzada con
Trashorras y Viera. Fue el golpe determinante para un Almería que ya no
levantó cabeza. El equipo vallecano certificó su tercera victoria
consecutiva y logra salir de los puestos de descenso.
Rayo Vallecano: Rubén; Arbilla, Zé Castro, Gálvez, Rat; Baena, Trashorras, Bueno (Viera min. 69’), Falque (Nacho min. 82’), Rochina (Lass min. 74’) y Larrivey
UD Almería: Esteban;
Rafita, Trujillo, Torsiglieri, Dubarbier; Verza (Suso min 61’), Azeez,
Corona, Aleix Vidal (Barbosa min. 61’), Zongo (Soriano min. 68’) y Rodri
Goles: 1-0: M.38 Bueno; 2-0: M.55 Larrivey; 2-1: M.70 Soriano; 3-1: M.77 Larrivey
Árbitro: Prieto Iglesias (Comité Navarro) Amonestó a Rat (m.65), del Rayo Vallecano; y a Dubarbier (43), Rodri (78) y Corona (79), del Almería
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo octava jornada de la Liga
española, disputado en el estadio de Vallecas (Madrid), ante 11.778
espectadores. Se guardó un minuto de silencio en recuerdo y apoyo de las
víctimas del atentado terrorista del 11 de marzo de 2004. Acudieron al
encuentro Eloy Morán, vicepresidente de la Asociación de ayuda a las
víctimas del 11M, y Carmen Pedraza, miembro de la AVT (Asociación
Víctimas del Terrorismo)
La gacela merengue prosigue su carrera
El conjunto blanco continúa el pulso por la Liga con una victoria sin brillo. Los blancos acumulan 18 jornadas sin perder en Liga (15V, 3E). Los malacitanos dieron la cara en todo momento
El Real Madrid
llegaba a La Rosaleda con la lección bien aprendida tras la derrota de
la temporada pasada (3-2) y con la filosofía de Ancelotti inculcada en
sus jugadores. La gacela blanca debe correr (ganar) tanto o más si no
quiere ser cazada por el león, culé o colchonero. A priori, los blancos
partían como claros favoritos a pesar de que La Rosaleda es un campo
donde los rivales por el título sufrieron en demasía: Atlético (0-1),
Barça (0-1).
El encuentro comenzó con un ritmo muy alto y con
poco control de juego. Se alternaban las ocasiones en una y otra
portería, siendo más claras las de los blancos, especialmente una de
Cristiano Ronaldo que acabó en las manos de Caballero. El Madrid no
conseguía imponer su juego y empezaba a sufrir con el empuje de los
blanquiazules. Hasta que Bale cazó un balón con espacio en la banda
izquierda, se marchó de Antunes y le puso un buen balón a Cristiano para
que anotase su gol número 25 en liga.
A partir de ahí, los
blancos empezaron a crear más peligro y el portugués, por dos veces,
tuvo la oportunidad de poner tierra de por medio en el marcador pero
marró las dos ocasiones. En una de ella impactó de forma involuntaria
con Benzema y el francés se tuvo que retirar lesionado en detrimento de
Di María. Los boquerones no se echaron atrás y buscaron en el empate
liderados por un gran Amrabat. Con esas se llegó al descanso.
La
segunda parte comenzó con una inmejorable ocasión para los de Ancelotti.
La contra sensacional de Di María, que se marchó de todo el que salía a
su paso y le dejó el balón en bandeja a Isco, que perdonó de manera
incomprensible el mano a mano ante Willy. No fue el mejor regreso a casa
del hijo pródigo, que se marchó sustituido en el 61 por Jesé. El Madrid
no conseguía controlar el juego pero tampoco sufría en exceso.
El Málaga
metió el susto en el cuerpo a los blancos con una volea con la zurda de
Sergio Sánchez que no encontró portería. Los blancos esperaban su
opción a la contra para matar el partido pero les faltaba precisión en
los metros finales. Los últimos minutos sirvieron para ver un partido de
ida vuelta en el que pudimos pasar del 1-1 al 0-2. A pesar de ello, el
marcador no se movió más y el Madrid pasa la presión a Atlético y Barça.
Málaga CF: Caballero; Angeleri (El Hamdaoui, m.
86), Flavio Ferreira, Sergio Sánchez, Antunes; Amrabat, Camacho, Tissone
(Portillo, m. 67), Samuel (Iakovenko, m. 67), Duda y Santa Cruz.
Real Madrid:
Diego López; Carvajal, Pepe, Varane, Marcelo; Bale, Xavi Alonso, Modric
(Illarramendi, m. 90), Cristiano Ronaldo; Isco (Jesé, m. 62) y Benzemá
(Di María, m. 31).
Gol: 0-1, M.22: Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla al malaguista Antunes (m.18) y Duda (m. 61).
Incidencias:
Partido correspondiente a la vigésima octava jornada de Liga de Primera
División disputado en el estadio de La Rosaleda de Málaga ante unos
30.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el reciente
fallecimiento del que fuera jugador del Málaga Antonio Torres Robles.
La pantera rojiblanca no se rinde
En un partido poco vistoso, el Atlético fue capaz de aprovechar una acción aislada entre Villa y Costa para ponerse por delante y, a partir de ahí, dedicarse a vivir de las rentas
Comenzó el partido trabado, con ambos equipos
afanándose por cortar cualquier espacio que sirviera para dejar vías
libres al rival. Así, las faltas tácticas se convertían rápidamente en
norma y la medular del campo en un embotellamiento del que era difícil
salir con claridad. No fue extraño que, con estos mimbres, la primera
ocasión de peligro tardase casi un cuarto de hora en llegar y lo
hiciese, además, a balón parado. Sosa ponía una falta lejana, escorada
en la banda izquierda, al corazón del área. Una zona donde David Villa
aparecía misteriosamente libre de marca para rematar bien de cabeza. Sin
embargo, Casilla estuvo atento para enmendar el error de sus
compañeros, sacando el disparo a córner con una gran actuación.
No
tardó más que unos minutos en dar la respuesta el Espanyol. Los mismos
que tardó Courtois en reivindicar que el también quería ser protagonista
bajo los palos. Como no podía ser de otra forma, era Sergio García el
encargado de poner el peligro. El capitán perico sacaba un fuerte
disparo desde el límite interior del área mientras intentaba zafarse de
la marca de Alderweireld. El balón, que tocó al central atlético antes
de llegar a la portería, se envenenó en su trayectoria, obligando al
meta belga a lucirse para evitar el tanto visitante.
Tras estas
ocasiones, sin embargo, el partido continuó trabándose, haciendo que
recién superada la media hora ya se hubiera cometido una quincena de
faltas, la gran mayoría en la zona central del campo. El Atlético
encontró un cierto alivio a través de la banda izquierda y Filipe Luis
se abonó a ella. Así llegaron dos disparos de Villa y del propio Filipe,
pero Casilla se mantenía sólido y el marcador no se movía. En el campo
contrario, Courtois dejaba de sentir la presión de las llegadas rivales,
pues las líneas defensivas locales eran mucho más sólidas para
evitarlas.
El descanso llegaba con poco más que reseñar y ambos
equipos enfilaban el túnel de vestuarios con la sensación de que quedaba
todo por hacer. El Atlético había sido superior al Espanyol en el
dominio del juego (63,4% de la posesión) y había defendido mejor,
evitando que el equipo catalán llegase con claridad a las zonas
delicadas. Sin embargo, había sido incapaz de traducir estas
circunstancias en peligro real y se enfrentaban a la segunda parte con
un solo remate a puerta en su haber.
El partido seguía por el
mismo camino en la segunda mitad. Sin embargo, el cambio se produjo a
los diez minutos de la reanudación. Tal y como estaba siendo el choque,
no resultó extraño que el gol llegase en una acción individual. David
Villa sacaba un pase magistral al espacio en campo contrario para que
Diego Costa, con la enorme potencia que acumula en sus piernas, se
quedase solo con Casilla y, una vez ahí, con toda la tranquilidad del
mundo batiese a Casilla.
A partir del tanto, pareció quitarse un
peso de encima el Atlético y las dudas empezaron a atenazar al Espanyol.
El dominio local empezó a asentarse en zonas más cercanas al área
perica y al equipo visitante le costaba acercarse a los dominios de
Courtois. Pero esta situación no iba a ser eterna. Quitándose de encima
el peso del gol recibido, empezó el Espanyol a buscar un mayor
protagonismo, mientras que el Atlético se dedicaba a no perder el orden y
a evitar que el Espanyol convirtiera esta nueva situación en peligro
real sobre su meta.
Y lo consiguió. Así, el partido fue muriendo
con el Espanyol chocando contra el muro atlético, mostrándose incapaz
de batir a un Thibaut Courtois que sufrió más por los golpes que se
llevó en el rostro tras un tremendo encontronazo con la pierna de Jhon
Córdoba en una pugna dentro del área y por un pelotazo de David López,
que por sentir que su portería pudiera ser profanada. Así, los tres
puntos se quedaban en el Calderón tras un partido en el que el Atlético
se limitó a hacer lo mínimo imprescindible, pero haciéndolo muy bien,
para conseguirlos.
Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Alderweireld, Godín, Filipe Luís; Gabi, Tiago, Sosa (50´Koke), Arda (73´Diego Ribas); Villa (79´Raúl García) y Diego Costa.
RCD Espanyol: Casilla; Javi López, Colotto, H.Moreno, Fuentes; Víctor Sánchez (87´Álex Fernández), David López, Pizzi (88´Torje), Simao (62´Jhon Córdoba); Stuani, Sergio García
Goles: 1-0, Diego Costa (54’);
Árbitro: Pérez Montero (Comité Andaluz). Amonestó a Arda Turan y Godín por parte del Atlético de Madrid y a Javi López, Jhon Córdoba, Víctor Sánchez y Sergio García por parte del Espanyol.
Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de liga, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 37.000 espectadores.
Sin duda, el Real Betis
ha mejorado. Deportivamente lo ha hecho a todos los niveles. Los
jugadores de más calidad tienen más confianza mientras que a nivel
defensivo se encuentran compenetrados y concienciados, partiendo de la
base que ahora sí están contando con un portero (el 1,28 en contra de
Adán contrasta sobremanera con los 2,23 tantos encajados por partido
anteriormente). Los resultados tampoco le han dado la espalda; sin ir
más lejos, con este empate a cero en Elche, los verdiblancos han
encadenado la mejor racha de la temporada sin perder (3) y, qué deci, de
su campanada en el Sánchez Pizjuán el pasado jueves. Sin embargo, la
realidad es otra y se sitúa a nueve puntos. Un buen partido y un
resultado positivo suena a pinchazo, y aunque las sensaciones son
inmejorables, no “hay más ciego que el que no quiere ver”: a los
heliopolitanos se les acaban las jornadas para lograr la permanencia.
Elche CF: Manu Herrera, Damián, Botía, Lombán, Cisma, Rubén Pérez, Javi Márquez, Del Moral (Rodrigues min. 59’), Coro, Gil (Fidel min.83’) y Herrera (Boakye min.70’)
Real Betis Balompié: Adán; Chica, Perquis, Jordi, Dídac (Caro min. 17’, Amaya min. 40’), N'Diaye, Salva, Nono, Cedrick, Leo Baptistao (Vadillo min.70’) y Rubén Castro.
Árbitro: Alvárez Izquierdo (Comité Catalán). Amonestó a Javi Márquez (min. 44’), Botía (min. 57’), Figueras (min. 66’), Nono (min. 75).
Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Martínez Valero ante 29.125 espectadores. Homenaje en los videomarcadores del Martínez Valero a Miki Roqué, ex-futbolista del Betis fallecido por un cáncer.
Por si había alguna duda, el Barça estaba de parranda
El Barcelona avasalló a un Osasuna
que solo pudo oponer resistencia durante el primer cuarto de hora de
juego. Así pues, plácida victoria para el conjunto de Martino, que
superó el trámite y ya vela armas antes del trascendental encuentro del
próximo domingo ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
Los contragolpes de Bergdich por banda
izquierda apenas si servían como contrapunto para el juego combinativo
que Rakitic y Marin lideraban en el campo contrario. En cualquier caso,
la defensa castellana era más que suficiente para evitar disgustos en
los primeros minutos y los lanzamientos entre los tres palos brillaban
por su ausencia. Así, no le quedó más remedio al Sevilla que adelantarse
en el marcador gracias a una pena máxima.
Real Valladolid: Mariño; Rukavina, Mitrovic, Rueda, Bergdich; Sastre, Marc Valiente, Rossi (Óscar, m.45), Rama (Omar, m.63); Manucho (Larsson, m.46) y Javi Guerra.
Goles: 1-0, M.23: Rakitic, de penalti. 2-0, M.41: Gameiro. 3-0, M.66: Gameiro, de penalti. 4-0, M.74: Diogo Figueiras. 4-1, M.76: Javi Guerra.
Árbitro: Carlos Velasco Carballo (Colegio Madrileño). Amonestó a los locales Diogo Figueiras (m.78), Reyes (m.85) y Bacca (m.92), y a los visitantes Marc Valiente (m.51) y Rukavina (m.89).
Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante algo más de 35.000 espectadores. Césped en perfecto estado.
El Betis no es consciente de su cruda realidad
El conjunto de Gabriel Calderón vuelve a ofrecer una buena imagen pero no tapa su principal carencia: la falta de puntos frente a un conjunto ilicitano conformista
Sin duda, el Real Betis
ha mejorado. Deportivamente lo ha hecho a todos los niveles. Los
jugadores de más calidad tienen más confianza mientras que a nivel
defensivo se encuentran compenetrados y concienciados, partiendo de la
base que ahora sí están contando con un portero (el 1,28 en contra de
Adán contrasta sobremanera con los 2,23 tantos encajados por partido
anteriormente). Los resultados tampoco le han dado la espalda; sin ir
más lejos, con este empate a cero en Elche, los verdiblancos han
encadenado la mejor racha de la temporada sin perder (3) y, qué deci, de
su campanada en el Sánchez Pizjuán el pasado jueves. Sin embargo, la
realidad es otra y se sitúa a nueve puntos. Un buen partido y un
resultado positivo suena a pinchazo, y aunque las sensaciones son
inmejorables, no “hay más ciego que el que no quiere ver”: a los
heliopolitanos se les acaban las jornadas para lograr la permanencia.
Por su parte, al Elche
no le ha salido mal la idea de “aburrir a las ovejas” en el Martínez
Valero. De hecho, es el campo de Primera División donde menos goles se
ven y el que menos marca en casa de todos los equipos de liga (11). Fran
Escribá pidió un sobreesfuerzo a sus aficionados a lo largo de la
semana para que acudieran al estadio en masa a animar a los suyos. Cinco
partidos sin perder encajando tan solo un gol era una buena excusa. Y
seis lo son más, pero 30 puntos no son suficientes para estar tranquilo
de cara a una permanencia que, cada jornada que pasa, es más cara. Ayer
lo intentó entre líneas pero sin éxito.
La verdad es que lo tuvo
complicado ante un rival que, desde lo cogió Gabi Calderón, ha apostado
por encerrarse a domicilio para aprovechar las contadas ocasiones. Eso
puede valer en un derbi o en una eliminatoria, pero no cuando necesitas
imperiosamente los tres puntos. Y no todos los días le suena la flauta.
No lo hizo ni en Vigo, ni en Valencia ni en Villarreal, nada que ver con
Kazan o Nervión, porque en la liga un punto vale oro. Y aunque no
satisfizo al Elche, que solo remató una vez a puerta, también cuidó el
punto como “oro en paño”. Todo ello a pesar de controlar el partido, de
contar con una evidente superioridad física y de jugar en casa. Su mejor
oportunidad la tuvo Rodriguez en boca de gol a diez minutos de la
conclusión, amén del claro penalti en el último suspiro de Jordi
Figueras sobre Coro.
Por su lado, una jugada de Cedric que
terminó pegando al poste por fuera, las arrancadas de NDiaye, un
trallazo de Nono, y las ocasiones finales de Salva Sevilla resultaron
insuficientes para obtener los tres primeros puntos a domicilio en liga.
Es más, acumularon malas noticias en forma de lesiones. Reventados del
esfuerzo en el Euroderbi, Gabi Calderón se quedó sin laterales antes del
descanso cayendo lesionados Didac y Caro. Raramente no tiró de Juanfran
y sí de Amaya como improvisado lateral. Además, Leo Baptistao terminó
renqueante. Todos ellos son seria duda para la vuelta el jueves en el
Benito Villamarín frente al Sevilla, una eliminatoria que está a favor,
que le está despistando y que, en caso de debacle, pueden ver, con el
Atlético de Madrid visitándole, donde realmente están: en el abismo
absoluto.
Elche CF: Manu Herrera, Damián, Botía, Lombán, Cisma, Rubén Pérez, Javi Márquez, Del Moral (Rodrigues min. 59’), Coro, Gil (Fidel min.83’) y Herrera (Boakye min.70’)
Real Betis Balompié: Adán; Chica, Perquis, Jordi, Dídac (Caro min. 17’, Amaya min. 40’), N'Diaye, Salva, Nono, Cedrick, Leo Baptistao (Vadillo min.70’) y Rubén Castro.
Árbitro: Alvárez Izquierdo (Comité Catalán). Amonestó a Javi Márquez (min. 44’), Botía (min. 57’), Figueras (min. 66’), Nono (min. 75).
Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Martínez Valero ante 29.125 espectadores. Homenaje en los videomarcadores del Martínez Valero a Miki Roqué, ex-futbolista del Betis fallecido por un cáncer.
Por si había alguna duda, el Barça estaba de parranda
Con sus tres goles, Lionel Messi se convierte, con 371 tantos, en el máximo goleador de la historia del equipo blaugrana en todas las competiciones, incluyendo amistosos
El Barcelona avasalló a un Osasuna
que solo pudo oponer resistencia durante el primer cuarto de hora de
juego. Así pues, plácida victoria para el conjunto de Martino, que
superó el trámite y ya vela armas antes del trascendental encuentro del
próximo domingo ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
Obligados
estaban los jugadores del conjunto culé a ganar los tres puntos y
firmar una buena actuación. Las victorias de Real Madrid y Atlético
ponían al equipo local al borde del KO, puesto que no sumar los tres
puntos suponía decir adiós de forma prácticamente definitiva al
campeonato liguero. El serio traspiés sufrido ante el Valladolid la
pasada jornada hacia que la afición se mostrara especialmente exigente
con sus jugadores.
Los pupilos de Javi Gracia plantearon algunos
problemas al cuadro azulgrana durante los primeros compases.
Presionaban con mucha intensidad y el ataque local se atascaba en la
zona de tres cuartos. Además, no tenían complejos los navarros e
intentaban sorprender en el Camp Nou buscando con insistencia la figura
de Oriol Riera. Fue protagonista el ariete barcelonés en el minuto 9,
cuando el colegiado le anuló un gol por encontrarse en posición
antirreglamentaria a la hora de rematar.
No obstante, la
resistencia rojilla fue un mero espejismo, puesto que el Barça tardó 18
minutos en desatascar la situación, justo el tiempo que necesitó Messi
en entrar en escena. El argentino puso por delante al conjunto azulgrana
tras culminar una buena jugada colectiva. Tocó lo justo la Pulga con la
punta de la bota para desviar la trayectoria del balón y lograr
inaugurar el marcador. El tanto espoleó a los de Martino y solo cuatro
minutos después Alexis aumentaba la renta al conseguir el 2-0 al empujar
al fondo de las mallas una gran asistencia de Jordi Alba. Iniesta se
sumó a la fiesta antes del descanso y, con un excepcional zapatazo desde
fuera del área, logró dejar el choque prácticamente sentenciado.
En
apenas cuarto de hora el conjunto azulgrana logró tres goles y pudieron
llegar más si Andrés Fernández no hubiera intervenido con acierto para
sacar sendos zapatazos de Dani Alves y de Xavi Hernández. Pedro también
disfrutó de una ocasión clarísima en los últimos compases del primer
periodo. Fue, en suma, un auténtico milagro que el equipo visitante no
se hubiera retirado a los vestuarios con una goleada de escándalo en
contra.
La intensidad del partido bajó en el segundo acto. Aún
así, el Barça siguió llegando con soltura hasta el área de Osasuna.
Messi logró el cuarto. Con su segundo tanto, el argentino se convierte
en el máximo goleador de la historia del Barcelona en todas las
competiciones, incluyendo amistosos. Superó a Paulino Alcántara que dejó
su marca en 369.
Tello, de nuevo Messi, y Pedro redondearon la
goleada del Barça (7-0) en los minutos finales. El argentino logró su
segundo hat trick esta campaña en la competición liguera.
Así
pues, festín del conjunto culé a siete días de visitar el Camp Nou. Muy
dura la derrota de un Osasuna, que encaja su tercera derrota consecutiva
y ve como sus rivales en la lucha por la permanencia se van comiendo
semana tras semana la renta acumulada.
FC Barcelona: Valdés; Alves, Bartra, Mascherano (Adriano, min. 82), Jordi Alba; Iniesta, Busquets, Xavi (Alex Song, min. 61); Pedro, Messi y Alexis (Tello, min. 77).
Atlético Osasuna: Oier,
Loties, Arribas, Damiá; Raoul Loé, Silva; Cejudo, Armenteros (Lobato,
min. 62), Roberto Torres (Puñal, min. 70); y Oriol Riera (Acuña, min.
84).
Goles: 1-0. M. 18: Lionel Messi; 2-0. M. 22: Alexis Sánchez; 3-0. M. 34: Andrés Iniesta; 4-0. M. 63: Messi; 5-0. M. 78: Cristian Tello. 6-0. Min 88: Messi. 7-0. 90+1: Pedro.
Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Amonestó a Arribas (min. 48), Mascherano (min. 58), Cejudo (min. 82)
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 28 de Liga
disputado en el Camp Nou ante 71.764 espectadores. Se guardó un minuto
de silencio en memoria del exjugador azulgrana Isidre Flotats.
Un triunfo contra el olvido, un triunfo para creer
El equipo andaluz se recupera tras perder el derbi con el Betis y coge fuerzas para la revancha en la Europa League
El Sevilla salió al Sánchez Pizjuán con el objetivo de agradar a una afición un tanto decepcionado tras el resultado obtenido en el primero de los dos derbis europeos que habrán de enfrentarle al Betis en la Europa League. El control del balón era para los locales, así como las ocasiones, frente a un Valladolid que se limitaba a mantener el orden con dos tupidas líneas defensivas plantadas frente al área de Diego Mariño.
Los contragolpes de Bergdich por banda
izquierda apenas si servían como contrapunto para el juego combinativo
que Rakitic y Marin lideraban en el campo contrario. En cualquier caso,
la defensa castellana era más que suficiente para evitar disgustos en
los primeros minutos y los lanzamientos entre los tres palos brillaban
por su ausencia. Así, no le quedó más remedio al Sevilla que adelantarse
en el marcador gracias a una pena máxima.
En el minuto 21,
Marko Marin caía en la parte izquierda del área tras un contacto con
Lluis Sastre y Velasco Carballo no dudaba en señalar el penalti. El
lanzamiento corría a cargo de Rakitic que mandó el balón al fondo de las
mallas frente a un Mariño que se lanzaba en dirección contraria.
Tras
el tanto, el Valladolid quiso ganar algo de protagonismo en el partido,
mientras que el Sevilla aflojaba su control y el choque se convertía en
un rápido toma y daca de un área a otra. Sin embargo, esta nueva
situación del Valladolid no se tradujo en ocasiones claras para los
castellanos, mientras que el Sevilla sí encontraba más espacios a la
hora de crear. Marin, Reyes y Rakitic desaprovechaban buenas ocasiones
dentro del área, precedentes de lo que conseguiría Gameiro poco
después.
Tras tocar con parsimonia en su propio campo, el
Sevilla cambió de ritmo cogiendo por sorpresa al Valladolid en el minuto
40. Marko Marin daba un pase en profundidad y Gameiro lo recogía algo
escorado a la izquierda del área para definir con precisión y potencia a
la parte alta de la portería de Mariño. Poco más ofreció la primera
parte, con un Sevilla cada vez más cómodo y un Valladolid a la
búsqueda de respuestas con las que revertir un partido que se le ponía
muy complicado.
Tras la reanudación, el Sevilla siguió mucho
más volcado en el campo contrario que el Valladolid, que no era capaz
de crear ocasiones claras para recortar distancias. El 3-0 parecía en
todo momento más cercano que el 2-1, pero acabó llegando de una forma
injusta. Velasco Carballo se equivocaba al entender como mano un balón
que impactaba en el cuerpo de Mitrovic y, desde los once metros, Gameiro
cerraba el partido. El Valladolid, sin nada que perder, intentó un
planteamiento más ofensivo que el que había ofrecido hasta el momento y
eso lo aprovechó José Antonio Reyes para, con una galopada por banda
izquierda culminada con un centro al área, regalarle un gol a Diogo
Figueiras que solo tuvo que llegar desde atrás para fusilar a Mariño.
Con cuatro goles de renta, el Sevilla pensó en el Betis y se
encerró atrás. El Valladolid tocaba por primera vez con cierta
continuidad en campo contrario y, en el minuto 76, Javi Guerra
aprovechaba un error de Reyes frente al área local para sacar un disparo
que subía al marcador el gol de la honra de los pucelanos. Pero el
tanto era un simple espejismo castellano en un desierto andaluz. El
dominio local fue absoluto durante la práctica totalidad del choque,
que se cerraba con una goleada con un importante valor anímico de cara
al partido de Europa League del próximo jueves frente al Real Betis en
el Benito Villamarín.
Sevilla FC: Beto; Diogo Figueiras, Fazio, Nico Pareja, Alberto Moreno; Iborra (M'Bia, m.77), Cristóforo; Reyes, Rakitic, Marko Marin (Coke, m.71); Gameiro (Bacca, m.71).
Real Valladolid: Mariño; Rukavina, Mitrovic, Rueda, Bergdich; Sastre, Marc Valiente, Rossi (Óscar, m.45), Rama (Omar, m.63); Manucho (Larsson, m.46) y Javi Guerra.
Goles: 1-0, M.23: Rakitic, de penalti. 2-0, M.41: Gameiro. 3-0, M.66: Gameiro, de penalti. 4-0, M.74: Diogo Figueiras. 4-1, M.76: Javi Guerra.
Árbitro: Carlos Velasco Carballo (Colegio Madrileño). Amonestó a los locales Diogo Figueiras (m.78), Reyes (m.85) y Bacca (m.92), y a los visitantes Marc Valiente (m.51) y Rukavina (m.89).
Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante algo más de 35.000 espectadores. Césped en perfecto estado.
La Bestia Negra del Valencia sigue agrandandose
Un soberbio testarazo del delantero donostiarra Agirretxe rompe un partido predestinado al empate sin goles y ofrece al conjunto txuri-urdin tres puntos de oro para entrar en Europa
No era una final. Pero casi. Una victoria en
este clásico del fútbol español catapultaría al ganador a coger una
posición privilegiada para jugar en Europa la próxima temporada. Sobre
todo una final para el Valencia, lastrado por su irregular inicio
liguero, y que se encuentra a siete puntos de la Real Sociedad. Pero
desde la llegada de Juan Antonio Pizzi al banquillo che, su rostro
futbolístico es otro muy diferente -16 de 30 puntos posibles-.
Por
eso, el míster de Santa Fe apostó en la alineación titular y propuso un
partido a la medida de su rival, con dos jugadores en punta de ataque
como Jonas y Eduardo Vargas que hicieran daño a la casi siempre bien
colocada pero a veces algo relajada defensa realista. El golpeo del
brasileño y la movilidad del internacional chileno serían las
principales armas ofensivas del Valencia en Anoeta y así el primer
intento lo realizó el delantero cedido por el Grêmio con un escorzo de
cabeza que terminó en las manos de su compatriota Claudio Bravo.
Jagoba
Arrasate, buen estudioso de sus rivales, apostó por una dupla en la
sala de máquinas realista formada por Zurutuza y Markel y así dar el
control del balón a un Valencia que se adueñó con gusto de la posesión
desde el inicio. Contaba con Seydou Keita, que ha regresado a la Liga
que nunca debió abandonar y que aporta al conjunto che ese recorrido en
la medular que le falta a Dani Parejo para ser más determinante. Pero
era un dominio sin profundidad y que solo se reflejaba en largas
conducciones que se estrellaban en el cortafuego defensivo txuri-urdin.
Así,
poco a poco, ese innocuo dominio valencianista se fue transformando en
una desconfianza ofensiva de la que se alimentó el centro del campo
realista. Sobre todo por mediación de un jugador, David Zurutuza, que
desde su transformación a centrocampista ‘box-to-box’ tiene una mayor
incidencia en los partidos, sobre todo en encuentros como éste, tan
opacos en el centro del campo. Pero a la Real Sociedad le faltaba algo. Y
eran las apariciones de esa tripleta de zurdos tan cristalina como a
veces anárquica por la que tanto apuesta. Pero ni Carlos Vela ni Sergio
Canales aparecían en ataque y solo un par de ramalazos de Antoine
Griezmann en forma de lanzamientos desde larga distancia provocaban el
parpadeo de Diego Alves.
De esta manera, ambos equipos fueron
dejando sus opciones a sus jugadores más ofensivos y en ese intercambio
salió ganando el Valencia. Primero Sofiane Feghouli –cinco de las seis
asistencias logradas en esta Liga han llegado con Pizzi como entrenador,
una muestra de su enjundia en este nuevo Valencia– que se aprovechó de
una autopista dejada por una atrincherada defensa txuri-urdin y efectuó
un zurdazo al que respondió perfectamente Claudio Bravo. Y ya al final
del primer acto, Jonas, en uno de esos goles que le caracterizaron como O
Detonador en su etapa en el Brasileirão, voleó un balón tras un saque
de esquina que se marchó mordiendo la cepa izquierda de la portería
realista.
La segunda parte comenzó con la timidez reinando en
Anoeta. La Real le dejó una mayor carga ofensiva a Carlos Vela pero el
mexicano siempre estuvo vigilado por mil ojos valencinistas. El Valencia
siguió a lo suyo, intentando coger desprevenida a la zaga realista
gracias a la calidad de sus hombres de arriba. Inconmensurable Antonio
Barragán en su rol de carrilero, llegando con mucha asiduidad a pisar la
línea de cal, y que fue uno de los jugadores más activos del Valencia
en este segundo acto.
Pero se equivocaba el Valencia si quería
tumbar a la Real Sociedad por alto. Porque los donostiarras, además de
ser uno de los conjuntos que más goles marcan de cabeza en esta Liga,
cuentan con dos baluartes defensivos por arriba llamados Iñigo Martínez y
Mikel González. Y así, como si hubiese querido responder a los ataques
valencianistas por alto, la Real Sociedad logró el primer tanto de esta
manera. Eslalon de José Ángel por esa banda izquierda que tanto le
gusta pisar y pisar y su posterior centro al corazón del área lo recogió
un cazagoles realista llamado Imanol Agirretxe disfrazado de Darko
Kovacevic para inaugurar el marcador con un soberbio y espectacular
testarazo.
Con el 1-0 en contra, el Valencia se lanzó al ataque
con esa confianza que da no tener ya nada que perder y se aferró a las
apariciones de Jonas en ataque. Primero avisó el delantero de Bebedouro
con un latigazo seco que rozó la cepa del poste derecho de Claudio
Bravo. Y después y cuando solo restaban unos minutos para la
finalización y en el único pase en profundidad que pudo filtrar
Feghouli, el ex del Gremio la pegó con todo pero su primer remate fue
rechazado y el segundo lo voleó pero demasiado alto.
Al final,
tres puntos cruciales para la Real Sociedad, que se coloca a cinco
puntos del cuarto clasificado, el Athletic Club, y que siguen
alimentando los sueños de repetir experiencia en Champions la temporada
que viene. El Valencia, por el contrario, deberá seguir luchando por esa
peleada séptima plaza que dará acceso a la previa de la Liga Europa.
Real Sociedad: Bravo; Zaldua, Iñigo
Martínez, Mikel, José Ángel; Bergara, Zurutuza, Canales (Rubén Pardo,
min. 78); Vela, Griezmann y Agirretxe (Xabi Prieto, min. 81).
Valencia CF: Diego Alves; Barragán, Senderos, Víctor Ruiz, Bernat (Michel,
min. 82); Parejo, Keita, Feghouli; Vargas (Araujo, min. 68), Piatti
(Fede, min. 54), Jonas.
Árbitro: Estrada Fernández. (Comité Catalán). Amonestó a Bravo, José Ángel, Barragán, Bernat, Senderos y Míchel.
Goles: 1-0, min. 61: Agirretxe.
Incidencias:
Partido de la vigésimo octava jornada de liga en Primera División.
23.845 aficionados en el estadio de Anoeta y 15.800 euros de
recaudación.
Combate nulo en busca de la Champions
El conjunto bilbaíno sacó un importante punto de merced a un tanto de Aduriz de cabeza en los últimos instantes. Con este gol, el delantero se redimió tras fallar un penalti
El Athlétic salió vivo de El Madrigal tras
empatar (1-1) con un gol de Aduriz en los últimos compases del partido,
cuando el conjunto de Valverde estaba contra las cuerdas. Fue un partido
tosco y trabado, en el que el fútbol brilló por su ausencia. El
Submarino Amarillo se había adelantado en el primer minuto del segundo
acto por mediación de Tomás Pina.
Los primeros minutos fueron de
gran intensidad, aunque escaso fútbol. Los dos equipos se respetaban
mucho, ejerciendo una fuerte presión sobre la salida de balón del rival y
apenas se podrían hilvanar jugadas en la medular del terreno de juego.
El resultado era un partido frío e inconexo que apenas dejaba llegadas a
ninguna de las dos porterías. Solo cuando Oliver Torres y Cani entraban
en contacto con el cuero se atisbaba posibilidad de peligro. Ya era
algo más que lo que pudo ofrecer un Athlétic que no amenazó la portería
del equipo local hasta los últimos compases del primer periodo.
El
signo del partido pudo variar en dos ocasiones muy claras del conjunto
de Valverde en el epílogo del primer periodo. Un disparo de Susaeta, que
rebotó en Musacchio, estuvo a punto de sorprender a Asenjo. Instantes
después el guardameta salvó a su equipo tras pararle un penalti a
Aduriz. El colegiado acertó a la hora de decretar la pena máxima tras
impedir con la mano el remate de un rival en el interior del área.
Este
es el segundo penalti que detiene Sergio Asenjo en la presente
temporada. Detuvo otro ante el Espanyol. Por su parte, se trata del
tercer penalti que falla el conjunto bilbaíno en la presente temporada,
el primero en el que no está acertado Aduriz, que convirtió los dos
anteriores que ejecutó.El decorado cambió de forma radical nada más
comenzar el segundo acto, puesto que se adelantó el Villarreal por
mediación de Tomás Pina tras culminar una gran jugada individual de
Oliver Torres. El tanto vino precedido de un grave error defensivo de
Balenziaga, al que el jugador cedido por el Atlético de Madrid le robó
la cartera.
Tras encajar el gol, los leones estiraron sus líneas
buscando el tanto del empate. El partido se abrió, más aún después de la
expulsión de Gabriel, que vio la segunda cartulina amarilla cuando aún
restaban 25 minutos para la conclusión del partido. El conjunto vizcaíno
empujó mucho en los últimos minutos, pero no estaba encontrando la
claridad necesaria en la zona de tres cuartos.
Al Villarreal se
le hizo muy cuesta arriba el tramo final y en los últimos compases del
encuentro, emergió la figura de Aduriz, autor del tanto del empate de
inapelable cabezazo. De este modo, el ariete del conjunto rojiblanco se
redimía tras fallar el penalti en el primer periodo. Remontó una vez más
el conjunto bilbaíno, que ha conseguido sumar 21 puntos tras encajar el
primer gol en sus partidos, la cifra más alta de la competición.
Villarreal CF: Asenjo; Mario, Musacchio, Gabriel, Jokic; Pina, Bruno, Cani (Aquino, min. 62), Óliver Torres (Costa, min. 75); Uche (Pantic, min.69) y Giovani.
Athletic de Bilbao: Iraizoz; De Marcos, Gurpegi, Laporte, Balen;
Iturraspe, Rico (Toquero, min. 77) Ander (Beñat, min. 80); Susaeta,
Muniain, Aduriz.
Goles: 1-0 Pina (min. 48); 1-1 Aduriz (min. 86)
Árbitro: José Luis González González (Comité Castellano-leonés). Amonestó a Jokic (min.
31), Adruiz (min.32), Gurpegi (min. 37), Gabriel (min. 38). Expulsó a
Gabriel por doble amonestación ( min. 75)
Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA disputado en el campo municipal de deportes de El Madrigal ante unos 19.000 espectadores.
CLASIFICACIÓN PROVISIONAL DE LA LIGA BBVA
Posición
|
Equipo
|
Puntos
|
Jugados
|
Ganados
|
Empatados
|
Perdidos
|
GF
|
GC
|
1
| REAL MADRID |
70
| 28 | 22 | 4 | 2 | 77 | 26 |
2
| ATLÉTICO DE MADRID |
67
| 28 | 21 | 4 | 3 | 64 | 21 |
3
| FC BARCELONA |
66
| 28 | 21 | 3 | 4 | 81 | 22 |
4
| ATHLETIC DE BILBAO |
52
| 28 | 15 | 7 | 6 | 51 | 32 |
5
| REAL SOCIEDAD |
46
| 28 | 13 | 7 | 8 | 49 | 39 |
6
| VILLARREAL CF |
45
| 28 | 13 | 6 | 9 | 48 | 34 |
7
| SEVILLA FC |
44
| 28 | 12 | 8 | 8 | 51 | 43 |
8
| VALENCIA CF |
36
| 28 | 10 | 6 | 12 | 39 | 39 |
9
| RCD ESPANYOL |
36
| 28 | 10 | 6 | 12 | 32 | 34 |
10
| LEVANTE UD |
36
| 28 | 9 | 9 | 10 | 26 | 35 |
11
| RC CELTA DE VIGO |
33
| 28 | 9 | 6 | 13 | 33 | 39 |
12
| GRANADA CF |
31
| 28 | 9 | 4 | 15 | 27 | 39 |
13
| ELCHE CF |
30
| 28 | 7 | 9 | 12 | 24 | 40 |
14
| MÁLAGA CF |
29
| 28 | 7 | 8 | 13 | 26 | 36 |
15
| ATLÉTICO OSASUNA |
29
| 28 | 8 | 5 | 15 | 24 | 48 |
16
| RAYO VALLECANO |
29
| 28 | 9 | 2 | 17 | 32 | 62 |
17
| GETAFE CF |
28
| 28 | 7 | 7 | 14 | 26 | 45 |
18
| REAL VALLADOLID |
26
| 28 | 5 | 11 | 12 | 30 | 48 |
19
| UD ALMERÍA |
26
| 28 | 7 | 5 | 16 | 27 | 52 |
20
| REAL BETIS BALOMPIÉ |
19
| 28 | 4 | 7 | 17 | 23 | 56 |
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