Un gol del delantero andaluz en la primera mitad fue suficiente para que los hombres de Miroslav Djukic lograsen la victoria en Santo Domingo
El Real Valladolid acaricia el ascenso a la Liga BBVA tras imponerse por 0-1 a un Alcorcón que fue de menos a más. El conjunto blanquivioleta pasó de la brillantez inicial a la seriedad final. Dos maneras distintas de entender un encuentro que, sin embargo, dieron con el resultado soñado.
La primera mitad arrancó con el guión
esperado. El Valladolid se hizo con el control del esférico, mientras
que el Alcorcón, a base de empuje y garra, intentaba minimizar la
superioridad de su rival. El cuadro blanquivioleta, con la filosofía de
siempre, fue creando oportunidades y metiendo al conjunto madrileño en
su campo.
Pronto llegó la primera gran ocasión del encuentro.
Javi Guerra, en el minuto cinco, estuvo cerca del gol, pero su zurdazo
fue despejado por un Manu Herrera que supo tapar a la perfección el
primer palo. Aquella oportunidad le metió el miedo en el cuerpo a un
Alcorcón que no veía el hueco necesario para sacar a relucir sus
virtudes.
Con el paso de los minutos, Óscar se fue haciendo dueño
y señor del escenario. Recibiendo en la medular y desordenando en tres
cuartos, el mediapunta del Pucela comenzó a firmar su particular
dictadura con una exhibición más propia de un crack de la Liga BBVA.
El
Alcorcón se estiró un poco antes de la media hora. Rubén Sanz, de
hecho, probó los reflejos de Dani Hernández con un disparo lejano. El
guardameta venezolano respondió con una buena intervención. La
oportunidad, sin embargo, no sirvió para cambiar el guión. El Valladolid
era superior y lo iba a confirmar con el 0-1, obra de Javi Guerra. La
transición se inició en la izquierda y terminó en la derecha, gracias a
Óscar, que aceleró la jugada en el momento indicado. Nauzet apareció por
el costado y le puso un gran centro al nueve blanquivioleta, que remató a la red.
El
tanto de Guerra dejó muy tocado a un Alcorcón que no ofreció capacidad
de reacción en los últimos instantes de la primera mitad. El Pucela, a
base de toque y despliegue técnico/táctico durmió el encuentro para
llegar con ventaja al descanso.
En la reanudación, los hombres
de Anquela tiraron de corazón y orgullo para intentar equilibrar la
balanza. Con más fuerza que fútbol, supieron quitarse de encima la
superioridad de su rival, un Valladolid que perdió el control del
esférico y se vio obligado a trabajar más el aspecto defensivo.
Sabiendo
las urgencias existentes, Anquela decidió agotar los tres cambios antes
del minuto sesenta. Entraron Miguélez, Saúl y Oriol en lugar de Borja,
Nagore y Quini, respectivamente. Djukic, por su parte, y viendo que los
suyos habían dicho adiós al dominio, quitó a Óscar y metió a Javi Baraja
para así fortalecer el centro del campo con un futbolista de perfil más
conservador.
Las permutas nos dejaron un escenario en el que el
Alcorcón se mostró superior ante un Valladolid irreconocible, nada que
ver con lo mostrado en la primera mitad. Los madrileños no gozaban de
claras ocasiones, pero cada acercamiento ofrecía una evidente sensación
de peligro.
Ya en los últimos instantes, el cuadro pucelano
buscó más la posesión para así dormir el choque y mantener el 0-1.
Djukic, además, realizó un cambio en el descuento para perder tiempo.
Manucho ocupó el puesto de Javi Guerra.
En el 93, Dani Hernández
salvó a los suyos con una intervención maravillosa. Vuelo sin motor
para evitar el 1-1 y dejar así al Pucela con una importante ventaja de
cara al encuentro de vuelta.
AD Alcorcón: Manu Herrera; Nagore (Saúl,
m.59), Agus, Rueda, Bermúdez; Fernando Sales, Mora, Rubén Sanz,
Montañés; Borja (Miguélez, m.56) y Quini (Oriol Riera, m.59).
Real Valladolid: Dani Hernández; Balenziaga, Rueda, Valiente,
Peña; Nauzet (Jofre, m.75), Nafti, Víctor Pérez, Sisi; Óscar (Baraja,
m.65)y Javi Guerra (Manucho, m.88).
Goles: 0-1: M.29 Javi Guerra.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó a
Nagore, Bermúdez y Rueda del Alcorcón; y a Peña, Balenziaga y Baraja del
Valladolid.
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