miércoles, 12 de marzo de 2014

EL ATLETI EN LA CHAMPIONS Octavos de Final Partido de Vuelta


ATLÉTICO DE MADRID [4-1] AC MILÁN

Llamando a las puertas de la gloria, soy el Atleti ¿Se puede?
 

Los de Simeone consiguen pasar de ronda tras un serio encuentro en el que lo pasaron mal en algunos momentos de la primera mitad

 

 

El AC Milan no es un equipo venido a menos. No es un equipo, sencillamente. Mucho trabajo tiene por delante el excepcional excentrocampista con el equipo milanista pues ante un conglomerado futbolístico como el Atlético quedó totalmente retratado.

Es tanta la diferencia en intensidad, posicionamiento y actitud que solamente tardó tres minutos y un par de toques previos Diego Costa para hacer el primer tanto de la noche. Tras un felino robo de Gabi, el balón le cayó a su fiel escudero Koke, quien puso un sensacional centro al área pasado que voleó de manera magistral y tras un soberbio salto el delantero internacional español con su zurda para alimentar la tranquilidad de una siempre intranquila afición rojiblanca. Ese gol convertía a Diego Costa en el autor más rápido de un tanto ante el AC Milan en toda la historia de la Champions tras Litmanen en el 1994.

Pero el Atleti es el Atleti. Y el Milan es un equipo italiano. Y mezclando ambas proposiciones dan como resultado un sufrimiento matemático asegurado. Así, el gol de los rojiblancos avivó el orgullo del siete veces campeón de Europa y los milanistas comenzaron a intentar hacer daño haciéndose dueño del centro del campo. De esa manera, y en un despiste irracional en la colocación de la defensa atlética, el esférico le llegó a Andrea Poli –un híbrido entre interior y mediapunta– y que colocó un preciso servicio al segundo palo para la llegada sorprendente de un Kaká que solo tuvo que cabecear a gol.

El gol noqueó al Atlético en los siguientes minutos y alimentó la heroica ‘rossoneri’ de remontada. Con muy poco pero suficiente, el conjunto de Seedorf redujo la capacidad del Atlético al nerviosismo y en ese estado sí que se sabe mover de tanto batallar en la siempre competida Serie A. Así, en el minuto 34, Kaká tuvo en su frente la opción de dar la vuelta a la eliminatoria tras un saque de esquina sacado en corto que, otra vez como en el día del derbi, cogió desprevenida a la zaga atlética. Pero no es la principal cualidad del 22 milanista el remate de cabeza. Y ya es suficiente con un gol de cabeza en un partido como para desafiar a las estadísticas.

A renglón seguido de la oportunidad fallida del Milan, apareció ese corsario nacido futbolista llamado Arda Turan para devolver la alegría al Atlético. Jugada sin transición, de esas que gustan en el Manzanares, que termina con una dejadita de pecho sensacional de Raúl García hacia el voleón del internacional otomano para colarse en la red italiana tras adquirir un extraño globo.

La diferencia se hizo aún más visible en la segunda parte. El Atlético comenzó a zarandear al conjunto milanista con su fútbol de impacto directo y esperar a que llegaran los goles. Primero fue Raúl García –sublime en la primer mitad con una chilena digna del mejor van Basten– con un certero cabezazo tras una falta botada por Gabi quien puso el tercer tanto en el electrónico del Manzanares. Después llegó el colofón por parte del mejor futbolista del Atlético esta temporada: Diego da Silva Costa, internacional español, que en una fugaz combinación con José Sosa batió por raso al exportero rojiblanco Christian Abbiati.

El Atlético está en cuartos y ya es uno de los mejores ocho equipos del continentes. Lo era antes del partido por su impresionante trayectoria esta temporada. Y lo ha demostrado tras este partido por su capacidad de pegada y se saber recomponerse.  

 


Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Koke (Diego Ribas, 81’), Gabi, Mario Suárez, Arda Turan (Cebolla, 78’); Raúl García (Sosa, 71’), Diego Costa.

AC Milan: Abbiati; Abate, Rami, Bonera, Emanuelson; Essien (Pazzini, 68’), De Jong (Muntari, 78’); Poli, Taarabt (Robinho, 46’), Kaká; Balotelli.

Goles: 1-0. M. 3: Diego Costa. 1-1. M. 27: Kaká. 2-1. M. 41: Arda Turan. 3-1. M. 70: Raúl García. 4-1. M. 85: Diego Costa.

Árbitro: Mark Clattenburg (Inglaterra). Mostró tarjeta amarilla a Raúl García (4’), quien no jugará la ida de cuartos de final, Rami (7’), Balotelli (45’), Bonera (70’) y Robinho (73’).

Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 53.000 espectadores. Ambos equipos lucieron brazaletes negros en memoria de las víctimas del atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid.

BAYERN DE MUNICH [1-1] ARSENAL FC

Incomodidad solventada, que pase el siguiente
 

El juego-control bávaro fue suficiente ante la incapacidad 'gunner' de crear peligro. Los cuartos de final esperan a Pep Guardiola

 

 

Flojo partido de dos conjuntos que parecen condenados a encontrarse en los octavos de final de la máxima competición europea. El Arsenal regresaba a Múnich con un resultado adverso, como el curso pasado, con la diferencia de que en esta ocasión nunca ha tenido opciones de voltear la eliminatoria, ante un Bayern mucho más dócil de lo que nos tiene acostumbrados.

Arrancaba el partido con el respeto propio de dos equipos que querían medirse antes de entrar en combate, a pesar de ser viejos guerreros conocidos. El Bayern estaba en su salsa, en el partido deseado, con el control del balón y el rival aparentemente domesticado. La eliminatoria estaba de cara merced a la sustancia ventaja traída de Londres. Bajo esa seguridad, los bávaros avanzaban metros sigilosamente. Esperando su momento.

El cambio de Özil, tras el descanso, señalaba al germano, como responsable de no mover al equipo 'gunner'. Un duro palo para el jugador, cuyo juego se ausentaba de nuevo en una cita importante. Una cita que variaba su marcador en estos 45 minutos. Primero, a través de un error de la defensa inglesa que no era capaz de frenar a Ribery por banda y menos de sostener a Schweinsteiger en la frontal, quien remataba a placer.

Acto seguido, una pared de Lukas Podolski con Giroud, con la colaboración de Lahm, hacía que el ex del Colonia -y del propio Bayern- sacara a relucir su rabia al fusilar a Neuer por la escuadra. El empate ofrecía una leve dosis de optimismo en los visitantes y un aviso a los locales, los cuales rescataban el culto a la posesión como clave para conseguir el éxito. Suficiente para hacer morir el duelo y dejar agonizar al reloj.

El cansancio asomaba en el horizonte del mismo modo que el equipo de Arsène Wenger desaprovechaba la enésima opción de crecer en Europa. Una imagen más triste y gris, esta vez sin armas, sin mordiente en el ataque. Entregado ante un Bayern más apático que de costumbre que necesita poco para solventar los encuentros y que pudo vencer a través de un penalti lanzado por Müller, en el último suspiro, parado por Fabianski tras pasearse el balón por línea de gol.  

 


Bayern de Munich: Neuer; Lahm, Martínez, Dante, Alaba; Thiago, Schweinsteiger, Götze (Kroos, 59’); Robben, Mandzukic y Ribéry (Müller, 85’).

Arsenal FC: Fabianski; Sagna, Mertesacker, Koscielny, Vermaelen; Cazorla, Arteta (Gnabry, 77’), Chamberlain (Flamini, 84’), Podolski; Özil (Rosicky, 46’) y Giroud.

Goles: 1-0, Schweinsteiger (55’); 1-1, Podolski (57’)

Árbitro: Svein Oddvar Moen (Noruega). Amonestó a Dante, Javi Martínez, Podolski, Arteta y Vermaelen.

Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en la Allianz Arena, de Múnich, ante unos 68.000 espectadores.

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