sábado, 30 de junio de 2012

Y TODO EMPEZÓ HACE CUATRO AÑOS



Hoy se cumplen cuatro años desde que Casillas alzó la Eurocopa de 2008 celebrada en Austria y Suiza, la segunda Eurocopa que figura en el palmarés de la selección española. Fue el principio de la época más dorada de España en toda su historia, que el domingo puede alargarse un poco más si consigue ganar a Italia en la final.

Luis Aragonés, entonces seleccionador, decidió prescindir de Raúl y de Michel Salgado después de una dolorosa derrota frente a Irlanda del Norte, que puso a España casi contra las cuerdas en la fase de clasificación para el torneo europeo. Movió ficha el seleccionador pese a la oposición de un importante sector de la crítica. La selección enderezó el camino y se metió de lleno en la Eurocopa de 2008.

España debutó con buena nota ante Rusia con un 'hat trick' de Villa (4-1), logró el pase para cuartos en un final agónico frente a Suecia (2-1) gracias al acierto del Guaje y disfrutó de un partido intrascendente con Grecia (2-1). Por entonces, los focos no seguían de cerca su juego. En el hotel de concentración de la selección se seguía el partido que le anunciaría su rival en cuartos. Italia.

El partido no fue bueno y llegó un momento en el que se instaló el 'catenaccio' mutuo en el terreno de juego. Así se llegó a la tanda de penaltis. Luis Aragonés fue preguntando a sus jugadores si estaban en condiciones de lanzar. Xavi, Iniesta y Torres no pudieron tirar porque fueron sustituidos. La mayoría de los jugadores españoles tenían la cabeza alta salvo excepciones, como fue el caso de Dani Güiza. “Dani, tú tiras”, dijo Luis.

Después del sorteo comenzó la ruleta rusa. Villa en el punto de penalti y Buffon bajo los palos, con Casillas aguardando su turno fuera el área en un costado. Villa, gol. Grosso, gol. Cazorla, gol. De Rossi, para Casillas. Senna, gol. Camoranesi, gol. Güiza, para Buffon. Di Natale, para Casillas. Cesc, gol. ¡A semifinales!

Fue el punto de inflexión. Y España se reencontró con Rusia, que venía de dar un baño a Holanda. Luis Aragonés avisó a los jugadores y a los periodistas que el equipo alcanzaría la final porque sabia cosas. Habló de un espía infiltrado en la fiesta de los rusos después de apear a uno de los favoritos. Habló de excesos, que luego pagarían. Y así fue. La selección dio un baño a Rusia en la segunda parte y se metió a lo grande en la final (3-0), donde esperaba Alemania.

Los hombres de Low derrotaron a Portugal en cuartos y a Turquía en semifinales con dos partidos soberbios. Luis Aragonés entonces entendió que llegaba el momento de echar el resto después de los palos recibidos por la transformación en el equipo. 

Alemania tuvo sus opciones pero se impuso la templanza de España, con un gol de Torres sobre la media hora de la primera parte. Los chicos de Luis cambiaron la historia del fútbol español, acostumbrado a convivir con la decepción, a buscar excusas y a llorar en los bares, y conquistó la Eurocopa.

La selección se había hecho mayor y su éxito no fue flor de un día. Con Vicente Del Bosque seguirían los éxitos: conseguiría el primer Mundial de la historia de la selección española en 2010 y está a tan solo un paso de conseguir la que sería la tercera Eurocopa para España.

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